Francia

México coopera con Francia una vital relación comercial agroalimentaria

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El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula en una reunión virtual con el embajador de Francia en México Jean-Pierre Asvazadourian, revisaron la agenda bilateral en temas agropecuarios entre ambas naciones.

El objetivo de esta es promover una agricultura y pesca productivas, competitivas y sustentables, así como también de fortalecer la cooperación científica y técnica, y la relación comercial, mediante la identificación de acciones y proyectos específicos en materia de agricultura y alimentación entre ambos países.

Durante la reunión se informó que algunos productos de exportación de México registrarán una reducción en su arancel, como parte del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCEUM), mismo que se renovó en 2018 y entró en vigor en 2020.

La importancia de cooperación en este acuerdo no sólo con Francia, sino con la Unión Europea, es fundamental para México en términos económicos, especialmente después de un año tan trágico económicamente para nuestro país.

A pesar de la pandemia, de acuerdo con las cifras oficiales más recientes, entre enero y octubre de 2020 las exportaciones agroalimentarias de México le permitieron la entrada de US$ 32, 571 millones de dólares al país. 

El número anterior representa un aumento de más de US$ 3 mil millones con respecto a las ganancias durante el mismo periodo en 2019. Al revisar los datos, este sector de la economía ha estado en constante crecimiento los últimos 10 años y forma parte fundamental de los ingresos del país

Es tal la importancia de este sector de la economía que, durante el periodo analizado, superó a las ganancias derivadas de las ventas de productos de petróleo y turismo extranjero.  

En ese sentido, también se deberá prestar suma atención a los productos que se exportan desde México para que estos cumplan con la calidad necesaria y el control sanitario pertinente, para seguir manteniendo estas relaciones comerciales con otras naciones. 

Paul Deschanel: ¡Amárrenme pa’ la próxima!

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Siempre será raro que el presidente de un país se caiga fuera de un tren a media noche. Pero para todo hay una primera vez.

Aunque duró poco como Presidente de Francia (de febrero a septiembre de 1920), Paul Deschanel fue quizás el presidente que más disfrutó del vagón exclusivo que disponía como jefe de gobierno, que no era decir poco, pues se trataba de un vagón con el exquisito lujo que caracterizaba los trenes del periodo, esa época que seguía blandiendo el triunfo de la Revolución Industrial, la máquina como un Zeus moderno con patas de bola que bufando vapor llevaba progreso (léase explotación) al rincón más escondido del mundo.

Era el momento dorado de los trenes lujosos, como el mítico Orient Express, conocido como el rey de los trenes y el tren de los reyes. Éste unía París con Estambul, llevando a la crema y nata de la sociedad europea entre rutas llenas de matices románticos: de Londres a la antigua Constantinopla, pasando por las exóticas Budapest y Bucarest, rodando como si no abandonaras tu palacete, confort y lujo en movimiento. Claro, el Orient no sólo transportó reyes en exilio y jefes de estado, también artistas, turistas con bolsillo desahogado, escritoras(es) célebres y trotamundos chic queriendo desaburrirse.

Hace unos años se trató regresar a la nostalgia del Orient Express, restaurándose 18 vagones de los años veinte y treinta, mismos que componían el convoy. Las cabinas (cuartos), constan de un gran sofá, un asiento y una pequeña mesa plegable, para transformarse en cómodas habitaciones durante la noche, mientras los viajeros disfrutan de una exquisita cena en uno de los tres vagones restaurante. Para mayor confort, la gran suite está equipada de una enorme cama doble, sala de estar, baño privado y ducha. Hay un mayordomo por coche encargado de atender cualquier requerimiento a bordo. Por lo mismo hay que animarse a pagar un promedio de $120 mil morlacos mexicanos por los dos días y una noche a bordo del espléndido Orient Express.

