¿Puede el cuerpo combatir al cáncer? La inmunoterapia es el nuevo tratamiento experimental que promete terminar con las enfermedades degenerativas a través de la auto sanación.
Ciudad de México.- Los tratamientos para combatir el cáncer se fueron volviendo, impulsados por un fuerte deseo de eliminar la enfermedad, cada vez más intrusivos. Buscando regresar a un periodo más amable del proceso de cura, los científicos intentan retomar una práctica descubierta desde 1800: tratamiento biológico.
La inmunoterapia, la terapia biológica o bioterapia, comenzó a ser estudiada por William Coley, cirujano de Nueva York que notó, hace más de 200 años, que algunas infecciones parecían ayudar a los pacientes con cáncer. En orden a tratarlos, comenzó a infectar a sus pacientes con algunas bacterias, obteniendo resultados exitosos.
El camino de la cura al cáncer dirigió sus metas hacia la radiación y todos olvidaron los descubrimientos propuestos por Coley, hasta que la Universidad de Pennsylvania retomó su visión para crear la terapia de células-T CAR. A través de ésta es posible reprogramar el sistema inmunológico del paciente para reconocer y atacar las células de cáncer al igual que lo haría con células bacterianas.
Algunos doctores creen que ésta es la vía efectiva hacia la cura para el cáncer, cuenta ya con la aprobación de la FDA y su investigador, Lunn Schuchter, asegura que su efectividad evita que los pacientes vuelvan a reincidir en la enfermedad.
La terapia funciona así…
El sistema inmunológico no ataca cada pequeña molécula que se le cruza en frente -de hacerlo nuestro cuerpo permanecería en estado de fiebre, salpullido o cualquier respuesta inmunológica- y deja que algunas bacterias o moléculas toxicas circulen libremente. Estas ‘deficiencias’, aunque necesarias, son las causantes de muchas de las enfermedades graves, incluyendo al cáncer.
Los investigadores proponen detener parcialmente dichas deficiencias y lograr con esto, activar al sistema inmunológico contra las células de cáncer sin que los glóbulos blancos ataquen otras partes del cuerpo al mismo tiempo.
Lograron crear células inmunológicas -a las cuales nombraron células T– y el tratamiento consiste en insertarlas dentro del individuo para sobrecargar su sistema inmune de glóbulos blancos buscando atacar a las células del cáncer desde otras dimensiones. Las células T son capaces de reconocer moléculas de cáncer desde que son muy jóvenes -debido a que éstas células comparten rasgos con células saludables, el sistema inmune no las reconoce hasta que llegan a un punto anormal- y están diseñadas para combatirlas.
Algunos de los problemas a los que aún se enfrenta este tratamiento, que actualmente se encuentra en su fase de prueba, es la confusión de moléculas cancerígenas con moléculas de proteína, situación de riesgo cuando se piensa que el sistema inmune puede llega a atacar células normales.
Además, los pacientes que han usado este tratamiento presentan: colitis, hepatitis, síntomas dérmicos severos, inflamación de la glándula pituitaria y tiroides, todos efectos secundarios que los expertos han manejado controlables, pero serios.
Aún cuando la posibilidad a la modificación celular no es definitiva, se estiman que existen buenas posibilidades para comenzar a combatir adecuadamente el cáncer, aprovechándonos de nuestro propio organismo como sistema sanador y, solventando así, el problema de transgresión orgánica que el individuo sufre en muchos de los tratamientos contra el cáncer.
Por Diana Caballero.
