Durante los nueve meses de embarazo, la mujer tiene que pasar por difíciles etapas como dolor lumbar, incontinencia urinaria, ganancia de peso, etcétera. Sin embargo, toda madre desea que su hijo(a) pueda crecer grande y fuerte, por lo que recientes estudios confirmaron que hacer ejercicio durante el embarazo puede ayudar mucho para el bebé.
Sinc María Perales, investigadora del departamento de Ciencias de la Actividad Física del Deporte de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, declaró que realizar ejercicio físico durante los nueve meses de embarazo puede brindar grandes beneficios fisiológicos para el niño(a), sin embargo, es necesario visitar a un doctor para ver qué tipo de ejercicio es ideal para la futura madre.
“El porcentaje de mujeres que cumplen las recomendaciones de ejercicio durante el embarazo es muy bajo. Esto se debe en parte a la incertidumbre existente acerca de qué tipo de ejercicio se debía recomendar y cuál evitar”, apuntó la investigadora.
Pero ¿Qué tipo de beneficios puede brindar para el rorro si la mujer realiza entrenamiento físico? Se confirmó que la prevención de obesidad, macrosomia feta (que el bebé nazca con un peso superior a lo normal), diabetes transitoria, que el bebé nazca por medio de cesárea y dolor pélvico son uno de los beneficios que puede traer tanto para la madre como para el angelito.
¿Cuál podría ser el mejor ejercicio para la mujer? De acuerdo con The Huffington Post, se recomienda una combinación de ejercicio aeróbico y fuerza de una sesión de 45 a 65 minutos cada tres a cuatro días a la semana.
En el caso de la intensidad no debe de excederse de lo moderado para la persona, para ello, se recomienda la opinión de un entrenador. No obstante, el ejercicio debe comenzar después de la novena semana de embarazo, hasta la 38° semana. Yoga también ayuda mucho para la salud mental de la mujer, al igual que reducir el dolor de la preñez.
De acuerdo con la investigadora María Perales, se prohíbe realizar todo tipo de ejercicios de cardio, esto porque puede aumentar el riesgo de deshidratación e hipertermia.
“Todo el que resulte extenuante (90% frecuencia cardiaca máxima), ya que puede aumentar el riesgo de hipertermia, deshidratación o reducción del flujo uterino con el consecuente riesgo de comprometer la salud fetal”, apunta Perales.
Por último, también se deberá evitar trabajo de pesas, carreras, saltos y adiestramientos que requieran movimientos bruscos.
