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La revolución del reclutamiento a través de la Inteligencia Artificial

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Hace algunos meses me encontré con una persona que estaba en la búsqueda activa de una oportunidad laboral, ante mi pregunta acerca de su formación, me comentó que había concluido con una maestría en una institución reconocida internacionalmente, con experiencia laboral en bancos, consultoras, etc., manejaba perfectamente un segundo idioma, era joven, educado, etc. Me comentaba que, aunque ya había pasado por varias entrevistas y procesos de selección, algunos reclutadores le comentaban que estaba sobre calificado, otros no le dieron respuesta, otros cancelaron las entrevistas, entre otras muchas cosas que pueden suceder en este proceso. Y la cuestión es que, muchas veces, el proceso de contratación tiene que ver con las personas que entrevistan, no necesariamente con el candidato, pues éste puede ser muy bueno y tener los conocimientos suficientes, la edad adecuada, incluso la experiencia, pero, la subjetividad del reclutador puede detener el proceso, ¿por qué?, la respuesta de algunos reclutadores es que muchas veces el candidato es poco serio en la entrevista, se nota que no se conoce bien, no tiene una proyección a futuro, es poco formal, entre otras muchas cosas.

¿Qué pasaría si este proceso de reclutamiento fuera objetivo, sin los prejuicios del reclutador, sin las ideas equivocadas que se pueden tener del prospecto? Hoy en día ya es posible reclutar a través de plataformas que te ofrecen el apoyo de la Inteligencia Artificial (AI) para evitar cuestiones subjetivas en la elección del mejor candidato; algunas de ellas son Talview, Ideal, Retorio, entre otras. En particular, Retorio busca integrar la psicología en el proceso de reclutamiento, con base en The Big 5 Personality Model, a través del cual, se califican los siguientes elementos: Extraversión (sociable-reservado), Conciencia (eficiente-reservado), Amabilidad (amigable-insensible), Neuroticismo (nervioso-seguro) y Apertura a la experiencia (curioso-cauteloso):

ia reclutamiento
Imagen: Retorio.

Asimismo, dicha plataforma, asegura un 90% de precisión en la afinidad del candidato para el puesto, interesante, ¿verdad?, podría ser que la tecnología nos haya dado las herramientas necesarias para no fallar en la contratación del perfecto candidato para nuestra empresa, pero ¿será realmente objetivo? La empresa German Public Broadcasting realizó un experimento para analizar la manera en la que operan estas plataformas y evaluar su objetividad. Es importante destacar que la Inteligencia Artificial que utilizan estas plataformas, analiza el tono de voz, el lenguaje que se usa, los gestos y las expresiones faciales, para con ello, crear un perfil de personalidad conductual.

Dicho perfil, no sólo ofrece un porcentaje muy alto en eficacia, sino que es objetivo y más rápido que cualquier proceso de reclutamiento tradicional. El proceso es el siguiente: se pide al candidato grabar un video en el que se responden ciertas preguntas básicas, con base en ello se realiza el análisis del sujeto y se obtiene una calificación de los 5 grandes aspectos de la personalidad (Big 5 Personality Model). La empresa alemana contrató a una persona para este estudio (sujeto 1) para que respondiera las preguntas que se le indicaron.

Los resultados fueron los siguientes:

Para la siguiente muestra, la misma persona usó lentes al grabar el video (sujeto 2), los resultados se mostraron similares en casi todos los elementos excepto en la conciencia, donde el resultado bajó a nivel medio. Posteriormente, el mismo sujeto (sujeto 3) se quitó los lentes y se cubrió la cabeza con una bufanda, aquí los resultados cambiaron dramáticamente, colocando la amabilidad, extraversión y apertura en un nivel alto, la conciencia en un nivel extremadamente alto y el neuroticismo en un nivel extremadamente bajo.

