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Gasto público e inversión son la vacuna contra la crisis económica: Coparmex

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La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) alertó que la vacuna contra la actual crisis económica de México, es la expansión del gasto público y la inversión. Sumado a ello y frente a la pandemia de COVID-19, el semáforo rojo y la caída del mercado laboral e interno, el organismo propuso al Gobierno Federal otras cuatro acciones a fin de salir cuanto antes, del desbalance financiero que azota al país. 

Por medio de un análisis elaborado con base en acciones que han tomado algunos países para enfrentar la contingencia, la Coparmex hizo señalamientos a diversos puntos que México debería tomar en cuenta. Entre los más importantes destacó el diálogo con la inversión privada, la expansión del gasto público, apoyos a empresas afectadas, diversificación comercial y uso de energías renovables

Propuestas de la Coparmex: 

En primer lugar, para la confederación, la vacuna contra la actual crisis económica consiste en la expansión del gasto público y la inversión. El organismo expuso que tal acción a su vez,  impulsará al sector privado. Pero, ¿cómo hacerlo?

Según la Coparmex es indispensable que México regrese a ocupar un lugar en la lista de los 25 países más atractivos a la inversión extranjera. Asimismo, propuso un programa de depreciación acelerada cuyo objetivo es promover la inversión en la esfera privada. Argumentó que aunque es partidaria de la austeridad republicana, es momento de tomar nuevas acciones. 

En segundo término, la organización reiteró su disposición para entablar el diálogo con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Esto, sobre todo a fin de que la iniciativa privada participe en la discusión de temas de relevancia tales como la aprobación de determinadas reformas —Ley del Banco de México, subcontratación, entre otros— o el plan nacional de vacunación.

Por otro lado, la confederación resaltó la importancia de una propuesta de apoyo al empleo para las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) del país. Explicó que se trata de flexibilizar la política fiscal, pero también de tomar acciones en favor de la liquidez de los negocios más afectados

Mientras tanto, la Coparmex puso en alto la importancia de diversificar el mercado exterior. Por ello, reiteró su disposición para dialogar con la Secretaría de Economía y así, aprovechar al máximo el T-MEC y todos los acuerdos que ha firmado México. 

Finalmente, la Confederación Patronal de la República Mexicana expuso la necesidad de reformular la política energética del territorio. En este sentido, señaló que se debe apostar por energías renovables, así como por proyectos que unan a los sectores público y privado. 

Por el bien de México. Todos a tributar

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En el contexto de un análisis más amplio realizado por México Evalúa, denominado “Números de Erario: abril de 2020”, muestra la magnitud del impacto de la pandemia en las finanzas públicas de México. Impacto que es consistente con el cierre de diversas industrias y sectores de la economía. Por lo que el deterioro en los ingresos totales ya se ha revelado en los ingresos del gobierno, mismo que la administración de Andrés Manuel López Obrador ha compensado gastando menos.

No te apresures estimado lector, que el gobierno gaste menos en un contexto de recesión no es para nada una buena noticia. Sin embargo, hay que reconocer la hábil maniobra del equipo hacendario federal que ha implementado una reestructuración del gasto para, sin endeudamiento, establecer planes de gasto en inversión física para el sector salud.

Lo que nos da pie a profundizar en el análisis del gasto gubernamental para el sector salud en el mismo periodo enero-abril de 2020. En este lapso el gobierno federal ha logrado erogar el 24% del gasto anual programado. Esto es alrededor de 166.3 mil millones de pesos, de un total de 513 mil millones de pesos. Sin duda, un avance en las capacidades del gobierno para erogar efectivamente el presupuesto asignado, en contraste con 2019. Sin embargo, en un contexto de crisis recesiva, el gobierno debe inyectar a la economía tanto y tan rápido como le sea posible. Este desempeño está bien para un año estándar, pero no para los retos de liquidez que el país enfrenta en 2020.

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Ilustración: El Economista Español.

Se pone más interesante cuando analizamos cómo han gastado los ejecutores del gasto del sector salud. A partir del estudio de México Evalúa, es posible observar un gasto 3% menor (-5.7 mil millones de pesos) al establecido en el calendario presupuestal. De hecho, es el ISSSTE (-26% / -9.9 mil millones de pesos) y el IMSS (-9% / -7.3 mil millones de pesos) quienes presentan subejercicio. En contraste, la Secretaría de Salud ha ejercido 30% (10.2 mil millones de pesos) más de lo programado, y las transferencias a las entidades federativas superaron en 4% (1.3 mil millones de pesos) la meta estimada para el periodo.

EN PERSPECTIVA, podemos concluir que ciertamente la orientación y comportamiento del presupuesto es consistente con el discurso presidencial de priorizar la atención de los más vulnerables, aquellos que por encontrarse fuera de la economía formal, carecen de prestaciones laborales, entre las que se encuentran los servicios de salud. Lo que constituye en sí mismo un incentivo perverso al desestimular aún más la actividad económica formal que sostiene las finanzas públicas, y alentar la informalidad que ya supera el 56.2% de la población económicamente activa, según el INEGI.

Una coyuntura muy conveniente para impulsar una reforma fiscal profunda que, parafraseando al presidente López Obrador, podría llamarse: “Por el bien de México. Todos a tributar”. Un slogan que quizá no gane una elección, pero probablemente salve a un país.

