No todo tiene un final feliz, no todo es un “vivieron felices para siempre”, no siempre hay un príncipe azul. Los paradigmas de lo femenino y lo masculino están cambiando, por ello la colección de libros de cuentos Antiprincesas intenta cambiar la percepción de niñas y niños por igual.
Ciudad de México.- Niñas y niños han crecido con literatura que retrata la falsa promesa de un final feliz y una vida color de rosa. Para cambiar esta percepción llega la colección Antiprincesas, en donde cuentan la historia de heroínas reales con vidas reales, artistas que distan de los idealizados relatos de los cuentos de hadas.
La colección es básicamente un compendio de historias poco usuales para niñas y niños, relatos de quienes no quieren ser princesas, al contrario quieren ser quienes luchan contra el dragón y rescatan a todo un pueblo, de luchadoras incansables.
La autora de los textos, Nadia Fink sostiene que las empresas y la industria subestiman a los niños y les cuenta los típicos tabúes. “Nos embarcamos en el desafío de contar historias que no se cuentan o que se cuentan a medias. Hablamos de quienes se animaron y corrieron sus propios límites y de quienes intentaron entender el mundo de otra manera, saltar obstáculos“.
Por ello, los cuentos Antiprincesas, publicados por las editoriales Sudestada y Chirimbote, relatan la vida de la artista mexicana Frida Kahlo y la cantautora chilena Violeta Parra, también, planean sacar un tercer libro con la vida de la líder boliviana Juana Azurduy.
“Nuestro granito de arena es aportar a que las chicas puedan crecer con esos otros reflejos de mujeres creativas, que intentan superarse, solas o con sus hijos, que salen a trabajar pero se hacen cargo de sus hogares y siempre están en movimiento para que las cosas no queden como están”, dijo Fink.
Vivimos en un mundo en donde las mini princesas ocupan los avisos publicitarios, las revistas; esta falsa imagen inculca desde temprana edad a las niñas que deben ser protegidas o mimadas. Estos textos, incluso, son una llamada de atención a las madres y padres para reflexionar y cambiar el chip de lo que la sociedad dicta.
El mensaje, salgan de la sociedad machista y vean más allá de los estereotipos, las niñas en realidad no son reinas ni princesas. Las niñas necesitan ser empoderadas para que den el máximo de sus capacidades y aprendan a valerse por sí mismas, sin tener a un príncipe azul que la rescate de la torre más alta del castillo.
Por María Navarro
