Se exhibe en Washington historia del mural “El Hombre en la encrucijada”

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La exposición “El hombre en la encrucijada. El mural de Diego Rivera” en el Centro Rockefeller, estará abierto al público en el Instituto Cultural de México en Washington D.C hasta el mes de marzo de 2014.

 

Washington.- A 80 años de la destrucción del mural  “El hombre en la encrucijada”, de Diego Rivera, el Instituto Cultural de México en Washington exhibe material inédito, en  versión facsimilar de  cartas, telegramas, contratos, dibujos y documentos, que narran la historia del mural desde la solicitud de realización hasta su destrucción.

De acuerdo con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), fue en 1932 cuando el industrial John D. Rockefeller contrató al artista mexicano para realizar un mural en el vestíbulo principal del Centro Rockefeller en Nueva York.

Pero contrario a los bocetos originales, el pintor plasmó la figura de Vladímir Ilich, Lenin (líder de la Revolución Rusa, 22 de abril, 1870-24 de enero, 1924), hecho que generó indignación en la familia Rockefeller y le valió la cancelación del contrato y la destrucción de la obra.

Esta muestra es resultado de una investigación que concluyó en la elaboración del libro “Un hombre en la encrucijada. Historia de los bocetos del mural de Diego Rivera”, editado en inglés y español, señaló Laura Ramírez Rasgado, directora del Instituto Cultural de México en Washington DC.

Además, refirió que esta  historia compartida tiene que ver con la presencia de Diego Rivera en Estados Unidos y la influencia que ejerció en distintas corrientes artísticas en ese país.

“Creo es muy interesante observar los valores estéticos de Diego Rivera, la evolución del mural, lo que pasaba en esos momentos en el mundo que era la gran depresión en Estados Unidos, y cómo los artistas tanto mexicanos como de otros países participan en proyectos que se llevan en esta nación.”

 

Una historia para generaciones futuras

Ramírez Rasgado comentó que la exposición está dividida en nueve salas, iniciando con los Antecedentes, en el que se explica como Rivera era ya un artista consolidado, además de mostrarnos su arribo a los Estados Unidos. En la segunda sala se habla sobre la vida de Rivera en ese país y sus experiencias al principio de los cuatro años que trabajó en diferentes proyectos.

“Aquí se explica, por ejemplo, cómo le impacta la visita a Moscú en el décimo aniversario de la Revolución Rusa, la producción que realiza en Nueva York, la exposición en el MoMa”, indicó.

En la tercera sala, El Centro Rockefeller, se explica cómo en la época de la gran depresión la familia Rockefeller convoca a artistas, diseñadores y arquitectos a la construcción del gran Centro Rockefeller, y se narra el contexto social y económico de Estados Unidos a principios de los años treinta del siglo XX.

Mientras que en el siguiente núcleo temático, El Mural, se relata el proceso de preparación de los bocetos y las primeras tensiones entre el artista y los contratistas, para en la quinta sala explicar porqué se da El conflicto.

En  este sitio se narra la batalla del pintor por mantener la integridad de su obra y su libertad de expresión, y las intenciones de la familia Rockefeller y los arquitectos por modificar los elementos que consideraban que ofendían.

La muestra continúa con los núcleos temáticos La Transformación en la que se compara los momentos del proceso del mural; La Protesta, una breve síntesis de las manifestaciones de apoyo y desaprobación que se desataron ante la decisión de suspender el trabajo del muralista, y El Mural, en el que se exhiben bocetos y dibujos restaurados por el Museo Diego Rivera-Anahuacalli, una reproducción del mural en el Palacio de Bellas Artes, y el mural que está actualmente en el espacio del Centro Rockefeller, destinado originalmente a “El hombre en la encrucijada”.

 

Muestra de alto nivel

El montaje, que abrió sus puertas el pasado 21 de noviembre, explicó Laura Ramírez Rasgado, ha tenido una afluencia, sobre todo, de público joven y están recibiendo a grupos de escuelas, universidades que están interesados en conocer la historia del mural.

“La exposición ha llamado mucho la atención a los jóvenes tanto hispanos como estadounidenses porque no conocen esta historia que empieza a ser difundida. Esperamos tener un público nutrido todos los días en el que podamos ampliar la información sobre esta historia compartida tan interesante y polémica”.

Los documentos que se exhiben pertenecen al Archivo Diego Rivera y Frida Kahlo, y fueron reunidos luego de la investigación realizada en este acervo de la Casa Azul, a propósito de la restauración de los bocetos del mural.

“La restauración de los bocetos fue un fenómeno muy importante que se llevó a cabo en acción, en el año 2012. Diego Rivera, en su testamento, declaró que del Museo Diego Rivera-Anahuacalli, no podían salir ni su colección de arte prehispánico ni sus bocetos sobre el mural del Centro Rockefeller, por ello se reprodujeron facsimilares”.

La agregada cultural de la Embajada de México en Washington, compartió que la propuesta con esta “muestra de muy alto nivel, resultado de una investigación muy objetiva y seria”, es que sea itinerante en Estados Unidos.

“Hay interés en el Museo de Arte de Long Beach, por parte de algunos centros de Nueva York, de nuestro Consulado General de México en Nueva York. La idea es que junto con Bank of America podamos ofrecer la exposición en distintos puntos del país”.

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