Se le pidió al candidato realizar nuevamente el video con cambios de ropa mínimos como color de blusa, cambio en el peinado, etc., los resultados siguieron cambiando. Finalmente, se pidió al sujeto que repitiera el video con las mismas prendas y el resultado en este caso no cambió. En otra prueba, se mantuvo la vestimenta, pero se cambió el fondo, añadiendo un cuadro en la parte de atrás, repisas con libros, etc., en este caso, también hubo cambios considerables en los 5 puntos señalados en la tabla. Finalmente, se hicieron pruebas con filtros y los resultados también fueron distintos.

A partir de estos resultados podemos observar que aún la tecnología existente no provee de resultados objetivos en un porcentaje amplio, sino que, por el contrario, intervienen elementos mínimos para obtener un resultado u otro, incluso variaciones importantes. Habría que preguntarse si incluso así se obtiene la afinidad del 90% en la elección del candidato, aunque, si se saben estos datos, sería útil para el candidato vestirse de una manera determinada, o bien, colocar ciertos objetos atrás de él para que el software arroje datos favorables y sea el candidato idóneo para el puesto. Lo más interesante aquí, es que la subjetividad de las personas también tiene que ver con el proceso, pues son los seres humanos quienes desarrollan la tecnología y, con ello, dejan una parte de subjetividad en ésta.

Hoy en día, empresas de alto nivel ya utilizan este tipo de software. Si te piden un video para tu postulación recuerda que, al igual que con los reclutadores, todos los elementos cuentan, a tu favor o en contra, así que, suerte con tu proceso.


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Acciones prácticas y necesarias postpandemia

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En mayo de este año compartí en las páginas de El Semanario una larga lista de acciones que se deberían considerar para manejar de la mejor manera posible la pandemia que aún seguimos viviendo. Ahora, a partir de ese artículo, me quiero referir sólo a algunas que me parecen claves para tener éxito postpandemia, tomando en cuenta lo que ha sucedido en estos cinco meses.

Empiezo reforzando el hecho de que hay que entender que el dicho de que “los problemas de casa, se quedan en casa”, nunca fue cierto, y hoy se ha demostrado con muchos días, semanas y meses de teletrabajo que es totalmente falso. Como nunca en la historia laboral moderna podemos afirmar que los problemas de casa van al trabajo y los del trabajo van a la casa… Y no pasa nada, así es la vida y hay que vivir con este hecho.

Debemos dejar muy claro que el trabajo remoto o teletrabajo llegó para quedarse y que es una responsabilidad compartida entre los empleadores, la familia y el empleado definir como lo hacen más placentero y sostenible en el tiempo. Cómo mejorar y mantener las condiciones óptimas de trabajo desde casa considerando el equipamiento del espacio, mobiliario, luz, sonido, internet, etc.

home office covid
Imagen: Yataka.

Ante lo inminente, hay que negociar –si aún no lo han hecho– las condiciones de trabajo de quienes se quedarán en sus casas de forma permanente, y no estoy pensando en reducir prestaciones, beneficios o mucho menos el salario, estoy pensando en readecuar los paquetes de compensación total.

Ante la pandemia, todas las organizaciones ya identificaron áreas de oportunidad para hacer recortes de personal y reducir gastos. Seguramente ya lo hicieron algunos que pensaban serían temporales y ahora habrá que evaluar si serán permanentes, si aún no lo hacen: háganlo pronto.

Ya aprendimos que muchos trabajos de cuello blanco se pueden hacer desde casa y se harán de forma definitiva. Según la OIT vamos a pasar de 4% al 30% de trabajadores haciendo teletrabajo entre el 2019 y el 2021. Hay sectores que todo mundo decía que no se podían hacer desde casa y ya ven, en medicina, es impresionante lo que se ha avanzado, y lo que se avanzará.

En contraposición, diversos estudios afirman que sólo 5% de los trabajadores menos calificados podrán hacer trabajo remoto.

aislamiento, pandemia, covid
Ilustración: Fidel Sclavo (Clarín).

