outsourcing

Prohibir el outsourcing: una acción devastadora para la economía mexicana

Lectura: 2 minutos

El presidente, Andrés Manuel López Obrador se ha empeñado en eliminar las subcontrataciones o outsourcing, como comúnmente se le conoce, pero esta decisión podría traer más consecuencias que beneficios en el corto plazo para el país.

Pero ¿qué es el outsourcing? Desde lo general, esta situación se presenta cuando una empresa contratante, contrata a otra para que realizar una obra u ofrecer un servicio, esta vendría a ser la contratista. En este caso, a pesar de que la relación laboral de los trabajadores es con la contratista, su trabajo termina beneficiando a la contratante.

Este método se ha convertido en uno de los principales generadores de fuentes de trabajo en México, de acuerdo con el Censo Económico 2019 realizado por el Inegi el 17.1% del personal remunerado está bajo esta modalidad.

Su cancelación supondría la perdida en el corto plazo de medio millón de empleos, según Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), la misma cantidad de empleos formales perdidos en todo el 2020 (560 mil 473) según las cifras oficiales del IMSS.

Si tenemos en cuenta que nuestra economía se contrajo en un 8,5% el año anterior, no sería un momento adecuado de prohibir esta práctica, ya que el crecimiento pronosticado para 2021, en buena medida, es gracias a nuestra relación comercial con Estados Unidos

En países como Venezuela, se eliminó el outsourcing en 2012, el país sudamericano reformó su Ley del Trabajo para sancionar esta modalidad conocida como ¨tercerización¨ y obligar a las empresas contratantes a absorber la nómina de los trabajadores ¨tercerizados¨

Las consecuencias fueron gravísimas en la economía venezolana ya que forzó la salida de trasnacionales del país y derivando en miles de empleos perdidos en el transcurso de los años.

COPARMEX advierte impactos a las familias 

Prohibir el outsourcing: una acción devastadora para la economía mexicana
Fotografía: UltraNoticias

En un comunicado, la COPARMEX advirtió que la prohibición del outsourcing podría ser devastadora para las familias mexicanas y la competitividad del país.

El sindicato de empresarios hace referencia a unos datos de la American Society of México que reflejan que el 92% de las empresas americanas tienen un sistema de outsourcing o insourcing para operar en territorio nacional

En ese sentido, su eliminación afectaría la relación bilateral México-Estados Unidos, por la gran cantidad de proyectos programados en los próximos cinco años como parte del T-MEC. 

Para las familias, según COPARMEX, la consecuencia sería el aumento del empleo informal en México del 56% a casi 70% y los trabajadores no podrán contar con derechohabiencia en materia de seguridad social. 

Revisión sin prohibición

Es cierto que, de acuerdo estudios realizados en Alemania, la subcontratación supone salarios más bajos a los dispuestos en el mercado y se presta para la simulación de relaciones laborales que derivan en una serie de injusticas al trabajador.

En todo caso sería indispensable revisar a aquellas empresas que utilicen esta modalidad para cerciorarse que se respeten los derechos de los trabajadores, pero sin prohibir la actividad. 

Es necesario generar escenarios atractivos para la inversión extranjera en el país y así mantener fuentes de empleos necesarias, sobre todo, en tiempos tan difíciles como los que se viven actualmente, se debe defender el trabajo formal y la competitividad en México

La causa del outsourcing legal, legítimo y benéfico para todas las partes

Lectura: 7 minutos

Con la inminencia de una imposición para prohibir la subcontratación laboral en México, que entraría en vigor a partir de enero del próximo año, de última hora, el 9 de diciembre se dio un acuerdo entre el Gobierno Federal, una representación del sector empresarial encabezada por el Consejo Coordinador Empresarial y dirigentes sindicales. Esto, para dar espacio a la negociación y posponer la resolución en el Poder Legislativo hasta febrero. Pero el riesgo para el empleo formal subsiste.

Por lo pronto, una parte sustancial de la representación de la iniciativa privada –Coparmex, Canacintra y Consejo Nacional Agropecuario– manifestó públicamente que no respaldaba dicho acuerdo, ya que la prohibición del outsourcing, en lugar de una regulación sensata y eficaz, es inaceptable por la afectación que tendría para el sector productivo y el empleo, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas. Sobre todo, estos organismos destacaron acertadamente la irracionalidad y la arbitrariedad de lastimar a empresas y trabajadores formales que cumplen la ley por lo que haga una minoría que ha abusado de esta figura de contratación laboral.

