Viajar en transporte público, lo peor para la salud en el DF

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Una serie de estudios revela fuertes deficiencias en el transporte público del DF, así como sus consecuencias en la salud de los usuarios y entre quienes conducen.

Ciudad de México.- Aurora evita abordar la zona de mujeres del Metrobús, además de ser la que más se congestiona, es donde mayor agresión física, verbal así como abusos (tocamientos) se dan. Como este ejemplo, una larga lista puede enunciarse de las experiencias que tanto transportistas como usuarios de la red pública de transporte enfrentan día con día.

Y es que de acuerdo a un estudio, la mayoría de los defeños reconocen que batallan todos los días con el uso del transporte público para trasladarse, y confiesan que esto se agudiza si para moverse tienen que abordar un microbús o colectivo por la inseguridad, saturación y pérdida de tiempo que presentan estos medios.

Entre las consecuencias de viajar en transporte público en el DF, en 2011 el asambleísta priista Juan Urbina Mosqueda advirtió que un chofer u operador de transporte estresado, es un conductor en riesgo, ya que cada dificultad en el camino será causa de excesiva tensión y ansiedad con posibles respuestas de riesgo y/o agresión.

En los antecedentes de su iniciativa de atención médica al estrés a conductores y operadores de transporte público, declaraciones hechas por la doctora Akihiki Mizuki González López del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) referían que existen una gran variedad de condiciones que pueden desencadenar el estrés físico y emocional, así como las infecciones y las inflamaciones, lo cual hace a las personas vulnerables al cáncer, una de ellas, el estrés por tráfico, precisa la investigadora, hay estudios de científicos chinos y estadounidenses donde han demostrado por primera vez que existe una relación directa entre el cáncer y el estrés.

En esa ocasión el asambleísta estimó* que el 76.9 por ciento de los conductores está estresado, lo que repercute en la preparación para encarar un largo viaje o realizar los desplazamientos diarios.

Además del estrés, los conductores padecen problemas de depresión (21.9 por ciento) y estados de ansiedad (11.2 por ciento); el informe destaca que las personas consideran el cansancio, el alcohol, las preocupaciones, el sueño, los dolores de cabeza o los resfriados como las causas que más afectan a la conducción.

Sólo el 4.8 por ciento de los encuestados citaron que las enfermedades psicológicas son las causantes de este deterioro con el volante, es decir no existe una concientización clara de la relación de las alteraciones mentales con la conducta en el tráfico.

De acuerdo a IBM, en su estudio Commuter Pain Study (Encuesta del dolor del viajero), Beijing y México ocupan el primer lugar de entre las 20 ciudades con más tráfico y estrés, por lo que en el país los elementos como el tiempo de viaje, tiempo de espera en un congestionamiento de tránsito, empeoramiento del tránsito, estrés por conducir, irritación por el mismo motivo y dejar de manejar por el tránsito tan malo, son factores que diariamente enfrentan los usuarios del transporte público y conductores, con un costo muy importante en su salud.

“La carga emocional y económica por transitar en la ciudad de México acarrea, además de largas demoras entre trayectos cortos, desgaste vehicular, problemas de salud como lesiones musculares y de columna por tensión, estrés que más bien parece nerviosismo, ansiedad y mal humor”, señaló en ese dictamen el asambleísta.

Datos reveladores del transporte en el DF

Con base en el estudio de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), 58.9 por ciento de los ciudadanos utilizan el microbús o colectivo para desplazarse por todos lados, 8.3 recurren al Metro, 6.1 abordan un taxi, 3.6 el Metrobús.

Un 1.8 por ciento se mueven en bicicleta, 1.5 en ecobus, y 1.1 en otro medio. Sólo 17 por ciento de los consultados se mueven en su propio vehículo.

El estudio de Gabinete de Comunicación Estratégica puso en la mesa del debate cuál es el medio de transporte público más ineficiente, 54.3 por ciento de la gente contestó que los microbuses o colectivos son los peores en calles, avenidas y carreteras.

