El presidente, Andrés Manuel López Obrador se ha empeñado en eliminar las subcontrataciones o outsourcing, como comúnmente se le conoce, pero esta decisión podría traer más consecuencias que beneficios en el corto plazo para el país.
Pero ¿qué es el outsourcing? Desde lo general, esta situación se presenta cuando una empresa contratante, contrata a otra para que realizar una obra u ofrecer un servicio, esta vendría a ser la contratista. En este caso, a pesar de que la relación laboral de los trabajadores es con la contratista, su trabajo termina beneficiando a la contratante.
Este método se ha convertido en uno de los principales generadores de fuentes de trabajo en México, de acuerdo con el Censo Económico 2019 realizado por el Inegi el 17.1% del personal remunerado está bajo esta modalidad.
Su cancelación supondría la perdida en el corto plazo de medio millón de empleos, según Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), la misma cantidad de empleos formales perdidos en todo el 2020 (560 mil 473) según las cifras oficiales del IMSS.
Si tenemos en cuenta que nuestra economía se contrajo en un 8,5% el año anterior, no sería un momento adecuado de prohibir esta práctica, ya que el crecimiento pronosticado para 2021, en buena medida, es gracias a nuestra relación comercial con Estados Unidos
En países como Venezuela, se eliminó el outsourcing en 2012, el país sudamericano reformó su Ley del Trabajo para sancionar esta modalidad conocida como ¨tercerización¨ y obligar a las empresas contratantes a absorber la nómina de los trabajadores ¨tercerizados¨
Las consecuencias fueron gravísimas en la economía venezolana ya que forzó la salida de trasnacionales del país y derivando en miles de empleos perdidos en el transcurso de los años.
COPARMEX advierte impactos a las familias
En un comunicado, la COPARMEX advirtió que la prohibición del outsourcing podría ser devastadora para las familias mexicanas y la competitividad del país.
El sindicato de empresarios hace referencia a unos datos de la American Society of México que reflejan que el 92% de las empresas americanas tienen un sistema de outsourcing o insourcing para operar en territorio nacional.
En ese sentido, su eliminación afectaría la relación bilateral México-Estados Unidos, por la gran cantidad de proyectos programados en los próximos cinco años como parte del T-MEC.
Para las familias, según COPARMEX, la consecuencia sería el aumento del empleo informal en México del 56% a casi 70% y los trabajadores no podrán contar con derechohabiencia en materia de seguridad social.
Revisión sin prohibición
Es cierto que, de acuerdo estudios realizados en Alemania, la subcontratación supone salarios más bajos a los dispuestos en el mercado y se presta para la simulación de relaciones laborales que derivan en una serie de injusticas al trabajador.
En todo caso sería indispensable revisar a aquellas empresas que utilicen esta modalidad para cerciorarse que se respeten los derechos de los trabajadores, pero sin prohibir la actividad.
Es necesario generar escenarios atractivos para la inversión extranjera en el país y así mantener fuentes de empleos necesarias, sobre todo, en tiempos tan difíciles como los que se viven actualmente, se debe defender el trabajo formal y la competitividad en México