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La recesión pandémica

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Indicadores económicos afectados por el coronavirus se encaminan a la recesión

El deterioro de los sectores productivos reflejado en los indicadores económicos afectados por el coronavirus, anuncian una recesión pandémica.

La crisis de salud sin precedentes causó la pandemia del coronavirus que derivó en el deterioro de los sectores productivos como el manufacturero que en el tercer mes de 2020 registró una caída de 3 puntos para ubicarse en 45 unidades, colocándose en zona de contracción por onceavo mes consecutivo, según reportes del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

“Los resultados del Indicador IMEF de marzo anticipan una recesión de la economía mexicana, inducida principalmente por una severa y rápida contracción del sector no manufacturero (comercio y servicios), asociada a las medidas implementadas para frenar la propagación del coronavirus”, señaló Ángel García-Lascurain Valero, presidente nacional del IMEF.

Por su parte, el sector no manufacturero registró en el tercer mes del año una caída de 9.2 puntos para colocarse en 39.4 unidades, lo que representa su mayor baja mensual y su nivel mínimo histórico de la serie del instituto.

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Una recesión pandémica por el coronavirus

Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, coincidió en que los resultados del Indicador IMEF anticipan la ‘recesión pandémica’.

Los indicadores del Instituto están diseñados para que sus valores fluctúen entre 0 y 100, por lo que los niveles superiores a los 50 puntos suelen mostrar una expansión, y viceversa, mientras más cerca esté del cero, se traducirían en una recesión.

El coronavirus ha tenido un efecto negativo en los mercados financieros y en la actividad económica global, la cual repercute en la actividad económica nacional a través de distintas vías.

Los indicadores además señalaron que las medidas tomadas por Estados Unidos para contener la propagación del virus ocasionan una contracción económica hasta que la contingencia dure, y eso afectará a la economía mexicana a través de menores exportaciones, remesas y turismo.

El incremento de la aversión al riesgo por la pandemia ha golpeado a los mercados financieros internacionales, particularmente a los de economías emergentes.

Aunado a ello, la dramática caída de los precios de las materias primas, en particular del petróleo, representa un severo choque adverso para Pemex y las finanzas públicas.

“En nuestro país, el choque de la pandemia llega en un momento difícil para la economía nacional. La actividad económica se encontraba ya estancada, la inversión detenida y el consumo debilitándose”, mencionó Ángel García-Lascurain, presidente nacional del IMEF.

Afirmó que “las medidas implementadas para frenar la propagación del virus, indispensables y atinadas, aunque quizá tardías, tendrán un fuerte impacto adicional, especialmente sobre el sector servicios y comercio”.

Por último, “la intensidad de la recesión es equiparable a la sufrida en 2009, aunque en esta ocasión el sector más afectado será el no manufacturero. Por lo anterior, se espera que esta recesión tenga un mayor impacto sobre el empleo”, declaró García-Lascurain.

Analistas ven caída de hasta 11.3 por ciento en México

Por su parte, el consenso de analistas consultados por el Banco de México (Banxico) estima que la economía mexicana caerá 3.5 por ciento en este año, e incluso, hay intermediarios que esperan un desplome de 11.3 por ciento en la actividad económica, al mismo tiempo que estiman que empeore el clima para los negocios y para la inversión en los próximos meses.

El 94 por ciento de los consultados prevé que el clima para los negocios empeorará en los próximos seis meses, y 97 por ciento consideró que es un mal momento para realizar inversiones, revelaron los resultados de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, correspondiente a marzo.

Según el sondeo, se espera que la mayor caída de la economía local sea en el segundo trimestre, con un descalabro de 7.55 por ciento anual. Se estiman también contracciones en los cuatro trimestres y en el primer trimestre sería de 1.9 por ciento.

Amin Vera, director de análisis económico de BW Capital, indicó que el consenso estaría tomando solo en cuenta los factores del COVID-19 y que pareciera que están previendo que la contingencia acabe en 2 semanas, lo que considera un escenario poco probable.

“Pareciera que están reaccionando solamente al brote de COVID-19, como si la economía no estuviera al borde del colapso desde antes… Básicamente están descontando que todo esto va a acabar en dos semanas, que EU se va a recuperar de inmediato y el gobierno va a dejar sus decisiones erráticas; y ninguno de esos tres factores se ve plausible en el corto plazo”, comentó.