Pero vamos de regreso al viejo Deschanel:

El vagón oficial del líder galo no se quedaba atrás en suntuosidad. Se trataba de un carromato espléndido forrado de maderas preciosas, baños de mármol, biblioteca y sobre todo, lo más importante para Deschanel, un exclusivo vagón provisto de un bar que le daría envidia al mismísimo Baco y su pandilla.

Hijo de un senador exiliado por oponerse a Napoleón III, Paul nació en Bélgica, en 1883, lo que lo convierte hasta ahora en uno de los dos presidentes que han nacido fuera de Francia (Valéry Giscard el segundo). Estudió filosofía, derecho y literatura y a lo largo de su vida escribió libros sobre política y literatura. Deschanel se destacó como gran orador entre los republicanos y por su carácter recatado y bonachón, era una persona muy querida hasta por sus enemigos, que en realidad eran pocos. Fue elegido miembro de la Cámara de Diputados, donde ocupó dos mandatos como presidente y en 1899 entró a la prestigiada Académie Française.

Sin embargo, tenía un comportamiento un tanto excéntrico. Por ejemplo, podía quedarse horas trepado arriba de un árbol en los Campos Elíseos, o firmaba documentos oficiales como “Napoleón”. Otro dulcesito de este tipo fue cuando en abril de 1920, Deschanel andaba de gira por el sur de Francia. Durante un banquete servido en la sala del casino de Niza, cuando llegó el momento de responder a los discursos, el presidente se paró, caminó lentamente alrededor de la mesa principal colocada en una plataforma, se detuvo frente al público, y con actitud teatral dijo su discurso en el que expresaba su gratitud a la gente de Niza, de lo próspero de aquel hermoso punto de la Riviera Francesa y de los grandes planes que la nación tenía para ellos. A continuación recibió un feliz aplauso ensordecedor por varios minutos. Deschanel, embargado por la emoción y una sensación de triunfo à la Cicerón, el más grande declamador de todos los tiempos, vio la oportunidad de echarse un encore de concierto musical y se arrancó de nuevo a repetir su largo discurso, palabra por palabra, ante un público ahora un tanto desconcertado.

También está la linda anécdota de cuando el buen Paul recibió totalmente desnudo —eso sí, con la banda presidencial bien puesta— al embajador inglés. O cuando una delegación de niñas scouts lo recibió con un enorme bouquet de flores y él, conmovido, fue regresando flor por flor a cada una de las cientos de niñas, no sin antes darles un buen pellizco en los cachetes, acto que duró más de una hora y le dejó el pulgar bastante abolladón.

Paul Deschanel
Fotografía: L’histoire en Questions.

Deschanel también era conocido por su gran afición a ese brebaje divino que chispea los espíritus más graves y los hace dirigir la fila del mambo en las bodas, aunque no hayan sido invitados. Por lo mismo, durante sus viajes oficiales en tren, Deschanel, hombre tan discreto como una almeja en velorio, no se dejaba acompañar por nadie, con la excepción de un camarero de extraordinario talento para rellenar la copa, pues monsieur Deschanel gustaba de beber en vaso, digamos, amplio. A sus ministros los mandaba en primera clase y los obligaba a vestir de frac y sombrero de copa, por lo que normalmente llegaban bastante magullados a su destino.

Lo cierto es que en esos viajes oficiales la agenda presidencial de Deschanel no pasaba de ir a inaugurar una estatua u hospital o romper una botella en la quilla de un buque: “Parecían una banda de golfos a las nueve de la mañana, en tanto el Presidente, algo animado por el vino (ya a esa hora) —quizá también por el delirio de los túneles—, abría el compás de las piernas para mantener el equilibrio, mientras agitaba en las manos un ramillete de flores, como si fuese el cantar ‘Le temps des crerises’…”, comenta Mauricio Wiesenthal en su muy recomendable libro El snobismo de las golondrinas (2007).

El 24 de mayo de 1920 Deschanel y su comitiva se dirigieron en el susodicho tren a inaugurar precisamente un monumento en Montbrison, esto al centro del país, de donde viene el famoso queso azul Fourme de Montbrison y donde nació el también famoso compositor Pierre Boulez.

