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Vacunación antiCOVID-19: pesadilla que no deja descansar a Sheinbaum

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La vacunación contra la COVID-19 se ha convertido en una de las pesadillas que no dejan descansar a Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX). Tan es así que hoy, durante la inauguración de uno de los tramos del nuevo Clabebús, un grupo de médicos le exigió dosis del remedio.

Esta tarde, la jefa de Gobierno encabezó la apertura del tramo Tlalpexco-Campos Revolución de la Línea 1 del Cablebús. No obstante, el día que Claudia Sheinbaum calificó como “histórico”, se vio nublado por el grito “queremos vacunas” proveniente de personal médico.

Desde Cuautepec en la Gustavo A. Madero, Claudia Sheinbaum explicó que el grupo médico que exigió vacunas en su evento pertenece a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). A su decir, no les ha llegado algún remedio para prevenir el coronavirus, debido a que no es un espacio destinado a atender a pacientes con COVID-19.

“Las vacunas son primero para el personal que está al frente del COVID. Ellos son una clínica materno-infantil que no atiende directamente COVID”, dijo la funcionaria.

Ante la presión, la mandataria local prometió atención a los manifestantes. Incluso, aseguró que tanto el Gobierno de la CDMX como integrantes de la alcaldía Gustavo A. Madero acudieron a escuchar la petición.

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Claudia Sheinbaum.Fuente: Cuartoscuro.

Manifestaciones de personal médico para recibir vacuna

La exigencia de este 4 de marzo en Cuautepec es una más de las manifestaciones que la administración de Claudia Sheinbaum Pardo ha recibido. Desde que inició la vacunación en la CDMX, personal de diversas instituciones han salido a las calles a fin de exigir protección.

Por ejemplo, la jornada de ayer, una agrupación de médicos del Hospital Infantil de México Federico Gómez bloqueó parte del Viaducto Miguel Alemán en la alcaldía Cuauhtémoc. La exigencia fue la misma: vacunas para personal de salud.

Los manifestantes argumentaron que el 72 por ciento del nosocomio no ha recibido la vacuna contra el virus SARS-CoV-2. Expresaron que la situación en grave, dado que se encuentran en contacto con casos sospechosos de la enfermedad.

Manifestación de personal médico del Hospital Infantil de México Federico Gómez. Fuente: Twitter.

Una semana atrás, algo similar ocurrió por parte del personal del Hospital Gregorio Salas ubicado en el Centro Histórico. Parte del equipo médico mostró su inconformidad por la falta de vacunas, pese a que atienden directamente a pacientes con coronavirus.

Manifestación del personal del Hospital Gregorio Salas. Fuente: Twitter.

Otra de las protestas que ha tenido la administración capitalina en este año, ocurrió en el Hospital Materno Pediátrico Xochimilco. Médicos, personal de enfermería y trabajadores en general del recinto todavía no son beneficiados con el remedio contra el SARS-CoV-2.

Carrera de vacunación apenas inicia

Aunque la llegada de la vacuna antiCOVID-19 es una gran esperanza para la Ciudad de México —demarcación más afectada por la pandemia a nivel país—, la carrera por la inmunización apenas inicia y faltan muchos kilómetros por recorrer. En este sentido, la distribución de dosis que se ha tenido es apenas una mínima parte de los esfuerzos que deben hacer las autoridades capitalinas.

Para empezar, en la CDMX todavía no se termina ni de distribuir el remedio en el personal de salud que combate al coronavirus. Asismimo, hay mucha incertidumbre sobre cómo será la aplicación del equipo médico que no está en “esa primera línea”.

Por otro lado, la distribución de primeras dosis en adultos mayores apenas dio inicio. Con fallas de logística y hasta acusaciones de fines electorales, el proceso arrancó lento. Peor aún, todavía falta arrancar en las demarcaciones más afectadas como Iztapalapa o Gustavo A. Madero.

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El Servicio Social en la carrera de Médico Cirujano

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La semana pasada surgió la noticia del fallecimiento en Nueva Palestina, Ocosingo Chiapas, de una alumna de la carrera de Médico Cirujano de la Universidad Autónoma de Chiapas que se hallaba haciendo su Servicio Social en esa comunidad, tenemos sólo versiones periodísticas que nos relatan que apareció muerta en su habitación el día 27 de enero con huellas de asfixia por estrangulación, que fueron atribuidas inicialmente a suicidio, aunque después se han venido desmintiendo. Si se suicidó o fue asesinada, aunque cambia mucho el fondo del asunto, sigue mostrando muchas dificultades por las que transcurren ahora los estudiantes en Servicio Social.