BW Capital estima que, derivado del impacto vírico, la economía mexicana se contraerá 4 por ciento en este año, en un escenario optimista, pero podría ser de una caída de hasta 7 por ciento si la situación no mejora.

Con información de Bloomberg.

La duración de una crisis económica por pandemia

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Duración de la crisis económica por la pandemia del coronavirus

La crisis económica mundial causada por los efectos de la pandemia del coronavirus covid-19 es inminente y analistas económicos de la Universidad de California, Davis, hacen una revisión de la duración que esta recesión tendría con base a lo ocurrido durante otras pandemias.

En su documento de trabajo presentado en el mes de marzo de 2020, los investigadores Oscar Jorda, Sanjay Singh y Alan Taylor señalan que las pandemias deprimen las tasas de interés reales, generan aumentos de salarios reales pequeños y lastran la inversión.

El estudio incluye en análisis del comportamiento de la economía durante doce pandemias y conflictos armados. Los investigadores observaron que los salarios reales terminaron aumentando ligeramente debido a la escasez de mano de obra, mientras que las tasas de interés reales se registraron más baja y proporcionaron un margen fiscal para que los Gobiernos mitigaran las consecuencias.

“Si las tendencias siguen los mismos patrones por el COVID-19, ajustadas a la escala de esta pandemia, la trayectoria económica global será muy diferente a lo previsto hace unas semanas”, escribieron en un informe de trabajo.

“Las pandemias son seguidas por períodos sostenidos, durante varias décadas, con oportunidades de inversión deprimidas”, añadieron.

La principal advertencia identificada por los economistas es que las pandemias pasadas ocurrieron en un momento en que prácticamente ningún miembro de la sociedad sobrevivió a la vejez. “La Peste Negra y otras plagas golpearon a las poblaciones con la gran masa de la pirámide de edad por debajo de los 60, por lo que esta vez puede ser diferente”, dijeron.

En opinión del Fondo Monetario Internacional emitida el 27 de marzo, la economía mundial se encuentra en recesión.

“Ahora está claro para todos que hemos entrado en una recesión, que es tan terrible o incluso peor que en 2009. Esperamos una recuperación en 2021, una recuperación significativa, pero solo si logramos hacer frente al virus en todo el mundo y prevenir problemas de liquidez,” dijo la directora del FMI Kristalina Georgieva

Recesión económica; la historia que se repite

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Crisis económica mundial por coronavirus peor que la recesión de 2009: FMI

La pandemia mundial del coronavirus covid-19 puede convertirse en el factor principal de la peor recesión de la década, similar a la iniciada en 2008 y agudizada en 2009, según estimaciones declaradas por la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

Para el organismo internacional, los costos humanos por el coronavirus obligan a los gobiernos a trabajar en conjunto para proteger a su población y contrarrestar los daños económicos de la pandemia.

En un mensaje compartido en el sitio web del FMI, Georgieva ha destacado que 2020 será “negativo” y ha predicho que el mundo experimentará una recesión “al menos tan mala” como en esa crisis de hace 12 años, pero espera que la economía mundial se recupere en 2021.

Priorizar la contención y fortalecer los sistemas de salud

Para lograr las mejoras señaladas por el FMI, su directora exhorta a que los países a poner suma atención en las medidas de contención y evitar la propagación de la pandemia, además del fortalecimiento del sistema de salud y prepararse para atender a los posibles contagiados.

 “El impacto económico es y será grave, pero cuanto más rápido el virus se detenga, más rápido y fuerte será la recuperación”, reiteró Georgieva.

Al mismo tiempo, se expresó a favor de las acciones fiscales que han tomado varios países para suavizar el impacto por la pandemia y “proteger a los trabajadores y empresas afectados”, así como la decisión de bancos centrales de “aliviar la política monetaria”. “Estos denodados esfuerzos son no solo en interés de cada país, sino de la economía global en su conjunto”, añadió.