El juicio de los entrevistados es menos severo contra los autobuses (9.3 por ciento), taxi (3.8), Metro (3.1), Metrobús (1.7), Trolebús (0.4), ecobus (0.2), ecobici (02) y todos (3.3). Para seis no hay queja contra ningún medio de transporte, 5.6 mencionó “otro” y 11.9 por ciento no contestó.

Sobre qué factores contribuyen a la molestia de los usuarios cuando toman el transporte público, 25 de cada cien consideró el maltrato del operador, 15 reclamos por inseguridad, 13 exceso de gente en estaciones y paradas, nueve demasiado tiempo de espera, ocho mayor tiempo de traslado.

Para seis unidades en mal estado, tres falta de unidades, dos malas instalaciones, otros dos mencionó el costo elevado, y 0.5 vendedores ambulantes. Cuatro mencionaron “otro” problema y otros tantos no sufren ninguno y seis no respondieron.

En el otro lado de la moneda, la gente tiene buena opinión del transporte que ofrecen taxi (24.2 por ciento), micro o colectivo (16.1), Metro (12.1), Metrobús (10.2), autobús (3.4), tren ligero (2.4), ecobus (0.9), trolebús (0.8), bicicleta (0.3), ecobici (0.1) y “otro” (6.4).

Para trece de cada cien mexicanos no hay nada que elogiar en los medios de movilización terrestre y 10 se guardaron sus pensamientos, incluso con un no sé.

Al final de cuentas el transporte es vital y la gente ve que hay cosas buenas, por lo que Gabinete de Comunicación Estratégica preguntó ¿cuál es el principal beneficio que recibe el usuario al viajar en transporte público? 21 por ciento dijo que tarifas accesibles, 17 recorridos rápidos, 15 menor gasto que utilizar su vehículo.

Un 10.6 por ciento facilidad para llegar a un punto, 2.9 buen trato del operador, 2.8 comodidad, 2.8 contamina menos que el auto, 1.6 es más seguro, 1.2 unidades en buen estado, 1.1 realizar actividades en el viaje, 0.4 unidades suficientes, y uno por ciento otro.

De acuerdo al Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal, la expansión urbana trajo como consecuencia el crecimiento de la demanda de viajes, pero no la mejoría de la infraestructura de transporte.

“La movilidad en la Ciudad de México se ha enfrentado a insuficiencias tanto en los modos de transporte como en la red vial disponible”, advierte el Consejo en su Evaluación del diseño e instrumentación de la política de transporte público colectivo de pasajeros en el Distrito Federal.

De acuerdo al estudio, la movilidad en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México se sustenta actualmente en una estructura modal distorsionada, que tiene su mayor potencial de traslado en transporte de baja capacidad, como son los colectivos, taxis y autos particulares, los cuales operan con desorden en las rutas y en medio de inseguridad para los usuarios, quienes no tienen maneras integrales para posteriormente abordar sistemas de transporte de alta capacidad como el Metro, el servicio de RTP, STE y el Metrobús.

“La otra problemática para la movilidad es una red vial deficitaria, rebasada en una capacidad con fallas de integración para facilitar transferencias en los modos de transporte y entre las vialidades primarias y las secundarias, donde a su saturación se le suman las deficiencias en la administración, control y regulación del tráfico, así como una escasa cultura vial que colaboran a acentuar los congestionamientos”, ahonda.

En la evaluación hecha por el Consejo, de 1986 al 2010 los rasgos que destacan en el cambio estructural del tipo de transporte son la reducción de uso de vehículo privado de 24 a 20.3 por ciento de 1986 al 2009.

“A pesar de que el número total de vehículos aumentó; el incremento del uso del transporte colectivo de un seis a un 45 por ciento, frente a la caída de la participación de los autobuses relacionado con la desaparición de Ruta 100, la participación del Metro también decreció a pesar de haberse incrementado el número de líneas (…) todo ello ha provocado saturación de vialidad, inseguridad para el usuario y un alto impacto ambiental”, cita el análisis.

* Estudio realizado por Attitudes, iniciativa social de la empresa de autos Audi, en España.

El Semanario Sin Límites

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