A partir de este 2 de diciembre los franceses podrán comenzar a hacer el balance de su quinquenio tras el anuncio de dimitir en siguientes elecciones François Hollande.
París, Francia.– La decisión del mandatario francés, François Hollande de no participar en el combate electoral de 2017 aparece como una ruptura del orden político tradicional en Francia.
Esto, como consecuencia de que a corto o largo plazo modificará en forma durable la práctica presidencial.
Aunque el presidente siga ocupándose de la gestión del país hasta las próximas elecciones, a partir de hoy los franceses podrán comenzar a hacer el balance de su quinquenio, destaca New York Times.
Consciente de ese riesgo, Hollande se esforzó en presentar su gestión en forma positiva, afirmando que los cinco años de su mandato permitieron a Francia resistir y preservar su modelo social.
Sin ocultar los fracasos ni los errores, dibujó un modelo inconcluso de país que los futuros candidatos no podrán ignorar, publica France 24.
La campaña presidencial que se anuncia será ocasión para una implacable disección de los “años Hollande”.
Artículo relacionado: Bolsas europeas bajan ante incertidumbre política en Francia e Italia
La mayoría de los analistas le reconocen una considerable dosis de coraje para tomar semejante decisión. Es la primera vez en la Quinta República que un presidente cuya edad (62 años) y estado de salud le permiten pretender a la reelección, renuncia a presentarse para un nuevo mandato, publica Financial Times.
Pero, acosado por los magros resultados de su política económico-social y una impopularidad sin precedentes de apenas 4 por ciento, a François Hollande probablemente solo le quedaba la libertad de escoger el momento de su partida, aporta CNN.
Desde hace semanas, los sondeos anunciaban para él un veredicto feroz si asumía el riesgo de presentarse a las elecciones presidenciales del año próximo.
Hollande conocía los peligros. Si se presentaba aparecería como el asesino de la izquierda y, en caso de una derrota humillante en las primarias de su partido, como el asesino de la institución presidencial, columna vertebral de la Quinta República, destaca BBC.
Su conclusión fue entonces respetar el espíritu de esas instituciones creadas por el general Charles de Gaulle: cuando se pierde el apoyo popular, cuando los sondeos son demoledores, el ocupante del palacio del Elíseo se iza gracias a su renunciamiento a la categoría de un hombre de Estado.
