Los bancos mexicanos serían los más expuestos y vulnerables a los efectos negaticos de la victoria de Donald Trump en los comicios presidenciales en Estados Unidos, según estima la calificadora Fitch Ratings.
De acuerdo a un análisis realizado por la calificadora, los cambios en la política de Estados Unidos liderada por el gobierno proteccionista de Trump, afectarían de manera significativa el comercio y crecimiento de las economías de América Latina; efectos con el que si bien en el corto y mediano plazo la banca mexicana probablemente estarían parcialmente contenida por los fundamentos financieros sólidos de los bancos, en el largo plazo podría haber un potencial negativo en la calidad de los activos, el crecimiento de los préstamos y la rentabilidad, de haber un giro hacia un proteccionismo estadounidense.
La estrecha relación comercial que mantiene México con Estados Unidos, compromete en gran medida los flujos de comercio, inversión y remesas hacia el interior de la segunda economía más fuerte de América Latina, por lo que la incertidumbre sobre la dirección futura de la política estadounidense ha incrementado la volatilidad de la moneda y del mercado de capitales en el cuarto trimestre del 2016.
Fitch estima que este panorama tendría un riesgo potencial en la perspectiva económica de México, lo cual deriva en un efecto negativo en el sector bancario.
La incertidumbre es un factor que podría llevar a los inversionistas a actuar con moderación, y esto podría actuar como un obstáculo para los préstamos y la rentabilidad en general. Además, la caída reciente en los precios de la deuda soberana mexicana podría traducirse en cargos por valuaciones en los portafolios de inversión de los bancos, representando desafíos para las ganancias provenientes de ingresos por intermediación de valores.
El cambio de la política estadounidense no sólo afectaría a México en términos macroeconómicos. Los analistas señalan que una fuerte clave de vulnerabilidad podrían ser las importantes carteras de préstamos de los bancos mexicanos a los grandes conglomerados que dependen en gran medida del comercio exterior, lo cual representa el 40 por ciento de las carteras crediticias de los principales bancos.
Por otro lado, los riesgos de la cartera minorista y del sector público también podrían incrementar bajo un escenario económico adverso, derivado de políticas proteccionistas de Donald Trump.
El desempleo aumentaría en un entorno de negocios menos benigno que afectaría la calidad del crédito al consumo. La exposición de los bancos a los prestatarios del sector público, incluidas las empresas estatales de energía y los gobiernos subnacionales, podría enfrentar nuevas pruebas en el contexto actual de flexibilidad fiscal restringida.
En este contexto, los bancos mexicanos podrían mitigar sus riesgos gracias a las decisiones activas de sus administraciones en años recientes.
“Los bancos ya han cambiado su mezcla de cartera minorista a segmentos menos riesgosos y han demostrado ser capaces de manejar las concentraciones de la cartera corporativa en las últimas recesiones. La ampliación de los márgenes de interés netos, derivada de otros aumentos probables de la tasa de interés objetivo local, también ayudaría a amortiguar los efectos en la rentabilidad.”
Trump contra economías de países emergentes en América Latina
Los sistemas bancarios latinoamericanos también podrían verse vulnerables ante los cambios de la administración entrante en Estados Unidos.
Estimaciones de Fitch señalan que si bien la economía y sector bancario de México sería el más afectado de la región por el efecto Trump, el impacto directo del aumento del proteccionismo afectaría a otros grandes sistemas bancarios, como en Brasil, Argentina, Colombia, Perú y Chile.
La calificadora adelantó que estas economías de los sectores de materias primas los dejarían vulnerables ante un debilitamiento general y amplio en el crecimiento económico mundial, que resultaría en el caso de una disminución en el comercio global y regional.