Como jefes, como líderes, no debemos esperar que nuestra gente que está haciendo teletrabajo se encuentre conectada toda la jornada. Diversos estudios previos a esta situación ya habían demostrado que estar conectados ocho o más horas es altamente improductivo. Hay que dar varios espacios (mínimo cuatro) en el día, y respetar un tiempo razonable para la comida. Lo recomendable es estar “presente” máximo seis horas frente a la computadora en el día, y entender que no hay que hacer mucho o nada de micro-administración a nuestros colaboradores. Es un gran momento para dejar que la gente tome más decisiones por su cuenta, tenemos que trabajar y mucho en empoderar y delegar mucho más. Dejar que nuestra gente crezca.

Esta pandemia nos trajo una gran noticia: se acabó el mito de la oficina como un lugar mágico, un lugar que era necesario para que pasarán muchas cosas, que ahora se ha demostrado que pueden pasar y más, sin ellas, y por ello tenemos que evaluar de qué espacios vamos a prescindir en nuestras oficinas, si un determinado número de empleados trabajará de forma permanente haciendo teletrabajo. Como referencia, les comento que un estudio de una reconocida universidad inglesa dice que una buena parte de las empresas podría reducir hasta el 30% de espacio en las oficinas de forma inmediata y todo lo que eso implica, gracias al teletrabajo.

Ante la nueva realidad y lo que vendrá, hay que revalorizar algunos puestos de trabajo y ciertas áreas de la organización, como logística y el área de sistemas y tecnología. Pienso que recursos humanos puede volverse a convertir en un área estratégica para las organizaciones.

trabajo, creatividad
Imagen: Marketing Directo.

También deben, si no lo han hecho, evaluar qué funciones, procesos e inclusive áreas pueden subcontratar local, regional, nacional o internacionalmente. Algunos expertos señalan como claras áreas de oportunidad todo lo relacionado con IT, nóminas, y todos los procesos muy repetitivos y/o que no son estratégicos para función central de la organización.

También tendremos que llevar a cabo cambios en las estructuras organizacionales que pueden implicar una sustitución más rápida de baby boomers por personas de las generaciones “X” y “Y”, ante la falta de capacidad de los primeros para adaptarse a todos estos rápidos cambios.

Algunas consideraciones finales:

-Hay que estar con la mente abierta al cambio y a la modernización, de forma permanente.

-Éste es un excelente momento para tomar decisiones “ahora o nunca”.

-Todo lo que hagamos de corto plazo tiene que estar enfocado a generar utilidades.

-En el corto plazo las cosas estarán horribles, pero les aseguro que el futuro es muy prometedor.


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Diferencias entre mentoring y coaching. Todo lo que querías saber

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El tema del coaching tiene ya algunos años siendo parte de la vida de las empresas, pero como muchas cosas del área de recursos humanos y en general de las empresas, nacen, crecen, se reproducen y desaparecen.

A mí honestamente el tema del coaching me parece que está muy prostituido desde hace mucho tiempo, y si bien obviamente hay excelentes coaches por ahí, hay una inmensa, la mayoría, que son unos charlatanes.

Hay una serie de instituciones, fundaciones y asociaciones que han tratado de normar el tema, para buscar dar más certeza al mercado, pero aun así creo que el tema del coaching se convirtió en un gran negocio para quienes “certificaban”, y también para algunos inteligentes y otros vivos “certificados” para vender el coaching como la panacea que no fue y no lo será.

Es, al menos para mí, muy revelador ver en los eventos de la ATD (Association for Talent Development) y de la SHRM (Society for Human Resource Management), la cantidad de conferencias o presentaciones que se hacen sobre este tema en los últimos años en sus magnos eventos. Y también es revelador cómo las grandes revistas de negocios como Forbes, Fortune y las locales como Expansión y equivalentes, cada día dan menos espacio al tema o simplemente ya no existe.

mentoring y couching
Ilustración: Panfilia Iannarone y Pierre Kleihouse.

Hay una inmensa vertiente de coaches y este tema ha transcendido las empresas o los grandes corporativos y, además, desde hace algunos años tenemos “coaches de vida”, “coaches personales”, “coaches ontológicos”, “coaches deportivos” –que me imagino que es de donde surge el concepto–; “coaches de Programación Neurolingüística (PNL)”, y bueno, una docena de más opciones.