La comitiva viajaba de noche. A medio camino don Paul cenó con sus ministros y antes de las once se paró de la mesa, dejó su servilleta, se excusó diciendo que tenía sueño y culebreando se dirigió a su camarote. A las cinco de la mañana el tren presidencial recibió un telegrama urgente. Provenía de una estación rural pasada horas antes: “Tengo en mi oficina a un señor en pijama que se ha caído del tren presidencial”.

En efecto, monsieur Deschanel había deambulado en pantuflas por kilómetros en la oscuridad hasta llegar a la estación, en donde trató sin éxito de convencer al personal de que él era el Presidente de la República.

Hasta ahora no se sabe a ciencia cierta cómo diablos se cayó de la ventana del ferrocarril. La versión oficial cuenta que sintiendo calor en su compartimiento se levantó a abrir la ventanilla y asomándose para refrescarse se fue de bruces. Según otra información, Deschanel tenía días con un fuerte acceso de gripe y aunque se le aconsejó aplazar la visita por considerarla perjudicial para su salud, el presidente se entercó en viajar, y si a eso sumamos algunos litros de C9-H16-O2(la fantástica fórmula química del whisky), pues tenemos una bomba humana del alto octanaje.

Paul Deschanel
Imagen: Bettmann/CORBIS.

Mientras tanto, en el tren, nadie se había dado cuenta del percance. Sólo cuando estaban llegando a Roanne, el valet de Deschanel entró en al camarote del presidente y al encontrarlo vacío comenzó a buscarlo. La delegación de personalidades de Roanne que estaba para recibirlo con honores preguntaba por él. A los pocos minutos, el ministro del Interior, M. Steeg, recibía un telegrama en el que se le comunicaba el accidente del presidente. La esposa de Deschanel, junto con su hijo, y el presidente del Consejo, Alexandre Millerand, fueron a buscarle a la Subprefectura de Montargis:

 “(…) Afortunadamente el tren iba tan despacio que el Presidente cayó sobre un talud lleno de barro y maleza. El profesor Logre, su médico, explicó confidencialmente que había sufrido del Síndrome de Elpénor; los periodistas pensaron que se trataba de una seria enfermedad, un vértigo peligroso”, vuelve a decir Wiesenthal.

¿Qué es el Síndrome de Elpénor?:

Elpénor es un personaje de la literatura griega que aparece en la Odisea como el más joven de los acompañantes de Ulises en su viaje de regreso a Ítaca. En la embarcación Elpénor trabaja como remero y es recordado como un charrito enjundioso, pero medio bruto, además de ser un gran aficionado a la bebida.

Durante el viaje Ulises decide parar en la isla de Eea, donde se encontraba Circe, diosa de pocas pulgas que gustaba de transformar a los que la contradecían en animales poco agraciados. Precisamente uno de los mejores amigos de Elpénor, Odiseo, vivía ahí transformado en un irritable cerdo verde. Pues en ese lugar a Elpéron se le pasaron las cucharadas, once again! Se quedó dormido en una terraza del castillo, y cuando trató de levantarse se fue de narices al vacío, explotando su cabecita como butifarra en microondas. Así, el Síndrome de Elpénor es un trastorno del sueño consistente en la dificultad para despertar después del sueño nocturno. Durante esa transición dificultosa entre sueño y vigilia, el paciente puede mostrar una conducta anormal e incluso agresiva.

Mientras tanto, Deschanel manifestaba cada vez más rarezas en su comportamiento, lo que planteaba una situación compleja en la política francesa, ya que su Constitución entonces no preveía la sustitución interina del presidente en casos de que el Jefe estuviera chalado.

Monsieur Paul se retiró con su familia a descansar unas semanas al castillo de Monteillerie, en Normandía, y después a Rambouillet, pero al constatar que su salud no mejoraba, sino que empeoraba, Deschanel acabó renunciando a la presidencia en septiembre de 1920, falleciendo el 28 de abril de 1922.

