TPP-11

México sigue empeorando con el TPP-11

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente,
yo me río de ellos porque todos son igualitos
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Anónimo.

El 03 de mayo de 2018 publiqué un artículo en El Semanario con el título de TPP la cereza de un pastel muy amargo e indigesto, en el cual hacía referencia a la ilógica estrategia que nuestros altísimos funcionarios habían adoptado en materia de comercio exterior y que, por su importancia, a continuación reproduzco algunos de sus párrafos:

El TLCAN era el proyecto más importante para el desarrollo de México, sin embargo, la pésima calificación que el WEF le otorga a las instituciones públicas mexicanas y a sus funcionarios tiene su manifestación más clara en que ninguno de los objetivos de México en el TLCAN se logró porque no se aprovechó el marco creado por este instrumento, ni se utilizaron adecuadamente las ventajas comparativas; consecuentemente, no se logró la deseada integración comercial, y mucho menos productiva, dado que por las deficiencias señaladas por el WEF, nuestros funcionarios fueron incapaces de definir estrategia alguna, con políticas públicas, programas y proyectos realistas que permitieran ser un país competitivo y aprovechar el acceso preferencial al mercado más grande del mundo, convertirnos en un verdadero socio estratégico para Canadá y Estados Unidos, y así lograr el objetivo final de crear empleos y mejorar nivel de vida de todos los mexicanos.

En su lugar, la política y estrategia de comercio exterior se basó en la firma compulsiva de TLC’s y una incoherente desgravación unilateral, en tanto que la política de fomento se basó en el axioma de la mejor política industrial es la que no existe, de tal manera que convirtieron a nuestro país en un maquilador básico de ensamble, que crecientemente importa insumos para reexportar a Estados Unidos con reducido y decreciente valor agregado en nuestro territorio.

[…] Para México, la cereza de este amargo pastel y culminación del ilógico y aberrante proceso de regresión ha sido la ratificación del TPP, un instrumento que nuestros teóricos y funcionarios promovieron, y nuestros senadores ratificaron, a pesar de todas las contradicciones que tuvo desde su origen y de las enormes deficiencias que presenta nuestro país frente a sus “nuevos socios”, y que se resumen en la nula competitividad del marco sistémico que tenemos, debido a la pésima calidad de las instituciones públicas, a la poca confianza en sus políticos y a la pesada tramitología.

Sin duda alguna, nada podremos ganar en esta loca aventura y mucho vamos a perder.

Hoy, que se publicaron las cifras estadísticas del comercio exterior de México del mes de abril de 2020, me permito comentar que todo aquello que señalé –que sería el negativo desarrollo de nuestra relación con los seis nuevos socios del TPP– se confirma que el déficit con esos países continuó aumentando.

Es importante señalar que este resultado negativo es consecuencia del decremento registrado en la exportación mexicana hacia esos países de -391 millones USD en relación con el mismo periodo de 2018, así como por el incremento de la importación de 2,463 millones USD, situación que arroja como resultado que, sumando el déficit de los cuatro primeros meses del periodo 2018-2020, tengamos acumulado un saldo negativo de -14,765 millones USD; incluyendo a Japón, pues el déficit alcanza la elevada cifra de -28,118 millones USD.

deficit

Conviene señalar que en el periodo 2001/2019 –en que prácticamente han estado en vigor los TLC’s que nuestros funcionarios negociaron con 54 países y los APPRIS con 33 países que supuestamente iban a generar empleos, riqueza y bienestar para todos los mexicanos– los retrocesos de México han sido enormes, pues en estos 18 años hemos caído como economía mundial pasando de la 8ª a la 15ª posición. En este período fuimos superados por India, Brasil, Canadá, Rusia, Corea, España y Australia, según se puede ver en el cuadro que presento a continuación.

En el mismo lapso, nuestro PIB per cápita cayó de la 42ª a la 72ª posición debido a que el crecimiento de la economía mexicana fue el segundo más bajo de este universo de 20 países con 68%, sólo superado por Japón con 20%, en tanto que el crecimiento de la economía mundial fue de 158%, más del doble de la tasa que presentó México.

Lo peor es que esta negativa tendencia continuará porque venimos encarrerados con un impulso dañino que ha perdurado 26 años, mismo en el que ha privado la improvisación y la simulación y, mientras no se defina una estrategia integral que incluya los temas de competitividad, fomento y comercio exterior, con programas, proyectos y políticas públicas realistas que incidan positivamente en el desarrollo de nuestro país, no podremos revertir los enormes retrocesos que han convertido a México en una de las más grandes fábricas de pobreza del mundo.

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México: 15 meses muy mal con el TPP-11

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente,
yo me río de ellos porque todos son igualitos.

Anónimo.

En el año 2014 elaboré un documento con el título de Resultados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a 20 años de su firma y las perspectivas de México con el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP),en el que hice algunos comentarios sobre la pésima conducción de nuestro comercio exterior, y entre los cuales incluí el texto que reproduzco a continuación:

El compromiso que heredó el actual Gobierno de ingresar al TPP, tiene como base una acción totalmente irreflexiva, dogmática e incongruente, como lo fue la firma de la mayor parte de  los TLC’s después del TLCAN ya que, en lugar de establecer estrategias para posicionarnos y consolidarnos en el mercado de Canadá y EEUU, con programas, proyectos y estrategias ad hoc, los altísimos funcionarios que estaban encargados del diseño de la política de comercio exterior, irresponsablemente propiciaron la dispersión de esfuerzos queriendo conquistar mercados más lejanos sin haberlo logrado con el norteamericano, el más grande del mundo y el más cercano, con el agravante de que con esos países tampoco hubo una estrategia que permitiera capitalizar los beneficios de las supuestas ventajas negociadas, pero peor es que adicionalmente se continuó con una apertura incoherente y una desgravación unilateral e ilógica que, como he señalado, han dañado grandemente a la planta productiva nacional y reducido la generación de riqueza en México.

