La cerveza es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, sin embargo muy pocas personas saben que la cerveza también se cata. Aprende cómo hacerlo a continuación
Las bebidas alcohólicas son las más vendidas a nivel mundial, siendo la más popular la cerveza. Muchas de estas bebidas se catan, sin embargo pocas personas saben que la cerveza también se puede catar.
“Las cervezas pueden ser extremadamente sencillas o complejas en su perfil dependiendo mucho de su estilo. Tan solo un ingrediente como la levadura puede aportar más de 400 compuestos de aroma, sabor y perfil en una cerveza, dependiendo de su variedad, origen o genoma”, explicó José Luis Calderoni, maestro cervecero de Propaganda Brewing.
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Al igual que el vino, la cerveza no se cata bebiéndola directamente de la botella o de la lata, sino que se debe utilizar un vaso o copa adecuada. Cada compañía cervecera sugiere cual es el vaso más adecuado para cada tipo de cerveza que fabrica, también se puede utilizar un vaso limpio de cristal o vidrio, de forma cilíndrica (de preferencia ligeramente cónico) y que sea completamente transparente.
Un aspecto importante del vaso para catar apropiadamente la cerveza es que este debe estar a temperatura ambiente, pues al estar más frió o caliente afectara el sabor de la bebida. Aunque en la mayoría de las personas prefieran beber la cerveza muy fría, la verdad es que el frío inhibe los aromas y sabores. Para hacer la cata se recomienda que la cerveza se sirva entre 7°C y 10°C.
Uno de los puntos visuales a inspeccionar es la espuma, por lo que es importante servirla tratando de que se formen aproximadamente dos centímetros de espuma. En el caso de cervezas muy carbonatadas, para evitar que se forme mucha espuma, se debe de inclinar el vaso unos 45° y sin tocarlo con la botella se debe verter el líquido para que resbale por la pared del vaso. Si la cerveza es poco carbonatada y no hace espuma con facilidad, se coloca en vaso en forma vertical y se vierte el líquido directamente al centro, con una caída de 15 centímetros de altura. En ninguno de los casos se deberá llenar completamente el vaso, sólo hasta la mitad.
El siguiente paso es evaluar los olores, esta revisión se debe hacer lo más pronto posible ya que existen algunos componentes volátiles que sólo están presentes cuando la cerveza está recién servida.
Tal y como se realiza con el vino se pone la nariz en el vaso. Algunos expertos consideran que es necesario mover un poco la cerveza para que se liberen los aromas. Los aromas relacionados con la malta que se pueden encontrar son: pan, galleta, melaza, caramelo, cereal, heno, paja, chocolate, café, toffee, tostado, quemado, nueces, almendras, maicena.
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El lúpulo puede producir algunos aromas como: flores, perfume, hierbas, apio, pino, abeto, resina, cítricos, toronja, naranja, limón, lima. Dentro de los aromas y sabores causados por la levadura se encuentran: masa, sudor, corral, cuero, jabón, queso, carne (producto cárnico), caldo, tierra, humedad, moho, hojas (planta).
Otros aromas que se pueden encontrar, dependiendo del tipo de cerveza que se está catando, son: plátano, chicle, clavo (especia), uva, pasa, ciruela, ciruela pasa, dátil, manzana, pera, durazno, piña, cereza, frambuesa, grosella, vino, oporto, madera, mantequilla, jarabe de caramelo, ahumado, alquitrán, carbón, salsa de soya, regaliz, miel, azúcar morena, jarabe de maple, vainilla, pimienta, nuez moscada, canela, cilantro, jengibre, tabaco, polvo, gis, vegetal.
Si se perciben estos olores: humo de fósforo (azufre), lácteos en descomposición (parecido al vómito de bebé o a leche agria), huevo podrido, acetona, solventes, medicina (como a laboratorio de hospital), clavo (como a consultorio de dentista; sólo cuando no se agregó como aditivo a la cerveza), grasa (como chicharrón de puerco rancio), verduras cocidas (principalmente repollo y elote), plátano (sólo cuando no se agregó realmente la fruta como aditivo a la cerveza), pasto, manzana no madura, mantequilla, vinagre, zorrillo, fierro (sabor metálico), salado; es posible que halla una falla de calidad o se haya almacenado inadecuadamente.
Después de tomar nota del cuerpo de la cerveza, se procede a probarla, para ello se toma un pequeño sorbo el cual se pasará por toda la boca por unos segundos. A diferencia del vino, la cata de cerveza requiere que ésta sea tragada, así que tras remojar toda la boca finalmente se procede a beberla.
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Es importante identificar los sabores de los olores que se han identificado, además de calificar la sensación que se tiene al consumir la bebida. De acuerdo con datos recientes en México se consume alrededor de 58 litros per cápita anuales, colocándose cómo la bebida más vendida en el país azteca.