Además, la directora del FMI afirmó que el organismo aumentará “de manera masiva” la financiación de emergencia, y señaló que unos 80 países ya solicitaron su ayuda. Asimismo, aclaró que el Fondo Monetario Internacional “está dispuesto a utilizar toda su capacidad crediticia de un billón de dólares estadounidenses”.

“Son circunstancias extraordinarias. Muchos países ya están tomando medidas sin precedentes. Nosotros en el FMI, trabajando con todos nuestros países miembros, haremos lo mismo”, precisó.

El nuevo coronavirus se ha propagado a casi todos los países del mundo, y la pandemia se está impulsando, ha afirmado el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Mientras tanto, el número de infectados en el mundo ha excedido los 360.000, y ya hay más de 15.000 fallecidos.

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Grave diagnostico de la CEPAL para la economía

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CEPAL advierte sobre graves efectos en la economía mundial por coronavirus

La creciente pandemia del coronavirus en el mundo arrastra a los mercados y las industrias a nivel global, generando efectos inminentes en la economía, superiores a los registrados en la gran recesión de 2008-2009, situación que hace más vulnerables a las economías emergentes de América Latina.

La advertencia vino el jueves 19 de marazo por parte de la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, a través de una teleconferencia del Diálogo Interamericano sobre el Coronavirus y sus consecuencias para las economías de América Latina y el Caribe, moderada por Michael Shifter, Presidente de la institución con sede en Washington, y que incluyó también a Santiago Levy, economista senior de la Brookings Institution.

De acuerdo a estimaciones de la CEPAL, la crisis del COVID-19 pasará a la historia como una de las peores que el mundo ha vivido.

Explicó que la enfermedad pone en riesgo un bien público global esencial, la salud humana, e impactará a una ya debilitada economía mundial y la afectará tanto por el lado de la oferta como de la demanda, ya sea a través de la interrupción de las cadenas de producción -que golpeará severamente al comercio mundial- como a través de la pérdida de ingresos y de ganancias debido a un alza del desempleo y mayores dificultades para cumplir con las obligaciones de deuda.

“América Latina y el Caribe, así como otras regiones emergentes, se verá afectada negativamente”, declaró la máxima autoridad de la CEPAL.

Recordó que la región creció a una tasa estimada de apenas 0.1 por ciento en 2019, y que los últimos pronósticos de la Comisión realizados en diciembre pasado preveían un crecimiento de 1.3 por ciento para 2020. Sin embargo, “las proyecciones han sido revisadas a la baja significativamente en el actual escenario”, señaló.

Explicó que en estos momentos CEPAL estima una contracción del 1.8 por ciento del producto interno bruto regional, lo que podría llevar a que el desempleo en la región suba en diez puntos porcentuales. Esto llevaría a que, de un total de 620 millones de habitantes, el número de pobres en la región suba de 185 a 220 millones de personas; en tanto que las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67.4 a 90 millones.

Alicia Bárcena precisó que el Coronavirus afectará a la región a través de cinco canales. Un primer canal de transmisión de esta crisis es el efecto de la disminución de la actividad económica de varios de los principales socios comerciales en las exportaciones de bienes de los países de la región.

China, por ejemplo, es un destino importante para las exportaciones de varias economías latinoamericanas, siendo el principal socio comercial en los casos de Chile, Perú y Brasil. CEPAL estima que las exportaciones de la región a ese destino podrían caer hasta 10.7 por ciento en valor.

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Un segundo canal proviene de la caída en la demanda de servicios de turismo, que impactaría más severamente a los países del Caribe.

Se calcula que si la prohibición de viajes a causa del virus se prolonga por uno, dos, o tres meses, la actividad turística en el Caribe, por ejemplo, en 2020 se contraería en 8 por ciento, 17 por ciento y 25 por ciento, respectivamente.

Alicia Bárcena agregó que un tercer canal de transmisión se daría a través de la interrupción de las cadenas globales de valor.

Esto afectaría principalmente a México y Brasil, países que importan partes y bienes intermedios desde China para sus sectores manufactureros (en especial en los casos de repuestos para automóviles, electrodomésticos, productos electrónicos y farmacéuticos).

Un cuarto canal que afectaría a la región de América Latina y el Caribe está en la caída de los precios de los productos básicos (commodities), sobre todo para los países exportadores de materias primas en América del Sur.