Así, convirtieron a nuestro país en un maquilador simple, pues los otros países con los que firmamos esos TLC’s y muchos con los que no los hemos firmado, sí aprovecharon nuestra incoherente apertura así como nuestra privilegiada situación geográfica y de acceso preferencial al mercado más grande del mundo para enviar sus insumos, sin que hubiera gran posibilidad de añadir mayor valor a las “exportaciones mexicanas” que, en un 76%, están condicionadas a la importación temporal de insumos extranjeros de tal manera que entre 1993 y 2012, el valor agregado en nuestra “exportación” se redujo de 58.8% a 39.13%.

Excluyendo al petróleo, el porcentaje de reexportación mexicana condicionado a la importación de insumos extranjeros es de 89% en tanto que el valor agregado pasó de 52.91% al ridículo porcentaje de 31.18%, lo que nos habla de los resultados mediocres que hemos obtenido en el desarrollo de nuestro comercio exterior.

Con el TPP, la situación de nuestro país se agravará pues nuestra privilegiada relación con Canadá y EEUU se diluirá aún más y nuestro territorio seguirá siendo un simple trampolín para que los otros países, ahora los asiáticos del TPP, lo utilicen para enviar insumos que serán ensamblados en México sin que realmente podamos añadir valor en nuestras ventas a EEUU y Canadá por debilidad de nuestra planta productiva y la falta de competitividad de nuestro medio sistémico…

Desafortunadamente, los encargados de diseñar la política y la estrategia del comercio exterior mexicano durante en el período 2012/2018 continuaron con esa política, insistiendo que México debería participar en el TPP porque EEUU estaba dentro de ese proyecto, y siendo nuestro principal socio comercial, deberíamos estar presentes para orientar las negociaciones y defender nuestras posiciones.

Peor resultó cuando EEUU se retiró del proyecto, pues los altísimos funcionarios insistieron en seguir con las negociaciones para aprovechar lo que se “había ganado” y continuar en el ahora llamado TPP-11, a pesar de las numerosas desventajas que se presentaban para México en relación con los que serían sus 6 nuevos socios.

Conviene señalar que en el año 2013 el déficit con los seis países de Asia y Oceanía, con los que no teníamos un TLC’s, ascendió a -7,247 millones USD y que el déficit total de México fue de -1,195 millones USD, es decir, el déficit con los nuevos socios de México representó el 506% del déficit total.

Para el periodo de 1993-2013, el déficit acumulado con esos países fue de -91,907 millones USD, en tanto que el déficit total de México fue de -122,657 millones USD, lo que equivale a que el 75% de este déficit fue generado por esos seis países, y que parece que no fue considerado por los altísimos funcionarios mexicanos, mismo que era originado por el bajo nivel de competitividad del marco sistémico mexicano.

balanza comercial y tpp 11

Comentarios

Desgraciadamente, la negativa tendencia que mostraba el comercio exterior de México con el TPP-11 continuó y el déficit que en el 2013 ascendió a 7,247 millones USD, en 2018 fue de -14,401 millones USD, en tanto que el acumulado en el periodo 2013-2018 totalizó -65,823 millones USD, equivalente al 117% del déficit total de México que fue de -56,217 millones USD.

tpp asia

En este contexto podemos ver que si en el año 2018, de las 126 variables que medían la competitividad de México con esos países, teníamos ventaja en 18 y total desventaja en 108, para el 2019, en que la medición aumentó a 140 las variables, la situación de México empeoró, pues seguimos con ventaja en 18 pero nuestra desventaja se incrementó a 122.

Desgraciadamente, los elementos que más han incidido en esta negativa situación son: la pésima calidad de las instituciones públicas, el capital social, la actuación del sector público, los trámites y regulaciones, la incidencia de la corrupción y la visión a largo plazo, según puede verse en el cuadro que se incluye a continuación, mismo que fue elaborado con datos el Foro Económico Mundial (WEF).

mal tpp 11 y mexico

Como consecuencia de estas desfavorables condiciones, la relación con esos países tradicionalmente se ha saldado con un déficit que continuamente se ha incrementado y los resultados de los primeros 15 meses de vigencia del TPP-11 han continuado con la tendencia negativa.

En el 2019, primer año de “operación” del TPP-11, el déficit fue de -17,602 millones USD, equivalente al 302% de nuestro superávit total.

balanza comercial

Para los primeros tres meses de 2020, el déficit de México con el TPP-11 continuó creciendo hasta la cifra de -4,807 millones USD, y sumando los tres primeros meses del periodo 2018-2020 alcanzó la cifra de -11,115 millones USD, incluyendo a Japón, con un déficit fue de -21,239 millones USD.

mal con el tpp-11

Apuntes finales

Las cifras del intercambio comercial de México con los seis nuevos socios del TPP-11, muestran lo que en el año 2014 yo había previsto como negativa evolución de la relación con esos países, pues en los primeros 15 meses de operación de este instrumento, nuestras exportaciones decrecieron en tanto que las importaciones procedentes de esos países continuaron incrementándose.

Desgraciadamente y, sin duda alguna, el TPP-11 tampoco ha sido un buen negocio para México y parece que menos lo será a pesar de que, supuestamente, tuvimos al mejor y más experimentado equipo negociador del mundo al frente de este proceso.

Lo más sorprendente es que este acuerdo, que a todas luces resultaba desfavorable para México debido a nuestro bajo nivel de competitividad, a la debilidad de la planta productiva nacional y a las deficiencias de la estructura de nuestro comercio exterior, se firmó y ratificó contra viento y marea en aras del libre comercio y, como se ha visto, los resultados han empeorado en estos primeros 15 meses.

Sin duda, es urgente repensar la política de comercio exterior y definir una estrategia integral de promoción de exportaciones y de la inversión extranjera directa, dejando a un lado la simulación e improvisación que la ha caracterizado en los 26 años más recientes.


Referencias a consultar:
~ Funcionarios mexicanos en la Luna.
~ Comercio exterior mexicano: más teoría y nada de práctica.


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México: declinación exportadora con el TPP-11

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.

Durante los 26 años más recientes, el intercambio comercial de México con sus seis nuevos socios del TPP-11, ha mostrado una tendencia sostenida con un déficit que de -547 millones USD en el año 1993, pasó a -17,604 millones USD en 2019.

