El líder sudafricano Nelson Mandela ha partido de este mundo, pero le ha dejado una gran enseñanza, luchar por las causas de los mas vulnerables y defender los derechos a los que somos acreedores por naturaleza. El Semanario sin Límites recuerda a este importante luchador social y icono de la historia universal.
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El 5 de diciembre de 2013, Sudáfrica y el mundo entero se vistieron de luto al escuchar la noticia de que Nelson Mandela, ex presidente del país africano, había perdido la batalla contra una infección pulmonar que lo tenía en cama desde hace algunos meses.
Recordar a Mandela se dice fácil, pero las acciones que logró con perseverancia, y sobre todo diálogo, fueron difíciles. Toda una nación creía y confiaba en él y su sabiduría.
Fue el único de sus 15 hermanos que estudió, pues buscaba destacar y luchar por su pueblo fomentando derechos para la gente de origen racial negro, y propugnando acciones contra la política del Apartheid, sistema de gobierno que apareció oficialmente en Sudáfrica en 1948 y que promovía políticas discriminatorias contra las personas de este grupo étnico.
Esta política prohibía los matrimonios mixtos, las relaciones sexuales interraciales, y se separaba a los diversos grupos raciales como blancos, negros, indios y mestizos en el transporte, sanitarios, lugares de ocio y escuelas.
Fue acusado de revelarse en contra del gobierno y en 1952 detenido por la llamada Ley de Represión del Comunismo, mandándolo a prisión y obligándolo a no asistir a mítines o abandonar Johannesburgo. Pese a esto, Mandela no desistió de sus ideales y organizo una huelga además de dar inicio a la lucha armada y siendo Nelson el máximo diligente.
El gobierno sudafricano lo arrestó de nueva cuenta en 1964 y lo condenó a cadena perpetúa por traición. No fue sino hasta 1990 que el gobierno de Frederik Willem de Klerk dejó en libertad a Mandela, legalizando también su partido político ANC (Congreso Nacional Africano).
Mandela, ya en libertad, recibió en 1993 el Premio Nobel de la Paz, y en 1994 fue electro el primer presidente negro de Sudáfrica, obteniendo votos de todos los grupos raciales que radicaban en el país. Con ello Mandela se sintió comprometido con su raza (todos los grupos raciales que sufrieron) y destinó la tercera parte de su salario como presidente al Fondo Nelson Mandela para la Infancia, además en 1996, Nelson Mandela firm la nueva Constitución sudafricana. El mundo entero ya hablaba de las acciones y de las grandes relaciones que el líder sudafricano realizaba por el planeta.
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1999 dejó el poder y con ello la política, pero sus acciones humanitarias y su lucha en contra del racismo fueron reconocidas hasta el día de su muerte. Fue galardonado como embajador de la Conciencia, premio otorgado por Amnistía Internacional en 2006, condecorado con el Premio de la Paz de Mahatma Gandhi, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en1992; Premio Internacional Simón Bolívar en 1983, entre muchos otros. Pero el mejor regalo y condecoración que tuvo fue ver a su país libre de opresión y libre de racismo, por lo que tanto lucho.
Mandela seguramente dejó este mundo tranquilo, pues luchó para que su pueblo tuviera un futuro más justo. Y asimismo, le dejó un regalo y enseñanza a todos los mandatarios del planeta: ser humilde de pensamiento, palabra y esencia; luchar por causas justas y no buscar el beneficio propio y egoísta, sino ayudar a los grupos más vulnerables.
