Unesco

Al rescate del agua y territorio

Lectura: 3 minutos

Nuestro país no tiene una historia económica con la que pueda presumir gran eficiencia en comparación con otras naciones; políticamente deja aún más que desear y la pobreza de 60 por ciento de la población no habla bien de un orden social que alguna vez haya sido ejemplar.

En lo que México puede tener ventajas es en la cosmovisión autóctona relacionada con el manejo del agua y del territorio. Ahí hay técnicas útiles para enfrentar lo ineludible: la emergencia climática que para muchos mexicanos pobres es también sanitaria y alimentaria.

Sucede que ayer 11 de marzo tuvo lugar el seminario “Hidrotecnologías ancestrales de América Latina y el Caribe como respuesta a la emergencia climática, sanitaria y alimentaria”, al que convocaron varias instituciones internacionales, entre ellas el Programa Hidrológico Intergubernamental de la UNESCO; México está representado en el evento por la asociación civil Alternativas y Procesos de Participación Social, que opera en la mixteca poblana y oaxaqueña desde Tehuacán.

La convocatoria de la UNESCO es para conocer experiencias de éxito en la exploración de tecnologías ancestrales basadas en la naturaleza, y su actualización a nuestra época, con la finalidad de encontrar soluciones de las que puedan apropiarse ciudades y poblaciones cuyo problema eje es la escasez de agua.

falta de agua
Imagen: Studio Warburton.

La mitad de la República mexicana la constituyen condiciones áridas y semiáridas, en las que la escasez de agua es el mayor problema de sus habitantes, y origen de otros como la mala alimentación, la falta de ocupación e ingresos, y la pobreza.

Ante esos problemas, de por sí graves, que el cambio climático tiende a empeorar para millones de personas en el planeta, en México hay experiencias replicables de acciones organizadas de la población para regenerar cuencas, mejorar la fertilidad de las parcelas y combinar cultivos para enfrentar la crisis alimentaria.

Alternativas y Procesos de Participación Social fue seleccionada por la UNESCO para presentar su narración de experiencia de décadas, denominada “Agua para Siempre y Sistema Alimentario de Amaranto en Milpa del Grupo Cooperativo Quali en México”.

Esa asociación civil fue fundada hace 41 años en Tehuacán por Raúl Hernández Garciadiego y por su esposa, Gisela Herrerías Guerra, y juntos han promovido desde entonces dos grandes procesos que se complementan: Agua para Siempre, que recuperó la visión ancestral de manejo de escurrimientos de agua de lluvia dentro de la cuenca, consistente en hacer terrazas en las pendientes cerriles para tener estancamientos de tierra y agua, enriquecidos para el cultivo, así como canales para almacenamiento en represas, jagüeyes y ollas de agua que recargan los acuíferos.

rescate del agua
Imagen: Adara Sánchez Anguiano.

El otro proceso ha sido la recuperación del amaranto para incorporarlo a la milpa y enriquecer la dieta cotidiana con la combinación ancestral de maíz, frijol y amaranto, además, por supuesto, de otros alimentos nutritivos y sabrosos.

La combinación de ambos procesos, lograda con la visión de sostenibilidad social, ambiental, económica y cultural con la que trabajan 200 colaboradores de múltiples disciplinas en Alternativas, ha coadyuvado en sacar de la pobreza a casi 250 mil personas durante más de cuatro décadas. Por eso la FAO reconoció a Agua para Siempre y al Sistema Alimentario del Grupo Cooperativo Quali como la mejor Iniciativa Innovadora y Escalable de América Latina y el Caribe en 2018.

El seminario de ayer, auspiciado por la UNESCO, parte de la urgencia de entender y replicar las dinámicas autóctonas del manejo del agua, que sean capaces de generar fenómenos económicos y sociales favorables a la regeneración ambiental y a una mayor seguridad alimentaria en zonas áridas y semiáridas del país. México tiene mucho qué rescatar en cultura relacionada con la naturaleza, para desarrollar soluciones colectivas a la escasez de agua en el campo que será cada vez mayor.

Unesco publica guía para salvar la cultura

Lectura: 2 minutos

La pandemia de COVID-19 desató una crisis en muchos sectores a nivel mundial y la cultura es uno de los más afectados, al considerase una actividad no esencial, que ha quedado relegada en diversos países. Es por ello que la Unesco publicó una guía de políticas que pueden ayudar en este sentido.

“La Cultura en Crisis: guía política para un sector creativo resiliente”, es el nombre del documento publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Su contenido, pretende dar sugerencias y consejos que refuercen el sector cultural en los gobiernos durante los próximos meses.

Según la Unesco, algunas de las consecuencias de la pandemia han sido la pérdida de 10 millones de empleos en el sector cinematográfico, así como la reducción de la mitad del personal de un tercio de las galerías de arte y la disminución del 7.5% del mercado editorial.

Muchos artistas, puntualizan, quienes trabajan de manera informal, sin seguridad social ni económica, tuvieron que enfrentar numerosos problemas debido a la crisis de salud, siendo las mujeres quienes peores empleos tienen en la cuestión artística o cultural.