Conviene señalar que, en el año 2019, México sólo tuvo superávit con dos de esos países, Australia y Brunéi, por un total de 655 y 8 millones USD, con un acumulado de 809 y 39 millones USD en el periodo 1993-2019, respectivamente.

Por el contrario, registra un déficit creciente con Nueva Zelanda, mismo que en el año 2019 fue de -261 millones USD; de -811 millones USD con Singapur; de -5,885 millones USD con Vietnam; y de -11,310 con Malasia.

El déficit acumulado en el periodo 1993-2019 fue de -6,405 millones USD con Nueva Zelanda; de -20,708 millones USD con Singapur; de -29,616 millones USD con Vietnam; y de -105,806 millones USD con Malasia.

En total, durante el periodo 1993-2019, México acumuló un déficit de -161,687 millones USD con sus seis nuevos “socios” del TPP-11.

TPP-11

Es importante señalar que, en el 2019, primer año vigencia del TPP-11, la tendencia continuó de tal manera que el déficit total fue de -17,604 millones USD.

Durante el primer mes del año 2020, el déficit mantuvo su tendencia ascendente de tal manera que, en enero, el saldo negativo fue de -2,120 millones USD, lo que representó un incremento de 921 millones USD con respecto al mes de enero de 2018. Así, durante el mes de enero de 2019 y 2020, el déficit alcanzó la cifra de 4,327 millones USD.

TPP-11

Comentarios

El gran desbalance que presenta el intercambio comercial con los países del TPP-11 será imposible de eliminar, de hecho ni siquiera de reducir un poquito debido a la nula competitividad del marco sistémico mexicano frente a esos “socios” del TPP-11, pues esto ha generado una enorme debilidad en la planta productiva nacional.

En el año 2019, el Foro Económico Mundial situó a México en el 48º lugar porque de las 140 variables que miden la competitividad de nuestro país, en relación con sus seis nuevos socios, sólo tuvo ventaja en 18 y total desventaja en 122.

Conviene señalar que el más grave problema que se presenta en materia de competitividad es la pésima calidad de las instituciones públicas y de sus funcionarios, dado que sus carencias provocan la imposibilidad de definir un marco sistémico que permita a la planta productiva nacional trabajar con costos reducidos.

indice WEF

Todo ello se traduce en una planta productiva cada día más débil, con una oferta exportable menos diversificada, que depende en gran medida de una creciente importación de insumos para atender las necesidades el mercado interno y el de exportación, con decreciente valor agregado.

Desgraciadamente, el dinamismo que en algún momento registró la exportación mexicana no fue resultado de un proyecto nacional de desarrollo, sino que fue originado por la presencia de numerosas empresas extranjeras radicadas en México que, atendiendo políticas corporativas muy exitosas, realizaban transacciones intrafirma utilizando a nuestro territorio como un centro de costos. Sin embargo, a partir del año 2001, muchas de ellas lo abandonaron debido a la pérdida de competitividad de nuestro marco sistémico.

Así podemos ver que, en términos generales, la estructura de la oferta mexicana es débil y muy reducida, y que específicamente, entre 2012 y 2017, el número de productos objeto de exportación al TPP-11 se redujo en 36 al pasar de 3,763 a 3,727, en tanto que el número de productos ofrecidos por esos países se incrementó en 626 al pasar de 8,159 a 8,785 en el mismo periodo.

exportacion

Al respecto, hay que mencionar que muchos de los artículos que hoy importamos, principalmente de Malasia, Singapur y Vietnam, son insumos de alto nivel tecnológico que utilizamos para ensamblar productos de reexportación, principalmente a Estados Unidos, con decreciente valor agregado en México; mismo que en el periodo 1993-2019 cayó del 59% al 37%, dado que el sistema de comercio exterior implantado por nuestros altísimos funcionarios está basado en la importación creciente de insumos, para ensamblar en nuestro territorio bajo un esquema de maquila simple de ensamble, y para reexportar con decreciente valor  agregado.

Conviene señalar que hace algunos años, varios de los principales productos e insumos que actualmente importamos de estos tres países en forma masiva, eran producidos y exportados por nuestro país como líder del sector, entre los cuales se cuentan los productos electrónicos, las confecciones, el calzado y el café.

Apuntes finales

La firma del TPP-11 fue resultado del liberalismo dogmático que aplicaron nuestros teóricos y altísimos funcionarios, muchos de ellos con varios estudios de posgrado, pero desconocedores de la estructura de la planta productiva nacional, de su oferta y de la operación real del comercio internacional que, adicionalmente, hicieron caso omiso del pésimo nivel de competitividad de nuestro marco sistémico mismo que he señalado en diversos estudios que pueden consultar en mis columnas anteriores de El Semanario (ver más abajo).

Los resultados de la simulación e improvisación de estos funcionarios los estamos sufriendo por los enormes retrocesos que ha registrado la economía mexicana en los 25 años más recientes y que, desgraciadamente, están haciendo crisis en este momento en que coinciden con una pandemia que nos obliga a desplegar nuestros mejores recursos.

Alan Riding, representante de The Financial Times The Economist, al final de doce años que pasó en México, señaló en su libro Vecinos Distantes que lo único consistente de los mexicanos era su inconsistencia. Desgraciadamente en materia de comercio exterior no podemos aplicarle su máxima a nuestros funcionarios pues, excepcionalmente, nuestros improvisados burócratas habilitados como expertos en comercio internacional han sido “verdaderamente consistentes en comercio exterior a pesar de los pésimos resultados obtenidos”.

Sin duda, las circunstancias obligan a que en este momento se realice una revisión profunda de la “estrategia” seguida en esta materia, a fin de revertir esos retrocesos que se han manifestado de una manera verdaderamente grotesca; en falta de oportunidades para grandes núcleos de la población mexicana, motivo por el cual algunos mexicanos han tenido que ingresar a la economía informal, otros han tenido que emigrar y, lo peor de todo, es que otros como única y última solución para proveer los recursos para satisfacer las necesidades de su familia, han ingresado a las filas de la delincuencia.


