Generalmente, dada la mercadotecnia y la tecnología, las personas quieren cambiar su auto cuando ya tienen cierto tiempo con él, por lo cual deciden venderlo, pero muchas veces los malos hábitos hacen que recibamos menos dinero de que deberíamos.
Ciudad de México- Cuando decides cambiar tu auto en necesario considerar algunos aspectos importantes para obtener la mayor cantidad posible, o que también puedas negociar una mejor.
No vale solo con lavarlo bien, pulirlo y haber revisado el motor unos minutos antes de ponerlo a la venta, durante su uso hay ciertos hábitos que no tomamos en cuenta, pero que, a lo largo del uso de nuestro, lo pueden devaluar más de como lo hace el tiempo.
Excélsior señala los malos hábitos que tenemos y que abaratan de más el precio que podemos pedir por nuestro viejo:
Suciedad: non vale con solo limpiarlo unas horas antes de ponerlo a la venta, si no lo haces con frecuencia muchas partes pueden oxidarse sin que te des cuenta, incluso los vidrios pueden generar un paño o sarro que será casi imposible limpiar después, por ello, así como te bañas, también limpia tu auto con regularidad.
No cuidar el interior del auto: si no proteges los asientos al viajar con mascotas o cuidar la tapicería limpiándola constantemente, puede que muchas de las partes internas del auto se desgasten y hagan que tu auto luzca más viejo de lo que realmente es.
Recargarte en la palanca de velocidades: el medio cita que el hábito de siempre tener una mano encima de la palanca de velocidades puede dañar, a la larga, los mecanismos que la hacen funcionar, “Si el comprador te pide prueba de manejo, es muy probable que se entere de que hacías esto a menudo”.
Pagos y papeles al corriente: aunque ya es casi obligatorio, por una u otra razón, es siempre necesario mantener tus papeles vehiculares al corriente, hacer los pagos correspondientes de tu auto y mantenerlos al día.
Mucho peso en los pedales: no es bueno recargar mucho peso en ellos, ya que al igual que la palanca de velocidades, dañaras su funcionamiento; en el caso del clutch, si lo pisas a fondo constantemente, en algún punto dejará de funcionar.
Mantenimiento: es común, como en todo, que a nuestro auto le ocurran averías, el problema es cuando no las atendemos a tiempo, pues mientras más las dejes, mayores se harán, acudir constantemente al mecánico es necesario si piensas vender tu auto en un futuro.
Llantas en mal estado: tu auto podrá lucir deslumbrante, pero cuando se fijan en las llantas, encuentra chipotes, raspones y un montón de cosas que te podrán discutir. ¿Quién dice que el auto no requiere una alineación?
Que escondas detalles: imagina que no has comentado que uno de los asientos tiene una abertura enorme y entonces, haces todo lo posible para que no se note. El comprador en potencia te podría preguntar qué detalles tiene el vehículo. Si no se los dices todos, y los encuentra, podría –con todo derecho- exigirte una reducción considerable de precio.
