Este niño de 13 años padecía una rara enfermedad que impedía que tuviera una vida normal. Gracias a una donación, Mahendra Ahirwar pudo ser operado para recuperar su vida
Mahendra Ahirwar nació con una rara enfermedad que evitaba que se desarrollara como cualquier persona en el mundo. Al niño de 13 años le diagnosticaron una miopatía congénita.
También podría interesarte: VIDEO: Profesor enfermo de cáncer recibe emotivo regalo de sus alumnos
Es una enfermedad neuromuscular que provoca una degeneración del tejido neuromuscular. En su caso, le ha ocasionado un debilitamiento de los músculos del cuello. El cuello de Mahendra está torcido en un ángulo de 180 grados.
La enfermedad provocaba que los músculos del cuello no pudieran sostener su cabeza, lo que le generaba insoportables dolores y le hacia difícil desempeñarse en la vida cotidiana. Su familia visitó más de 50 médicos en la India pero ninguno pudo curarlo.
De acuerdo con la familia, el sufrimiento del pequeño era tal que algunas veces deseaban que muriera para que dejara de sufrir.
También podría interesarte: Pidió ayuda en Internet tras la muerte de su hijo; la respuesta fue increíble
Este particular caso llego a Liverpool, donde una mujer decidió ayudarlo. Julie Jones, madre de dos pequeños, al descubrir la rara enfermedad de Mahendra y la poca esperanza que le daban los médicos, decidió abrir una campaña de ‘crowfounding’ para juntar dinero y así ayudar al pequeño.
“Lo único que pensaba era en mis hijos. Mientras todos buscaban ayuda, nadie hacía algo en realidad. Así que fui, encendí mi laptop y creé una cuenta en un sitio para recaudar fondos“, contó la británica al Daily Mail.
Gracias a esta iniciativa se logró juntar 13 mil euros, los cuales ayudaron para pagar la cirugía del pequeño.
En el hospital de Delhi, la doctora Rajagopalan Krishnan operó el cuello del pequeño, quien se sometió a una operación extremadamente riesgosa.
También podría interesarte: Paletero mexicano en Chicago recauda fondo millonario para su retiro
Mahendra se sometió a una cirugía correctiva, que consistió en la remoción de los discos de su cuello y la colocación de injertos óseos de su pelvis y de una placa metálica.
La intervención duró 10 horas, y Julie estuvo presente. Gracias a esta operación, el niño podrá sostener su cabeza y llevar una vida normal.