Al parecer la alumna venía siendo acosada e incluso violada, por lo que asistió con las autoridades sanitarias y escolares a presentar una queja o una denuncia, y pretendiendo renunciar, sin embargo, la conminaron a tomar unos días de descanso y regresar a su plaza, uno o dos días después de regresar sucedió la tragedia. Para colmo su cuerpo fue incinerado, con lo que las averiguaciones serán más difíciles. En todo caso, queda claro que una mujer sola, desarraigada de su ambiente familiar, que se siente acosada y quizá violada, acude con sus autoridades, las que en lugar de intentar solucionar el problema –un simple cambio de plaza hubiera bastado–, le indican seguir en el mismo sitio, sin tomar otras medidas y dejándola abandonada. Por los datos que tenemos estaba más o menos a la mitad del tiempo que se les exige a los médicos para cumplir el requisito de Servicio Social.

El Servicio Social se estableció en la UNAM a principios de los años 30, el presidente Calles y los presidentes que le siguieron, unos interinos y otros electos, se enfrentaron a una opinión que empezó a extenderse entre parte de los miembros del gobierno revolucionario, formado fundamentalmente por Generales. Consistía en que la UNAM era una instancia elitista, que no se acercaba al pueblo y por tanto invertir en ella era antirevolucionario, lo que además ocasionaba que las condiciones económicas de la universidad empezaban a ser críticas. Uno de los que encabezaban esta postura era el General Saturnino Cedillo, que había pasado de ser orozquista, anticarrancista, siendo miembro de la Convención y luego obregonista; fue ministro de agricultura en el efímero gobierno de Ortiz Rubio, para luego tener el mismo cargo al principio del gobierno del general Cárdenas, luego pasó a ser gobernador de San Luis Potosí, donde se levanto en armas y fue combatido hasta derrotarlo y morir en la batalla.

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Imagen: Benedetto C.

A su llegada Lázaro Cárdenas decidió combatir esa corriente, la que suponía a la universidad como elitista, se sirvió de su relación con los rectores Ocaranza, primero, y Chico Goerne, quien culmino el proyecto; y sobre todo de su relación con el Dr. Gustavo Baz, quien era director de la Escuela de Medicina, para implementar un plan que desvirtuara esa opinión. Se creo el Servicio Social, estableciendo una instancia universitaria que lo manejara, para quitar todo viso de acción gubernamental y se estableció en 1935, siguiendo como modelo uno que se desarrollaba en el Reino Unido. Desde 1928 en Europa corrían tendencias para acercar a la universidad, ayudando a los más necesitados con las acciones de los egresados.

Por su cercanía, además de con el rector Chico, con el Dr. Baz se empezó con la escuela de Medicina, al principio en grupos pequeños, pero al cabo del tiempo se estableció como un requisito, formal e ineludible. Los alumnos antes de terminar sus estudios y para poder graduarse tenían que estar un año en una comunidad rural, siendo responsables del Centro de Salud de la comunidad. Para ello se establecieron las plazas y se dotó de un estipendio a los alumnos. El resto de las licenciaturas o no participó o lo hizo relativamente, muchas tienen obligación de realizar Servicio Social, pero lo pueden hacer durante sus estudios y a tiempo parcial. Los médicos tienen que hacerlo durante un año, al final de los estudios y generalmente en una comunidad rural. Así el servicio social surge como una acción política y en ningún momento con consideraciones académicas, se le fueron añadiendo en el camino, pero nunca de una manera ni formal ni organizada.

Yo realicé mi Servicio Social en 1969 en una comunidad rural del estado de Puebla, que ahora es prácticamente suburbana y, por cierto, muy conflictiva, resultó una experiencia extraordinaria, y que me ayudó a iniciarme como médico. Desde luego, antes de irme nadie me instruyó qué tenía que hacer y cómo, llegué a los Servicios Coordinados del estado y de ahí me mandaron a la Jurisdicción Sanitaria y luego al Centro de Salud B que sería mi sede y mi responsabilidad. Poco a poco me fui apropiando de las responsabilidades y las obligaciones y, al final, sin duda, el autoaprendizaje resultó absolutamente enriquecedor, porque me enseñó, me obligó a tomar decisiones, que al final es la tarea del médico.

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Imagen: Salini Perera.

Resalto que fui recibido muy cordialmente por muchas personas y ayudado por ellas, que mi vida personal transcurrió muy gratamente, a pesar del cambio de un individuo absolutamente urbano y cobijado por su familia a la vida solitaria y rural que pasé durante un año. El salario o beca que me otorgaron era muy abajo aun para la época, pero alcanzaba para pasar la vida, que tampoco implicaba grandes gastos; pronto aprendí a tener algunos ingresos extras con alguna consulta privada, lo que estaba permitido, y la situación económica no acabó siendo un problema.