Por todo lo anterior, hicieron la publicación del mencionado documento, que busca fortalecer la resiliencia de la cultura y el arte ante el futuro de una pandemia que seguirá presente, inspirados en la evaluación de las distintas medidas implementadas alrededor del mundo

“La crisis causada por la pandemia de COVID-19 ha tenido repercusiones devastadoras en el sector de la cultura, poniendo de manifiesto y exacerbando a un tiempo la volatilidad de la que ya adolecían las industrias creativas y culturales”, explicó la organización en la página donde se puede descargar la guía de manera gratuita.

El documento propone ideas para reforzar la igualdad y la competitividad, con ejemplos como el de Uruguay o Filipinas, que aprobaron fondos para apoyar artistas afectados por la falta de empleo en estos tiempos. Otros consejos, son la compra de obras de parte del estado, flexibilización temporal de obligaciones reglamentarias, préstamos, reducción de cargas fiscales, entre otros.

“En ‘La Cultura en Crisis’ se proporcionan orientaciones sobre cómo responder a las necesidades más apremiantes e inducir los cambios estructurales indispensables para fortalecer la resiliencia de las industrias creativas y culturales, y prepararlas para lo que se ha convenido en llamar la ‘nueva normalidad’, explica la Unesco.

Nubes de alas color naranja: la mariposa Monarca

Lectura: 5 minutos

Para Natalia y Luna.
Feliz Janucá.

Todos los años, millones de mariposas Monarca sorprenden al mundo al emprender un vuelo de alcance gigantesco.

Al comienzo del otoño, estos frágiles insectos, parten del sur de Canadá y el norte de los Estados Unidos; recorren entre 4 y 5000 kilómetros para pasar el invierno en el sur, siempre en el mismo sitio.

De regreso, en la primavera, habrán de atravesar la misma distancia para llegar al lugar exacto del que partieron sus antepasadas.

Las Monarcas norteamericanas siguen tres rutas migratorias, una de ellas concluye en el centro de nuestro país. Resulta sorprendente el hecho de que en ambas direcciones su destino es un lugar en el que nunca han estado.

Igual que todos los lepidópteros, la Monarca a lo largo de su vida sufre transformaciones internas y externas. Este fenómeno se llama metamorfosis. Se inicia cuando la mariposa adulta deposita un huevo, el cual lentamente se transparenta y deja ver en su interior una diminuta larva en movimiento.

Mariposa monarca
©José del Río photo.

Luego de unos cuantos días, la larva abandona el huevo convertida en una pequeña oruga que, de inmediato, manifiesta su apetito voraz y se come el cascarón. La Monarca es oruga entre 7 y 17 días, y puede llegar a multiplicar su tamaño 2000 veces; se alimenta de plantas llamadas “algodoncillo”.

Para iniciar la siguiente etapa, la oruga fija su cola en una rama y con su boca emite un delgadísimo filamento en el que se enreda hasta formar una crisálida, la cual permanece pendiente de la rama entre 8 y 15 días, inmóvil y sin ingerir alimento.

La crisálida se adelgaza paulatinamente y permite asomar los colores característicos de la especie. Cuando se rompe, de su interior emerge un ejemplar adulto listo para extender sus hermosas alas.

Machos y hembras se aparean días después, y al poco tiempo, la hembra deposita sobre una hoja de “algodoncillo” varios huevos del tamaño de la cabeza de un alfiler. Así comenzará un nuevo ciclo.

mariposa monarca
©José del Río photo.

Durante el recorrido, la Monarca descansa en áreas en donde hay grupos de árboles que las protegen del viento y se alimenta de néctar de flores.

El recorrido culmina cuando llega al sitio de hibernación y se posa sobre la misma especie de árboles que lo hicieron sus ancestros miles de años atrás.

Para sobrevivir, la Monarca, debe encontrar en el camino las especies de plantas que le sirven de alimento, resguardo y apoyo, de lo contrario la migración no podría llevarse a cabo.

Durante la primavera y el verano, es solitaria, sin embargo, las que dejan la crisálida al final del verano son distintas, se reúnen en grupos numerosos.

Su morfología también es diferente, está diseñada para realizar el largo viaje. Se llaman “Matusalén”. Mientras sus antepasadas vivieron entre cuatro y cinco semanas, éstas viven entre 8 y 9 meses, también son más grandes.

©José del Río photo.

En su extraordinario libro Migración Monarca, relata el doctor Carlos Galindo Leal que, en 1978, mientras cursaba la carrera de Biología, un compañero oriundo de Michoacán le comentó:

 “Te puedo decir dónde ver millones de mariposas con una condición: no compartas el secreto.”

No alcanzo a imaginar lo que sintió el científico en ciernes. Hoy sé que aquella revelación marcó su vida; y además definió gran parte de su quehacer científico.

Con el tiempo, Galindo Leal ha visitado en numerosas ocasiones el santuario, en un afán incansable por descubrir los secretos de la migración de la Monarca. En este recorrido científico, lo acompañan numerosos académicos y legos, en los tres países que comprende la migración.

El santuario de la Monarca se localiza en las montañas, a 3000 metros de altura sobre el nivel medio del mar; en los bosques de oyamel que están en los límites entre el Estado de Michoacán y el de México.

