A pesar de que en teoría las condiciones para los consumidores en México han mejorado con una mayor oferta de productos y servicios, la realidad indica que los sobreprecios y el poder de mercado de las empresas, afectan la economía familiar.
Ciudad de México.- De acuerdo al estudio Poder de Mercado y Bienestar Social, elaborado por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), esta situación provoca no solo que las personas gasten mucho más por un producto básico, sino que es un factor que promueve la desigualdad y la pobreza en el país.
Este trabajo analizó el gasto en 12 sectores y productos que se dividieron en “tortilla de maíz, pan, pollo y huevo, carne de res, carnes procesadas, lácteos, frutas, verduras, bebidas no alcohólicas, medicamentos, transporte foráneo de pasajeros y materiales de construcción”.
Sus resultados son alarmantes, ya que existe un sobreprecio promedio de 98 por ciento en estos productos y esto es el “resultado del poder de mercado” de ciertas empresas, que controlan los precios de manera arbitraria.
Entre los sectores en donde las personas pagan mucho más por un producto, es en el de las frutas que tienen un sobreprecio promedio de 238 por ciento, seguido del pan con 238 y los materiales de construcción con 200 por ciento.
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Los daños a la economía familiar
De esta manera, con un control de los precios establecidos por las propias empresas que no cuentan con una competencia que los obligue a disminuirlos, ocasionan daños muy serios a la economía de las familias mexicanas.
Según cifras que retoma El Financiero, esta situación provoca que en “promedio, una familia mexicana pierde mil 497 pesos al mes de sus ingresos por estos sobrecostos. Los del estrato más bajo pierden cerca de 841 pesos y los de mayores ingresos 2 mil 237 pesos”.
Además, solo para las categorías analizadas en el estudio de la Cofece, las familias deben destinar en promedio “cerca de dos tercios de su gasto a estas categorías y las de menor ingreso hasta 75 por ciento”.
Así, los hogares mexicanos pierden en promedio el 15.7 por ciento de sus ingresos en servicios y productos básicos, esto debido a la falta de competencia y poder de mercado que ostentan algunas empresas.
Pero las familias más pobres como siempre son las más afectadas, ya que sus ingresos disminuyen en más del 30 por ciento por esta situación, lo que debilita su poder adquisitivo y su calidad de vida, restringiendo sus oportunidades y su bienestar.