Moraleja: Siempre hay que amarrarse al bar del tren.


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Morir sin sufrimiento, el pedido de Alain Cocq

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No sabemos cómo termine la experiencia que está viviendo Alain Cocq, un francés de 57 años que ha decidido compartir en los medios sus últimas decisiones, pero vale la pena comentarlas porque hay mucho que reflexionar y aprender de ellas en relación con el tema que nos ocupa en esta columna: tener el mejor final de vida posible, a pesar de la enfermedad que se padezca. Su caso sirve para entender las opciones que tienen los franceses, las opciones que tenemos los mexicanos y promover la discusión sobre los alcances y limitaciones actuales en la atención de las necesidades y deseos de las personas en el final de su vida. Y eso fue precisamente parte de la intención de Alain Cocq al hacer pública su situación. Este hombre padece desde hace 34 años una rara enfermedad degenerativa que obstruye sus arterias, lo cual le provoca un intenso sufrimiento y ha sido un activista a favor de que se reconozca en su país el derecho a elegir cómo y cuándo morir.

En julio pasado Cocq hizo llegar al presidente Emmanuel Macron una carta en la que le pedía que se hiciera una excepción a la ley que actualmente prohíbe la muerte médicamente asistida y le permitiera recibir ayuda para morir y así poner fin a una vida marcada por un sufrimiento extremo. Lo que específicamente quería era poder recibir los medicamentos que él mismo tomaría para morir de una manera segura, rápida y sin dolor, lo que corresponde a un suicidio médicamente asistido; de acuerdo con lo dicho por Cocq, sería la ayuda para “morir con dignidad”.

Alain Cocq
Alain Cocq (Imagen: El Universal).

A través de los medios hemos sabido de solicitudes similares en otros países. En 2015, Valentina Maureira, una adolescente chilena de 14 años que padecía fibrosis quística solicitó a la presidenta Michelle Bachelet, con el apoyo de sus padres, permiso para que se le aplicara la eutanasia, prohibida en su país; se le negó y la explicación fue que el gobierno no tiene la posibilidad legal de autorizar tal solicitud. Tampoco es de extrañar la respuesta de Macron en el mismo sentido. Negó la posibilidad de permitir el suicidio médicamente asistido porque, como presidente, no está por encima de las leyes para consentir una acción que actualmente está prohibida. Lo que sí hubiera podido hacer era ofrecer que se promoviera una profunda discusión sobre el tema para revisar los argumentos que detienen la posibilidad de permitir la muerte médicamente asistida, con la cual podrían evitarse que otras personas que llegan a padecer el sufrimiento de Alain Cocq se vean atrapadas y sin la salida digna que desean.

Debido a la respuesta que recibió de Macron, el 4 de septiembre pasado Cocq anunció que al día siguiente abandonaría su tratamiento y dejaría de comer y beber para poder morir. Además, transmitiría por Facebook el proceso que llevaría a su muerte para mostrar el sufrimiento que tal decisión implicaría, el que se podría evitar si hubiera tenido acceso a los medicamentos que le garantizarían una muerte tranquila, sin agonía. La decisión de dejar de comer y beber es una opción para terminar la vida a la que recurren, en algunos países, cada vez más personas que padecen una condición que les causa un sufrimiento intolerable, debido a lo cual prefieren morir, pero no tienen acceso a la eutanasia o el suicidio médicamente asistido por estar prohibidos en donde vive.

Estados Unidos, Canadá y diversos países europeos han discutido ampliamente esta decisión y cuentan con guías muy claras para que las personas que elijan este medio para morir puedan hacerlo en las mejores condiciones y mueran en un periodo no mayor a dos semanas. Es indispensable que cuenten con el acompañamiento de alguien que tenga la preparación para aliviar los síntomas físicos que les cause la deshidratación, además de darles el apoyo emocional y práctico que requieran en el proceso. En la literatura anglosajona se llama a esta decisión Voluntarely stop eating and drinking, VSED. Es un tema que en México aún no hemos discutido. Pocos días después de haber iniciado este proceso que causaría su muerte, Alain Cocq decidió interrumpirlo y reingresó al hospital para recibir hidratación y alimentación. Reconoció que le resultó muy duro, lo cual es fácil de entender, sobre todo, si no contaba con un adecuado apoyo.

muerte digna
Imagen: Paco Puente.