Todo apunta a que desde el gobierno hay una política que, en aras de supuestamente ayudar a los trabajadores, acabará perjudicándolos, al inhibir y encarecer el empleo formal, con prestaciones sociales y mejores salarios, para estimular la informalidad que no paga impuestos, pero tampoco suele encontrar expectativas viables de crecimiento y desarrollo. Eso provocarán inevitablemente medidas como prohibir la subcontratación, elevar las cuotas patronales a las Afores así sea gradualmente, decretar unilateralmente un aumento del salario mínimo y mantener los cotos a deducciones fiscales en distintos rubros relacionados con las nóminas.

Todo esto en medio del peor momento de la pandemia y la recesión más abrupta en 90 años. Cuando la inversión se ha caído, cierran miles de empresas permanentemente y cunde el desempleo.

recorte salarial
Imagen: El Universal.

Acuerdo Gobierno-IP

Como antecedente, vale la pena repasar los cuatro principales puntos del acuerdo que firmaron el Ejecutivo Federal y dirigentes empresariales.

En primer lugar, las partes se comprometieron a resolver el problema del abuso de subcontratación: las empresas iniciarían el proceso para regularizar sus plantillas en el marco de la iniciativa de ley del Ejecutivo Federal. Ahí hay un primer problema, pues pareciera darse por hecho que la reforma se dará y sólo se concede un poco de holgura para adaptarse.

En segundo lugar, se da tiempo para evaluar y definir un sistema de reparto de utilidades justo para ambas partes. De darse un acuerdo al respecto, ayudaría a reducir los costos de transferencia de personal contratado bajo figuras de outsourcing o insourcing, pero otras problemáticas subsisten. Sobre todo, la principal: prohibir algo que es legítimo, legal y funcional, en vez de regular y castigar a quienes abusan.

El tercer compromiso fue solicitar al Poder Legislativo posponer a febrero la discusión parlamentaria de la iniciativa, que luego entraría como preferente para que en plazo no mayor a 30 días se debata y apruebe.

Finalmente, se llama a las empresas a que de inmediato dejen de desarrollar prácticas irregulares perjudiciales para los trabajadores como los despidos en diciembre. El IMSS, el Infonavit y el SAT harán un exhorto formal y procederán administrativa o penalmente contra infractores. Nuevamente, se convoca a la confusión y aun la desinformación, dado que gran parte de las bajas en las nóminas de fin de año obedecen a motivos igualmente legítimos y legales, por el trabajo temporal requerido en los meses previos que llega entonces a su término.

outsourcing
Imagen: El Economista.

Regulación sí, prohibición no

Para la Coparmex, la Canacintra y el CNA, la posición contraria al acuerdo con el Gobierno Federal es de principios: la iniciativa del Ejecutivo para prohibir el outsourcing pretende coartar la libertad de la contratación. En su visión, atenta contra la creación y preservación de empleos formales y su aprobación, en los términos presentes, dañaría seriamente a la competitividad del país y llevaría al cierre de miles Mipymes o su traspaso a la informalidad.

En esencia, el acuerdo con el CCE preserva la idea de prohibir de manera sustancial la actividad de la subcontratación, dejándola relegada sólo a la subcontratación especializada. Además, se rechaza un acuerdo y una iniciativa que, a fin de cuentas, estigmatizan a los empresarios como los artífices del no cumplimiento de obligaciones fiscales y laborales.

Estos organismos dan en el blanco al señalar que la responsabilidad sustancial por las actividades irregulares que han sucedido en relación con la subcontratación recaen en la inadecuada supervisión y fiscalización por parte de las autoridades: SAT, Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Infonavit e IMSS. Igualmente, en lo absurdo que resulta generalizar y responsabilizar de las conductas ilegales y la falta de fiscalización a las empresas y patrones que sí cumplen.

Como apunta la Coparmex, los ilícitos los comete, en todo caso, una minoría que, efectivamente debe ser frenada y sancionada. Eso es muy diferente a cortar de tajo y hacer que paguen “justos por pecadores”.

Debe ser atendido lo que propone el sector empresarial que rechaza explícitamente la prohibición del outsourcing, como medida absurda que por resolver una problemática generará una aún mayor, y sin solucionar la causa original. Como señalan, ir a un diálogo abierto y franco en el ámbito del Poder Ejecutivo y con los legisladores en aras de lograr un marco normativo e institucional eficaz con un sentido preciso: regulación sí, prohibición no.

