Organización Meteorológica Mundial (OMM)

Cambio climático: las alertas se siguen ignorando

Lectura: 4 minutos

El cambio climático mostró en 2020 su avance catastrófico en el planeta. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) lo reportó con precisión en enero pasado, al señalar que dicho año fue el tercero más cálido desde que se iniciaron los registros de la temperatura a nivel mundial, con una media de 14.9°C, por arriba (1.2°C) de los niveles preindustriales, entre 1850-1900.

Durante una década, de 2011 a 2020, se tienen las más altas temperaturas históricas en 2016 y 2019; es decir, a partir de 2015 el planeta sufre más calor, y esto no se debe a eventos naturales como ha ocurrido en otras etapas de la historia de la Tierra, sino que el clima está cambiando por las acciones de los seres humanos. No hay duda de que los años siguientes tenderán a ser más cálidos. Ahí está la huella del cambio climático.

Los esfuerzos de la ONU por frenar la quema de combustibles fósiles –petróleo, carbón y gas–, que permanecen más tiempo en el ambiente y aumentan la temperatura, no ha alcanzado a permear a nivel internacional, y hasta ahora sólo cuatro países, Costa Rica, Islandia, Noruega y Uruguay, producen casi toda su energía con fuentes renovables. Estas naciones ya pueden presumir su gran esfuerzo en favor del ambiente, ya que superaron el uso de los combustibles fósiles.

Mientras, en el caso de México, el gobierno federal sigue la tendencia atrasada y dañina de producir energía eléctrica mediante el uso del combustóleo, carbón y gas natural. Y también el impulso a la industria petrolera en el país con la refinería de Dos Bocas, en Tabasco (plan emblemático de Andrés Manuel López Obrador), demuestra que la agenda ambiental no es prioritaria y que lo inmediato es aumentar la productividad de los combustibles fósiles.

uso decarbon en mexico
Imagen: Nexos.

Los expertos de la OMM han alertado que, en los últimos 100 años, la temperatura promedio a nivel mundial aumentó poco más de 1°C, lo cual indica el comportamiento ascendente del termómetro, lo que impacta en los patrones pluviales, que en los últimos años la tendencia es de menos lluvias en el planeta. Y todo esto impacta severamente a los ecosistemas, pues muchas especies de flora y fauna no logran adaptarse a los extremos climáticos. Tal es el caso de lo que ocurre en los santuarios de la mariposa monarca, en el Estado de México y Michoacán, donde las altas temperaturas han provocado serias alteraciones en su ciclo reproductivo, y las poblaciones disminuyen considerablemente, como está ocurriendo este año.

Y en México, los meteorólogos pronostican una prolongada sequía para este año, muy similar a la de 2019 que fue considerada como histórica por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), pues hasta en los estados con altos niveles de precipitación como Chiapas, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz, se quedaron “secos”.

De tal forma que ahora las temperaturas récord también levantan otra alerta: las presas del país están con mínimos históricos, debido a que durante 2020 llovió menos y en lo va que de este año se estima que las precipitaciones se presenten a mediados de junio próximo, cuyo volumen en promedio general no será abundante ni prolongado.

Tal es el caso del Sistema Cutzamala, con un sistema de siete presas, y las más importantes El Bosque, Villa Victoria y Valle de Bravo, se encuentran al 56.5% de su capacidad, lo que de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se encuentran en su nivel más bajo de los últimos 25 años.

sistema cutzamala
Imagen: Lolo Insunza.

La situación es complicada, ya que el Sistema Cutzamala abastece con 16 mil litros por segundo a 11 alcaldías de la Ciudad de México y 13 municipios del Estado de México, pero cada vez el volumen disminuye.

Y de acuerdo con La Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento de México durante la pandemia por el COVID-19 el consumo de agua en las viviendas aumentó en un 30%.

Sin duda, en el caso del Cutzamala, en las próximas semanas se anunciarán medidas de reducción en el suministro de agua lo que provocará afectaciones a millones del Valle de México.

Altas temperaturas, escasez de agua, la pandemia y el cambio climático merecen toda la atención y acción mundial. La eliminación del carbón en el sector eléctrico sería una de las grandes iniciativas para acelerar la transición a energías renovables como la solar y eólica. Además, la búsqueda de nuevas fuentes de agua y su uso racional y el pago a su costo real son de alta prioridad.

El aumento a nivel global de 1.2°C ha puesto en riesgo al planeta, y por eso es urgente que las naciones naciones descarbonicen su economía, de lo contrario en el 2050 estaremos en el catastrófico escenario de un incremento en el calor de la Tierra de 3 °C, tal y como lo ha advertido la ONU.


También te puede interesar: ¿Cero residuos?

Una era de catástrofes

Lectura: 4 minutos

En la era del cambio climático afloran escenarios adversos para la humidad y los ecosistemas en general.