Algo que deja muy claro el caso de este enfermo es que las leyes francesas en materia de muerte digna son insuficientes. Y nos interesa comentar esto porque ésta es una situación muy parecida a la que tenemos en México. En Francia, la Ley Claeys-Leonetti, que lleva el nombre de los diputados que la promovieron, permite, desde enero de 2016, que se suspendan tratamientos que prolonguen la vida de un paciente cuando éstos no representan un beneficio para el enfermos y sólo prolongan una vida de sufrimiento que el enfermo no desea (sea que él lo exprese directamente o lo hagan sus familiares basándose en lo que el paciente había comunicado con anterioridad). De esta forma se busca evitar la llamada obstinación terapéutica y se incluyen como tratamientos que pueden suspenderse la alimentación e hidratación artificiales. Por otro lado, está permitida la sedación profunda y continua en pacientes que están muy cerca de su muerte, con la cual no se busca causar su fallecimiento, sino hacer que los enfermos encuentren la muerte inconscientes para que no experimenten el sufrimiento que no se les puede aliviar. Alain Cocq no podía recibir esta forma de sedación (que dice no querer) porque con la enfermedad que padece todavía le queda tiempo de vida.

En México la situación legal es muy parecida. Los pacientes, o sus familiares si estos ya no pueden comunicarse, pueden pedir que se suspendan tratamientos que sin aportar beneficio, prolongan la vida (o la agonía) y está permitida la sedación profunda y continua. Una diferencia importante con respecto a Francia, es que en nuestro país no existe la claridad legal suficiente con relación a las decisiones de suspender tratamientos de soporte vital. En primer lugar, hay cierta inconsistencia entre las leyes, de manera que lo que se plantea en la Ley General de Salud, por ejemplo, no es consistente con lo establecido en el código penal, así que lo permitido es al mismo tiempo penalizado. En segundo lugar, no hay un acuerdo general de que deban considerarse tratamientos la alimentación e hidratación artificiales. Muchas personas (de los equipos médicos, familiares o pacientes) consideran que todo lo que se refiera a la alimentación e hidratación es siempre un cuidado básico que no se puede dejar de dar.

Otro aspecto muy preocupante es que no existen lineamientos claros sobre la sedación profunda y continua: qué pacientes y cuándo son elegibles para recibir esta intervención. Prevalece una gran discrecionalidad entre los médicos paliativistas que la aplican, quienes determinan individualmente cuándo suministrarla y cuándo no. Muchos pacientes se benefician al recibirla y otros se ven privados de ese beneficio; al no haber criterios claros, los pacientes y familiares desconocen cuándo tienen derecho a esta opción que podrían desear al final de la vida. Finalmente, queda claro que tanto en Francia como en México, con todo el beneficio que representan los cuidados paliativos cuando son aplicados de manera oportuna y adecuada, tienen límites para garantizar un buen final de vida porque no siempre pueden aliviar el sufrimiento de los pacientes.

suicidio medicamente asistido
Imagen: MedicoPlus.

Alain Cocq llevaba años recibiendo cuidados paliativos, pero éstos han sido insuficientes para evitar la tortura en que dice vivir y a la que quería poner fin adelantando su muerte con la ayuda adecuada. La agrupación francesa Association pour le Droit de mourir dans la Dignité (Asociación por el Derecho a Morir con Dignidad), le ha expresado su apoyo con una campaña en las redes sociales bajo la etiqueta #JeSoutiensAlainCocq (#YoApoyoAAlainCocq). Esta agrupación tiene una propuesta de ley para permitir la eutanasia y el suicidio asistido, al mismo tiempo que pide que se garantice el acceso universal a los cuidados paliativos, pues queda claro que estas opciones (la muerte médicametne asistida y los cuidados paliativos) deben ser siempre complementarias, no excluyentes.