Al llegar, el afortunado visitante es recibido por un enjambre de mariposas de color naranja que aletean sin descanso; se aproximan en números incalculables, algunas se adhieren a la ropa, al cabello, y a las manos.

Mariposa monarca
©José del Río photo.

Los árboles de oyamel se miran cuajados de alas de color naranja con negro y pintas blancas, de sus ramas penden enormes racimos inmóviles, cuyo peso las dobla. Galindo Leal lo llama “El Palacio de Invierno”.

Sin lugar a dudas, en esa época del año el bosque pertenece a las viajeras. Al inicio de la primavera, las Monarca emprenden el viaje de regreso al norte. Las Matusalén ya se han reproducido y mueren en el trayecto.

Para alcanzar la meta, se suceden varias generaciones de Monarca cuyas vidas tienen una duración de cuatro a cinco semanas. El doctor Galindo Leal lo compara a una carrera de relevos.

En 2008, la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca pasó a formar parte de la lista de Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.

El citado especialista, afirma contundente que la única manera de asegurar la continuidad de este extraordinario fenómeno es incrementar la investigación; recabar información confiable que contribuya a la toma de decisiones acertadas.

Mariposa monarca
©José del Río photo.

Es tan extenso el territorio que recorren las Monarca que pareciera imposible e incosteable reunir suficientes datos.

Afortunadamente, además de los numerosos científicos que estudian el fenómeno, existen miles de voluntarios comprometidos en salvaguardar la migración de la Monarca.

Como escribe el doctor Carlos Galindo Leal: A millones de mariposas, miles de voluntarios. Él los denomina “Guardianes de la Monarca”.

En los tres países, Canadá, Estados Unidos y México, existen foros, fundaciones, organizaciones y sociedades dedicados a preservar este prodigio de la naturaleza.

El santuario de la Monarca es un tesoro ecológico que pertenece a los mexicanos, es nuestra obligación protegerlo. La migración de la Monarca prevalecerá, porque cuando existe la voluntad se encuentra el modo.

José del Río

José del Río Photography

José del Río, nació y creció en la Ciudad de México. Después de terminar sus estudios de cine, produce y dirige comerciales y documentales, al mismo tiempo combina con la profesión de fotógrafo, en varios ámbitos como publicitaria, reportaje, retrato, paisaje, naturaleza y finalmente encuentra el objetivo mas importante en su trabajo y se autodenomina “fotógrafo conservacionista”. Actualmente trabaja con la WWF, Fundación Telcel, Águila Real y México Azul. Ha participado desde el año 1978 en diversas exposiciones.


También te puede interesar: Ecocidio: el clamor de la Tierra Maya.

Chapultepec, Naturaleza y Cultura: un proyecto parasitario

Lectura: 7 minutos

Por Gustavo A. Ramírez Castilla.

Secretario General del Sindicato Nacional de Profesores
de Investigación Científica y Docencia del INAH.

Un proyecto parasitario que se chupará los recursos vitales para el desarrollo de la cultura en México

El jueves 12 de noviembre del año en curso, el Pleno de la Cámara de Diputados, desechó la reserva presentada por el diputado Sergio Mayer Bretón, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2021, para reasignar más de 1 mil 900 millones de pesos a las instituciones del Sector Cultura, de los 3 mil 508 millones de pesos designados por la SHCP al proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura. Con esta decisión, se asesta un duro golpe a la cultura y educación en México, al dar vida a una megaobra multianual que, durante los tres años siguientes, chupará recursos de todas las instituciones y programas del Sector Cultura, tanto federales como estatales y municipales, dejando a la población del interior de la República sin acceso a obras, productos, servicios culturales y educativos de calidad y, a las instituciones culturales y creadores, al borde de la ruina.

Durante décadas, el sector cultura del país, se ha visto limitado en su desarrollo por la carencia consuetudinaria de suficiencia presupuestal; pero nunca antes como ahora, se le han reducido los recursos para, al menos, funcionar, de hasta el 0.47 % del PIB de sexenios anteriores, al 0.17% del PIB en la actualidad. “Estábamos mejor, cuando estábamos peor”, reza un dicho popular. Se puede entender que, por la crisis económica mundial generada por la pandemia del COVID-19, una gran parte de los recursos económicos se destinen a garantizar la salud de la población. Lo que no puede entenderse es que, bajo estas circunstancias, se concentre casi un 25% del presupuesto destinado en el PPEF 2021 al Ramo 48, en una sola obra. Y que, para ello, se les quiten recursos a las instituciones fundamentales del sector y se le otorguen a un solo, nuevo e innecesario proyecto: Chapultepec, Naturaleza y Cultura. Ello ocasiona un desequilibrio tanto presupuestal como de distribución horizontal, pues esa obra se concentra en la Ciudad de México, excluyéndose a los demás Estados y municipios del país de los beneficios de los programas locales de cultura. Chapultepec, Naturaleza y Cultura es un proyecto atractivo; pero no es un proyecto prioritario ni necesario –así también lo afirmó el diputado Mayer pues, según sus propias palabras–, hasta ahora, nadie ha podido demostrarlo. No obstante, sí es un proyecto parasitario que se chupará los recursos vitales para el desarrollo de la cultura en México.

El Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura tendrá un costo de más de 10 mil millones de pesos. Y tal como lo impone la Ley de Hierro de todo megaproyecto, los sobrecostos suelen multiplicarse y los retrasos a prolongarse, por lo que podría esperarse que los siguientes años la obra se encarezca y se alargue, asfixiando aún más al Sector Cultura.  De acuerdo con los análisis de Carlos Villaseñor, reconocido experto en políticas culturales y consultor de la UNESCO, para dotar al proyecto Chapultepec de recursos en el ejercicio fiscal 2021, se les quitan recursos a las entidades y organismos de la Secretaría de Cultura en porcentajes que van del -1.65% al -19.43%. Particularmente sensible en los casos del INAH y del INBAL; del total asignado al Ramo 48, es decir, Cultura, $3,508 millones de pesos se destinan sólo al proyecto Chapultepec, con lo que el presupuesto real total es de únicamente 10 mil 477 millones 117 mil 395 pesos. Lo que significa que tan sólo el 0.17% del gasto federal será destinado a la cultura; muy lejos del 1% recomendado por la UNESCO.

Comparativo del Presupuesto asignado para el PEF 2020 y el Proyecto PEF 2021, Sector Cultura

Tabla presupuesto proyecto cultura
Elaboró: Carlos J. Villaseñor Anaya (se permite utilizar los datos, citando la fuente, 9 de septiembre de 2020; gaia@prodigy.net.mx).

El proyecto Chapultepec contempla integrar el espacio natural con la oferta cultural existente en una gran área peatonal. Entre las propuestas de oferta cultural contempla un jardín botánico, pabellones, una casa de cultura política y una Bodega Nacional de Arte. De acuerdo con la información de la página web, esta bodega será un:

Espacio expositivo y de conservación, que otorgará condiciones óptimas de seguridad, iluminación y climatización para garantizar la conservación de acervos, salas de reserva y equipamientos técnicos para la conservación, servicio y estudio de las colecciones públicas y de los museos históricos del país. Servirá como plataforma pedagógica para estudiantes de restauración y profesionales de museos que busquen realizar talleres, investigaciones o estadías de trabajo. Podrá también ser utilizada para resguardar colecciones privadas dentro de la cuarta sección.

Tan sólo la Bodega tendrá un costo mayor a mil millones de pesos y se prevé que cuente con el mejor equipamiento y personal para el adecuado resguardo, conservación y estudio de las colecciones, además de dar cabida a colecciones privadas. Lo anterior es inconcebible; crear un nuevo espacio de almacenamiento de colecciones, cuando los museos, centros de investigación, laboratorios y bodegas del Instituto Nacional de Antropología e Historia en sus sedes estatales, carecen de las mínimas condiciones para el resguardo, conservación y estudio de las colecciones arqueológicas, paleontológicas e históricas, propiedad de la Nación. Para muestra basta un botón.

La bodega de colecciones de salvamento arqueológico ubicado en un antiguo edificio de la calle de la Alhóndiga, en el Centro de la CDMX, se inunda frecuentemente con aguas negras; algunos de los invaluables materiales arqueológicos del país, se hunden en la temporada de lluvias entre excremento y aguas putrefactas. Tampoco es inusual ver en los Centros INAH del país, las importantes colecciones recuperadas en los proyectos, guardadas en cajas de huevo, estibadas una sobre otra por carencia de estantería. Cajas aplastadas con enterramientos humanos, cubiertas con hules para evitar que los chorros de agua que se cuelan por los techos las mojen. Espacios colmados de humedad, sales y hongos como la fortaleza de San Juan de Ulúa, del centro INAH Veracruz, usada de almacén de colecciones, o el sofocante edificio del Centro INAH Campeche que también almacena piezas arqueológicas, mientras sus aplanados se caen por el salitre de los muros; y así por todo el país.

Ni qué decir de los museos, como el de Paquimé en Chihuahua, donde llueve más adentro que afuera; o la biblioteca Antonio Peñafiel del Centro INAH Hidalgo, donde las filtraciones han dañado severamente su acervo bibliográfico, como sucedió también en la Biblioteca y el Museo Nacional de Antropología, hasta hace poco, por décadas de falta de mantenimiento apropiado. No debe crearse nueva infraestructura sino cuidar, reparar y conservar la que ya se tiene. ¿Para qué otro elefante blanco que en pocos años también estará abandonado a su suerte, pasado el furor de la 4T?

Las zonas arqueológicas, esos mal llamados atractivos turísticos que tanto se pretenden explotar con los turistas del Tren Maya, tampoco son la excepción. Los visitantes no se pueden imaginar los estragos de la humedad y la lluvia que exfolia la roca, invade de sales los muros, corroe el interior de las paredes poniendo en riesgo su estabilidad. Y cada día, cada año, se deberían invertir millones de pesos en mantenimiento, que la venta de boletos no alcanza a cubrir, contrario a la creencia popular. Sanitarios inservibles, techumbres perforadas, casetas estropeadas, es lo frecuente. Pero como no se tiene el recurso suficiente, los daños se acumulan en todas las zonas arqueológicas abiertas al público, principalmente en las más famosas: Teotihuacán, Tajín, Chichén Itzá, Palenque y muchas más. Otras, las menos famosas, están en el completo abandono, una vergüenza nacional, como Las Higueras en Vega de Alatorre, Veracruz; Las Flores y Tammapul en Tampico y Tula, Tamaulipas; Xiutetelco en Puebla, etc. No se deberían abrir más zonas arqueológicas al público hasta no dignificar y conservar adecuadamente las que ya se tienen.