En suma, se trata de vigilar a las empresas que utilizan este esquema de contratación legal, legítimo y en general benéfico tanto para el empleado como el empleador, para, por supuesto, sancionar la simulación y las infracciones. Con eso debería bastar, en lugar de restringir la libertad de trabajadores y empresas para celebrar contratos conforme a sus intereses y de acuerdo con la ley.

Eso es justamente lo que señala Coparmex: libertad de contratación debería permitirse sin más límites que el cumplimiento de las obligaciones legales, fiscales y de seguridad social; que se garanticen los derechos de los trabajadores.

outsourcing
Imagen: El Contribuyente.

Causas estructurales

Entre las razones por las que las empresas mexicanas recurren a la subcontratación destaca el alto costo de la contratación formal en México, frente a los incentivos y la competencia desleal de la informalidad. En especial, el reparto de utilidades (PTU) al 10% constituye, a fin de cuentas, un impuesto adicional que disminuye la competitividad, pues se suma a un elevado ISR con tasa nominal de 30% contra un promedio de 21.8% de los países de la OCDE, a lo que se suman gravámenes como el de dividendos. Todo eso implica un peso fiscal de cerca de 50 por ciento.

Especialistas laborales han llamado la atención de que con la actual fórmula de cálculo del PTU y con la prohibición de la subcontratación, algunas empresas tendrían que pagar dos o tres años de sueldo a cada trabajador sólo por ese concepto.

Para resolver estructuralmente y de forma sustentable los desequilibrios y distorsiones del mercado laboral hay que entrar a fondo uno de los mayores desafíos de la economía nacional: la división entre formalidad e informalidad (al menos 56% de la población ocupada). Esto implica abordar las reformas pendientes en materia hacendaria y de seguridad social.

En cambio, México perdería demasiado con la prohibición del outsourcing, como remedio provisional e improvisado que, en lugar de ir contra los abusos, lastimará a quienes utilizan una figura utilizada y reconocida en todo el mundo. Empleada correctamente, conforme a las leyes, con la cobertura de las obligaciones y prestaciones de seguridad social de los trabajadores, así como con el fisco, la subcontratación legal fomenta del empleo, la formalidad económica y la inversión productiva.

De hecho, las recientes reformas laborales, desde la que se hizo en 2012, han propiciado una mejor regulación de la subcontratación, otorgando más certidumbre a trabajadores y patrones. Incluso auspiciaron un proceso incipiente de formalización laboral, insuficiente pero que iba por el camino correcto.

subcontratacion
Imagen: Shutterstock.

Inoportuna imposición

Prohibir el outsourcing desincentiva la formalización y empujará a muchas empresas formales a recurrir a la informalidad, sobre todo entre las Pymes, que concentran la mayor parte del empleo en México. El golpe se da en un contexto que ya de por sí propicia ese desajuste.

Recordemos que hoy se promueve un sistema de seguridad social dual: por un lado, uno contributivo, sostenido mayormente por los trabajadores y las empresas que pagan cuotas al IMSS, ISSSTE y otros sistemas; por otro, uno gratuito en la forma de derechos generales para la población, cubierto por el gobierno con el presupuesto público, dependiente del dinero de los contribuyentes, y canalizado a través de programas sociales e instituciones sumamente precarias como el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

Eso simplemente no es sostenible, y menos aún si a la par se aumentan las restricciones, se imponen aumentos salariales sin consenso y elevan las cargas de seguridad social y tributarias.

La subcontratación permite que muchos trabajadores encuentren empleo y, a la vez, que las empresas sean más competitivas, pues ahorra costos, brinda flexibilidad en las plantillas laborales y nóminas y da espacio para enfocarse en el meollo de cada negocio. Esas ventajas resultan aún mayores en un mercado laboral y una economía con los grados de distorsión antes descritos. No por nada, de acuerdo con datos del INEGI, hay más de 4.6 millones de trabajadores contratados por esta vía, 1.2 millones sólo en la industria manufacturera, que concentra la mayor cantidad.

En tales condiciones, una imposición como la de la prohibición de la subcontratación no podría ser más inoportuna, máxime cuando estamos ante una de las más severas crisis económicas que haya sufrido el país, al menos en 90 años. Poco más de 4 millones de personas no han logrado reinsertarse al mercado laboral, casi un millón en el sector formal.