Nota bene: En el año de 1975, México y Vietnam eran países muy diferentes a los que hoy conocemos. En esa época, yo era el Coordinador de Consejerías para Asia, África y Oceanía del Instituto Mexicano de Comercio Exterior (IMCE), del cual era Director General el Lic. Julio Faesler.

En esa época, ya estábamos al final de una etapa de cerca de 30 años de desarrollo económico sostenido que, prácticamente, ningún otro país había logrado, y como éramos extraordinariamente “solidarios” con los países del Tercer Mundo, el Lic. Luis Echeverría Álvarez, Presidente de la República en ese momento, decidió enviar a Vietnam un buque de la Armada de México cargado de bicicletas, PVC, cuerdas de henequén, etc., como un obsequio. A su llegada a ese país el buque debía de exhibir un letrero que dijera:

El pueblo de México colabora en la reconstrucción de Vietnam. Octubre 2 de 1975.

La entrega del cargamento en Vietnam le fue encomendada al Ing. Héctor Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, Director de Desarrollo Industrial y Transferencia de Tecnología del IMCE, teniendo en cuenta que en aquella época México era un país que había logrado desarrollar algunas tecnologías que resultaban de punta para otros países, entre ellos Vietnam, mismo con el que se consideró la posibilidad de desarrollar algún proyecto en la materia.

A mí me encargaron coordinar algunas actividades para la realización del viaje y conseguir la traducción de dicho texto al vietnamita, misma que logré obtener a través del entonces Consejero Comercial de México en La Habana, Cuba, el Ing. Víctor Manuel Saucedo Madrigal, y en donde ya había una representación de ese país. Anexo incluyo copia del texto y la traducción.

mexico vietnam

Referencias:

Arnulfo R. Gómez, “Funcionarios mexicanos en la luna” (19/08/2019).
México: más teoría y nada de práctica” (12/06/2019).
México: los funcionarios no entienden el Comercio Exterior” (27/09/2019).
México, inversión extranjera, Kafka y la luna” (20/09/2019).
México y las joyas de la exportación mexicana: cerveza, refrigeradores y aguacate” (30/03/2020).


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México y el TPP: tradicional torpeza

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Anónimo.

Desde que los altísimos funcionarios mexicanos anunciaron que deseaban negociar el acceso de nuestro país al TPP, mi oposición fue total debido a que los antecedentes que teníamos con los 48 países con los que habíamos firmado un TLC no eran satisfactorios, pues cada día era mayor el número de naciones con los que registrábamos un déficit y, mucho peor, que este déficit era creciente, con decreciente valor agregado de las exportaciones en nuestro territorio.

En el caso del TPP, se daba la circunstancia aún más desfavorable desde que, en 1999, la competitividad de México había sido decreciente de tal manera que en ese año el Foro Económico Mundial (WEF) ubicó a México en el 34º lugar mundial y en el 2019 nos remitió hasta la 48ª posición.

tabla del tpp-11

Haciendo un poco de historia, me permito comentar que el 23 de junio de 2015 correspondí a una invitación del Subsecretario de Comercio Exterior, Dr. Francisco de Rosenzweig, que tenía como objetivo conocer el motivo de mi férrea oposición a la negociación y firma del TPP por parte de México, y al respecto señaló que cuando tomó posesión de su cargo (sin que nunca antes hubiera tenido contacto con el comercio exterior según se puede en su CV), le extrañó ver que siendo el TPP el proyecto de comercio internacional más grande del mundo, no fuera parte de la “estrategia” de México en su proceso de internacionalización por lo que me comentó que él, inmediatamente, promovió la participación mexicana en dicho Acuerdo.

Mi respuesta fue simplemente que el nivel de competitividad de México era pésimo, por lo que se había generado una estructura de nuestra planta productiva y una exportación muy débil, razones por las que no podríamos tener resultados positivos con la firma del TPP, a lo que respondió que eso prácticamente estaba subsanado pues ya se habían aprobado las reformas estructurales mismas que nos harían un país muy competitivo.

Al respecto, le señalé que esa era una situación totalmente quimérica debido a que algunas de esas “reformas” no se podían calificar como tal, sino que más bien eran un conjunto de buenos deseos y que, adicionalmente, ninguna de las “reformas” había sido complementada ni instrumentada con políticas públicas realistas que incidieran positivamente en el desarrollo económico de México.

Así podemos ver que de un total de 140 variables que miden la competitividad de México en relación con nuestros competidores del TPP-11, sólo tenemos ventaja en 18 y  desventaja total en 122.

tpp-11 torpeza

Asimismo, señalé que esa situación era empeorada porque la mayor parte de los funcionarios que estaban a cargo del diseño de la política y la estrategia de comercio exterior, eran burócratas improvisados habilitados como expertos en comercio internacional que diseñaban programas y firmaban TLC’s sin conocer la estructura de la planta productiva, de la oferta exportable, de la operación real de comercio internacional y del comercio exterior mexicano, situación que quedó asentada en un artículo que en su momento elaboré con el título de “Funcionarios mexicanos en la luna”; y que complementé con otros escritos que incluyen “México: más teoría y nada de práctica”; “México: los funcionarios no entienden el Comercio Exterior” y “México, inversión extranjera, Kafka y la luna”, mismos a los que hice referencia en mi anterior artículo sobre México y las joyas de la exportación mexicana: cerveza, refrigeradores y aguacate.

En este contexto, el que fuera Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo también cuestionó mi oposición y señaló que “de cualquier manera debíamos participar en dicho proyecto porque siendo Estados Unidos nuestro principal socio, era necesario que estuviéramos presentes para defender nuestros intereses y orientar las negociaciones a nuestro favor.

Lo más sorprendente fue que, cuando Donald Trump canceló la ilógica participación de la nación estadounidense en el TPP, nuestro exsecretario se sacó de la manga una “extraordinaria razón” de gran fondo y sustancia para continuar con ese proyecto, ya que “mucho se había trabajado y gastado en las negociaciones y había que aprovechar lo que se había avanzado”.

