La Beca Adidas Border ha destinado 45 mil pesos para el fomento artistico de cinco jóvenes talentos.
Ciudad de México.- El trabajo de cinco artistas mexicanos que abordan temas actuales en diferentes formatos, como video, pintura e instalación, resultado de la tercera edición de la Beca Adidas Border, es exhibido en las salas del Centro Cultural de España en México.
Eugenio Echeverría, asesor y director de la Beca, comentó que el año pasado recibieron 278 proyectos y el jurado seleccionó cinco proyectos de cinco artistas, que tuvieron, 45 mil pesos y nueve meses para desarrollar proyectos que detonaran procesos de experimentación.
Los artistas seleccionados por el jurado, integrado por Yoshua Okón, Fernando Mesta, Tania Ragasol y Eugenio Echeverría, fueron: Cecilia Barreto, con “Recorte de relatos”; Víctor Mancilla con “El ojo y la luz”; Bruno Ruíz con “Topografía de la familia” y Alejandro Palomino con “Ternario”.
El director de la Beca Echeverría, explicó que la pieza “Recorte de relatos”, de Cecilia Barreto, surgió a partir de una investigación a través de agencias internacionales de información, sobre todo de imágenes.
“Entonces, ella hace un análisis de cómo a través de esas agencias se cuenta la historia actual, sobre todo se centra en el aspecto de las protestas, que en el 2011 han estado como acaparando los medios, tanto en el Medio Oriente, Europa y América Latina”, dijo.
Agregó que la artista plástica trabaja mucho justamente con ese tema como la protesta, entonces hace una intervención para sitio específico, con tinta china y aerosol.
El segundo proyecto “El ojo y la luz”, de Víctor Mancilla, aborda la procreación de artemias que son los invertebrados, que a través de un proceso de laboratorio responden de una u otra manera a la luz.
“Es decir, a partir de la cual se van a seleccionar aquellas artemias que sean más sensibles a la luz y que respondan el estímulo a la luz y aquellas que no respondan al estímulo son desviadas a otro conducto y el visitante puede decidir o no si aniquila esa artemias”, explicó Echeverría.
En otra sala, detalló el asesor, se encuentra la obra “Topografía de la familia”, de Bruno Ruíz, quien aborda en su pieza la relación interpersonales que se establecen en el seno de la familia, entendidas esas relaciones como disfuncionales.
“Es un retrato cínico o un retrato extremo de cómo operan las relaciones entre los miembros de su propia familia quienes a su vez se prestaron para esta pieza, donde aparecen fotografías y otras en dibujos, tanto el papá, la mamá y el hermano”, señaló.
Respecto a la pieza de “Austral”, de Reynel Ortiz, Echeverría comentó que es una narrativa entre ficticia y autobiográfica, en la que se combinan los dos elementos sin saber dónde empieza una cosa y dónde acaba la otra.
“Entonces parte un poco de su propia experiencia para narrar historias que son ficticias y que se desarrollan en una isla, entendiendo a ésta como un espacio simbólico y de aislamiento y lo complementa con tres fotografías que son imágenes construidas, junto con unas proyecciones”, precisó.
Por último, la pieza “Ternario”, de Alejandro Palomino, describió que su pieza es un tríptico de video, en los cuales presenta a tres personajes que se entrecruzan, cuyo trabajo parte de una investigación acerca del territorio de una ciudad y cómo algunas personas viven esas sensaciones de persecución y de inseguridad.
“De esta manera los personajes constantemente se están observando sin que se percaten observados por el otro, se entrecruzan y forman una historia a través de esos tres canales que forman el tríptico”, apuntó el artista visual.
El Semanario Sin Límites, con información de Notimex
