Duros de roer los aficionados en Las Ventas

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A la distancia vimos por las imágenes de la pantalla (en este caso un ordenador portátil como dirían en España) la presentación en Las Ventas de Madrid de la corrida del 18 de mayo de 2019, en la que se lidiaron toros de Montalvo para Ginés Marín, Luis David y Pablo Aguado con una entrada importante en las localidades madrileñas, por el cartel sin duda y por el imán que representa ahora mismo el sevillano Aguado, después de su reciente y genial actuación en la Feria de Sevilla.

El día anterior actuó en el mismo escenario Joselito Adame y su resultado por lo poco potable de su lote, fue poco favorable para la causa del torero hidrocálido que tantas satisfacciones nos ha dado en el transcurrir de su carrera en Europa, seguramente ya vendrán tiempos mejores.

El día de la actuación de Luis David, al final de su primer toro, hubo quien me comentó en las redes sociales que había sido muy injusta la autoridad con su actuación tomando en cuenta la gran estocada que ejecutó en la suerte suprema. Se preguntaba: ¿qué tiene que hacer un torero extranjero en Madrid para poder recibir el premio merecido? Y contesté raudo y veloz: ser rotundo en todo momento y paso a explicarme.

Luis David Adame.
Torero mexicano Luis David Adame (Fotografía: Hoy).

Quienes hemos estado en Las Ventas, hemos sido testigos de la manera protagonista que tienen de ser, muchos de los que se consideran sabios del toreo en los tendidos de Madrid sabios del toreo. Pues gran parte de ellos, en el principio de la faena de muleta, le sisearon los primeros muletazos de hinojos y con la mano derecha al toro de Montalvo que tuvo muchos puntos positivos en su embestida, daba la impresión en ese momento, que la calidad del astado se le iba a escurrir entre las manos a Luis David.

Finalmente enderezó la plana y con la izquierda provocó un gran reconocimiento, pero también simultáneamente lucieron las cualidades del toro y la sensación de que el principio de faena de muleta no había sido rotundo, por lo que a pesar de la gran estocada –el homenaje de vuelta al ruedo para su faena y la petición fuerte de oreja–, se quedó corta para un toro que presagiaba, para muchos en el tendido, una faena de salida en hombros.

Esa es la impresión que me quedó a la distancia y me parece que la petición de oreja en el primer astado para Ginés Marín fue correspondida por Usía, porque la conexión con el tendido fue con la misma intensidad hasta la estocada que el extremeño ejecutó al volapié de manera rotunda y haciendo la Cruz de la que tanto hablan los antiguos, para que no se lo lleve el Diablo, como dice un viejo adagio taurino y ahí la entrega del trofeo.

Ginés Marín Méndez.
Torero español Ginés Marín Méndez (Fotografía: Cope).

El hecho que en el cartel estuviera Pablo Aguado, reitero, dotó de un interés extra al festejo y al final fue quien, con sus detalles, conmovió más al público de Madrid y se llevó en las crónicas los principales reconocimientos; de haber ejecutado con propiedad la suerte suprema en su segundo toro, desconozco lo que hubiera ocurrido en término de trofeos.

He aquí mi impresión y ahora tengo fe en que Luis David tiene los argumentos suficientes para el 1º de junio con los toros de Zalduendo –propiedad de Don Alberto Baillères–, ser más rotundo en su actuación en lugar cuya afición y autoridad para reconocer, son más duras que una lija del ocho.

Argumentos tiene mi tocayo y espero los conjunte, será magnifico para él y para el toreo de México.

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