Hoy, a más de un año de la entrada en vigor del TPP-11, con motivo de la inauguración del Seminario T-MEC TIPAT, el Director de Bienes Agroalimentarios y Pesqueros de la SE, Arturo Juárez, habló de las bondades enormes del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífica (TIPAT o TPP-11), señalando que:

México ganó mayor porcentaje para exportar productos sin arancel a diferencia de las mercancías que ingresarían al país… comentando que…  en promedio, 90% de las mercancías (de exportación) quedaron libres de arancel al momento de entrar en vigor ese tratado, creemos que son las oportunidades que México tiene hacia esos mercados, que son de alto poder adquisitivo, un mercado que representa más de 500 millones de consumidores.
Por el contrario, sólo el 77% del total de los  productos que entran a México bajo el beneficio de este tratado lo pueden hacer sin pago de arancel.

Comentarios

Sin duda, esto es un manejo perverso de la situación y las cifras que en nada reflejan la realidad que había en relación con esos países pues, en principio, para promover la firma del Tratado hablaban de más de 500 millones de consumidores de 11 países que integran el TTP-11, incluyendo en este caso a México.

Sin México, el mercado del TPP sólo es de 378 millones de habitantes y para evitar el manejo distorsionado de las cifras, también debemos de excluir a Canadá, Chile, Japón y Perú que en conjunto representan un mercado de 214 millones de habitantes, y con los que ya teníamos un TLC.

torpeza
Imagen: Código.

Así, la dimensión real del mercado constituido por los 6 nuevos socios sería de sólo 164 millones de habitantes de los cuales, 36 millones corresponden 4 países: Australia, Brunéi, Nueva Zelanda y Singapur, con un elevado nivel de ingresos de 55,097 millones US.

Por el contrario, tanto Malasia y Vietnam, con 127 millones de habitantes, es decir, el 78% del nuevo mercado prometido, tiene ingresos promedio muy bajos de 4,629 US, debiendo señalar que el ingreso de los 32 millones de malasios es de 10,704 US en tanto que el de 95 millones de vietnamitas es de 2,553 US, nada más.

Y si eventualmente se hubiera considerado al volumen de población de los nuevos socios del TPP-11 como un mercado atractivo, en la realidad es un mercado accesorio que por sus características intrínsecas no es atractivo para México, además difícil de penetrar por México debido la nula competitividad de nuestro marco sistémico y por la carencia de una estrategia como ha sucedido con la firma compulsiva e irresponsable de numerosos TLC’s.

Con Canadá y Estados Unidos se firmó el TLCAN porque conjuntamente constituían el socio más importante que tenemos; que era nuestro mercado más próximo; porque es el mercado más grande del mundo; porque tiene un muy elevado nivel de ingresos; porque es el principal importador del mundo; porque somos muy complementarios en muchos aspectos, especialmente en la dotación de factores de la producción y, sin duda, porque por la destreza que México tenía en el proceso de manufactura se le consideraba un socio estratégico en ese sector, desgraciadamente, ninguna de las ventajas señaladas fue aprovechada por nuestro país.

Como resultado de la carencia de una estrategia que considerara estos elementos, los retrocesos de México en todas sus variables económicas especialmente en el periodo 2001-2018 en que han estado en vigor los TLC’s que firmaron con 48 países, fueron enormes.

A pesar de estos antecedentes negativos, los teóricos y altísimos funcionarios mexicanos insistieron en la firma del TPP-11, un tratado que desgraciadamente resultará muy negativo para nuestro país pues, contrariamente a lo que teníamos como ventajas en el TLCAN, en el TPP-11 representan desventajas, ya que al ser mercados muy lejanos y atomizados, por sus características resultan un mercado accesorio –especialmente por su bajo nivel de consumo– que tienen un marco sistémico mucho más competitivo que el nuestro, puesto que no son complementarios con nuestra planta productiva sino todo lo contrario, pues son competidores directos nuestros, especialmente en bienes manufacturados de los cuales éramos grandes productores y exportadores como son los casos de confección, electrónicos, calzado y café.

tabla wef tpp-11

Y si durante los 26 años en que nuestros funcionarios han llevado a cabo una apertura comercial basada en la firma de TLC’s y una desgravación unilateral totalmente incoherente, con los 6 nuevos socios del TTP-11 acumulamos un déficit de -172,292 millones US; en el primer año de vigencia del TPP-11, los resultados también fueron catastróficos pues a pesar de las supuestas ventajas adquiridas en la  negociación con el 90% de las mercancías libres de arancel, nuestras exportaciones disminuyeron en -540 millones US en tanto que las importaciones se incrementaron en 2,652 millones US de tal manera que nuestro déficit aumentó en -3,192 millones US, siendo los más beneficiados con esta negativa evolución de nuestro comercio exterior, Malasia y Vietnam, países manufactureros por excelencia.

wef

Apuntes finales

Durante los 26 años más recientes, el comercio exterior mexicano se ha caracterizado por un esquema de simulación e improvisación que, únicamente, ha arrojado resultados negativos mismos que se manifiestan en los enormes retrocesos de las principales variables de nuestra economía.

Los teóricos del comercio exterior han realizado una apertura de nuestra economía totalmente ilógica, basada en la firma compulsiva de TLC’s y una desgravación unilateral totalmente incoherente, pensando que eso haría a la economía mexicana más competitiva pues “los precios internos necesariamente se tendrían que alinear con los externos”, sin que hubiera complemento alguno que realmente favoreciera los ajustes y las mejoras.

Además, insistieron en la promoción internacional abriendo oficinas por todo el mundo, sin considerar que el principal problema del comercio exterior mexicano no es la promoción internacional sino la oferta nacional.

 Para esos teóricos, bastaba tener una oficina en el extranjero, con un monito que dijera que todo en México está bien, que queremos vender nuestros productos en ese mercado y que somos muy buena onda, por lo sería bueno que invirtieran en nuestro país.

Hay que recordar que el Foro Económico Mundial señala que la baja competitividad de México es originada por la pésima calidad de las instituciones públicas y la actuación del sector público, lo que implica la muy reducida capacidad de esas instituciones para definir una estrategia que incida positivamente en el desarrollo económico de nuestro país.