En tanto, un quinto canal de transmisión se deriva de la mayor aversión al riesgo de los inversionistas y el empeoramiento de las condiciones financieras globales, explicó. “Parte de estos efectos ya se aprecia en la fuerte disminución de los índices bursátiles en la región”, indicó Alicia Bárcena.

Durante la teleconferencia, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL se refirió también a las medidas que ya están tomando los gobiernos de la región para tratar de contrarrestar los negativos efectos económicos de la pandemia.

Estas van desde las acciones sanitarias para reducir y prevenir los contagios, hasta las medidas de contención social que buscan proteger a los grupos más vulnerables.

También los gobiernos están tomando medidas económicas, fiscales y monetarias, que implican aumentar el gasto social, bajar las tasas de interés, intervenir los mercados de tipo de cambio, suspensión de cobros de créditos bancarios, provisión de líneas de crédito para el pago de los salarios de las compañías, congelamiento del recargo por no pago en los servicios de agua, y acciones para evitar el desabastecimiento de bienes básicos, entre otras.

Alicia Bárcena recalcó además la importancia de proteger de la crisis a los grupos más vulnerables, en especial los adultos mayores, los sectores de bajos ingresos y los más pobres. “El grado de desigualdad es también importante para evaluar hasta qué punto la crisis impactará en los grupos más vulnerables de la sociedad.

Mientras más desigual sea un país, más llevarán estos grupos vulnerables el peso del impacto económico de la pandemia y menos recursos tendrán para combatirla. Atención especial debe darse a las mujeres por su doble rol de trabajadoras y cuidadoras”, dijo.

Finalmente, la máxima autoridad de la CEPAL hizo un llamado a la coordinación y cooperación global y regional para enfrentar el COVID-19. “Ningún país podrá combatir esta pandemia sin la cooperación global y regional. Al final del día, lo que realmente necesitamos considerar es qué pasará con el multilateralismo.

Debe haber más integración. Definitivamente debemos movernos hacia una mayor coordinación y la prioridad de las políticas debe ser cómo abordar la actual crisis social y de salud”, enfatizó.

“Esta pandemia tiene el potencial de rearmar la globalización geopolítica, pero es también una oportunidad para recordar los beneficios de la acción multilateral. Esto es lo que, por ejemplo, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, está tratando de hacer: ver cómo la coordinación de políticas puede ir en apoyo de los países en desarrollo, ya que las asimetrías entre las naciones desarrolladas y en desarrollo se notarán cada vez más claramente. Ya lo hemos visto con todo el movimiento de descontento social contra estos modelos de globalización que no están respondiendo a las expectativas de la gente”, declaró.

“Necesitamos repensar todo, la economía completa. Necesitamos una nueva visión para enfocarnos en cómo sobrellevar este escenario tan difícil que tenemos por delante”, enfatizó Bárcena.

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2020, el año que llegamos a un punto de inflexión

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Al iniciar este año 2020 nos proponíamos –con moderado optimismo– abordar el tránsito del mundo unipolar al multipolar, pero el 2 de enero nos sorprendió un dron asesino teledirigido desde Estados Unidos, que masacró en Irak al general iraní Qassem Soleimani. En la región el comandante de la Fuerza Quds, era conocido por su hábil estrategia antiterrorista, pero Donald John Trump afirma que ordenó su aniquilación “para parar una guerra”. La secuela del hecho alteró la agenda de Jefes de Estado y analistas, que hoy consideran que la geopolítica está ante un punto de inflexión.

¡Y cómo no! Mientras gran parte de África sufre de crisis multidimensional, el Brexit se consuma ante el bloque europeo donde ganan control el separatismo. Los fascismos ganan espacio en nuestra región, donde el derechista partido español VOX afina sus vínculos con las derechas locales, en particular las bolivianas.

Y en el colmo de la hipocresía, los gobiernos que abandonan a sus trabajadores y clausuran el Estado de Bienestar exigen democracia y transparencia en sus rivales políticos.

El lastimoso espectáculo del “Impeachment”, contra el presidente de la superpotencia bélica mundial no ayuda en nada a la democracia estadounidense, pues los republicanos usarán ese escenario para catapultar la campaña reeleccionista del magnate.