Al final, creo que se cumplió el objetivo, no escrito, del Servicio Social, el inicio de una vida profesional como médico. Pero la situación ha cambiado mucho en estos más de 50 años, primero académicamente; aunque en la medicina siempre el enfermo ha sido lo más importante, no estaba desarrollado el concepto de Seguridad del paciente, que obliga a un aprendizaje cercanamente supervisado, no puede dejarse sólo al alumno decisiones que pueden resultar trascendentes, muchos intentos se han hecho sin conseguirlo, para brindar al SS un programa académico.

El cambio social y académico que ha acontecido en nuestro país es notable, los pasantes no son ya recibidos, cuando menos siempre, con cariño y deseo de ayudarlos en sus acciones, existe una gran violencia, en todo el país, de la que no escapan las comunidades donde son asignados los alumnos, y por lo tanto son víctimas de ella.  La beca o salario se ha venido empobreciendo y ahora no alcanza para vivir durante su estancia, por eso el estudiante de medicina y su familia tienen que hacer un esfuerzo para conseguirlo. Pero, ¿por qué ha sobrevivido el SS?, porque los pasantes hacen las veces de médico de atención primaria en los servicios de salud de esas comunidades con un salario bajísimo, sin costos laborales y con un recambio anual que impide una evaluación seria del sistema.

No me cabe duda que no existiendo un sustento académico, al realizarse este aprendizaje solitario sin supervisión, se agreden varios conceptos fundamentales, especialmente los de la seguridad del paciente; su existencia queda seriamente expuesta. La atención en los centros de atención primaria debe ser resuelto de otra forma con la asignación de personal profesional adecuadamente formado. El año que quedará a los alumnos al suspenderse el SS puede ser ocupado para cursar materias que realmente los preparen al ejercicio profesional que, por cierto, tanto ha cambiado en los últimos años.

Lecturas recomendadas:
– Enrique Graue Wiechers. 80 años de Servicio Social. México Social: 2015; 8:15.
– Ivonne Meza Huacuja. De la universidad al campo: El establecimiento del servicio médico social en la UNAM. HMex 2014; 64 (2): 607-644.
– Cristina López García, Francisco Xavier López Lara, Arturo Estorgio Rojas Sánchez. Programa de formación académica para el Servicio Social en medicina: una propuesta de evaluación. Congreso Nacional de Investigación Educativa. San Luis Potosí, México. 2017.
– Enrique Graue Wiechers. El Servicio Social en Medicina a 75 años de su instalación. Gac Med Mex. 2012; 148: 276.
– Gustavo Nigenda. Servicio social en Medicina en México. Una reforma urgente y posible. Salud Pública Mex. 201;55(5).
– Elda Montero Mendoza, Marcelina Cruz Sánchez. Servicio Social en Medicina en el primer nivel de atención médica: de la elección a la práctica. Rev Educ Sup 2014; 43, 172.
– Joaquín López Bárcena, Marcela González de Cossío Ortiz, Mónica Velasco Martínez. Servicio Social en Medicina en México. Factibilidad del cumplimiento académico en el área rural. Rev Fac Med (Mex), 2004; 47(5).


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Casi 39 mil trabajadores de la salud han recibido la vacuna antiCOVID-19 en la CDMX

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Esta mañana, Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), informó que hasta el momento 38 mil 844 trabajadores de la salud en la capital del país han sido vacunados contra el virus SARS-CoV-2

Durante una videoconferencia de prensa realizada este 6 de enero, Sheinbaum Pardo explicó que normalmente se aplican entre 3 mil y 4 mil vacunas diarias. Sin embargo, comentó que el día de hoy serán un poco menos debido a que apenas llegó ayer el cargamento de dosis de Pfizer. 

De acuerdo con la jefa de Gobierno a partir de mañana, el jueves 7 de enero, se vacunarán a más personas por día. Esto, no solo en la CDMX sino en otros estados de la República. 

Sobre la pandemia de COVID-19, la Doctora Sheinbaum informó que su administración también entregó 11 mil 592 apoyos a trabajadores de restaurantes de la demarcación. Mientras tanto,  anunció que a partir de la próxima semana comenzará la dispersión de microcréditos. 

Ahora bien, pese al semáforo rojoSheinbaum apuntó que este 5 de enero la zona de Tepito registró alrededor de 130 mil compradores de juguetes. Sin embargo, comentó que hubo operativos de seguridad y  una menor afluencia con relación a otros años, cuando se han registrado hasta medio millón de consumidores. 

CDMX prepara a la población para mejorar uso del plástico

Marina Robles García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) en la CDMX, informó la promoción que siguió la administración capitalina a fin de mejorar el uso del plástico. Tal situación, luego de que en julio del 2019, el Congreso de la Ciudad de México promovió la prohibición del uso de artículos de dicho material que tuviesen un solo uso. 