El primer año de vigencia del TPP-11 sólo es un avance de lo que podemos esperar para el mediano y el largo plazo debido a la improvisación y la ligereza que ha caracterizado al sector del comercio exterior, y si no se logra definir una estrategia realista que incluya competitividad, fomento, promoción de exportaciones y de inversiones con programas, proyectos y políticas públicas realistas.


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México: nula competitividad en el TPP-11

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El proceso de desregulación de la economía mexicana tenía como objetivo crear un marco sistémico que permitiera a la planta productiva nacional producir en un nivel competitivo, pues esto reduciría los costos de producción y de desplazamiento de las mercancías que redundaría en un mejor precio final de los bienes.

Las reformas realizadas en los 80 y principios de los 90, incluyendo el acceso preferencial al mercado más grande del mundo con la firma del TLCAN, tuvieron resultados muy positivos, pues permitieron que la economía mexicana fuera muy competitiva, sin embargo, a partir del año 1999, los efectos de las reformas realizadas en los 15 años precedentes se diluyeron y se registró una enorme pérdida de competitividad debido a que, durante el sexenio de Ernesto Zedillo, no hubo reforma alguna que mejorara el marco sistémico.

En el año 1999, México se ubicaba en el 34ª lugar en materia de competitividad mundial y fue a partir del mismo que la caída de nuestra competitividad se presentó de una manera pronunciada.

Al final del sexenio de Vicente Fox, la competitividad de México había caído hasta a la 59ª posición y como economía mundial del 9º a 13º lugar, a pesar de que durante su sexenio se creó la Oficina de Políticas Públicas y una Comisión Presidencial de Mejora Regulatoria, supuestamente para impulsar la competitividad y el desarrollo económico.

Así mismo, se “reestructuró” a Bancomext, pero el desempeño de su nuevo Director General durante el sexenio foxista resultó igual de mediocre que el de sus tres antecesores, mismos que únicamente se preocuparon por la creación de puestos de alto nivel para colocar a sus cuates de tal manera que, entre 1989 y el año 2000, el número de altísimos funcionarios se incrementó de 132 a 737, y la tasa de empleado/funcionario se redujo enormemente de 7.45 a 1.56, es decir, muchos jefes y pocos indios, de tal manera que las funciones se atomizaron y las decisiones se fragmentaron dado que la principal función de esos altísimos funcionarios –mayormente recomendados sin conocimientos en materia de comercio exterior que fueron habilitados como expertos en comercio internacional– era justificar su presencia mediante un esquema de simulación.

competitividad mexico

Durante el sexenio de Felipe Calderón, el deterioro continuó, pues la competitividad de México cayó al 66º lugar y como economía descendió hasta la 15ª posición; independientemente de que tratando de mejorar el desempeño en la promoción del comercio exterior se creó un bodrio llamado ProMéxico, lo que resultó peor, pues se separaron las funciones de promoción y financiamiento que son complementarias al tratar de eliminar los vicios creados por la improvisación. Y aunque en el periodo de Enrique Peña se aprobaron las tan ansiadas reformas estructurales, la competitividad del marco sistémico mexicano continuó siendo muy deficiente.

competitividad WEF

El factor determinante en este proceso de deterioro, y la imposibilidad manifiesta de mejora del marco sistémico, ha sido la muy reducida capacidad de los teóricos y funcionarios mexicanos para definir políticas públicas que incidan en la mejora del marco y en la competitividad de México y, consecuentemente, esto se tradujo en la carencia de una estrategia de desarrollo con programas y proyectos realistas.

La apuesta de estos personajes para el desarrollo de México consistió en la firma compulsiva de Tratados de Libre Comercio, motivo por el cual las manifestaciones del empresariado mexicano en contra de esta situación fueron continuas y la respuesta de los funcionarios (en igual número de ocasiones) sostuvo que la apertura de la economía mexicana sólo continuaría cuando el marco sistémico hubiera mejorado, de tal manera que los productos mexicanos pudieran competir adecuadamente en el mercado interno y en el internacional, sin que en momento alguno esos funcionarios “hayan cumplido con su palabra”.

Como consecuencia de esta aberración, en total se firmaron TLC’s con otros 46 países, con la mayor parte de los cuales se han obtenido resultados muy negativos que se manifiestan en un mayor número de países con los que registramos un déficit, mismo que también es creciente.

Así, en el año 1993 tuvimos déficit con 24 países por un total de -11,347 millones US; para el 2017 fue con 32 países por -42,454 millones US; en tanto que para el periodo 1993/2017 fue con 35 países con -653,577 millones US.

A pesar de estos evidentes síntomas de fracaso de su “estrategia”, los altísimos funcionarios mexicanos insistieron en firmar El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica que, debido a la salida muy inteligente de Estados Unidos de este pésimo proyecto, ahora se denomina TPP-11.

Sin duda, es un proyecto en el que las posibilidades de México cada día son más reducidas, pues si en el año 2018, del total de 126 variables que medían la competitividad de nuestro país con esos países, sólo teníamos ventaja en 18 y desventaja en un total de 108; para el año 2019, de 140 variables, nuestra ventaja sigue siendo en 18 únicamente, y la desventaja se incrementó a 122.

capital

Importante es señalar que la nula competitividad de México es originada por la pésima calidad de las instituciones públicas y sus funcionarios por lo que los resultados de su actividad, de acuerdo con los datos del cuadro anterior elaborado con datos del Foro Económico Mundial, se ven claramente mostrando las lacras que han impedido el desarrollo de nuestro país.

Como consecuencia, los resultados de los primeros 11 meses de vigencia del malhadado TPP-11, arrojaron un decremento de nuestras exportaciones hacia esos “6 nuevos socios” y un incremento de las importaciones procedentes de los mismos, lo que generó un déficit de -15,958 millones US.

balanza comercial

Para el periodo 1993/2018, el déficit con los que ahora son nuestros “6 nuevos socios” del TPP-11 alcanzó la cifra de -150,483 millones US, mismo que como se ha visto en la tendencia de los primeros 11 meses de vigencia de dicho acuerdo, seguirá aumentando pues nuestra competitividad continúa decreciendo y la posibilidad para México de participar adecuadamente en el concierto económico internacional cada día es más reducida ante la carencia de una estrategia coherente y realista.


