La Universidad de Texas se hizo del archivo personal del máximo representante del realismo mágico. Entre los tesoros que contiene se encuentra una novela inédita.
Ciudad de México.- 2.2 millones de dólares es la cifra que pagó la Universidad de Texas por el archivo personal del nobel de Literatura. La compra se efectuó luego de que la institución llegara a un acuerdo con la familia del escritor fallecido el año pasado.
A pesar de que la Universidad de Texas trató de que el monto de esta adquisición permaneciera en secreto, debió acatar la ley estatal y hacer pública la compra de unos documentos entre los que se pueden encontrar cerca de dos mil cartas, 40 álbumes de fotos e innumerables notas y apuntes.
La transacción se llevó a cabo hace varios meses a través de un intermediario en Nueva York, Glenn Horowitz.
El archivo contiene joyas para todos los amantes de la Literatura, algunos como la versión definitiva de Cien años de soledad y el manuscrito inédito En agosto nos vemos.
El archivo se quedará en el Centro Harry Ransom, una institución de la universidad texana que posee una de las colecciones literarias más importantes del país, con objetos de James Joyce, Ernest Hemingway, Jorge Luis Borges o William Faulkner, entre otros.
El director de la casa de estudios, Steve Enniss, explicó en noviembre pasado que la decisión de que el centro acogiera el archivo la tuvo en sus manos la familia del escritor: Mercedes Barcha, su viuda, y sus hijos, Rodrigo y Gonzalo García.
El hijo de García Márquez, Rodrigo, declaró que tenían la intención de dejar el archivo en un buen lugar, sin importar en dónde fuese. Además, el que se quede en Texas significa que estará acompañado de otras colecciones importantes.
Sin embargo, en Colombia se despertó cierto recelo al conocer esta noticia, ya que el hijo del escritor refirió que el país natal del escritor jamás ofertó la compra del archivo.
Recientemente el legado de García Márquez viajó al Viejo Mundo para quedarse ahí. El Instituto Cervantes, localizado en Madrid, España, recibió esta semana un pedazo de la tierra de Aracataca, localidad en la que nació el escritor, y la frase que abre la obra cumbre de este autor, Cien años de soledad: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.
La ministra de Cultura de Colombia, Mariana Garcés, fue la encargada de depositar una arqueta con la tierra en la caja número 1483 de la antigua cámara acorazada del instituto donde estará acompañada de los recuerdos de otros escritores que forjaron la historia de la literatura en lengua española.
Imagen: Internet
