Superar los fracasos y mantener una actitud positiva, es la clave que ha llevado a los grandes emprendedores a cambiar el mundo.
El hecho de emprender un negocio o buscar materializar una gran idea, es un camino muy largo, complicado y con caídas seguras.
“Sin contratiempos no hay triunfos. Sin fracasos y derrotas en el camino no hay victoria”, dice Gustavo Aldunate, experto en temas de emprendimiento, en Acción Preferente.
Y no se trata de ponerse negativos, solo que la realidad indica que los fracasos han sido parte inseparables de las grandes historias de éxito. ¿Pero cómo superar estos momentos complicados?
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Lo primero es asumir el hecho como una oportunidad de aprendizaje. Actuar con humildad para aceptar los errores, analizar la situación e incluso, es bueno pedir consejos a las personas que confían en tus proyectos para tener una visión más amplia de la situación.
No se trata de buscar culpables y quedarse lamentando, se trata de encontrar las fallas y buscar los mecanismos y herramientas que ayuden a no volver a cometer estos errores.
Pero nada tendrá sentido si en tu mente prevalecen los pensamientos negativos. Esas vocecitas que siempre están aturdiendo el cerebro que te dicen que nada tiene sentido, que no hay forma de mejorar o que fracasarás en todo lo que hagas.
Para frenar estas voces, Aldunate recomienda hablar con un mismo y cambiar esos pensamientos negativos por palabras alegres, motivadoras y que refuercen la sensación de que somos capaces de lograr todo lo que nos propongamos en la vida.
Pero también tienes que analizar sinceramente qué representa para ti el proyecto emprendedor y si llena todas tus expectativas, ya que si no sucede esto, el camino se hará más duro todavía y los momentos complicados absorberán toda tu energía y no habrá forma de recuperarla.
Esto porque tal como lo señaló en su momento Steve Jobs, “la única forma de hacer un trabajo genial es amar lo que haces”.
Esto es evidente y por más que lo quieras ocultar, si algo te apasiona será parte de tu vida a pesar de todo lo complicado que pueda parecer.
Un punto extra es soñar en grande y no dejar que nada rompa con esos sueños. Así, entre el amar lo que se hace y ser un soñador empedernido, es una de las mejores maneras para enfrentar los fracasos, que estarán presentes durante todo el camino emprendedor.