Las Higueras en Vega de Alatorre, Veracruz
Las Higueras en Vega de Alatorre, Veracruz en estado de abandono y cerrada al público.

El INAH tiene un déficit presupuestal de 1 mil 200 millones de pesos, actualmente adeuda casi 400 millones de pesos a prestadores de servicios de arrendamientos de vehículos y computadoras, servicios de limpieza, de seguridad y vigilancia, entre otras. Sin un presupuesto suficiente, digno y respetuoso de sus aportes a la Nación, el Instituto está al borde de la quiebra y de la parálisis de sus funciones sustantivas.

Cómo se asienta en el reclamo de los sindicatos del INAH y del INBAL a los diputados que desdeñaron las necesidades del Sector Cultura, “A 500 años de la Conquista, ¡se asesta otro golpe letal a las culturas de México!

Bajo las actuales circunstancias, digo ¡No, al proyecto Chapultepec!

Cholula, Puebla, deslaves en el perfil expuesto.

Nota: Mi sincero agradecimiento a los colegas del INAH que proporcionaron las fotos que ilustran este artículo.

Nuevas formas de descubrir nuestro patrimonio mundial

Lectura: 3 minutos

Ahora que las plataformas digitales se han convertido en una manera habitual para conectar con personas de otras latitudes, en esas conversaciones, surge el comentario sobre si se ha tenido la oportunidad de conocer tal o cual país, y con nostalgia soñamos con tener de nuevo, la posibilidad de visitar sitios no vistos.

Cuando me han preguntado sobre mi país, con convencimiento afirmo que se trata de un destino imperdible, que tiene magia en su cultura y tradiciones; que es megadiverso en sus ecosistemas; que tiene una comida inigualable; que sus zonas arqueológicas dan fe de su pasado, y que sus obras arquitectónicas muestran su desarrollo.

En palabras de la UNESCO, este conjunto de bienes culturales, naturales o mixtos que nos identifica, sobre los que construimos nuestra memoria colectiva e identidad, integran el patrimonio mundial.

De acuerdo con la Lista del Patrimonio Mundial, de 167 países que se han adherido a la “Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural”, a la fecha hay 1,121 bienes registrados (869 culturales, 213 naturales y 39 mixtos). En dicha relación, México ocupa la primera posición en Latinoamérica y el Caribe, y la séptima a nivel mundial, con 35 bienes: 27 culturales, 6 naturales y 2 mixtos.

patrimonio mexico

La Ciudad de México acoge cuatro de los sitios decretados como bienes culturales Patrimonio de la Humanidad: el Camino Real Tierra Adentro (2010); el Campus Central de mi máxima casa de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de México (2007); la Casa-Taller Luis Barragán (2004); y el Centro Histórico de México, junto con Xochimilco (1987).

Obtener la certificación de la UNESCO para que una expresión sea patrimonio de la humanidad, conlleva diversos beneficios como obtener financiación para su conservación; prestigio para los países ganadores de tal reconocimiento y, por ende, atraer al turismo, lo que impacta favorablemente en la economía.

En la edición 2019 del “Panorama del turismo internacional” de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2018, México ocupó la séptima posición del ranking de los 10 países más visitados, lo que representó una derrama económica de 22,510 millones de dólares.

La pandemia ha afectado a los sitios patrimonio de la humanidad. Según datos de la UNESCO, para abril de 2020, el 89% de los países habían cerrado, total o parcialmente, estos sitios al público; mientras, de acuerdo con la OMT, para junio, hubo una disminución de 67 millones de viajeros en el mundo, lo que se tradujo en 80 mil millones de dólares de pérdida en ingresos por turismo, afectando sobre todo al sector cultural, que representa casi el 40% de dichos ingresos mundiales.

patrimonio covid
Imagen: Times.

Ante este sombrío panorama, los gobiernos del mundo están reinventándose. A través de la Red de Ciudades Creativas creadas desde 2004, se destaca el potencial de la “economía creativa” para el desarrollo local y sostenible; por lo que, en marzo de 2020, se buscó aprender de las iniciativas realizadas por sus miembros, a través de herramientas digitales para enfrentar la pandemia y mejorar la vida de los habitantes.

En Argentina se lanzó la plataforma en línea “Cultura en Casa”, y en colaboración con la Ciudad de México la plataforma “Capital Cultural en Nuestra Casa”, que permiten que ambas ciudades brinden acceso a expresiones artísticas. También está el caso de la ciudad de Hangzhou en China, en la que se imparten cursos culturales en internet bajo el título “Aula de Artesanía y Artes en la nube” y se lleva el proyecto de aprendizaje “Maestro y Aprendiz” para varios oficios. Por su parte, la UNESCO, con el apoyo de Google Arts & Culture, promueve la difusión de la cultura en lo virtual con la campaña #ComparteNuestroPatrimonio.