Y es que a partir del 1  enero del 2021 quedó eliminada la utilización de artículos tales como cubiertos desechables, globos, popotes, vasos, platos y charolas. Sin embargo, a dicha lista se le suma que el año pasado quedaron fuera del escenario las bolsas elaboradas con plástico

Entre las medidas para un consumo más responsable, la Sedema inició operativos de inspección y educación ambiental. Desde julio a diciembre del 2020, la dependencia realizó visitas a 1 mil 432 establecimientos con el objetivo de prepararlos para la prohibición de plásticos desechables. 

Por otro lado, Robles García agregó que  la Secretaría de Medio Ambiente realizó una serie de materiales cuyo fin es promover el uso responsable de plásticos. La funcionaria señaló que constantemente han salido a través de redes sociales y medios de comunicación.

Finalmente, la secretaria informó que la dependencia que encabeza ha impartido capacitaciones virtuales a educadores y representantes tanto de bosques como de áreas protegidas. Mientras que se implementaron cursos, talleres y hasta reuniones vía zoom con la ciudadanía.

Más de 28 mil trabajadores de la salud en la CDMX reciben vacuna

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Hasta el domingo 3 de enero del 2021, 28 mil 030 trabajadores de la salud de la Ciudad de México (CDMX) han recibido la vacuna contra el virus SARS-CoV-2. Así lo comunicó Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la demarcación. 

Por  medio de su cuenta oficial de Twitter, Sheinbaum Pardo advirtió que la Secretaría de Salud Federal informó a la dependencia local el avance de la vacunación en la capital del país. No obstante, advirtió que este lunes 4 de diciembre, seguirá en marcha el plan de distribución. 

Pese a que la vacuna cada vez llega a más miembros del personal de salud, la jefa de Gobierno hizo un llamado a fin de que la población siga acatando las medidas contra el coronavirus

“Hasta la fecha 28,030 trabajador@s de la salud de todas las instituciones. Hoy sigue la vacunación. Mientras tanto para tod@s por favor no bajemos la guardia”, escribió la funcionaria. 

Cabe señalar que según los datos del último reporte, la CDMX ha sido escenario de 337 mil 068 contagios acumulados de COVID-19. Tan solo en un día, presentó un incremento de 1 mil 322 nuevos casos

Por su parte, el número de defunciones a causa de la emergencia sanitaria, también va en aumento. En la última jornada analizada se sumaron 78 fallecimientos que dejaron en su totalidad 22 mil 004 pérdidas humanas

Finalmente, es importante recordar que hasta el próximo 10 de enero, la Ciudad de México permanecerá en semáforo rojo. En este sentido, es requerido seguir las cinco reglas básicas instauradas por las autoridades capitalinas:

-Quedarse en casa;

-Si es necesario salir, hacerlo con sana distancia;

-No realizar fiestas y reuniones; 

-Realizar compras por una sola persona;-Aislamiento para personas que resulten positivo a la COVID-19.

Entregan Condecoración Miguel Hidalgo a hospitales

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La Condecoración Miguel Hidalgo en grado placa, fue otorgada a los hospitales que combaten la pandemia de COVID-19 en México, durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, este 29 de diciembre.

En los últimos meses, se han entregado distintos grados de la Condecoración Miguel Hidalgo al personal de salud del país, por su importante labor para combatir la pandemia del nuevo coronavirus. 

En septiembre, 58 trabajadores recibieron este galardón en grado collar y, posteriormente, se otorgaron 525 reconocimientos en grado cruz y otros en grado banda, los cuales se seguirán entregando en 2021 y sumarán un total de 7 mil 150.

Serán 980 los grados placa que se darán en hospitales de todo México, por lo que se hizo una entrega conmemorativa con presencia de siete médicos representantes de siete unidades de salud.

La ceremonia estuvo encabezada por el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, quien destacó la importancia del personal médico frente a la emergencia sanitaria que se vive actualmente.

Este 2020, es la primera vez en 40 años que se que se entrega la Condecoración Miguel Hidalgo, descrita por el gobierno como: “la más alta presea que otorga el estado mexicano a sus nacionales, para premiar méritos eminentes o distinguidos, conducta o trayectoria vital ejemplar, relevantes servicios prestados a la Patria o a la Humanidad, o actos heroicos”.

Advierten vulnerabilidad de personal médico por COVID-19

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México es el país con mayor número de muertos en el personal médico al sumar mil 320 decesos por virus SARS-CoV-2, por encima de los mil 77 de Estados Unidos, 649 del Reino Unido y 634 en Brasil. Pero atribuir el problema a una sola causa es incorrecto, porque es una situación multifactorial; así lo consideró el doctor Mauricio Rodríguez Álvarez, vocero de la comisión de la UNAM para COVID-19.

“Buscar echarle la culpa a una sola institución de un problema tan complejo, sería hasta cierto punto como inocente.”, señaló Mauricio Rodríguez Álvarez en entrevista con El Semanario.

