¿Vives para trabajar o dejas que el trabajo sea sólo una parte de tu vida? Recomendaciones que te ayudaran a retomar el balance de tu vida.
“Tengo tanto por hacer, estoy preocupado con asuntos muy relevantes. No puedo distraerme con tonterías”, le decía el hombre de negocios al Principito mientras resaltaba las ventajas de poseer estrellas para hacerse rico y comprar con ese dinero más estrellas que contar y después encerrar bajo llave en un banco esa cifra. Admite, ante la cara de asombro del pequeño príncipe, que alguna vez dejó de lado su labor debido a un serio ataque reumático que presentó como consecuencia de su falta de ejercicio, pues no tiene tiempo para holgazanear.
El trabajo, como dirían muchos, es un medio para llegar a un fin y no el fin en sí mismo. No obstante, las cifras de personas que indican sufrir de estrés laboral, daños físicos como consecuencia del trabajo y enfermedades relacionadas a éste han aumentado alarmantemente. Aproximadamente un 40% de la población total en México sufre de agotamiento laboral de acuerdo con investigaciones realizadas por la Universidad Nacional Autónoma de México, de hecho, somos el país con más ‘quemados’ en América Latina.
¿Qué lleva a las personas a aceptar el síndrome de Burn Out cómo algo común? En esta economía puedes llegar a sentir la presión de sacrificar una vida laboral bien balanceada en orden a mantener tu trabajo. No obstante, existen cuentas psicológicas que se pagan por ello.
Una vida laboral balanceada es aquella en la que trabajas para vivir y no en la que vives para trabajar. Todos necesitamos un empleo que pague la renta, ponga comida en la mesa y provea para nuestras familias. Pero cuando trabajas tanto que ya no te queda tiempo para pasar con tus seres amados o atender tus necesidades más básicas ¿de qué sirve todo ese dinero y todas aquellas horas perdidas? En ocasiones nos dejamos llevar por los problemas del trabajo a tal grado que nos olvidamos de nuestras vidas y no priorizamos lo que es importante. Es normal, pero tú -y sólo tú- estás a cargo de mantener una vida laboral balanceada.
¿Cuáles son las claves para encontrar el balance?
La coach Jody Michael asegura que es fundamental que nuestro trabajo sea compatible con nuestras necesidades e intereses básicos. Nos comprometemos con el trabajo durante nuestros años más productivos para proveer a los nuestros y cuidar de nosotros mismos, no obstante, la habilidad de trabajar correctamente no es una señal de salud emocional o de que el individuo lleva una vida plena. La cantidad de dinero o el estatus que podemos ganar a través del trabajo no es necesariamente un reflejo de su valor en términos de salud emocional: “un granjero o el personal de limpieza puede encontrar un significado profundo en su labor tanto como lo haría un banquero o un político pues todo depende de la persona y no de la labor o las horas invertidas en esta.“
Ella recomienda algunas claves esenciales para llevar un correcto balance de la vida laboral:
- Nunca trabajes para alguien que te desagrada o para una compañía a la que odias.
- Busca un empleo cuyo camino hasta tu casa no tome demasiado tiempo o no maneje demasiado transito.
- Trabaja sólo para compañías que te respetan y te ofrecen vacaciones, horarios flexibles, reconocimiento y pago puntual.
- Una vez que llegues a casa, deja el trabajo de lado e intenta que la conversación con tus seres queridos no se centre en él.
- Nunca permitas que tu empleo se interponga entre tú y eventos importantes en tu vida -la graduación de un amigo, festivales de tus hijos, comida en casa de tus padres-.
- Cumple con tus horarios y exige que cumplan con los tuyos -nada de horas extra, trabajo desde casa o ‘asignaciones’ especiales los fines de semana-.
- No te compares con otros, siempre intenta superarte a ti mismo y no mires a tus compañeros como competencia.
- Recuerda que trabajas para vivir y no vives para trabajar.
Por Diana Caballero
