Este jueves se localizó una toma clandestina de diésel en el ducto Tula-Azcapotzalco que abastecía a toda una flotilla de camiones de carga. Sólo un caso de entre los cientos que se sospecha siguen operando. Un negocio de millones de pesos anuales, con grupos organizados e inteligencia, eso es el huachicol en México.
¿Qué tan grande es el problema del huachicol en México? Los expertos en el tema llevan tiempo asegurando que el robo de hidrocarburos cuesta millones de pesos año en el país, y la red de influencia de los huachicoleos permea el mismo corazón de Petróleos Mexicanos (Pemex).
No ha sido, sin embargo, hasta la polémica estrategia del gobierno federal en contra del robo de gasolinas, que miles de ciudadanos han percibido los alcances de este delito. El día de ayer, por ejemplo, se dio a conocer el descubrimiento de una toma clandestina de diésel en el ducto de Tula-Azcapotzalco que abastecía a una flotilla de camiones de carga.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador, acompañado por el ingeniero de Pemex, Juan Francisco Barrera, informó que la toma se localiza en la zona urbana del Estado de México y operaba como una estación particular de distribución de diésel.
El circulo azul es una toma clandestina en el ducto de Tula; es una estación de diesel particular para el abasto de toda una flotilla. Está invadido el derecho, ya se está procediendo: López Obrador. pic.twitter.com/fQQNWzODsL
— Excélsior (@Excelsior) January 18, 2019
La toma clandestina fue ubicada en un predio de la comunidad de Conejos. Un poblador de esta comunidad, Doroteo Rodríguez Medrano, dijo a las autoridades que el terreno era rentado por uno de sus tíos a un grupo de personas provenientes de Jalisco, quienes pagaban cinco mil pesos mensuales supuestamente por guardar vehículos.
Medrano señaló que se enteró por la tarde de este jueves de que militares, federales y policías municipales se encontraban en el lugar, donde presuntamente se localizó una manguera por donde se robaban el combustible del ducto.
Dijo que inicialmente pensó que se trataba de una broma, ya que el terreno está bastante lejos de donde pasan los ductos de Pemex, pero más tarde se pudo comprobar que, en efecto, se encontró una manguera enterrada en el perímetro.
“Estoy sorprendido porque jamás yo pensé como desde allá abajo la trajeran acá y en esta loma, como pasaron la carrera federal de Jorobas-Tula”, expresó Medrano, que, dijo, en su opinión se debió contar con maquinaria pesada para atravesar la carretera, romper alcantarillas y posteriormente dejarlas totalmente arregladas para poder hacer estos trabajos.
Por su parte, el presidente López Obrador dijo que se están tomando cartas en el asunto, además de que se está preparando una nueva estrategia de monitoreo en la zona del Estado de México.
“Estamos ya preparando un plan para monitorear y vigilar. Se está por concluir una estación de vigilancia en la terminal marítima de Dos Bocas. A partir de ahí vamos a vigilar todo el litoral. Esto va a estar a cargo de la Secretaría de Marina”, mencionó el presidente.
