Los propietarios de vehículos están dispuestos a pagar para que sus smartphones funcionen en el auto, no por su conectividad, pero que permitan tener acceso a entretenimiento, información y conexiones.
California, Estados Unidos.- De acuerdo al Estudio de J.D. Power 2014 sobre Nuevas Tecnologías para Automóviles 2014, los consumidores están más deseosos de tener tecnologías en el automóvil que permitan tener acceso a entretenimiento, información y conexiones, algo similar a lo que tienen los smartphones.
El estudio mide el interés del dueño y su intento de compra en relación con 61 nuevas tecnologías antes y después de que el precio sea conocido en el mercado.
Antes de ser mostrado el precio, las dos tecnologías que reúnen más el interés de los consumidores son los sistemas de conectividad inalámbrica, los cuales crean un vínculo de comunicación entre los dispositivos electrónicos y el automóvil, y un vínculo entre el dispositivo y la aplicación, lo que permite la visualización y el control de los dispositivos electrónicos y aplicaciones a través de la fabricación de equipos ya instalados en el vehículo con 83% y un 78% respectivamente.
Aunque estas características encabezan las listas de deseos de los consumidores (60%), la mayoría consideran que un sistema de conectividad inalámbrica debe ser standard en el próximo vehículo que compren, mientras que sólo el 23 % de los consumidores les da igual acerca del tipo de vínculo para un dispositivo/aplicación.
Un vínculo de dispositivo/aplicación tiene el más alto interés de los consumidores con un 79 % lo que indica que están dispuestos a pagar 250 dólares para tener esta tecnología. Sin embargo, con un precio de mercado de 300 dólares, el interés por los sistemas de conectividad inalámbrica se reduce al decimocuarto lugar, con un 55 % de los consumidores dispuestos a pagar para tener este tipo de tecnología en su próximo automóvil.
“La propiedad de un Smartphone se ha incrementado a 70 % en 2014 y los consumidores quieren la misma conectividad en su vehículo como la que tienen en su Smartphone, computadora o tablet”, comentó Mike VanNieuwkuyk, director ejecutivo de Automotriz a nivel mundial en JD Power.
Además del vínculo dispositivo/aplicación, los consumidores están dispuestos a pagar para adquirir otras tecnologías que puedan usar en su próximo vehículo como lo son el sistema de sistema de cámara con vista panorámica 550 dólares, rejillas de ventilación activas 150 dólares, estación de carga inalámbrica 75 dólares, avanzado sistema de notificación de accidentes 25 dólares al mes e interfaz de navegación para teléfono inteligente 100 dólares.
Casi un cuarto (24 %) de los propietarios expresaron su interés en pagar para tener el modo de conducción autónoma 3 mil dólares en su próximo vehículo, por encima del 21 % en 2013 y 20 por ciento en 2012.
Los precios estables de la gasolina junto con las mejoras en la economía de combustible de los vehículos de hoy en día, están provocando que los consumidores vuelvan a realizar grandes inversiones en tecnologías de ahorro de combustible para el automóvil.
Las características de comodidad también reciben un fuerte interés por parte de los consumidores. Características como estaciones de carga inalámbricas tienen sentido para los consumidores debido al uso cotidiano de los teléfonos inteligentes conectados y otros dispositivos dentro del vehículo.
La cabina controlada con manos y gestos es la tecnología con el más bajo interés por parte de los consumidores antes y después de que el precio es revelado. Con un valor de mercado de mil dólares la cabina controlada con manos y gestos utiliza sensores para detectar movimientos de la mano que controlan una variedad de funciones en el automóvil.
El estudio se basa en las respuestas de más de 15 mil propietarios de vehículos y se realizó en febrero y marzo de 2014. Además incluye 61 funciones y tecnologías en 13 categorías, que van desde la protección de la mejoría de la visibilidad, así como una evaluación de seis grupos de consumidores seleccionados para revisar los intereses de tecnología en los distintos segmentos de consumidores.