De acuerdo con un informe emitido por Amnistía Internacional (AI) a principios de septiembre, México registró el mayor número de muertes por COVID-19 entre trabajadores del sector salud con mil 320 decesos confirmados hasta ese momento, un hecho que fue calificado por Steve Cockburn, director de justicia económica y social de la ONG, como “una crisis de dimensiones alarmantes.”

Cifras publicadas por AI a finales del mes de agosto estiman que un 17 por ciento del personal de salud en México ha sido diagnosticado con el virus SARS-Cov-2, un total de 97 mil 632 trabajadores entre enfermeras, médicos y otros empleados de hospitales.   

Con base a estimaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Fiscalía de Jalisco, del 28 de febrero a julio pasado, decenas de médicos, enfermeras y personal de limpieza, han sido víctimas de agresiones en la vía pública e impedidos de usar el transporte público y de ingresar a comercios.

Datos del Conapred señalan del 19 de marzo al 15 de junio un total de 82 agresiones contra el personal médico y estudiantes de medicina en 30 de los 32 estados del país.

Si bien las cifras son alarmantes en comparación a las registradas en otros países como Estados Unidos y Brasil, Mauricio Rodríguez Álvarez estima que la crisis en el sector salud mexicano y las muertes de su personal no pueden achacarse a un solo factor o culpar a los lineamientos de seguridad establecidos por el Gobierno Federal.

“Los lineamientos estuvieron publicados, para el uso, para la capacitación, para el uso de protección personal. Hubo un momento en el que no era tan fácil conseguir material y equipo de protección personal, pero fue ahí cuando se estableció el puente aéreo entre China y México para traer equipo de protección. Quizá se retrasó un poco la llegada, pero finalmente se consiguió el material.”, consideró el académico de la Faculta de Medicina de la UNAM.

Si bien es importante reconocer que las cifras de muertos en el personal médico son alarmantes y trágicas, una realidad es que existen varios factores que las han propiciado.

“Si, es una realidad, pero a veces no se quiere mirar de forma integral. Cuando uno ve la cantidad de comorbilidades en el personal de salud, eso se suma al riesgo. Se suma falta de equipo de protección personal, mal uso del equipo de protección, las condiciones epidemiológicas en sus comunidades – casa, familia, gente, barrios y lugares donde están además del hospital -, y las condiciones de comorbilidades del individuo – obesidad, diabetes, hipertensión, problemas del corazón, respiratorios -. Así de complejo es la afectación en el personal de salud.”, apuntó Mauricio Rodríguez Álvarez.

Además, señaló que, con base a reportes oficiales, el personal de salud se sujeta a los lineamientos de seguridad sanitaria especificadas en los hospitales; sin embargo, relaja sus medidas de protección fuera de sus centros laborales.

“Querer atribuir a un solo factor las causas es incorrecto, porque es una situación multifactorial.”, indicó.

El académico de la UNAM también reconoció que, si bien la pandemia llegó a un sistema de salud vulnerable, las autoridades sanitarias si pudieron haber hecho más para garantizar la seguridad en el personal médico desde que inició la pandemia en febrero, con mayor capacitación, protección y fomento al cuidado personal; medidas que hubieran hecho más completo e integral el combate a la pandemia.  

“Lo que si podemos hacer es asegurarnos que no falte el equipo de protección personal, que no falte capacitación, que al personal no le falte seguridad laboral; eso va a ayudar mucho en los meses que todavía faltan.”, dijo.

Ante los riesgos de un segundo brote de coronavirus en el país, Rodríguez Álvarez considera que México ha aprendido de la primera ola de contagios y, tanto el personal de salud como la población, cuentan con medidas bien establecidas y patrones para disminuir la propagación del virus aún en temporada invernal.

“Lo que podemos esperar es que se implementen algunas de las medidas que ahorita ya se sabe que son efectivas. Por ejemplo, la identificación temprana de los casos, el seguimiento de los contactos, el aislamiento de los enfermos.”, apuntó.

En cuanto a lo que viene para el personal médico en un rebrote de la pandemia, el vocero de la UNAM para COVID-19 advirtió sobre oros nuevos factores que podrían agudizar la crisis.

“Se va a agregar el factor cansancio y el factor de un componente psicológico en los equipos de salud que van a empezar a tener repercusión en ese ámbito. Síndrome de estrés postraumático o síndrome del sobreviviente, de fatiga crónica; etc., que van disminuyendo la efectividad del personal de salud.”, e hizo un llamado para proponer medidas para contrarrestarlo.

COVID-19, mortalidad del personal sanitario

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Hace unos días Amnistía Internacional destacó algunos datos muy relevantes sobre la mortalidad del personal sanitario por COVID-19: al haber recopilado datos del todo el mundo, México ocupa el primer lugar, además, haciendo un análisis de las labores del personal, un 80% de los fallecidos son médicos o enfermeras, pero llama la atención que dos terceras partes de este 80% son médicos, y una tercera parte son enfermeras; es decir, hay una enfermera por cada dos médicos.