En realidad, deberíamos tender hacia la flexibilización que sea conveniente tanto para la oferta como la demanda de trabajo. En México urge que haya más empleos y se necesita dar certidumbre a la inversión y a la actividad económica para que eso sea posible.


También te puede interesar: Retos y oportunidades de la relación bilateral en la era Biden.

Gobierno anuncia acuerdo sobre outsourcing; Coparmex, CNA y Canacintra lo rechazan

Lectura: 3 minutos

Esta mañana, el Gobierno federal firmó con parte del sector empresarial y obrero, un convenio en materia de subcontratación, mejor conocido como “outsourcing”. Sin embargo, algunos organismos de la iniciativa privada rechazaron tal arreglo bajo el argumento de que sigue afectando la presencia de empleos formales, la competitividad del país y la supervivencia de micro, pequeñas y medianas empresas. 

Por medio de un comunicado, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtieron que no participarán en el acuerdo anunciado por la actual administración. 

Según el testimonio de las organizaciones, el planteamiento presentado el día de hoy, preserva la idea de prohibir de forma sustancial, la figura de la subcontratación.  En este sentido, puso de manifiesto, que únicamente se está dejando la “subcontratación especializada”. 

“Hemos decidido no suscribir el acuerdo propuesto por el Gobierno Federal en referencia a esa iniciativa, dado que preserva la idea de prohibir de manera sustancial, la actividad de la subcontratación”, apuntó el grupo. 

Pese a que los organismos Canacintra, CNA y Coparmex también rechazaron los estigmas hacia el sector empresarial, manifestaron que se encuentran dispuestos a dialogar con la administración. Esto incluye al presidente de la República, pero también a las Cámaras que conforman el Congreso de la Unión. 

Pero, ¿cuál es el acuerdo propuesto por el Gobierno? 

Durante la conferencia matutina de este 9 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó con representantes empresariales y obreros, un acuerdo de negociación en materia de outsourcing. En este sentido, dio por iniciada la consulta cuyo objetivo es generar consenso en los derechos laborales y repartición de utilidades. 

“Se inicia un proceso para llegar pronto a un acuerdo sobre la subcontratación y reparto de utilidades, escuchándonos todos y poniendo por delante el interés general. En este caso, el beneficio de los trabajadores, las empresas y el país”, dijo el funcionario. 

Desde Palacio Nacional, Luis María Alcalde Luján, titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), informó que el convenio entre Gobierno, iniciativa privada y sector obrero, responde a la necesidad de garantizar los derechos laborales, así como de las empresas. Así, señaló cuatro aspectos fundamentales en la materia: 

1.Las empresas del país deben iniciar de inmediato el proceso para regularizar sus plantillas. Esto, en el marco de la iniciativa de Ley presentada por el presidente de la República. 

2.El esquema de reparto de utilidades en materia de subcontratación no ha quedado del todo debatido. Por consiguiente, habrá más tiempo de una discusión con el objetivo de que los sectores involucrados definan un sistema justo, equitativo y sin discrecionalidad. 

3.Se pidió al Poder legislativo una prórroga para que la discusión parlamentaria de la iniciativa sobre outsourcing se realice hasta febrero del 2021. 

4.Las autoridades hicieron un llamado a las empresas a fin de que dejen de desarrollar prácticas perjudiciales para los trabajadores, tales como despidos en el mes de diciembre. Los Institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), así como el Servicio de Administración Tributaria (SAT) reforzarán el exhorto. 

Carlos Aceves del Olmo, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México, expresó que todo el sector obrero votó a favor del ya citado convenio. Asimismo, pidió a la iniciativa privada que siga dispuesto al diálogo abierto, dado que a su decir, así como hay un “outsourcing blanco”, existe uno “negro” que abusa de los empleados. 

“Hago un llamado al sector empresarial, para que de la misma forma que nos hemos entendido durante tantos años, lo hagamos esta vez también. De esto depende mucha gente”, manifestó Aceves. 

Por su parte, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), celebró el acuerdo entre Gobierno y sector obrero. Puso de manifiesto que se ha llevado a cabo un diálogo que permitirá adaptar a las empresas a una regulación adecuada de la subcontratación. 