Me llama favorablemente la atención que haya sido Nathalie Kurz, presidenta de una asociación de ayuda a discapacitados, Handi mais pas que, quien ha hablado en nombre de Alain Cocq. Me parece importante señalarlo, porque en países como Estados Unidos y el Reino Unido, los grupos de discapacitados son los que muestran la mayor oposición a las iniciativas de leyes para permitir la muerte asistida, argumentando que con ellas se atenta contra los derechos de las personas más vulnerables a las que se busca eliminar de esta forma. Un argumento falaz, desde luego, porque las leyes que se promueven sólo buscan que la muerte asistida sea una opción para las personas que la quieren y entre ellas pueden incluirse las que padecen discapacidades, como en el caso que comentamos.

asociacion para morir
Imagen: La Depeche.

Es interesante señalar que Alain Cocq comenta en sus declaraciones que él no busca el suicidio, cuando lo que describe que ha solicitado es un suicidio médicamente asistido (una forma de suicidio, sin duda). Se entiende su aclaración porque “suicidio” suele evocar una muerte irracional y violenta, mientras que la muerte que busca este enfermo es una muerte reflexionada, asumida y en paz. En mi anterior artículo, Una iniciativa para prevenir el suicidio, hablé de los sentidos tan diferentes asociados a una misma palabra y la confusión que esto ha causado.

Hay mucho que agradecer a Alain Cocq por su interés y largo activismo promoviendo el derecho de las personas a decidir el momento y la forma de morir. Parece muy injusto que él mismo no pueda ver respaldado su deseo de recibir ayuda para morir, una causa que ha defendido por años. Un caso más que demuestra que países como Francia y México deben ampliar las opciones ahora existentes para cualquier persona que considere que la muerte médicamente asistida (eutanasia o suicidio médicamente asistido) es lo que necesita y elige, pueda contar con ella. Son decisiones sobre circunstancias de enorme sufrimiento y profundamente personales, pero corresponde a las sociedades y a sus gobiernos decidir si y cómo respaldar.


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De visita en el jardín de un artista. Monet y los nenúfares

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El artista francés Claude Monet trabajó en un gran proyecto durante los últimos años de su vida: recrear el jardín de su casa en una obra de arte. Lo consiguió y hoy tenemos oportunidad de visitarlo, de forma virtual, como parte de la colección del Museo de L’Orangerie, en París, Francia.

Se considera que son tres, los momentos más importantes en la pintura europea del siglo XIX, que provocaron un cambio revolucionario en la expresión artística cuyo influjo se observa hasta nuestros días.

Primero, el romanticismo que bajo el postulado de expresar la manière de sentir –en palabras de Baudelaire–, nos brindó una serie de posibilidades antes poco consideradas; en especial, la nostalgia y la melancolía.

Segundo, el realismo de Gustave Courbet quien en la representación de lo verdadero (que no involucró lo necesariamente bello), abrió el panorama de la temática del arte a escenas cotidianas (si bien, un siglo antes, el barroco con su costumbrismo ya había andado por ese camino).

Y, por último, el impresionismo que abrió la puerta al arte moderno y cambió la forma de pintar hasta ese momento. ¿Cómo lo hicieron? El artista se trasladó al lugar de representación del objeto mismo, es decir, salió de su taller y se dedicó a plasmar, a partir de una pincelada suelta (otra innovación), numerosos paisajes, personas y todo aquello que veía a su alrededor. Si bien continuó la línea del arte figurativo, rompió con los cánones establecidos hasta ese momento, a partir de forjar acentuados contrastes de luz y procurar mayor importancia al color sobre la forma.

Claude Monet y nenufares
Claude Monet, pintor francés y uno de los creadores del impresionismo (Fotografía y retocado: Dana Keller).