Imagen: Geopolitical futures.

A la vez, el mundo atestiguó atónito que la política exterior de Trump incluye el impune asesinato político. ¡Y le va bien! Hace días zanjó la mal llamada “guerra comercial”, un conflicto político-tecnológico con China; al tiempo que consiguió que México le sirva de muro anti-inmigrantes.

 El aislacionismo internacional del Ejecutivo mexicano frena el proceso de integración latinoamericana. Y aunque se esperan giros simbólicos en su presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAV), el Comando Sur sigue maniobrando a sus anchas en la región.

Este año Occidente sólo enfrenta un foco rojo para su interés geopolítico: la pugna energético-comercial que libra en dos escenarios. Uno en Medio Oriente, donde el nacionalismo iraní le impide adueñarse de esa gran riqueza petrolera y gasera. Y el otro con la exitosa diplomacia del presidente de Rusia, Vladimir Putin. Así, el Kremlin obtiene logros inéditos: mientras consolida su pacto euroasiático con China, construye el puente que une a Crimea con territorio ruso y afirma su alianza energética con Turquía. Ante esa avanzada del país eslavo, se le castiga acusándolo de dopaje de Estado y se le impide ir a las Olimpiadas.

Un actor no gubernamental que se fortalece en nuestra región son las sectas evangélicas. Afinan sus estrategias y se alían con las más reaccionarias fuerzas con un objetivo: alentar el conformismo, asegurar la explotación y afinar su plan de control de masas, explica el analista Miguel Leyva. Jair Bolsonaro logró la presidencia de Brasil al aliarse con esas fuerzas reaccionarias.

Alberto Fernández, presidente de Argentina; Jair Bolsonaro, presidente de Brasil (Imagen: Infobae).

Por eso, aunque veremos a un Lula da Silva más activo, no se anticipan cambios favorables en el gigante latinoamericano. Y si en 2019 Bolsonaro privatizó tres parques nacionales, incluyendo una parte de las Cascadas de Iguazú, esperamos que haga algo similar en la Amazonia.

Entretanto, la Argentina de Alberto Fernández enfrenta el reto de resolver la cuantiosa deuda externa (50,000 millones de dólares) que adquirieron sus antecesores. Ese obstáculo le impedirá tejer vínculos más estrechos con los gobiernos de Cuba y Venezuela, lo que beneficiará la agresiva política exterior de Donald Trump contra esos Estados, a los que ha sometido a sanciones asfixiantes.

Tampoco se prevén buenas noticias para la democracia boliviana. El gobierno de facto de la primera mujer dictadora de América Latina no garantiza respeto a un eventual triunfo del Movimiento al Socialismo en las elecciones.  Los golpistas no se irán.

De ahí que observadores anglosajones anticipen meses menos previsibles, con un clima político más impulsivo y caótico. Coinciden que cada vez más las grandes decisiones geopolíticas dependerán de actores no estatales.

Emiliano Teran Mantovani (Fotografía: Punto de corte).

El investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de Barcelona, Emiliano Teran Mantovani, quien habla ya de una crisis civilizatoria y que será evidente este año en distintos puntos del planeta, así la explica: “El tiempo que vivimos es un tiempo extraordinario. Todo está en juego. Las posibilidades de vida en la Tierra, tal y como las conocemos, pueden cambiar radicamente. Más allá de diversos imaginarios sociales sobre colapsos y apocalipsis, eso tiene efectos en los marcos de convivencia social, los ciclos de lluvia y períodos secos, en las migraciones, la producción y distribución de alimentos, la pérdida de los últimos refugios ecológicos, la conflictividad social y geopolítica por los recursos indispensables para la vida, el nivel de los océanos, el mantenimiento de las instituciones sociales y las infraestructuras, y un muy largo etcétera”.

Sabemos pues que los próximos meses serán cruciales para la paz, seguridad, economía y preservación medioambiental. Revertir ese sombrío panorama, pasa por construir una ciudadanía culta, que consulte fuentes diversas de información y domine la tecnología. Sólo así se logrará influir en las decisiones políticas.