Finalmente, Salazar expresó que los empresarios jamás apoyarán irregularidades en materia laboral. Incluso, aseguró que las conclusiones que se presentarán en el mes de febrero al poder Legislativo, serán mejores de las que ya se tienen.

AMLO anuncia que iniciativa sobre outsourcing permanece en revisión

Lectura: < 1 minuto

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que todavía sigue en revisión la Iniciativa para regular el outsourcing en México. En este sentido, manifestó que el sector privado comenzó con una revisión a fondo de su proyecto.

“Se acordó que a partir de hoy empiezan a revisar toda la iniciativa. Los funcionarios a explicar el contenido y a escuchar los puntos de vista de los representantes”, dijo el funcionario.

Durante la conferencia matutina de este 24 de noviembre, el primer mandatario señaló que se decidió estar en sesión permanente con el sector privado. No obstante, será el próximo lunes 30 de noviembre cuando se llegue a una solución.

“No se sabe todavía en qué termine este diálogo constructivo para que se llegue a un acuerdo”, comentó el presidente de la República.

De acuerdo con el jefe del Ejecutivo, lo que su administración busca es defender los derechos de los trabajadores mexicanos. Agregó que tal medida es de mayor importancia debido a que en diciembre, diversas empresas inician con despidos injustificados.

Cabe mencionar que el día de ayer, la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) recalcó su desacuerdo con la eliminación de la subcontratación en el país. Sobre el proyecto de la autollamada Cuarta Transformación, el organismo advirtió que sí apoyo la regulación, pero no una desaparición por completo.

“Decimos sí a la regulación, pero no a la eliminación”: COPARMEX sobre iniciativa de outsourcing

Lectura: 2 minutos

La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) volvió a rechazar esta mañana, la eliminación de la subcontratación (outsourcing) en México bajo el argumento de que ocasionará un impacto directo en la economía nacional. No obstante, el organismo reconoció la necesidad de regular dicha figura de trabajo a fin de combatir su uso “irregular y abusivo”.

De acuerdo con la COPARMEX, liderada por el empresario Gustavo A. de Hoyos Walther, una iniciativa sobre la subcontratación sin un análisis a fondo traerá consigo una mayor precariedad laboral. En este sentido, hizo un llamado a fin de que se escuchen a todos los sectores afectados por el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Estamos convencidos que sin un análisis a fondo de la propuesta que lleve a una mejor regulación, la precariedad laboral sería aún mayor, además de que se debe combatir el uso irregular y abusivo de la figura de la subcontratación, es decir, decimos SÍ a la regulación, pero NO a la prohibición”, advirtió la confederación.

Por medio de un comunicado publicado este lunes, la COPARMEX puso de manifiesto que eliminar el outsourcing generará una crisis laboral aún mayor que la que ya tiene el país. Esto, sobre todo frente a la pérdida de empleos que trajo consigo la pandemia de Covid-19.

Según datos de la Confederación, entre los años 2013 y 2018, la subcontratación permitió la creación de 1 millón 600 empleos. Es decir, alrededor de 320 mil por año.

Asimismo, el organismo liderado por A. de Hoyos puso de manifiesto que dicho formato de empleo es reconocido a nivel internacional. Entre sus  beneficios, señaló un mayor fomento a la inversión, así como incrementos en la productividad.

“En COPARMEX hacemos un llamado al Congreso de la Unión para que el Parlamento Abierto cumpla con su objetivo y no se convierta en un ejercicio de simulación de escucha a la sociedad”, apuntó el organismo.

Por su parte, durante la conferencia matutina de este 23 de noviembre, el presidente López Obrador anunció  que esta tarde tendrá una reunión con el sector privado. El jefe del Ejecutivo resaltó la importancia de regular la subcontratación con el objetivo de que se respeten los derechos y prestaciones de los empleados del país.

Finalmente, cabe señalar que la COPARMEX será parte del Parlamento Abierto organizado por las comisiones de Trabajo y Previsión Social, así como la de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Tal situación resulta conveniente debido a que genera una visión más plural con relación a una reforma que implica cambios legales tanto para los trabajadores de México como para las empresas que los contratan. 

Prohibición del outsourcing: las razones del populismo

Lectura: 5 minutos

La iniciativa presidencial de reforma para prohibir la subcontratación laboral no podría ser más inoportuna y contraindicada. Es como darle más veneno a quien llega intoxicado. Como dice la canción: ¿pero qué necesidad? Ocurre que la lógica es otra, que tiene poco que ver con el mercado laboral o alguna racionalidad económica.