Marcus Garvey, activista jamaiquino, afirmaba que “un pueblo sin el conocimiento de sus antecedentes, origen y cultura es como un árbol sin raíces”. Con motivo del Día Internacional del Patrimonio Mundial (16 de noviembre) que busca que valoremos las riquezas naturales y culturales, fundamentales para el desarrollo inclusivo y sostenible, démonos la oportunidad de explorar nuevas formas de descubrir nuestro patrimonio mundial, viajando a través de la red.


También te puede interesar: Expulsando al acoso de nuestras aulas.

En México han asesinado a 118 periodistas: UNESCO

Lectura: 2 minutos

Desde 1993, 1414 es la cifra de periodistas a nivel mundial que han sido asesinados en el ejercicio de sus labores.

Un estudio de la UNESCO sobre la seguridad de los comunicadores señala que durante la última década, un periodista ha sido asesinado en promedio cada cuatro días. El año 2019 muestra el menor número de muertes registrado por la UNESCO en la última década con 57 muertes en todo el mundo.

En el periodo 2018-2019, América Latina y el Caribe encabezaron el número de atentados mortales con el 31% del total de asesinatos de periodistas registrados en todo el mundo, seguida de la región de Asia y el Pacífico, con el 30% de los asesinatos.

México fue la nación con más asesinatos durante 2019 con 12 y ocupó el segundo lugar en 2018, solo superada por Afganistán, con 13.

El mismo informe dicta que a finales de septiembre de 2020, 11 periodistas habían sido asesinados en los primeros meses del año en la región de Asia y el Pacífico, 7 en la región de los Estados Árabes, 5 en África y finalmente 16 en la región de América Latina y el Caribe, de los cuales en México se han registrado el saldo de 3 hombres y 2 mujeres.

En su mensaje por el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra los Periodistas, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, destacó que la pandemia de coronavirus ha puesto de relieve nuevos peligros para los informadores y que se ha topado también con otras limitaciones, como amenazas de enjuiciamiento, detenciones, encarcelamientos, denegaciones de acceso periodístico y negativas de investigar y enjuiciar los delitos cometidos contra ese colectivo. 

“Cuando se ataca a un periodista, toda la sociedad paga el precio. Si no protegemos a los periodistas, nuestra capacidad para mantenernos informados y adoptar decisiones fundamentadas se ve gravemente obstaculizada.  Cuando los periodistas no pueden hacer su trabajo en condiciones de seguridad, perdemos una importante defensa contra la pandemia de información errónea y desinformación que se ha extendido por Internet”, alertó António Guterres.

Por su parte, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, destacó la obligación que tienen los Estados de proteger a los comunicadores y de velar por que los autores de los delitos cometidos contra ellos rindan cuentas.

La directora general también llamó a todo el mundo a unirse a la campaña #EndImpunity de la UNESCO que busca poner de relieve algunos de los riesgos que los periodistas afrontan en su búsqueda por descubrir la verdad.

“Solo investigando y enjuiciando los delitos contra los profesionales de los medios de comunicación se puede garantizar el acceso a la información y la libertad de expresión. Solo diciendo la verdad al poder lograremos que progresen la paz, la justicia y el desarrollo sostenible de la sociedad”, concluyó.

Calakmul: Invaluable legado de los mayas, hogar de criaturas amenazadas

Lectura: 5 minutos

La Reserva de la Biosfera de Calakmul es un sitio único, en el que convergen la exuberante naturaleza característica de la península de Yucatán y un deslumbrante conjunto arqueológico.

Dotado de una amplísima biodiversidad, Calakmul, que en lengua maya significa “Dos montículos adyacentes”, ostenta orgulloso la magnificencia de la gran civilización maya.

En 1989, durante la administración del presidente Salinas de Gortari, para orgullo de todo el estado de Campeche, donde se encuentra, este sitio esplendoroso fue decretado como Reserva de la Biósfera.

En 2014, la antigua ciudad Maya y los Bosques Tropicales protegidos de Calakmul ingresaron a la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es el primer Bien Mixto inscrito en México.

reserva de Calakmul
Reserva de Calakmul (Página 66).

La relevancia de conservar este ecosistema se pone de manifiesto en los siguientes datos, aportados por el doctor Carlos Galindo Leal: el 70% de la biodiversidad del planeta habita en once países. Uno de ellos es México. Esta enorme variedad de especies vive primordialmente en las selvas tropicales.

La mayor extensión de este ecosistema en nuestro país se localiza en la península de Yucatán, y en los estados de Oaxaca y Chiapas. Para preservar a todas las especies que habitan las selvas tropicales, es indispensable procurar que la superficie del ecosistema no disminuya de tamaño.

Del mismo modo, el doctor Galindo Leal insiste en que resulta esencial evitar a toda costa que se fragmente o interrumpa su continuidad con las regiones similares de los países vecinos.

La selva tropical no reconoce fronteras, ni acepta carreteras, sus habitantes tampoco. La vegetación de la Reserva incluye una enorme variedad de plantas, a eso se debe la gama infinita de rutilantes verdores de tonalidades inesperadas que deslumbran a los visitantes.

Calakmul
Fotografía: El Expreso de Campeche.