La Organización Meteorológica Mundial –OMM, agencia de la ONU especializada en el tiempo, clima y agua– que le ha estado tomando el pulso al planeta a través de los modelos climáticos, prevé un aumento de la temperatura media en la mayoría de las regiones terrestres –regionales, nacionales y mundiales–, y oceánicas, con lluvias intensas, pero también en algunas regiones con serios déficits de precipitaciones.

Petteri Taalas, secretario general de la OMM, lo sintetiza: “Si bien la pandemia del COVID-19 ha generado una profunda crisis sanitaria y económica a escala internacional de la que la tardaremos años en recuperarnos, es fundamental recordar que el cambio climático seguirá representando una amenaza constante y creciente para la vida humana, los ecosistemas, las economías y las sociedades durante los siglos venideros. La recuperación de la pandemia de COVID-19 es una oportunidad para tomar un camino más sostenible hacia la resiliencia y la adaptación frente al cambio climático antropógeno”.

De acuerdo con este organismo los extremos climáticos, en los últimos 50 años, han originado más de 11,000 desastres, han provocado 2 millones de víctimas mortales y en el terreno de pérdidas económicas se estiman en 3.6 billones de dólares. 

cambio climatico
Imagen: The Issue.

La información científica de la OMM revela que la energía que emite el Sol no ha aumentado en los últimos 30 años, sino que los cambios que hoy se registran con altas temperaturas se debe al calentamiento global generado por los gases de efecto invernadero, como son el bióxido de carbono y el metano, entre otros.

La intensa y constante quema de combustibles fósiles –petróleo, carbón, gas natural y gas licuado de petróleo–, que son hasta ahora la principal fuente de energía en el planeta, han provocado el ascenso sistemático de las temperaturas en el mundo, y con ello los peligros vinculados al clima son más impactantes.

A estas proyecciones se suman investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, quienes prevén que debido a esa constante quema de combustibles fósiles en el mundo, las temperaturas podrán alcanzar un aumento global promedio de entre 3 y 5 grados Celsius en los próximos 50 años, lo cual sería catastrófico para la biodiversidad. Por ahora, los reportes científicos indican un aumento promedio de 1 grado y con claras tendencias a alcanzar a mediano plazo 1.5 grados °C.

La velocidad con la que sube la temperatura a nivel global está imponiendo cada vez mayores retos a la humanidad como lo es en la forma de adaptación a las consecuencias del calentamiento global.

Para la OMM, nuevos récords de calor afloran como el ocurrido en el hemisferio norte (donde se han registrado las temperaturas récord más bajas con -89 grados °C), cuando el 20 de junio pasado se monitoreó una temperatura de 38 grados °C, cuya ola de calor también impactó a Siberia. Aún los expertos siguen las investigaciones para verificar si se trató de la temperatura más elevada en el círculo polar ártico.

calentamiento global
Imagen: Behance.

Y otros datos sorprendentes del mismo organismo indican que en 2018, aproximadamente 108 millones de personas en el mundo solicitaron ayuda del sistema humanitario internacional debido a los daños generados por tormentas, crecidas de mares y ríos, sequías e incendios forestales. Y, además, estiman que hacia el 2030 la cifra de afectados podría aumentar en casi 50%, y el costo asociado alcanzaría los 20,000 millones de dólares anuales.

Otros investigadores desarrollan la hipótesis de que el deshielo en los casquetes polares podrían liberar algunos virus letales, que desconoce la humanidad, y que han estado atrapados por miles de años en el hielo. Además, ese capas de suelo congelado (permafrost que ocupa un 25% de la superficie de la Tierra) concentran gases de efecto invernadero como el metano y el dióxido de carbono.

Lo lamentable, en el caso mexicano, es que con toda esta evidencia científica las autoridades del gobierno federal decidan aún seguir apostando al uso del carbón, combustóleo y gas natural para producir energía eléctrica, y han congelado el uso de las energías limpias como la eólica y solar. Se han cerrado a las inversiones privadas, nacionales y extranjeras, con el argumento de privilegiar a las empresas públicas, pero al caer en esta política no hacen más que elevar la contaminación atmosférica, atentar contra el ambiente y seguir coadyuvando con el calentamiento global.

México es altamente vulnerable al cambio climático, principalmente con el tema del agua. En nuestra última columna reseñé que 26 estados del país han padecido extremas sequías, y en seis estados en los que históricamente llovía mucho, ahora alcanzan el 50% de su patrón de lluvias.

Es hora de rectificar las políticas ambientales, los errores de un gobierno de 6 años impactarán por décadas a los ecosistemas.

El retroceso ambiental en el país es grave. Que la humanidad tome nota.


También te puede interesar: Huella hídrica; huella de riesgo.