Justo cuando se han perdido cientos de miles de puestos de trabajo, la inversión se contrae, la mayoría de las empresas enfrentan problemas de liquidez y muchas, escenarios de insolvencia, y cuando el gobierno tiene que acabar con fideicomisos y demás “guardaditos” para que salgan las cuentas, llega una receta que pondrá en aprietos a más de 4 millones de empleos que operan bajo el modelo del outsourcing legal. Un revulsivo que, de pasar en el Congreso, restringirá la contratación laboral formal y elevará significativamente los costos para invertir, emprender y hacer negocios en México.

El presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal, Armando Leñero, ha estimado que sólo una cuarta parte de esos empleos se sostendría en los centros de trabajo; el resto se perdería o iría a la informalidad.

No se trata de corregir abusos, como los de las factureras. Mucho menos de resolver las inconsistencias que están en la raíz del fenómeno de la informalidad, la cual, a su vez, está detrás de limitantes estructurales que reproducen el estancamiento de la productividad y los salarios, además de la precariedad de las finanzas públicas. Lejos de eso, la salida es la proscripción a rajatabla: tanto el outsourcing fraudulento como el legal y en muchos casos positivo porque da cauce a empleos que de otra forma serían inviables o informales, brinda flexibilidad a las empresas y paga impuestos y cuotas de seguridad social.

outsourcing
Imagen: A. Álvarez.

El propósito sería la defensa de los derechos de los trabajadores. El problema es que una cosa es desear algo y otra muy distinta lograrlo con una reforma de ese tipo, como un mago que convierte un conejo en paloma. Habrá excepciones, pero desempleados y empleados vía subcontratación seguramente prefieren esos empleos, con todos sus “asegunes”, que quedarse sin nada gracias a sus redentores. Lo cual no quiere decir que no haya que reformar, pero depende de qué, cómo y cuándo.

¿Quiénes ganan?

Leía en una nota en El Economista que el eterno líder de la CROC apoya la iniciativa presidencial no sólo porque el outsourcing limita la sindicalización, sino porque “es momento de regresar a las contrataciones en donde las empresas tenían un compromiso con los trabajadores, otorgaban prestaciones, pago de utilidades. Es momento de reducir la alta rotación de personal buscando que las empresas se asuman como patrones”.

Suena bien, pero el tema es que las empresas acepten “voluntariamente a la fuerza” ese modelo aspiracional de la gran empresa de los años 60, con empleos para toda la vida, con incentivos como negar la deducción fiscal de la contratación de servicios y la amenaza de multas e incluso de cárcel. Ocurre que siempre queda la opción de mejor no contratar, o de pasar a la informalidad, cerrar operaciones o hasta el “el changarro”, postergar la inversión u optar por crear los empleos en otro país.

En otra nota, en Reforma, se reporta cómo el grupo parlamentario del Partido del Trabajo quiere predicar con el ejemplo sobre las bondades de la prohibición de la subcontratación: el caso de unos 400 trabajadores de limpieza que fueron rescatados de las garras del outsourcing, recontratados por de la Cámara de Diputados con un sueldo mensual 50% mejor. Estoy seguro de que pocas empresas tendrían inconveniente en imitar a los diputados si el costo se cubriera con dinero público. Por ahora, a diferencia de los legisladores, necesitarían producir y vender más para fondear esa generosidad.

Por eso también, con igual liberalidad, el presidente de la República puede responder al cuestionamiento de la subcontratación en el gobierno, que existe en niveles muy importantes en sectores como el de salud, pues fácil, “donde haya, se elimina”. ¿Cuál es el problema? El contribuyente paga o recurrimos a más “austeridad republicana”.

irregularidades en outsourcing
Imagen: El Diario.

Dado que el único outsourcing que se permitiría es el de servicios especializados, pero sujeto a categorización y autorización de la Secretaría del Trabajo, presumiblemente habría amplia cancha para la discrecionalidad y los laberintos burocráticos. Asimismo, “área de oportunidad” para ciertos sindicatos y líderes vernáculos, coyotes, burócratas con olfato de negocio, políticos y traficantes de influencias, nuevos emprendedores con contactos y creatividad para comercializar nuevos formatos de defraudación, simulación y aun supervivencia para algunas empresas, y para un gobierno o régimen que aspira a ampliar y perpetuar su poder. Incluso para sindicatos de otros países que recibirán con beneplácito los empleos que aquí son rechazados.

