Una investigación encontró que los niños que crecen en las ciudades sin tener un perro o gato en casa no están expuestos a bacterias inmunológicas, lo cual les puede afectar a en su vida adulta.
Aquellos que crecen sin mascotas, sobre todo en las ciudades, están en mayor riesgo de desarrollar enfermedades mentales, debido a que no fueron expuestos a las bacterias que el sistema inmunológico necesita para hacerse más fuerte frente al estrés.
Los que crecen en el campo no necesitan tener una mascota en casa, ya que el polvo contiene las bacterias de otros animales que viven cerca.
Investigadores de la Universidad de Colorado Boulder analizaron a cuarenta hombres adultos, de entre veinte y cuarenta años de edad. Veinte de ellos crecieron en granjas rodeados por animales, y el resto en la ciudad, la mayoría sin mascotas.
Cada participante tuvo que dar un discurso enfrente de un grupo de personas, quienes no debían mostrar ninguna reacción, esto con el fin de conocer sus niveles de estrés. Después, tuvieron que resolver un complicado problema matemático con límite de tiempo.
Antes y después de estas pruebas, se les tomó una muestra de sangre y saliva para conocer sus niveles de células mononucleares de sangre periférica (PBMC, por sus siglas en inglés), un componente clave del sistema inmune que se eleva cuando la persona está bajo estrés.
Después de todas las pruebas, los hombres que crecieron en las ciudades tenían niveles mucho más altos de PBMC, que aquellos quienes crecieron en el campo.
Se determinó que la causa era el débil sistema inmune de quienes no fueron expuestos a las bacterias que portan los animales, por lo que recomiendan a quienes tienen niños o bebés tener un saludable y limpio perro o gato en casa.
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