Mientras que legisladores aseguran que la prohibición de animales en circos detonará espectáculos con artistas circenses, empresarios del ramo advierten que se atenta en contra de los ingresos de familias que dependen de este sector.
Ciudad de México.- Los animales utilizados en espectáculos circenses, sin tener un porcentaje exacto, son víctimas de abusos y padecen una forma de esclavitud para diversión de otros.
Actualmente no se cuenta con un marco jurídico que garantice condiciones justas y apegadas al respeto de la vida silvestre.
Recientemente la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) supervisó 32 circos y de estos, 36 presentaban irregularidades referentes a la no acreditación de la procedencia legal de los ejemplares, trato indigno, no contaban con un plan de manejo para las especies y tampoco poseían un permiso ante la Semarnat.
Los anteriores datos formaron parte del Programa Nacional de Inspección a Circos (arrancó en abril de 2013), en donde se llevan verificados 760 ejemplares, de los que se han aseguraron 96.
Ante esto, entidades como Guerrero y Querétaro, así como diez municipios, prohibieron la utilización de animales en los circos y actualmente existen dos iniciativas por parte de la Cámara de Diputados, que buscan extenderla a nivel federal.
El coordinador de campañas de Animal Defender Natural para Latinoamérica Eduardo Peña, señaló que los países que han decidido la prohibición del uso de algunos ejemplares en los circos han comenzado una nueva era en el espectáculo circense.
“Todos los animales que han sido asegurados se trasladaron a reservas y santuarios naturales, donde en algunos casos son auspiciados por los mismos dueños de los circos”, acotó.
Para Beto Castillo, presidente de la Asociación pro derecho de los Animales “El Muro”, detrás de la fantasía, ilusión y espectáculo, el circo esconde una penosa vida de violencia y sometimiento para los animales, por ello, es necesario trabajar en políticas que lo regulen.
“El circo les condena a una vida de confinamiento y obliga a realizar ridículos espectáculos para entretener a un público, inconsciente o indiferente, hoy por hoy los mejores circos en el mundo no las utilizan en sus presentaciones”, puntualizó.
Víctor Hirales, representante en México de la Organización Internacional Derecho sin Fronteras, sostiene que el circo es un negocio donde se toma a los animales como objetos mercantiles, por ello es necesario prohibir que se continúe atentando con los derechos de la fauna.
Se pronunció por romper con el dogma de que sólo los humanos son sujetos de derecho, pues esto garantizará la plena protección de los animales.
Contrario a la visión crítica de los defensores de animales, el representante del Circo Atayde Hermanos Andrés Atayde asegura que la iniciativa de prohibir los animales en los circos, no es una reforma integral y justa, pues en todo caso se deben incluir espectáculos como peleas de gallos y de perros, así como corridas de toros.
“Los animales en el circo están mejor tratados que en el zoológico”, por ello, “es injusto que se castigue a estos espectáculos que pagan impuestos y están en regla”, subrayó.
Atayde ya solicitó que, antes de elaborar la prohibición, se regulen los derechos de propiedad en los circos y resaltó que su empresa respetará la resolución que tome el Legislativo.
En sintonía al representante del Circo Atayde, el presidente de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas A.C, Armando Cedeño Álvarez reconoce que la prohibición de animales en circos es discriminatoria para el sector, pues afectará seriamente los ingresos de las familias que viven de él y aclaró que acatarán lo que se dispona, pero “es un ataque para el circo nacional”.
Actualmente los legisladores mantienen que los empresarios de los circos consideran que prohibir el uso de los animales en sus espectáculos puede afectar sus negocios, pero una vez que se les impida esta práctica, se abrirán más espacios para los artistas circenses.
Con información de las participaciones del foro “Circo sin Animales” celebrado en San Lázaro.