No es de sorprender, por ello, el hecho de que en la Reserva se han registrado 364 especies exclusivamente de árboles. Con el paso de los años, los científicos han identificado especies de plantas y animales, que antes no se conocían; la investigación no se detiene.

Al día de hoy, según afirma el doctor Galindo Leal, se sabe que en Calakmul hay alrededor de 500 especies de mariposas, más de 70 especies de reptiles y 350 especies de aves; con el tiempo los estudiosos harán que las cifras aumenten.

En la Reserva, también hay extensas zonas de manglar, lo cual amplía aún más el abanico de especies que habitan en ella.

El mismo Dr. Galindo Leal afirma lo siguiente: “La región de Calakmul es una de las últimas áreas (protegidas que quedan en el planeta) para asegurar la permanencia de estas especies a largo plazo…”

pavorreal fauna
Kilómetro 27 de Calakmul (Fotografía: Iorni).

Uno de los principales problemas de la reserva es la escasez de agua, lo cual pone en riesgo a la flora, la fauna y también a las poblaciones humanas que allí viven.

Otra amenaza para la sobrevivencia de los habitantes de Calakmul es el desmedido incremento en la explosión demográfica que se ha suscitado en años recientes. Los antiguos pobladores de la península reconocieron en el sitio un lugar idóneo para fincar una ciudad, cuya gran opulencia seduce aún hoy a los visitantes.

El asentamiento maya de Calakmul tiene más de 60 km de extensión. Afirman los arqueólogos que es la ciudad maya más grande que se ha encontrado. Ellos estiman que, en algún momento, vivieron allí 60 mil personas.

A primera vista, sobresale la gran pirámide cuya arquitectura da cuenta de la erudición de ingenieros y constructores, el poderío de sus gobernantes y la grandeza de su gente.

Calakmul
Fotografía: Cultura Campeche.

Esta fastuosa estructura tiene más de 45 metros de altura, está compuesta por dos cuerpos; siguiendo la tradición de las culturas prehispánicas, los habitantes de Calakmul construyeron un templo nuevo sobre el anterior.

Quien ha logrado ascender a la pirámide, afirma casi deslumbrado, que vivió la sensación de estar rodeado por un infinito océano de verdor que se extendía hasta el horizonte. Ésa es la selva maya, patrimonio de los mexicanos.

Además de la gran pirámide, se han hallado en el conjunto: un juego de pelota y varios palacios, en cuyo interior existen pinturas murales.

Los artistas plásticos de Calakmul fijaron en los muros de los palacios escenas de su cotidianidad; así podemos hoy dar cuenta de cómo era el mercado de aquellos mayas, a qué oficios se dedicaban, cómo elaboraban sus textiles y empleaban agujas.

murales
Fotografía: PNAS.

En el sitio existen alrededor de seis mil estructuras que siguen cubiertas por todo aquello que el paso del tiempo ha ido depositando sobre ellas. Los expertos sugieren que era la sede de un reino sumamente poderoso, mismo que floreció entre los años 250 y 900 de nuestra era.

Su decadencia, según se afirma, comenzó cuando los habitantes de Calakmul fueron derrotados por el poderoso reino de Tikal. La historia de estas dos ciudades es la de enfrentamientos continuos.  

Los visitantes aseguran que pareciera que sus habitantes abandonaron el lugar hace poco tiempo.

La ciudad estuvo rodeada por una extensa red de canales y depósitos de agua; de estos últimos, se han encontrado trece, cinco de ellos de gran tamaño; algunos se siguen utilizando hoy.

reserva de Calakmul
Fotografía: Pinterest.

Calakmul ostenta, para orgullo de México, la codiciada designación de “Patrimonio Mixto de la Humanidad”, que otorga, en contados casos, la UNESCO.

Tesoro invaluable, sobra decir que la obligación de conservarlo es general; lo que no quita que la responsabilidad de otorgar los recursos necesarios para su preservación sea esencialmente pública.

Calakmul, el sitio de los dos montículos adyacentes. El de la deslumbrante naturaleza y el esplendor de una civilización. El de la grandeza del pasado y la urgencia de responsabilizarse del futuro. 


También te puede interesar: Los glaciares, centinelas del clima del planeta.

Prehistoria, civilización y ecología: el Valle de Tehuacán-Cuicatlán

Lectura: 5 minutos

Si tuviéramos que definir el momento en el que se inició la civilización en el continente americano, la respuesta inmediata sería: el cultivo del maíz.

En un principio el hombre aprendió a sobrevivir protegiéndose y, a la vez, beneficiándose de la naturaleza; paulatinamente domesticó parte de ella. El valle de Tehuacán-Cuicatlán, en la colindancia entre los estados de Puebla y Oaxaca, es testigo privilegiado de este proceso.

Es ahí donde se han descubierto los rastros más antiguos de maíz cultivado, calculan los expertos que datan de entre los años 8,500 y 3,500 a.C. Es un testimonio incontestable del inicio de las culturas del maíz que se extienden en casi todo el continente americano.

Reserva de Tehuacán-Cuicatlán
Reserva de Tehuacán-Cuicatlán (México Desconocido).

Aquellas milpas primigenias surgieron allí. Los campos en los que crecieron mazorcas diminutas, que con el tiempo fueron aumentando de tamaño porque esos antiquísimos hombres se las ingeniaron en seleccionar para la siembra las semillas de mayor tamaño.

