¿Quieres la fórmula para estar descansado y superar el estrés de la jornada laboral? Adrián Savage, ex ejecutivo de negocios, te ofrece los secretos para deshacerte del trabajo.

Ciudad de México.-  Hay quienes piensan que dejar un escritorio limpio al final de un día de trabajo es un mito. La verdad, de acuerdo con el experto Adrian Savage, es que siempre quedará algo de trabajo sin terminar y esta situación te deja con tres opciones:

1) Irte a casa pero llevarte contigo el trabajo y pasar toda la tarde haciéndolo -asegurando un clima de fricción máxima en el hogar, mínimo descanso y regresar al trabajo al día siguiente cansado desde antes de comenzar- .

2) Arrastrar tu cuerpo fuera del trabajo para después pasar toda la tarde preocupado por lo que no terminaste -logrando que al día siguiente llegues cansado a la oficina y con el trabajo aún sin terminar-.

3) Dejar el trabajo con gracia, olvidarse de el y disfrutar de una tarde relajante. Sin estrés, con mucho descanso y permitiéndote regresar al día siguiente fresco y listo para terminar todo aquello que estáaa esperando por ti.

Técnicas para librarte del trabajo

Escoge cómo quieres ir por el camino

Emplea este tiempo para comenzar a relajarte. Pon algo de tu música favorita, silba o canta. Disfruta el viaje en el transporte público, de cualquier modo tienes que realizarlo y puedes escoger hacerlo agradable o no. Trata de no leer noticias pues te hacen recordar el trabajo, te deprimen y enojan.

Tu tiempo de viaje debe ser equivalente al tiempo de relajación

Equiparar el tiempo que tardas en regresar a casa con el que tardas en relajarte, es necesario. Si eso significa tomar el camino largo pero que tiene el mejor panorama, hazlo. Si implica detenerte a beber café o comer algo, esta bien. Tu familia y amigos te preferirán en calma y media hora tarde que a tiempo y en estado iracundo.

Nunca te apresures a casa

Si lo haces, cualquier retraso como el tránsito, la lluvia o un autobús que se fue serán una fuente adicional de estrés. Tómalo con calma, incluso si no te gusta perder el tiempo.

Tu tiempo

El tiempo que tardas en regresar a casa es un momento para ti. Todo el día trabajando hace que sientas estar al servicio de otras personas. Ahora es el momento para relajarte y ser tu mismo. No conviertas a las personas en tu casa en ‘jefes imaginarios’, que monitorean tu progreso para quejarse de cada pequeño momento insatisfactorio.

En un día malo… ve a casa temprano

Y llega a ella temprano o no. Mientras peor haya sido el día, más tiempo necesitarás para relajarte. Lo peor que puedes hacer es quedarte hasta tarde y después apresurarte a casa, seras tan agradable como un osos con dolor de muelas.

Si necesitas descargarte y maldecir…

Hazlo en el camino. Maldice al mundo en la privacidad de tu vehículo -o en medio del anonimato de la calle- Grita en donde nadie pueda escucharte, camina por la estación maldiciendo y gritando en silencio para ti mismo. No entres a tu casa para despotricar una serie de quejas e insultos ¿quien quiere recibir a alguien así?

Solo si es completamente necesario

Si necesitas llevar algo de trabajo al hogar -y debes de tratar esta idea como si fuera un foco de infección para ti- acuerda disponer un tiempo para hacerlo y apégate a ese plan. Mientras más temprano, mejor. Si pasas más de una hora trabajando antes de irte a dormir, probablemente te mantendrás despierto y dormirás mal, eliminando tus posibilidades de tener un nuevo gran día.

Presta atención

Cuando llegues a casa, presta tu plena atención en quien sea que esta esperando por ti. Nunca estés físicamente en un lugar para mantenerte con tu mente en otro sitio. Incluso los más insignificantes asuntos domésticos pueden ayudarte a despejar tu mente del trabajo.

Siempre cumple tus promesas

Si acordaste salir a comer fuera, no canceles apelando al cansancio o al trabajo extra. Si prometiste ayudar a tus hijos con la tarea, hazlo sin importar que. En primer lugar, aquellos que rompen promesas, enseñan a otros una lección peligrosa. En segundo lugar, aún cuando realmente no quieras cumplir con tu promesa, puedes terminar disfrutándolo -y cargarte de mucha más energía que la que te daría mirara TV-.

Se firme contigo mismo

Al final, dejar el trabajo detrás -física y mentalmente- depende de ti. Debes querer hacerlo, decidirte hacerlo y después… ¡hacerlo! Y continúa así hasta que se vuelva rutina. Relajarse y limpiar la mente de los restos del día es un acto de voluntad. Puedes pensar que mirar TV es el camino corto para hacerlo, pero no es así.

De acuerdo con Savage,  estas técnicas pueden ayudar a mandar a casa a la clase de persona que tu familia esta feliz de ver -una que pasa una tarde agradable con ellos, tiene una buena noche de sueño y esta lista para regresar a la oficina y trabajar con ánimo al día siguiente-.

Por Diana Caballero.