Nota bene: La información preliminar sobre nuestra relación comercial con Malasia para los doce meses del año 2019, ya nos dice que el déficit se elevó a -11,310 millones US, es decir, -2,160 millones US superior al de 2018, lo que significa 24% de incremento en un periodo verdaderamente corto.


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yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.

El proceso de desregulación realizado por México se inició en los años 80 y tenía como objetivo hacer más competitivo el marco sistémico de la economía mexicana. Dicho proceso constaba de dos vertientes:

La primera, orientada a realizar una serie de reformas hacia el interior que, en un principio, incluyó el autotransporte federal de carga, de turismo y de pasajeros; las patentes y marcas; las reformas al artículo 27 constitucional en materia de propiedad de la tierra; la cogeneración y autoabastecimiento de energía eléctrica; la inversión extranjera directa; medicamentos genéricos y eliminación de controles de precios, entre otros.

La segunda, hacia el exterior, se realizó teniendo como base una apertura comercial que se inició con el ingreso de México al GATT, a la APEC y a la OCDE; continuó con la firma de Acuerdos de Complementación con Chile y Uruguay; y culminó con la firma del TLCAN, mismo que se constituyó como  el proyecto más importante para el desarrollo económico de México pues significaba lograr el acceso preferencial al mercado más grande del mundo mismo que todavía está integrado por Canadá y Estados Unidos, países que también constituyen el principal mercado de importación mundial; ambos países muy cercanos geográficamente a México –que son nuestros principales socios comerciales–, con alto nivel de ingresos, con los que tenemos grandes ventajas  comparativas y con los que somos muy complementarios en numerosos aspectos.

Por estas circunstancias, los objetivos de México en la participación del TLCAN eran lograr una integración comercial y productiva con sus socios para añadir mayor valor y generar más riqueza en la región; aprovechar las ventajas comparativas de cada uno en la producción compartida a fin de ser más competitivos; atraer mayores flujos de inversión extranjera directa, todo ello, con el fin último y el más importante de generar empleos y elevar el nivel de vida de la población.

Desgraciadamente, ninguno de esos objetivos se ha logrado debido a que en nuestro país no ha habido una estrategia alguna al respecto y, consecuentemente, México no logró ser un socio estratégico como estaba previsto y la participación de México en la generación de riqueza mundial ha disminuido, como también lo ha sido la participación del TLCAN. Su papel se ha reducido a ser el patio trasero de Estados Unidos.

pib y socios comerciales

Independientemente de la carencia de una estrategia integral que permitiera generar riqueza, México adoptó como base de su “política de comercio exterior”, la firma compulsiva de TLC’s con otros 46 países obteniendo resultados verdaderamente pobres ya que, en el año 2017, con 35 de ellos registramos un déficit que en el periodo 1993/2017 alcanzó la suma de -653,577 millones US.

Estos pésimos antecedentes, junto con la evolución histórica del intercambio comercial con los que serían los nuevos socios de México en el TPP-11, debió de haber servido de referencia para evitar la firma de este Acuerdo con “los nuevos socios” pues estos son países muy lejanos, que representan un mercado muy marginal debido al muy bajo nivel de ingresos de la mayor parte de su población; con un marco sistémico más competitivo en general; que no son complementarios para México y al contrario, son importantes competidores de nuestro país en bienes que antes producíamos y exportábamos en grandes cantidades, pero que ahora importamos particularmente de Malasia y Vietnam, entre los cuales se encuentran el calzado, la confección y productos electrónicos, y aunque no se pueda creer, café y gasolina. Por eso, el elevado y creciente nivel del déficit de México con esos dos países.

potencial economico de paises

Sin embargo, el liberalismo dogmático se impuso y los improvisados burócratas habilitados como expertos en comercio internacional impulsaron la firma del TPP-11, mismo que en sólo 11 meses de vigencia muestra resultados negativos para México ya que en este reducido periodo, nuestras exportaciones con ese destino disminuyeron en 481 millones US, en tanto que las importaciones procedentes del mismo se incrementaron en 3,580 millones US.

Como consecuencia, nuestro déficit con los seis nuevos socios del TPP-11 en los primeros 11 meses de 2019 creció -4,064 millones US pasando de -11,894 millones US en el año 2018, a -15,958 millones US, es decir, un incremento de 18%.

balanza de socios comerciales

Sin duda, el futuro de México en el marco del TPP-11 todavía será más negro pues la nula competitividad del marco sistémico mexicano no permite prever una mejora de la situación, sobre todo, porque la base de una posible mejora la constituyen las instituciones públicas y sus funcionarios, mismos a los que el Foro Económico Mundial les otorga una calificación pésima. 

Esto quiere decir que en los 25 años más recientes no ha habido posibilidad de definir una estrategia integral que incluya programas, proyectos y políticas públicas que incidan positivamente en el desarrollo económico del país y en el bienestar de los mexicanos.

La 4ª Transformación debe prestar especial atención a este proceso con el fin de evitar que continúen las regresiones en nuestro comercio exterior, mismo que desde hace mucho debió de haberse constituido en la palanca del desarrollo económico de México sin que a la fecha lo haya sido en la realidad.


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Las cifras históricas del comercio exterior con los seis nuevos socios del TPP-11 hacían prever un desarrollo nada promisorio y un futuro negro para nuestro país, ya que el periodo 1993/2018, el crecimiento del déficit con esos países fue de -12,504 millones US, acumulando un total de -144,082 millones US en esos 5 lustros.

A pesar de esas deplorables cifras, los teóricos y funcionarios del comercio exterior mexicano insistieron en la firma y ratificación de este aberrante instrumento argumentando la necesidad de impulsar el libre comercio, sin que realmente consideraran lo que serían las consecuencias negativas de la aplicación de su liberalismo dogmático.

En ocasiones anteriores he señalado los pésimos resultados que se habían registrado para México en la relación con ese bloque, haciendo referencia específica al caso de Vietnam, con quien en el periodo 1993/2018 acumulamos un déficit de -23,371 millones US, y en los primeros diez meses de 2019, es decir, desde la entrada en vigor del TPP-11, de 4,785 millones US mismo que resulta superior en -1,284 millones US al mismo periodo del año 2018.