Estos hallazgos marcan un parteaguas en el quehacer del hombre: el final de la práctica de recolección y el comienzo de la agricultura; el inicio del sedentarismo.

Los restos arqueológicos incluyen acueductos, pozos, resabios de canales y también presas construidos hace más de 3,000 años.

Reserva de Tehuacán-Cuicatlán
Reserva de Tehuacán-Cuicatlán (Zona Roja).

Esos hombres, igual que todos los que les siguieron, dejaron a su paso expresiones artísticas, en las que manifestaron su aquí y ahora de aquel remoto entonces.

Así, por ejemplo, La cueva de las manitas, ostenta en su interior un extraordinario mural compuesto por cientos de manos humanas, pintadas de rojo, amarillo y blanco, las cuales forman grupos y son de distintos tamaños.

En el centro del muro, están plasmadas dos serpientes de color rojo cuyas fauces se enfrentan amenazantes en actitud de ataque. El entorno natural que circunda los restos arqueológicos, por su parte, despliega una orografía que incluye varios ecosistemas disímiles.

La Cueva de las Manitas
Imagen: Arqueología de México.

En 1998, durante la administración del presidente Ernesto Zedillo, este valle fue declarado Reserva de la Biósfera. La Reserva comprende más de 490,000 hectáreas, y en ella existen valles, cerros y cañadas.

En 2018, la UNESCO la designó Patrimonio Mixto de la Humanidad. Lo que significa que debe ser protegido por su importancia arqueológica y también por su extraordinaria biodiversidad. Según los lineamientos de la UNESCO, el valle de Tehuacán-Cuicatlán es la zona árida y semiárida con mayor diversidad biológica en América del Norte.

La Reserva, es el hogar de una enorme variedad de animales, entre los que sobresale un gran número de aves: 336 especies. Destacan entre ellas, una importante variedad de colibríes; lechuzas, zopilotes, palomas, pájaros carpinteros y muchas más.

Reserva de Tehuacán-Cuicatlán
Guacamayas en la Reserva de Tehuacán-Cuicatlán (Fotografía: Regeneración).

Si corre uno con suerte, desde alguno de los miradores construidos específicamente para observar a las aves, logrará descubrir un águila desplegando sus alas de gran envergadura, mientras planea suavemente en dirección de aquella presa que logró detectar con su agudísima visión.

Entre las plantas que allí crecen, llaman la atención en especial las cactáceas; de las 86 especies que se han identificado en la Reserva, el 11% son endémicas, lo cual significa que son originarias del sitio.

Miles de cactos columnares o teteches irrumpen en las alturas enfilados y marciales; cual soldados invencibles alardean su esbelta presencia erguidos hasta una altura de más de 20 metros.

Reserva de Tehuacán-Cuicatlán
Biznaga y San Juan Raya (Gobierno de México).

Biznagas, que esgrimen sus amenazantes espinas. Y, por supuesto, la célebre pata de elefante, que debe su nombre al ensanchado tallo que ostenta en la base y que llega a medir hasta 5 metros de diámetro. Estas plantas pueden vivir más de 500 años.

La enorme riqueza de la Reserva se ha logrado resguardar, en buena medida, gracias al legado de quienes se han dedicado a estudiarla. En la primera mitad del siglo pasado apareció en el firmamento de la ciencia mexicana una bióloga intrépida e imparable, imbuida de una misión definida: clasificar todas las cactáceas que crecen en México.

Corresponde a la Dra. Helia Bravo Hollis –a quien los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la UNAM, en los sesenta, llamábamos simplemente “maestra Bravo”– el reconocimiento amplio como pionera en el estudio de estas plantas.

Helia Bravo Hollis
Fotografía: Ingenia.

Con toda justicia, el Jardín Botánico de la Reserva de la Biósfera de Tehuacán–Cuicatlán, lleva su nombre. La imagino con la falda al tobillo, zapatos de calle, sombrero de ala ancha afianzado con un pañuelo, el equipo fotográfico y quizá un bastón, o tal vez no, en alguno de sus recorridos imposibles.

Su pequeña figura desplazándose con sorprendente agilidad entre los arbustos de creosota en busca de un espécimen, o trepando rocas y descendiendo valles para retratar la cactácea que nadie había descubierto aún.

Helia Bravo Hollis
Helia Bravo Hollis, fotografía tomada junto a un Echinocactus Platyacanthus (Fotografía: Research Gate).

La Dra. Bravo intuyó en ese pasado reciente la importancia de clasificar a las especies con el fin de protegerlas. En el entendido de que es indispensable echar mano de la ciencia para conocer con precisión a todos los habitantes de la zona y asegurar su sobrevivencia.

Hoy, las principales amenazas que ponen en riesgo la conservación de este extraordinario patrimonio son el saqueo y tráfico de cactáceas, la deforestación, la cacería y la creación de asentamientos humanos irregulares.

El valle de Tehuacán-Cuicatlán pertenece a toda la humanidad. Su localización geográfica lo convierte en responsabilidad ineludible de los mexicanos.


También te puede interesar: Los glaciares, centinelas del clima del planeta.