Esos serían los ganadores. No los trabajadores, ni los desempleados ni el propio Estado mexicano, cuya recaudación se verá mermada.

La lógica alternativa

Sin embargo, hay más de fondo. En concreto, un movimiento político y una dinámica social marcados por el populismo y la polarización. Las razones de la política de facción, las emociones y la posverdad, no la racionalidad laboral y económica.

Un presidente que se asume prócer del liberalismo, a pesar de su patente inclinación al nada liberal recurso de la prisión oficiosa o, para ser más precisos, encarcelamiento directo y sin derecho de fianza previo a una sentencia judicial. Ahora para quien ose utilizar el malévolo instrumento del outsourcing o algo que se le parezca según alguna autoridad, pues éste quedaría proscrito, tipificado como delito grave, como el narcotráfico o el secuestro.

Con la bandera de los derechos de los trabajadores, se pone en riesgo el empleo de cientos de miles o millones de ellos, la mayoría de los cuales seguramente preferiría conservarlos, con todo lo neoliberales que sean, que quedarse en la calle.

empleo y outsourcing
Imagen: NoticiasPV.

Pareciera que hay un sentir de que en México existe una riqueza inagotable producto del abuso y la explotación. Que basta con prohibir ambas cosas con una buena dosis de populismo penal para realizar el milagro de la distribución de los panes: con empresas menos productivas y competitivas, y más restricciones y amenazas para la generación de puestos de trabajo formal, habría empleos mejor pagados y más ISR, IVA y demás para que un gobierno liberal y progresista apoye indefinidamente a los pobres de antes y a los nuevos con sus “programas sociales”, en vez de oportunidades para trabajar y salir adelante.

En el mundo real y fuera de los intereses y móviles políticos, la subcontratación legal tiene una razón de ser práctica, basada en necesidades concretas de las empresas y los ciclos de las actividades económicas. En cuestiones tan simples como la de concentrarse en la esencia de su negocio y contratar servicios a quienes se especializan en éstos, y han invertido para hacerlos más eficientemente y a menor costo con economías de escala.

Abusos hay. También distorsiones legales y económicas estructurales que producen las distorsiones en el mercado laboral que explican en buena parte la proliferación de esos abusos y simulaciones. Pero nada de eso se resuelve con populismo fiscal y penal. Pero, claro, esas causas de fondo no es lo que motiva a las inoportunas decisiones que hoy se están tomando en éste como en tantos otros frentes de la conducción del país.


También te puede interesar: Censura al Presidente y democracia.

Outsourcing quedará prohibido: AMLO; la Coparmex lo cuestiona

Lectura: 2 minutos

El presidente Andrés Manuel López Obrador criminalizó la figura de subcontratación laboral o el outsourcing, y la iniciativa que este jueves envío a la Cámara de Diputados, plantea cárcel, sanciones económicas y busca que este esquema quede prohibido en el país.

La iniciativa de reforma al Código Fiscal de la Federación pide castigar hasta con nueve de años de cárcel a quienes evadan mediante la subcontratación de personal el pago de ISR , IVA, así como las cuotas del IMSS e ISSSTE.

López Obrador promueve la prohibición de la subcontratación de personal, ya que no puede haber empresas que simulen relaciones labores y cuente con trabajadores contratados con otras empresas.

Las reformas que plantea la iniciativa gubernamental modificarán la: Ley Federal del Trabajo; la Ley del Seguro Social; la Ley del Infonavit; el Código Fiscal de la Federación; la Ley del Impuesto Sobre la Renta, y la Ley del Impuesto sobre el Valor Agregado.

El primer mandatario argumentó que durante la emergencia sanitaria por el COVID-19, el outsourcing realizó despidos masivos de personal, ya que era contrataos por tiempo determinado que no ofrecían garantías a los trabajadores.

En tanto, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) respondió a través de un comunicado que “con esta iniciativa, el Gobierno no acató el Convenio número 144 de la OIT que promueve el tripartismo y el diálogo social, mismo que asegura que las voces de las organizaciones de empleadores y trabajadores sean escuchadas. Sin embargo, la Administración Federal está obligada por tratados internacionales a consultar y luego a decidir. Asimismo, según datos del Censo Económico 2019, se pone en una condición de indefensión a 4.6 millones de personas ocupadas en este país bajo esta modalidad  e incluso podría afectar la competitividad del país en el marco del T-MEC”.