No parece tener una explicación sencilla que ocupemos un lugar tan terrible en el número de personal médico, víctima mortal de la pandemia con 1,320 fallecidos, mientras que Estados Unidos tenga 1,077 fallecidos entre el personal sanitario y Brasil 634, siendo que en ambos países el número total de casos de enfermedad por SARS-CoV-2 es mucho mayor que entre nosotros, lo mismo que el número total de fallecidos por COVID-19. Voy a poner a su consideración algunas situaciones que lo podrían explicar.

Desde luego una justificación sencilla y rápida es que al personal no se le ha dotado del equipo de protección necesario, esta versión es la que corre más ampliamente y en ocasiones lo hace ver de manera escandalosa. Creo que aparte de contar con el equipo de protección necesario, son indispensables algunas cosas más, una de ellas es el adiestramiento para utilizarlo, la adaptación correcta de las áreas donde los pacientes van a ser atendidos, pero sobre todo, la conceptualización correcta de la importancia de utilizar adecuadamente las medidas de protección. Quizá haya algunas otras razones que puedan esclarecer estos resultados catastróficos entre nosotros.

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Imagen: Freepik.

No hay duda de que la pandemia causada por SARS-CoV-2 constituyó una desagradable sorpresa para todo el mundo, incluidos los responsables del sistema de Salud y sus integrantes, incluyendo aquí a enfermeras, médicos, y personal sanitario; todo agravado por la enfermedad que ha ocasionado la COVID-19. Probablemente la causa que originó esto es primero lo súbito de su aparición, sólo transcurrieron tres meses entre los primeros casos en China y los primeros fallecimientos en México, además se trata de una enfermedad nueva, absolutamente nueva, de la que sabíamos muy poco, y seguimos desconociendo muchas cosas.

Todo esto dio como resultado conductas ambiguas, por una parte, minimizando sus consecuencias y su gravedad y, por otro, preparándose para su contención y su tratamiento. Esta conducta ambigua transcurrió desde los responsables sanitarios, hasta los habitantes y posibles víctimas de la enfermedad; por supuesto, incluyó al personal que iba a ser el encargado de atender a los enfermos, y una vez que se comprendió la severidad del problema se tomaron medidas. En la lucha contra el tiempo se tomaron medidas para preparar instalaciones donde los enfermos pudieran ser atendidos, que ameritó el cambio de vocación de varios hospitales para convertirlos en áreas de atención, llamados “Hospitales COVID”. Esto debió haber incluido la dotación de equipos para la atención de los enfermos y de protección para el personal encargado del tratamiento y cuidados de los enfermos, así como el adiestramiento para tratar a los pacientes y para usar los equipos.

Desde su inicio, una de las dificultades presente estuvo constituida por el escepticismo ante la severidad del problema que aún cursa, desde los más altos niveles gubernamentales, hasta la población general. No tengo una explicación de por qué existen mucho más muertos entre los médicos que entre las enfermeras; si bien el médico se acerca al paciente para hacer el diagnóstico y hacer maniobras terapéuticas, algunas de mucho riesgo, como la intubación orotraqueal, son las enfermeras quienes se acercan con mayor frecuencia y a lo largo de todo el proceso.

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Imagen: KBIA.

La necesidad de aislamiento entre la población para evitar o disminuir la diseminación del SARS-CoV-2, a pesar de su éxito, se ha ganado muchos detractores tanto por sus consecuencias sociales y principalmente por las derivaciones económicas que acarrea. El caso es que, contrario a lo que ha sucedido en otros países, en México no ha habido una disminución de los casos ni en el número de fallecimientos, tampoco existe una explicación para que tengamos cifras de letalidad tan altas, la única explicación es que se diagnostiquen menos casos de los que realmente suceden, al contrario de lo que ocurre con los fallecimientos que necesariamente tienen que ser registrados, independientemente de que no todos los fallecimientos se relacionen con COVID-19.

No sabemos si los resultados a este respecto son similares o parecidos en todos los “hospitales COVID”, si se internan por las mismas características en el Hospital General de México que en el Hospital de Especialidades de Ciudad Victoria o en el Hospital del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición, o el Hospital de Especialidades de Ixtapaluca. Si el porcentaje de fallecimientos entre los pacientes hospitalizados es comparable o si lo es la mortalidad entre los enfermos intubados en diferentes instalaciones. Seguramente los datos existen, sólo espero que alguien los esté recolectando.