El tema del coaching se hizo muy popular y ya dio lo que tenía que dar; creo que cada día aporta menos y muy pronto dejaremos de oírlo. Ya sé que no suena ni es políticamente correcto, pero ésta es mi columna, mi artículo y mi punto de vista. Si hacen una búsqueda en Google se van a encontrar que la palabra “coaching” tiene más de 497 millones de entradas, lo que les da una idea de lo popular del concepto, mientras que la palabra mentoring sólo tiene 97 millones de entradas.

La revista EUROFORUM hace una buena y primera diferencia entre “Qué es coaching y qué es mentoring”.

El “coaching”, según la International Coach Federation, se define como un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes que les inspira a maximizar su potencia personal y profesional… El “mentoring” se podría definir como la relación que se crea entre una persona con experiencia y éxitos, y un alumno (“mentee”) al que guía y aconseja para enriquecerlo tanto a nivel personal como profesional.

Y continua EUROFORUM ahora mostrando algunas de las diferencias básicas entre coaching y mentoring:

Ambos conceptos comparten espacio y tienen técnicas y procesos en común. En muchas ocasiones un “coach” puede actuar como mentor con sus “coachees” y de la misma forma el mentor puede actuar puntualmente como un “coach”. Sin embargo, también existen puntos que los diferencian:

mentoring vs couching
Ilustración: Panfilia Iannarone y Pierre Kleihouse.

1. Enfoque: El coaching suele estar centrado en la consecución de resultados para tareas concretas como, por ejemplo, una gestión de equipos más efectiva, hablar en público con mayor solvencia o potenciar el pensamiento estratégico. El mentoring, en cambio, pone el foco en la relación que se genera entre mentor y alumno (mentee), y sus objetivos trascienden lo meramente laboral, buscando metas como el equilibrio entre la vida personal y laboral, la autoconfianza del individuo, o la influencia de aspectos personales en lo profesional.

2. Tiempos: El coaching suele implicar una relación en el corto plazo entre el entrenador (coach) y el alumno (coachee). En ocasiones, con pocas sesiones se consiguen los resultados y finaliza la relación. El mentoring necesita de relaciones duraderas en el tiempo, que generen el clima de confianza necesario para que el individuo comparta con su mentor sus preocupaciones y dudas.

3. Objetivos: Cuando hablamos de coaching, normalmente se piensa en resultados inmediatos a corto o medio plazo, y en el entorno laboral actual del coachee. El mentoring, por el contrario, está más centrado en el desarrollo personal del individuo, para su trabajo actual o para los trabajos que pueda desempeñar en el futuro.

Ahora hablaré mucho más del concepto de mentoring, porque insisto, el tema del coaching ya está más que visto. Yo tuve el privilegio de ser entrado como mentor en el 2014, por quizás el primer mentor profesional de México, Víctor de la Fuente, un extraordinario ser humano y un profesional destacadísimo en la función de recursos humanos de México por muchos años, muchos de ellos desde IBM, donde además tuve la fortuna de colaborar con él y con IBM, como consultor, conferencista y facilitador de un buen número de talleres.

¿Qué técnicas tiene que desarrollar un mentor? Diseño de Conversaciones; Actualización del Conocimiento; Retroalimentación; Generación Activa de Confianza; Motivación y Seguimiento de Compromisos.

Un mentor debe tener muy claros los objetivos principales de su trabajo con su o sus mentees como: Adquirir nuevas habilidades y técnicas para implementarlas de inmediato; Contribuir al desarrollo de nuevos talentos; Mejorar la formación de líderes del futuro, mejorando sus competencias; Ampliar la perspectiva de una carrera futura para él o los mentees, y colaborar en la retención del personal clave.

Mentoring vs couching
Ilustración: Panfilia Iannarone y Pierre Kleihouse.

¿Cómo se inicia un proyecto de mentoring? Antes de formalizar el proyecto, se entrevistan el cliente (futuro mentee) y el mentor para asegurar que existe empatía. Para ser efectivo, se requiere un mínimo de compromiso en las sesiones por un período de tres meses. En algunos casos, se aplican herramientas de evaluación de acuerdo con las necesidades del cliente, para definir estilo de liderazgo, estilo de comunicación, nivel de inteligencia emocional, por ejemplo.