¿Se te ocurre un mejor slogan estimado lector?


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Ahorros de la 4T con costo económico

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Ahorros que dejó la austeridad republicana de la 4T en 2019

Reducción del gasto público, redistribución del ingreso y reducción a salarios de altos funcionarios públicos, son algunos de los pilares de la política de austeridad que encabeza el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y que logró resultados con ahorros mayores al 40 por ciento en el primer año de su administración.

No endeudar al país, mejorar el nivel de bienestar de la población menos favorecidas e impulsar el gasto interno a través de programas sociales; es como López Obrador maneja su política económica interna y para lograrlo promovió la llamada ‘austeridad republicana’ con reducción del gasto público en proyectos ‘innecesarios’ o en gastos excesivos por parte de las dependencias del gobierno.

Los ahorros de la austeridad republicana quedaron lejos de los 500 mil millones de pesos en ahorros que el presidente prometió en campaña electoral, si logró un incremento del 43 por ciento en los ahorros comparados con el año previo cuando se observaron ahorros por austeridad por 4 mil 132 millones de pesos, de acuerdo con los registros de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En su interior, de los ahorros de 2019, un monto de 3 mil 952 millones de pesos correspondió a la Administración Pública Federal (APF), es decir, las dependencias aportaron el año pasado 67 por ciento de los ahorros, mientras que el resto, mil 990 millones de pesos, correspondieron al Poder Judicial, al Congreso e instituciones autónomas.

Si solo se observan los ahorros de la APF, los datos de Hacienda muestran que el monto logrado en 2019 prácticamente triplicó el reportado en 2018, cuando las dependencias gastaron mil 390 millones de pesos menos.

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De donde vienen los ahorros de la austeridad republicana de la 4T

Las secretarías de Energía y Hacienda fueron las dos dependencias que más se “ajustaron el cinturón”; tan solo la aplicación de medidas de austeridad de esas dependencias aportaron 2 mil 673 millones de pesos, esto es, 70 por ciento del total de los ahorros reportados por toda la administración pública.

Por rubros del gasto, las reducciones se aplicaron principalmente en gasto de operación en petróleo, gas y sus derivados adquiridos como materia prima, con mil 543 millones de pesos; subcontratación de servicios con terceros, con 688 millones de pesos; asesorías para la operación de programas, con 320 millones de pesos, y difusión de mensajes comerciales para promover la venta de productos o servicios con 115 millones de pesos.

También se aplicaron reducciones en el rubro de servicios personales, principalmente en sueldos base con 68 millones de pesos; compensación garantizada con 47 millones de pesos; aguinaldo o gratificación de fin de año, con 28 millones de pesos; aportaciones al IMSS con 8 millones de pesos, principalmente.

Los efectos de la austeridad republicana

Si bien el gobierno ha logrado incrementar los ahorros en el gasto público, la falta de inversión en proyectos de infraestructura ha generado consecuencias en la economía mexicana.

En gobiernos anteriores, la inversión pública impulsó el sector de la construcción, principal motor en la generación de empleos formales en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

El empleo formal con Andrés Manuel López Obrador sufrió una caída del 27 por ciento en enero de 2020, respecto al mismo mes del año previo, y el crecimiento económico del país se contrajo en un 0.1 por ciento en el primer año de su gobierno.

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Una agridulce austeridad republicana

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El decreto que expide la Ley Federal de Austeridad Republicana fue publicado el martes 19 de noviembre en el Diario Oficial y regulará las medidas de gasto público.

El presidente Andrés Manuel Lopez Obrador fue claro desde tiempos de campaña; “dinero hay suficiente, pero la corrupción se lleva gran parte del presupuesto”. Con esta mentalidad fue que impulsó el gobierno de austeridad con el que busca reducir gastos excesivos en la función pública.

La Ley Federal de Austeridad fue expedida después de que la Secretaría de la Función Pública publicara en el Diario Oficial de la Federación el decreto, un documento que en su artículo 1º señala que es una ley de orden público e interés social.

Esta ley, que regula y norma las medidas de austeridad que deberá observar el ejercicio de gasto público y coadyuvar a que los recursos económicos de que se dispongan se administren con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez; es aplicable a todas las entidades, dependencias, organismos y demás entes que integran la Administración Pública a nivel Federal.

Los objetivos de la presente Ley: establecer la austeridad republicana como un valor fundamental y principio orientador del servicio público mexicano; fijar las bases para la aplicación de la política pública de austeridad republicana de Estado y los mecanismos para su ejercicio, y establecer las competencias de los entes públicos en la materia de la presente Ley.

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La parte incómoda de la Ley de Austeridad

No se pone en duda las buenas intenciones de la Ley de austeridad republicana; sin embargo, los abruptos recortes al presupuesto público han generado estragos en el dinamismo económico.

El rol del gasto público en la inversión a proyectos de infraestructura se redujo de manera considerable, por lo que los empleos esperados para la industria de la construcción no se generaron.

En buena medida, el gasto público ha sido en años anteriores clave para el dinamismo de las industrias y el freno metido por el gobierno de López Obrador ha generado reacciones en las proyecciones de crecimiento para 2019 y años posteriores.

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