Hoy apareció una nota en la que todos los anteriores Secretarios de Salud (vivos) expresan su inconformidad ante el manejo sanitario de la pandemia por COVID-19. Desde luego, estamos ante una enfermedad nueva de la que sabemos poco, que ocasiona en muchos casos un cuadro grave, con cifras de mortalidad muy elevada, aunque existen más pacientes que cursan la enfermedad estando asintomáticos, lo que hace que las posibilidades de transmisión se eleve, porque parece ser que la transmisión de SARS-CoV-2 es muy amplia.

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Imagen: CNN.

No existe una posibilidad terapéutica que haya demostrado plenamente su utilidad, ni que la posibilidad de una vacuna sea eficiente –aunque se avizora que si bien no está lejana, tampoco a la vuelta de la esquina–, por eso debemos todos repensar nuestra actitud ante la enfermedad. En algunos países, organizaciones académicas, científicas y sociales, están planteando realizar una evaluación de las conductas, directrices y normas que se han establecido para enfrentar la COVID-19.

En México, frente a los resultados poco alentadores y la posibilidad de que la pandemia se alargue mucho tiempo, debería reflexionarse sobre las conductas establecidas y los resultados obtenidos, tratando de mejorar. Todo planteado con el concepto de que una auditoria externa es la mejor posibilidad para mejorar y de convertir los errores en nichos de oportunidad, porque sin evaluar las conductas y los resultados será imposible mejorar.

El Consejo de Salubridad General podría ser un magnífico evaluador, sin embargo, se encuentra anulado por la propia Secretaría de Salud. Por eso me parece que debería formarse un grupo colegiado de profesionales diversos que sin tintes políticos evaluara la respuesta ante la infección del SARS-CoV-2. Existen mecanismos para poderlo hacer y estoy seguro que el grupo podría conjuntarse y lograr una visión propositiva. Sabemos que a los miembros de nuestro gobierno no le gusta la evaluación y menos la externa; pero debiera recapacitar al respecto.

Lecturas recomendadas:
– “Mapping health worker deaths from COVID-19”. Amnesty International. 3 de septiembre, 2020.
– Carlos Salinas Maldonado. “México registra la tasa de mortalidad más alta del mundo entre personal médico a causa de la COVID-19”. El País. 3 de septiembre, 2020.


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Sobre los médicos y la COVID-19

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Durante muchos años se conoció como la más “Alta Tribuna de la Nación” a la que se constituía cuando en una Sesión de Congreso, es decir, donde se reunían los miembros de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores, y asistía el titular del Poder Ejecutivo en presencia generalmente del Presidente de la Suprema Corte de Justicia –lo que sucedía ocasionalmente–, para la toma de posesión del Presidente de la República y presentar el Informe Presidencial. Por razones que se hicieron pasar por democráticas, estas reuniones fueron suspendidas, aunque la toma de posesión del Lic. Andrés Manuel López Obrador sí se llevó a cabo en una sesión del Congreso, con la presencia del Poder Judicial, sin embargo, su(s) Informe(s) de Gobierno no se han dado de la misma forma.

Esta tribuna ha sido substituida por las “conferencias mañaneras” que el titular del Poder Ejecutivo lleva a cabo todos los días hábiles en el salón “Guillermo Prieto” –antes Tesorería– del Palacio Nacional. Esta costumbre la inició cuando fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Diseñada o iniciada como una conferencia de prensa cotidiana en que se brindaría información, pero ha venido perdiendo esta característica; primero porque no gira alrededor de las preguntas periodísticas y, segundo, porque los periodistas que asisten no sé de qué manera son seleccionados, pues casi siempre parecen más patiños o paleros que verdaderos interrogantes o críticos de los problemas que se tratan o pudieran tratarse. Desde luego se ha convertido en un foro importantísimo en el que el Sr. Presidente, sólo ocasionalmente acompañado por miembros de su gabinete, dicta el curso de su políticas públicas, hace consideraciones internacionales, pauta las guías de lo que él ha llamado la 4ª Transformación, con críticas y ataques a los que se oponen a sus planes.

mananeras amlo

Muchos grupos y personajes se han visto criticados e incluso acusados en el curso de las conferencias mañaneras, algunos de manera incierta o inconsistente, de modo que, a veces, ha tenido que corregir algunas expresiones o retractarse de algunas situaciones; en términos generales, los aludidos son acusados de enemigos de la transformación, de deshonestos, de conservadores y de fifis –adjetivo que ha estado dejando de utilizar–.

Vivimos un momento sumamente difícil por el desarrollo de la pandemia COVID-19, que tiene y seguramente tendrá, consecuencias muy graves y difíciles en cuando menos tres esferas, la social, la económica, y propiamente las respectivas al área de la salud. ¿Por qué el viernes pasado (8 de mayo) el señor Presidente se dedicó a hablar mal de los médicos? Yo no tengo una explicación que me satisfaga. El caso es que afirmó que los médicos –así generalizando–, éramos deshonestos, cuando menos hasta que él tomó posesión, que privilegiábamos el lucro personal sobre los intereses o las necesidades de los enfermos, y que incluso habíamos participado en fraudes en la compra y distribución de medicamentos.