A lo largo de mi vida profesional he tenido la oportunidad de ser mentor de un par de Directores Generales con empresas muy exitosas –que en su momento no lo eran tanto–, y de muchos directores y cabezas de la función de recursos humanos, entre otros, que con los años se han convertido en buenos amigos(as). Inclusive tuve la oportunidad de ser mentor de unos cuantos artistas, con quienes sigo trabajando desde “X” espacio.

Para iniciar cualquier proceso de mentoring y que éste sea exitoso, es necesario clarificar las expectativas del cliente o mentee. Que el cliente esté listo y quiera recibir el mentoring. Ante lo que estamos viviendo, un consejero independiente de una importante empresa mexicana me pidió que hablará con el Director General de la empresa en la que es consejero, y el Director General simplemente se opuso, diciendo que él “no necesitaba de nadie para resolver los asuntos de la empresa en este momento”… Espero que la libre. Y obviamente que el cliente tenga una percepción de qué es lo que le interesa desarrollar. Un cliente, no hace mucho tiempo, me pidió que le ayudará para que él pudiera tener más claridad en quién sería o debería ser su sustituto en su puesto, porque él tendría en breve una promoción.

Y finalmente, algunos otros elementos que hay que tomar en cuenta en el proceso de ser mentor es:

~ Servir de asistencia para obtener claridad acerca de lo que el mentee

~ Motivar al cliente a tomar acción en áreas críticas, moverse a lo que le interesa cambiar, e iniciar la eliminación de barreras y manejo de retos para mejorar.

~ Ser escuchado cuidadosamente, recibir preguntas poderosas y proveer una retroalimentación honesta.

~ Ser un recurso al compartir herramientas y modelos para actuar de la mejor manera posible.


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La función de Recursos Humanos está en una encrucijada

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Ante los cambios demográficos, tecnológicos y la demanda de organizaciones más eficientes y eficaces, la función de Recursos Humanos (RH) se encuentra en una encrucijada para despegar y reposicionarse, o bien, para prácticamente convertirse en una función utilitaria. Les adelanto una parte de mi colaboración en el libro que sobre el Grupo Jurica presentaremos en breve.

La gente de RH se fue haciendo “YesMen”, condescendiente, menos profesional. Algunos responsables o cabezas no tenían o tienen el tamaño para hacerlo y devaluaron o están devaluando la función. De acuerdo con algunos estudios mundiales, sólo uno de cada 100 CEOs ha pasado por la función de RH. Es la función que menos líderes aporta a las organizaciones.

Habría que eliminar cosas que son tácticas y únicamente quitan tiempo para dedicarse a cuestiones verdaderamente estratégicas. El buen líder administra poco y lidera mucho.

Necesitamos ver el futuro del negocio, pensar las implicaciones y retos. No podemos ser chiquitos ante tendencias como la automatización y la robotización. Hay que promover cómo reubicar y reentrenar a las personas que serán desplazadas. 

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Imagen: Freepik.

Como resultado de los recientes cambios al Artículo 123 de la Constitución y modificaciones a la Ley Federal del Trabajo (LFT), y la entrada en vigor de la NOM-035, hay una gran oportunidad de reposicionar a RH en las empresas y en cualquier organización.

Con estos cambios, se abrirán puertas y ventanas para modificar de forma significativa las relaciones entre empleadores (patrones) y trabajadores, tanto de confianza como sindicalizados.

Las modificaciones van más allá de incorporar los compromisos que México debió observar desde hace años sobre el Convenio 98 de la OIT en 1949, y ratificado por nuestro país en 2018, y de cláusulas, resultado de la renegociación del TLC con Estados Unidos y Canadá. La alta dirección de las empresas tiene la responsabilidad de conocer las consecuencias para sus empresas y la función de RH debe aprovechar la coyuntura.