Monet fue uno de sus artífices, junto con Manet, Renoir y Degas. Cuatro hombres que cambiaron la visión del arte hasta ese momento. Célebres fueron las exposiciones impresionistas en París, entre 1774 y 1886. Hacia principios del siglo XX, el entusiasmo por este grupo disminuyó. Sin embargo, su influencia permanecería por siempre.

En 1918, el jefe de gobierno Georges Clemenceau, convenció a su amigo Monet de donar algunos cuadros para el gobierno francés. En especial, dos lienzos de una serie que se convertirá en la nombrada “Capilla Sixtina del impresionismo”. El artista, años atrás, había comprado una casa en Giverny, un pequeño poblado a las orillas del río Sena, en la región de Normandía. Sauces, álamos y nenúfares rodeaban lo que se conoce como el Jardín de agua del artista. El propio pintor se encargó del cuidado del mismo y lo complementó con un “puente japonés” que también representó en varias de sus obras.

Ocho lienzos en 22 paneles curvos, de casi dos metros de altura, conformaron su programa que pintó entre 1895 y 1926, un año antes de su muerte. Los también llamados Water Lilies o Nymphéas fueron instalados en un nuevo museo que se había construido en la parte de un invernadero con árboles de naranjos (de ahí su nombre) en un extremo del jardín de las Tullerías. Monet ya no alcanzó a ver el proyecto concluido. La idea original fue que el espectador pudiera adentrarse a su jardín, de ahí que su petición principal para la museografía fue que estuvieran dispuestos en forma de rotonda. Así el público podría disfrutar de ese lugar que tantas veces contempló y que incluso se encargó de embellecerlo.

Al inicio, el resultado fue poco comprendido pues el concepto de obra completa no existía. Los paneles mostraban los sauces llorones –como también se conocen en México–, pero no completos además de que se fundían con el agua y las flores de múltiples colores. No mostraban un panorama horizontal sino partes fragmentadas que uno iría completando en la mente. Los críticos señalaban que se había olvidado de pintar “los bordes” del cuadro. En realidad, y esa es una de las maravillas del sitio, la intención del creador fue precisamente eso. Que no sintiéramos que había una terminación, sino que tuviéramos la sensación de estar inmersos en ella. Y lo consiguió.

monet nenufares
Japanese Footbridge Giverny. 1895. Museo Metropolitano de Nueva York, Estados Unidos.

Entre 2000 y 2006, el Museo de L’Orangerie fue remodelado arquitectónicamente. Una parte fue demolida, se agregó un espacio subterráneo para la colección Walter-Guillaume que completa el acervo del recinto y se diseñaron dos salas de planta elíptica donde se colocaron los distintos paneles de Monet. El nuevo recinto recibe con un letrero que invita a hablar en voz baja. Como si entráramos a un templo del arte.

Todas las obras reciben el nombre inicial de “Las ninfeas (o nenúfares). Estudio de agua” y el artista los captó en distintos momentos del día y posiciones, como también fue costumbre en los artistas impresionistas. El color se veía distinto a distintas horas y ésa era parte de la búsqueda pictórica.

Cuatro en cada sala. En la primera: “sol poniente”, “las nubes”, “reflejos verdes” y “la mañana número 1”. En la segunda: “los dos sauces”, “la mañana número 2”, “reflejos de árboles” y “la mañana con sauces”.

Se puede ver tanto en un dispositivo electrónico como en la computadora; se puede seguir el plano de la planta u ocultarlo para ir directo a las salas. Las flechas nos permiten recorrer la sala e incluso acercarnos a algunos detalles. Disfruta de una de las grandes obras del impresionismo y de un bellísimo estanque y jardín a un click de distancia: Museé de l’Orangerie.

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Claude Monet. Puente sobre un estanque de nenúfares. 1889. Museo Metropolitano de Nueva York, Estados Unidos (Fuente: The Met).

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Francia recibe al 2020 en huelga

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La propuesta de reforma a las pensiones francesas, de Emmanuel Macron, despertó la ira de los trabajadores.