En un momento en que todo el personal del sector salud, es tan importante, no sólo los médicos, sino también las enfermeras, los químicos, los técnicos, el personal administrativo, ¿por qué lanza estos ataques? Cuando todos se enfrentan en condiciones tan adversas a una enfermedad tan poco conocida, que puede ser sumamente grave, para la que no existe un tratamiento eficaz puesto que vivimos en un ambiente de incertidumbre que resulta angustiante y desencantador. ¿Por qué? Si además todo el equipo de salud está sometido a un riesgo que ningún otro grupo tiene. En España para el 24 de abril había más de 33,000 contagiados y más de 11,000 muertos entre el personal sanitario, que en Italia eran más de 18,000, y que en México no tenemos datos precisos, ¿por qué? Si los salarios de todos ellos no son especialmente privilegiados, ¿por qué? Si cuesta tanto trabajo prepararse para tratar de ser eficiente en cualquiera de las áreas de la salud, ¿por qué emitir ese tipo de comentarios?

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Fotografía: Mañanera Nuevo Laredo.

El caso es que las declaraciones del Sr. Presidente desencadenaron una cascada de críticas, de inconformidades, de reclamos; si contamos que lo hicieron diferentes agrupaciones médicas, casi todas –me atrevo a decir– incluida la Academia Nacional de Medicina, podemos sumar decenas de miles de médicos que mostraron su desconcierto ante lo expresado, y resalto, además, que muchos líderes de opinión también expresaron su punto de vista contrario. Todos le exigían una rectificación acerca de lo expresado.

El lunes 11, también en la “mañanera”, vino una rectificación; pero, siempre en mi consideración, resultó peor “el remedio que la enfermedad”. Primero y muy importante, cuando menos para mí, no explicó por qué había expresado esta opinión, cuál era su intencionalidad, qué es lo que esperaba obtener de ella, si intentaba motivar a un grupo; si bien parece haber obtenido un rechazo entre los profesionales de la salud, no sabemos el impacto que tuvo en la sociedad minando la confianza de los enfermos con sus médicos y todo el personal de salud. ¿Por qué digo que no fue afortunada la rectificación? Mencionó que no se refería a todos pero que sí había médicos que privilegiaban sus intereses sobre los de los enfermos y que sus adversarios habían descontextualizado sus palabras, que él tenía admiración por algunos médicos, por ejemplo, “quienes le salvaron la vida” durante un problema de salud más o menos reciente, y los “médicos con vocación humanista como Ernesto “Che” Guevara y Salvador Allende”.

¿Por qué no mencionó a Michelle Bachelet? –también chilena y de izquierda, aunque moderada–, o mejor a Valentín Gómez Farias, distinguido médico tapatío y “constituyente”, tantas veces opuesto a Santa Anna; o a Gustavo Baz, fundador de gran parte de nuestro sistema de salud o a Chávez y Zubirán, quienes en buena parte pusieron en práctica ese sistema. Todavía habría sido más estimulante si hubiese considerado a los muchos médicos que con salario raquítico atienden el primer nivel en poblaciones rurales, por no mencionar, como parte de un homenaje, a los que para el día 11 ya habían fallecido por COVID-19. Pero no, mencionó al Che Guevara y a Salvador Allende. La ofensa está hecha, sólo espero que no tenga repercusión en la confianza de los enfermos y por lo tanto en la relación médico-paciente, dado el alcance que el Sr. Presidente tiene a través de su conferencia matutina.

No quiero dejar pasar una extrañeza más. El Dr. Hugo López-Gatell se ha convertido en el vocero de los problemas de salud, especialmente en lo relativo a la enfermedad causada por SARS-CoV-2, parece muy correcto que así sea, es el Subsecretario de Prevención de la Secretaría de Salud. Ha mostrado un gran conocimiento, capacidad de expresión, dominio de los escenarios; si ha patinado alguna vez, ha sido para explicar o justificar a algunos de sus jefes. Creo que en cuanto a las acciones de atención, particularmente terapéuticas de la población, debería participar la Dra. Asa Christina Laurell, Subsecretaria de la de Integración y Desarrollo del Sector Salud, ella es la encargada de eso y de ella dependen los Institutos de Salud, Los Hospitales Federales y la relación con las Secretarías de Salud de los Estados, pero nunca la hemos visto. El Dr. Alcocer Varela, Secretario de Salud, pocas veces se ha expresado y no siempre acertadamente, ayer, 13 de mayo, confundió “normalidad” con “mortalidad” y no lo rectificó, sus mensajes resultan opacos y confusos.


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