Algunas modificaciones son oportunidades increíbles para cambiar prácticas del tipo “porque así se hacían”. Quizá la más radical es que las empresas podrán liberarse de sindicatos sin tener que recurrir a contratos de protección.

Tanto el artículo 123 como la LFT son claros en que los sindicatos de protección deben desaparecer. Ésta es una maravillosa noticia para las empresas y pésima para los dirigentes que vivían de estas prácticas. Con la nueva legislación, ya tenemos libertad sindical, podemos trabajar con o sin los sindicatos. El derecho ahora es del trabajador y no de corruptos dirigentes sindicales

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Imagen: ITM platform.

He trabajado por años en y con el área Recursos Humanos. Sé bien cómo funciona esta vicepresidencia, dirección, gerencia o jefatura, que es –o debería ser– fundamental para las empresas y organizaciones. Me siento capaz –inclusive con la obligación– de recomendar a mis excolegas cambiar de canal y ponerse las pilas para reposicionar el área.

No podemos tratar a todos por igual. Debe segmentarse al personal. No me refiero sólo a diferencias evidentes de niveles jerárquicos, responsabilidades, además de las categorías naturales: personal de confianza o sindicalizado. Convendría segmentar en generaciones e identificar sus conductas y características.

Las necesidades y prioridades de la gente no son las mismas. No se puede tratar a todos por igual ni las prestaciones o beneficios deben ser idénticos. Sean Baby Boomers, Generación X, Millennials, o Centennials, todos son diferentes y valoran su autenticidad.

La sociedad se ha vuelto cada vez más compleja. Hay gran variedad y cantidad de grupos con los cuales lidiar. Muchas empresas se quedaron instaladas en los años 80 o antes, en el siglo XIX, y no saben cómo manejar estas particularidades.

Podrían suponer que los jóvenes de hoy son flojos, desordenados, etc., pero no es así. Son muy inteligentes, están cargados de energía, son creativos, diestros en los asuntos tecnológicos, el mundo no tiene límites para ellos. Trabajan a su manera y las organizaciones van a tener que adaptarse a ello y no al revés.

Habiendo trabajado muchos años con temas de clima organizacional comprobé que el final de la vida laboral puede ser representada con una letra U: un nuevo empleado joven es el ser más feliz, el más motivado y leal con la empresa y la califica súper bien. Pero pasa el tiempo, crece y su trabajo se le hace horrible y aburrido, y entonces la califica mal. Se queja a menudo. Pero con el paso de los años viene un momento de resignación, costumbre o gratitud y ve al empleador con otros ojos: “Bueno, no se está tan mal aquí… Tengo trabajo… Me aceptan a pesar de mi edad…” y vuelve a calificar muy bien a su organización.

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Imagen: Esan.

A todos nos consta esta evolución en la actitud de los trabajadores. Estamos en la posibilidad de cambiar esto para siempre. Tenemos el imperativo de conocer más a las personas que trabajan con nosotros para servirles mejor. ¿O no acaso la función de Recursos Humanos trabaja con y para las personas? Las organizaciones deben aprender a adaptarse a su gente y no a la inversa. Esto trae un gran beneficio al clima laboral y la productividad. Yo estoy convencido que es posible lograr esa flexibilidad.

La gente será más productiva por convencimiento, lo que necesariamente traerá espléndidos dividendos para las empresas. Acercarse a las personas es estratégico. Recursos Humanos debe saber qué sí se puede y debe hacer, y qué no, asomarse al futuro. La función tiene que hacer cosas más trascendentes y decir a dónde debe ir la empresa. RH debe ser la conciencia del Director General y del Consejo de Administración. Hacerles ver que trabajamos con personas y no con “recursos”.

Y debemos estar conscientes de que vienen enormes cambios tecnológicos para la función, el uso de Big Data, Inteligencia Artificial, realidad aumentada, y muchos otros temas de esta índole serán el pan nuestro de cada día. Ésa es la realidad y tenemos que no sólo trabajar con ella, sino sacarle provecho.

Estamos ante la posibilidad de volver a posicionar la función de Recursos Humanos que, por cierto, está pasando un muy mal momento, en México y en no pocos países.


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