El complejo sistema de pensiones francesas permite que los trabajadores se retiren a diferentes edades situación que aumenta la presión en las arcas de la nación gobernada por Emmanuel Macron.

La huelga de los trabajadores ferroviarios por la reforma pensional del presidente Emmanuel Macron se convirtió este jueves en una de las de mayor duración al superar a las registradas entre 1986 y 1987 con 28 días.

Este jueves los transportadores franceses marcaron un nuevo hito por cuenta del día número 29 en el transcurso de la huelga que adelantan en rechazo a la propuesta de reforma pensional.

Pese a que esta manifestación cobra cada vez más fuerza, Macron defendió en su discurso de fin de año su reforma de las pensiones que pretende “llevar a cabo” mientras espera “un rápido compromiso” entre el gobierno y los sindicatos “dispuestos” a dialogar.

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Macron reforzó la posición de su gobierno en que esta reforma permitirá que aumente la igualdad entre los trabajadores y dará a los ciudadanos franceses mejores condiciones de vida a futuro.

Reconoció que las manifestaciones aportan al debate en la nación, pero aseveró que la reforma será una manera de demostrar que existe solidaridad entre los franceses de diversas generaciones.

Este mensaje lo dio en medio de la huelga más larga desde 1995, que detuvo el sistema de transporte público, sobre todo los trenes, tanto nacionales como los que se dirigen al extranjero y los metros en las ciudades, lo que ha entorpecido el servicio de autobuses, informó Le Parisien.

A pesar de estos paros las manifestaciones continúan creciendo en las calles de toda Francia, nutridas por sindicalizados, estudiantes y trabajadores de diversos sectores, que han expresado su descontento por las decisiones del gobierno de Macron y que aseguraron que continuarán en la lucha.

Se convocó a una nueva ronda de manifestaciones el 7 de enero, para repudiar el proyecto de ley de pensiones que será presentado el 22 de enero al consejo de ministros y después seguirá una revisión por parte del Parlamento, prevista para febrero.

En 1995 los 22 días de huelga registrados obligaron al entonces Gobierno a darle marcha atrás a la reforma pensional propuesta en el momento y ordenar su retiro. Sin embargo, en este caso la Administración no da muestras de querer repetir la historia.

Con información de Notimex.

Huelga general reta a Macron

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Un cese total de actividades económicas para este 5 de diciembre es el llamado de la oposición francesa.

La anulación de las reformas al sistema de pensión galo es la principal petición de las miles de personas que participan en la huelga general convocada por la oposición y de acuerdo con los primeros reportes Francia se encuentra prácticamente paralizada la mañana de este jueves.

La capital se encuentra paralizada ya que los servicios de transporte público se encuentran suspendidos casi en su totalidad, ni siquiera funcionará el metro ni los autobuses. El bloqueo de transportes también se realiazará en ciudades como Estrasburgo, Burdeos, Marsella, Nantes y Lille.

Por su parte, Air France confirmó la cancelación del 30 por ciento de sus vuelos domésticos y del 15 por ciento de sus operaciones de media distancia. En cambio mantendrá todos los vuelos de largo recorrido, indicó Euro News.

Los principales sindicatos de Francia llamaron a una huelga para oponerse a la fusión de los 42 regímenes de jubilación existentes, que serán reemplazados por un sistema universal por puntos, esta fue una de las principales promesas de campaña de actual presidentes francés, Emmanuel Macron.

Las escuelas también permanecerán cerradas. Alrededor del 70 por ciento de los profesores de primaria y secundaria se han declarado en huelga. Policías, abogados, transportistas, chalecos amarillos también expresarán su malestar. Alrededor de 250 manifestaciones han sido convocadas por todo el país.

La huelga de este jueves hace recordar las huelgas de 1995, cuando el entonces primer ministro Alain Juppé tuvo que retroceder en su proyecto de reformar los sistemas especiales de jubilación.

Con información de Notimex.