Te voy a lavar la boca con jabón o ¿con pasta de dientes?

Los seres humanos a lo largo de la historia hemos empatado muchas de las cuestiones que tienen que ver con el cuidado personal, la salud y la belleza. Si nos circunscribimos exclusivamente al rostro –porque la imagen corporal tiene también su visualización y mercados específicos‒ la tersura de la piel, el brillo y sedosidad del cabello, la frescura y carnosidad de los labios, la alineación y coloración de los dientes son asuntos de gran importancia en la imagen de salud, juventud y belleza que se desea proyectar. Hoy nos vamos a referir a la pasta dental porque el valor de una linda sonrisa es motivo de una gran inversión personal en productos de higiene bucal. En particular, los dentífricos están considerados como un producto básico y de uso generalizado. Se estima que el valor del mercado de pasta de dientes en México es de alrededor de 4 mil millones de pesos anuales.

Desde épocas remotas contamos con diferentes productos de origen natural, además de desarrollos de la industria química, farmacéutica y estética que colaboran en conseguir promover la conservación de unos dientes sanos, limpios y blancos. La primera información sobre la existencia de una pasta de dientes está registrada en un manuscrito egipcio del siglo IV a.C. En éste se registra la existencia de un compuesto de polvo de sal, pimienta, hojas de menta, iris y flores, llamada clister. En la fabricación se utilizaban piedra pómez pulverizada, sal, pimienta, agua, uñas de buey, cáscara de huevo y mirra. Si esto hoy puede parecer desagradable por la combinación de ingredientes, nada más imagínate que en Grecia y Roma las pastas de dientes tenían como ingrediente base la orina humana porque se consideraba que tenía blanqueadores. Estas mezclas originales eran de manufactura “doméstica”. Es hasta hace dos mil años que el médico latino Escribonius Largus inventa la pasta de dientes con una fórmula magistral desarrollada por este profesional de la salud y que consistía en una mezcla de vinagre, miel, sal y cristal muy machacado. Por cierto, el cristal tenía que ser efectivamente muy machacado porque su efecto en el organismo no era precisamente saludable. Dado que la mayoría de los cristales naturales no se disuelven en el cuerpo humano pueden aglutinarse y quedarse en riñones o corazón y por ello la higiene dental podía volverse incluso peligrosa para la salud.

Son muchas las culturas en las que encontramos el uso de materiales abrasivos para la limpieza dental. En la Edad Media, los árabes utilizaban arena fina y piedra pómez hasta que descubrieron el daño que estaban haciendo al esmalte dental. Los mayas usaban sustancias de origen vegetal como las raíces de chacmun que aplicaban para el cuidado dental y la halitosis. En los pueblos nahuatlacas se usaba tortilla carbonizada y pulverizada para tallar los dientes, de manera que se limpiaran y blanquearan.

Es en el siglo XIX que inician las indicaciones médicas y el desarrollo industrial de las cremas dentífricas. En 1842, el Dr. Peabody, dentista, agregó jabón a la pasta de dientes. Esta práctica que entonces se pensó para la higiene, se convirtió después en amenaza de las madres para los chiquillos mal hablados y respondones, “te voy a lavar la boca con jabón” les decían, aunque no era con una intención de limpieza sino punitivo.  En 1850, el Dr. Washington Sheffield, cirujano dental y farmacéutico, inventó la primera pasta de dientes que denominó Creme Dentifrice y, aprovechaba su práctica privada para comercializarla. Es su hijo Lucius S. el que visualizó en los tubos de pintura para óleo, un envase apropiado para la pasta.

Así, la evolución de la pasta ha incluido e integrado una gran variedad de sustancias a partir de entonces. En 1914 se agregó flúor como anticariogénico, sin embargo, la comercialización de la pasta fluorada en los países industrializados inició hasta los años 60. Tras la Segunda Guerra Mundial, se sustituyó el jabón con lauril sulfato de sodio y sulfato de sodio.

Las mamás de los sesenta consideraban que el uso de la pasta de dientes era tan importante que si los niños acudían a una pijamada y no llevaban su cepillo de dientes, la recomendación materna consistía en que usaran el dedito índice, embarrado de pasta, para tallarse la boquita.  A partir de entonces, las innovaciones no han sido muchas, pero se abordaron dos problemáticas adicionales a la higiene, las caries y la belleza. Una consistió en eliminar o prevenir la formación de sarro y la otra en el manejo de la hipersensibilidad dental promoviendo encías saludables con el uso del bicarbonato de sodio, es decir, se han agregado beneficios funcionales a la pasta dental.

Adicionalmente, el mercado del glamur ha incrementado extensiones de línea para blanqueamiento que permite tener una hermosa, brillante e inigualable sonrisa como la de los artistas de la televisión y el cine, como la propia Shakira. Otro segmento de mercado que ha sido abordado en esta línea de productos es el infantil. ¿De qué sabor quiere su pasta? ¿Chicle? ¿Fresa? ¿Cereza? ¿Con qué personaje ilustrando el envase? El sabor, colorido y textura del producto se adaptan a la inventiva e imaginación de un mercado que busca más que lo funcional, la imagen.

La composición química de las pastas de dientes actuales requiere de una clasificación sofisticada en función de la gran variedad de ingredientes que incluyen en las fórmulas. Casi todas tienen alguno de cada categoría para dar una protección más completa y resultados atractivos para el usuario. Las categorías actuales de los ingredientes son: agentes limpiadores, agentes que previenen la caries y remineralizan las lesiones, agentes que previenen la formación de sarro, agentes antiplaca dentobacteriana, agentes desensibilizantes, agentes pulidores o blanqueadores. Otros ingredientes saborizantes, como la menta, la hierbabuena y otros edulcorantes artificiales, los humectantes que previenen la pérdida de agua en la pasta y otros que le dan cuerpo al producto, evitando la separación de sus componentes, son parte de la formulación básica.

¿Cuál será el desarrollo de la pasta de dientes en el futuro? ¿Qué tal un spray pasta de dientes que haga una capa protectora, limpiadora y embellecedora para no requerir más del cepillado? O un cepillo ecológico que incluya saborizante y limpiador en las cerdas. ¿Cómo te ves lavándote los dientes en el futuro? ¿Qué tal una luz ultravioleta desinfectante y blanqueadora? No más tubos dentales contaminantes, sólo la sustancia que dé el beneficio y nos permita seguir siendo tan atractivos y sanos como lo requerimos. ¿Tú qué sugieres para la evolución de este producto?