La decisión del BCE

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Este jueves 6 de septiembre se dio a conocer la decisión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). 

En esta conferencia, tan esperada por los mercados accionarios debido a su importancia en la economía de la eurozona, su presidente Mario Draghi dijo que se acordó un programa de compra ilimitada de bonos para recuperar el control de las tasas de interés en la zona euro y combatir la especulación abierta por el riesgo de ruptura del euro.

Esta decisión confirma las expectativas de los mercados de que habría una intervención más fuerte por parte del BCE para evitar que las tasas de interés de deuda soberana de algunos países siguieran en aumento.

En palabras de Draghi, esta medida permitirá hacer frente a graves distorsiones en los mercados de deuda pública que se originan, en particular, por temores infundados por parte de los inversionistas sobre la reversibilidad del euro, y comentó que bajo las condiciones adecuadas se tendrá un respaldo eficaz para evitar nuevos riesgos para la estabilidad de precios en la zona euro.

Con una medida de esta envergadura y luego de mantener la tasa de referencia sin cambios en 0.75%, la decisión apunta a que en el corto plazo las tasas de interés que los países con mayores problemas deben pagar terminarán por bajar.

De hecho, poco después del anuncio, el rendimiento de los bonos gubernamentales de España a dos años bajó a 3.05% y el de Italia a 2.36%. Conviene recordar que uno de los objetivos de la creación del euro fue, precisamente, acotar el abanico de tasas que pagaban los países adherentes.

Ese objetivo se cumplió: todos los países que con sus monedas pagaban altas tasas de interés las redujeron significativamente, acercándolas a las que pagan países como Alemania.

Pero con la crisis se revirtió buena parte del camino andado, al imponer nuevos records en las tasas de interés que pagaban los países más afectados por la incertidumbre que pesa sobre su futuro en un momento en el que los países más robustos pagan tasas reales cercanas a cero.

Por eso los mercados coinciden, con su comportamiento, de que la política adoptada por el BCE está en la dirección correcta.

El BCE está enviando un mensaje claro de que hay un organismo que se encargará de proveer liquidez cuando sea necesario, dándole un respiro a los países emproblemados al poder allegarse de recursos a tasas de interés más bajas. Asimismo, el BCE estaría recuperando el control en una economía fragmentada, protegiendo al euro de una ruptura.

La medida anunciada por el BCE no concierne solamente las tasas de interés. Es mucho más que eso: busca principalmente restablecer la confianza de los inversionistas en el sistema y en el euro.

Asimismo, las condiciones para la obtención del apoyo del BCE no cambiaron. Los países que serán beneficiadas con las compras de deuda soberana deberán realizar los ajustes pactados.

Bruselas vigilará que cumplan.

Por otro lado, el BCE pronosticó una contracción económica más pronunciada en 2012 que la que se tenía hace tres meses. Según las nuevas estimaciones, el crecimiento del PIB de la zona del euro se ubicará en el rango de -0.6% a -0.2% para 2012 y entre -0.4% y 1.4% para 2013.

En lo que respecta a la inflación, el banco proyecta un rango de 2.4% a 2.6% en 2012 y entre 1.3% y 2.5% en 2013.

Por ello, no se puede esperar que el BCE solucione la crisis de la eurozona.

Adicionalmente, es indispensable que las autoridades europeas continúen con la consolidación fiscal entre los países de la eurozona, la puesta en marcha de las reformas estructurales y una mejora de la competitividad. Por su parte, los gobiernos necesitan activar los fondos de rescate (EFSF/ESM) en el mercado de bonos cuando existan circunstancias excepcionales en los mercados financieros y riesgos para la estabilidad financiera, con una estricta y efectiva condicionalidad en línea con los lineamientos establecidos. Estas medidas, que son a mediano y largo plazo, determinarán el verdadero éxito del sistema y su moneda. Más eventos relevantes en septiembre.

La decisión de la BCE no es el único evento que debe analizarse.

De hecho, hay otras reuniones importantes que conviene seguir, así como otros indicadores clave: Otros datos dados a conocer son el ADP (número de empleos creados en el sector privado) en Estados Unidos, el cual estuvo por encima de lo esperado al situarse en 201 mil frente a 140 mil esperado y el reporte de la nómina no agrícola en EU de hoy viernes 7, el cual se ubicó en 96 mil frente al esperado de 127 mil empleos creados en agosto y la tasa de desempleo se ubicó en 8.1% frente a un esperado de 8.3%.

Este dato será relevante para la decisión de la FED en su política monetaria el próximo jueves 13 y en el cual los mercados financieros están esperando un estímulo monetario a la economía mediante un QE, (una compra de bonos de gran escala).

Hacia finales de septiembre se conocerán los resultados del stress test realizado por las empresas de auditoría independientes contratadas por el Banco de España para conocer las necesidades específicas de capitalización de los bancos españoles.

Finalmente, por las mismas fechas, se conocerá la revisión de la calificación de la deuda de España por parte de Moody´s y S&P. Todos estos eventos marcarán, en mayor o menor medida, el comportamiento de los mercados accionarios durante las próximas semanas.

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