También hice referencia al enorme daño que esa situación ha generado para un sector prioritario de México, la industria del calzado, a pesar de la supuesta feroz defensa que los funcionarios mexicanos hicieron de la misma en las “negociaciones”.

Hoy también podemos ver que la situación con Malasia es aún mucho peor que con Vietnam, pues el déficit entre 1993 y 2018 se incrementó en -8,913 millones US, de tal manera que en ese periodo se acumuló un déficit total de -94,496 millones US con ese país.

Para los primeros 10 meses de 2019, la situación es aún más negativa que con Vietnam, ya que en este breve periodo el saldo negativo con Malasia fue de -9,355 millones US, superior en -1,869 millones al de 2018, a pesar de la enorme delicadeza e inteligencia que desplegaron nuestros altísimos funcionarios en la negociación de dicho instrumento.

En este reducido periodo nuestras exportaciones a ese país crecieron la friolera de 12 millones US, en tanto que las importaciones procedentes de Malasia lo hicieron en 1,701 millones US.

Esta desfavorable situación es resultado de la pésima calidad del marco sistémico con el que tiene que trabajar la planta productiva nacional, mismo que ha sido generado por el enorme desconocimiento que nuestros altísimos funcionarios han mostrado, especialmente en los 25 años más recientes, de la nula competitividad de México frente a esos países, generando una enorme debilidad en la estructura de nuestra planta productiva nacional y de su oferta exportable.

Además, dentro de este rubro es necesario hacer especial referencia a la pésima calidad de las instituciones y sus funcionarios, pues esta situación les impide diseñar una estrategia integral con programas, proyectos y políticas públicas realistas que tengan resultados favorables en el desarrollo económico de México y en el bienestar de sus habitantes.

México y el TPP 11: peor en los primeros 10 meses

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Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.

En múltiples ocasiones he comentado la deplorable evolución del comercio exterior mexicano durante los 26 años de vigencia del TLCAN debido a que, hasta la fecha, no ha surgido estrategia alguna que nos permita hablar positivamente de su desarrollo, pues nunca hubo complemento para que se lograran los 5 objetivos que se plantearon para negociarlo y firmarlo, de tal manera que hasta la fecha no se ha registrado, como se proponía, una integración comercial y productiva con Canadá y Estados Unidos; tampoco han logrado aprovechar las ventajas comparativas ni volver a México más competitivo, sino todo lo contrario; menos se ha logrado incrementar el flujo de inversión extranjera directa y, consecuentemente, tampoco se han creado empleos ni elevado el nivel de vida de la población.

Era fundamental para el éxito de este proyecto, el más importante para el desarrollo económico de México en la historia moderna, definir una estrategia integral para aprovechar las supuestas ventajas negociadas en el TLCAN, sin embargo, los teóricos del comercio exterior y los altísimos funcionarios encargados del desarrollo del proyecto se olvidaron del mismo y, en su lugar, se pusieron a firmar TLC’s compulsivamente hasta totalizar 48 países en el año 2018, lo que los convirtió en campeones del libre comercio, aunque las consecuencias para nuestro país eran funestas, pues en el periodo 2001-2081, en que prácticamente estuvieron en vigor los TLC’s, con esos países y los 33 APPRIS que supuestamente iban a lograr nuestro desarrollo económico, México cayó de la 9ª a la 15ª posición como economía mundial y nuestro PIB per cápita descendió de 41º al 74º lugar.

En el mismo periodo, nuestra participación en la generación de riqueza mundial descendió de 2.65% a 1.41%, por lo que nuestro PIB per cápita pasó de estar 33% por arriba del promedio del PIB cápita mundial a -15% por debajo del mismo en el año 2018.

A pesar de los pésimos resultados obtenidos en la desequilibrada carrera de nuestros funcionarios obsesionados por un “libre comercio” completamente dogmático e irracional, insistieron en la firma del TPP porque Estados Unidos estaba participando en las negociaciones y, por tanto, debíamos participar para influir y defender nuestros intereses.

Una vez que Estados Unidos inteligentemente se retiró del proceso de negociación del TPP, nuestros funcionarios insistieron en seguir participando en este aberrante proceso que las cifras del intercambio nos muestran.

tabla tpp
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Hoy, con cifras de los primeros 10 meses de la entrada en vigor de TPP-11, los resultados de su aberración ya los tenemos enfrente y, desgraciadamente, no son nada agradables, al contrario, pues mientras la exportación mexicana a los 6 nuevos socios se redujo en -398 millones US, la importación procedente de los mismos se incrementó en -3,806 millones US para alcanzar un déficit de -14,421 millones US, nada más, y aunque esos funcionarios señalaban que todo estaba fríamente calculado para defender a la planta productiva nacional, las cifras dicen lo contrario.

Especial referencia me permito hacer a la relación con Vietnam, un país totalmente arrasado por una terrible guerra que en estos primeros 10 meses nos recetó un déficit de -4,875 millones US, superior en -1,284 millones US al del mismo periodo de 2018.

balanza comercial

También me permito hacer especial referencia a una industria que fue ferozmente defendida por los negociadores mexicanos y que, a pesar de sus providencias, ahora se ve seriamente dañada por las importaciones de calzado, casualmente procedentes de Vietnam, país que en el periodo 2003-2019 se presenta como el principal proveedor de México con 4,044 millones US.

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Sin duda, algo no ha funcionado con nuestro comercio exterior, empezando por la calidad de las instituciones públicas y sus funcionarios, siendo incapaces de crear un marco sistémico que permita trabajar a la planta productiva nacional en un nivel competitivo, situación empeorada por la carencia de una estrategia de promoción con programas, proyectos y políticas públicas realistas.

La deplorable situación que se presenta en nuestro comercio exterior, y particularmente en la relación con el TPP-11, obliga a que en la 4ª Transformación se realice una revisión seria de nuestra política y de la estrategia de promoción del comercio exterior y de las inversiones, a fin de que nuestro país también se haga acreedor de los beneficios que estas actividades normalmente generan y que muchos otros países sí han logrado.