Pasando los cuarenta, me atacaron las hormonas…

Lectura: 3 minutos

 

Amigos queridos:

Unos pocos días antes de mi cuarenta y un aniversario, me invadió un estado anímico un tanto cuanto melancólico y con tendencias depresivas. No sé por qué con estas fechas llega una gana de hacer corte de caja con la vida y sacar un balance.

Todo se me juntó. Dada la época del año realicé la fumigación semestral de mi casita… aún no me creo la poco científica explicación del hombre, quien jura que su veneno mata a los bichos sin dañar a los otros seres vivos. Para no correr riesgos, Hugo (mi gato), fue a pasar unos días a casa de su abuela. Por primera vez dormí sola en casa… no fue una experiencia agradable. La primera noche escuché gran cantidad de ruidos, tal vez las cortinas movidas por el viento, tal vez los espíritus vengadores de los insectos masacrados o quizás los sonidos propios de la noche de los que no me había percatado.

Tras un par de días de mercados financieros desquiciados y noches mal dormidas, era la víctima propicia del ataque hormonal. Se avecinaban los cuarenta y uno a pasos acelerados y yo me encontraba sola, gorda, fea, fracasada… sólo Gardel me acompañaba con su recuento de veinte años para llorar mis penas.

Influenciada por este mal talante; asistí a una comida con un par de amigas que no veía hacía meses, de no haber sido un compromiso hecho con antelación no hubiera asistido. Ahí estaba yo, departiendo con un par de mujeres súper exitosas en su ramo. Conforme iba pasando la conversación, de los temas comunes a sus experiencias personales, me iban cuestionando ¿Qué haces tú cuando alguien te envidia y hace tal o cual? ¿Qué haces tú cuando te ponen un cuatro? ¿Qué haces tú, cuando…? Sorprendida más conmigo misma que frente a ellas, me di cuenta que mi vida nunca ha sido tan importante para nadie, como para despertar envidias o ser víctima de ningún complot en mi contra.

Me di cuenta de la gran paz que se respira dentro de la mediocridad. Y no me refiero a la palabra en términos peyorativos. Simplemente, haciendo una referencia estadística, mi vida tiende a la media en todos los sentidos: soy bonita, sin ser preciosa; soy graciosa, sin ser hilarante; soy inteligente, sin ser erudita; soy buena, sin ser una santa. En fin, lo que podríamos llamar una persona normal.

Entonces me di cuenta… no eran las hormonas. Me sentía mal porque mi vida era inadecuada para lo que yo consideraba que debía ser una vida exitosa en una persona de cuarenta. Tras una profunda reflexión me pregunté: ¿Por qué tengo que ser muy destacada en algo para ser feliz? ¿En qué momento mi realización se basa en tener una pareja? ¿Quién me dijo cómo debe ser alguien en la edad madura? Son conceptos que adopté en algún momento de mi vida dado el entorno familiar, social y cultural en que me he desarrollado. Creencias absurdas que permearon en mi psique sin que hubieran pasado un proceso de racionalización concienzudo. Y ahí están, al acecho, esperando un momento de vulnerabilidad para atacar con todo.

Después de esta pequeña crisis pude valorar mi vida. Hoy me doy cuenta que no encasillarme en un cliché, llena de riqueza mi existencia. Puedo disfrutar un taco de nana así como una comida de cinco tiempos; emocionarme con la Trevi tanto como con Wagner, encontrar la grandeza en la narrativa de Harry Potter, así como en Terra Nostra.

Me abrumó el recuento de bendiciones con que ha sido permeada mi existencia, acabaría aburriéndoles con todas ellas. Pero lo más maravilloso es que estoy sola, más no desolada ni solitaria. Como se podrán imaginar, mis amistades son tan heterogéneas como mis gustos literarios, así que el festejo de mi cumpleaños no se circunscribe a un día, sino a una serie de celebraciones que como santo de pueblo, duran tres semanas mínimo.

En esta aventura, me encuentro rodeada de seres luminosos que dan brillo a mi existencia. No puedo más que agradecer tanto amor. Gracias por ser y estar en mi vida.

 Les mando un largo y apretado abrazo,

Claudia

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x