“Dicha iniciativa también tiene efectos fiscales adversos y resulta desproporcionada, ya que prohíbe la posibilidad de hacer deducibles del ISR y acreditar el IVA, catalogando tales actos como defraudación fiscal”, expone la Coparmex.

Y el organismo argumentó que “está a favor de cualquier esfuerzo para acabar con estas actividades fraudulentas, pero sin perder de vista que existe una muy importante actividad económica y de generación de empleo formal y digno, que se genera por medio de la subcontratación laboral, que cumple totalmente con todos los estándares legales en la materia. Se debe regular, no prohibir”.

Cuestiona ONG a AMLO: su gobierno paga 5 mmdp a outsourceras

Lectura: 3 minutos

La organización no gubernamental Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad aseguró que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha asignado contratos por 5 mil millones de pesos a una docena de compañías que operan con el esquema de subcontratación o outsourcing.

Durante sus conferencias del martes y miércoles en Palacio Nacional, el presidente informó que enviará una iniciativa de ley al Congreso para desaparecer esta figura, a la que calificó de dañar a la Hacienda Pública, ser corruptas, “coyotes” y traficantes de influencias.

En una investigación realizada por esta ONG, y que firma Raúl Olmos, refiere que “el Banco del Bienestar, uno de los proyectos emblema del Gobierno de López Obrador, es la dependencia federal que más dinero ha gastado en contratar empresas de outsourcing”.

“En 2019 el Banco del Bienestar pagó 408 millones de pesos a cuatro empresas de este tipo y en lo que va de 2020 el monto se elevó a 463 millones”.

Olmos precisa que en los contratos revisados por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), “el Gobierno federal defendió el esquema de outsourcing, en contradicción con la postura pública que ayer asumió el Presidente en su conferencia de prensa mañanera”.

En la investigación se cita un texto del anexo del contrato asignado por el Banco de Bienestar a la empresa KOM Business SA de CV, el cual señala: “Se considera plenamente justificada la necesidad de llevar a cabo la contratación de los servicios técnicos y administrativos por outsourcing, ya que al no contar con dichos servicios, el impacto negativo en lo social, económico y financiero sería muy alto, aunado a que podría traer como consecuencia la falta de credibilidad en el actual gobierno, ya que uno de sus principales ejes rectores es la entrega de recursos de programas sociales”.

En contraste –agrega el trabajo de Olmos–, López Obrador se pronunció ayer por analizar la posible desaparición del esquema de outsourcing o subcontratación porque elude el pago de prestaciones a los trabajadores.

Al respecto, MCCI localizó más de 50 contratos que entre 2019 y 2020 ha asignado el Gobierno federal a empresas de outsourcing, por un monto cercano a los 5 mil millones de pesos.

“Los contratos se han dado en prácticamente todas las áreas del Gobierno federal: en las secretarías de Bienestar, Economía, Relaciones Exteriores, la Marina, la Sedena, Cultura y Educación, así como en Bancomext, Nacional Financiera, Banobras, el INEA y en centros de investigación”.

“En 2019 los contratos superaron los 3 mil millones de pesos, aunque la mayoría tenían cobertura por más de un año. Hasta inicios de octubre de 2020 se habían sumado casi 2 mil millones de pesos más en asignaciones a empresas de outsourcing”, refiere el texto de MCCI.

Y se puntualiza en que después del Banco de Bienestar, la segunda dependencia federal que más recurre al outsourcing es la Secretaría de Hacienda, la cual tan sólo en un contrato con vigencia de agosto de 2019 a diciembre de 2020 pagará 670 millones de pesos para la subcontratación de casi mil empleados en todo el país que atienden el financiamiento agrícola.

“El pasado 2 de septiembre de 2020, la Secretaría de Educación Pública asignó un contrato por 268 millones de pesos al Corporativo Ejecutivo MZT para que realice la administración del personal y el pago de nómina al personal que ofrece sus servicios en la llamada ‘Prepa en línea’”.

“En 2019, ese contrato había sido asignado a la empresa Visión y Estrategia de Negocios, por un monto de 159 millones de pesos”. “Además, una parte del personal administrativo que maneja el programa de becas de la SEP está a cargo desde el año pasado a un consorcio formado por cuatro empresas de outsourcing”, precisa el trabajo de MCCI.