Un estudio nos dice dice que hay tipos de letras que reflejan valores, como el prestigio, otras que asociamos con productos caros y otras que incluso pueden provocar una sensación en el paladar.
En nuestra vida cotidiana interactuamos con anuncios escritos, ya sea leyendo revistas o periódicos, en espectaculares o incluso en la televisión, pero ¿cómo influyen las fuentes de lo que leemos en nuestras elecciones de compra?
El libro Why Fonts Matter (Por qué importan las fuentes), de Sarah Hyndman, aborda el tema y afirma que la forma en que aparecen las palabras, el tipo de letra que se elige para expresarlas, es muy importante.
Su obra estudia la ciencia y el arte detrás de cómo la tipografía nos influencia. Explica por qué ciertas fuentes o estilos evocan experiencias y asociaciones particulares. Las fuentes tienen diferentes personalidades que pueden generar confianza, desconfianza, hacer que las cosas parezcan más fáciles de hacer o hacer que un producto tenga mejor sabor. Están ocultos a simple vista, desencadenan recuerdos, asociaciones y experiencias multisensoriales en nuestra imaginación.
“Es como el lenguaje no verbal, puedes leer algo en ella. Como consumidores, podemos absorber ese tipo de letra subliminalmente, pero recopilamos una gran cantidad de información de la fuente elegida. Y las marcas también deben entender ese conocimiento subliminal”, comentó Hyndman en una entrevista para la serie Word of Mouth de BBC Radio 4.
Ella nos dice que hay tipos de letras que reflejan valores, como el prestigio, otras que asociamos con productos caros y otras que incluso pueden provocar una sensación en el paladar.
Los alimentos son algunos de los productos donde más puede influir las fuentes y a esto Hyndman se refiere como “sabores” de la tipografía. Esto puede hacer que algunos tipos de letra parezcan más apetitosos que otros, gracias a sus formas curvilíneas y profundidad.
Sin embargo, estos estilos están asociados con alimentos procesados, resultando en comida poco saludable. Esto se debe a que instintivamente asociamos los tipos de letra de forma redondeada y robusta con sabores dulces, especialmente si el color usado es rojo, mientras que las formas más anguladas se asocian con sabores más agridulces.

Pero los productos alimentarios no son los únicos que se preocupan por la tipografía. Hay una serie de asociaciones que las firmas y negocios deben tener en cuenta si quieren llegar al consumidor, estos son:
- El cerebro confunde el proceso de lectura con respecto a lo que estás leyendo, por lo que un tipo de letra fácil de leer probablemente te convencerá de que esos muebles que acabas de comprar serán más fáciles de ensamblar
- Un tipo de letra más difícil de leer se sentirá como si la tarea en cuestión requiere más habilidades. Así, si se trata del menú de un restaurante, es probable que asumas que el chef es más talentoso
- Estilos como el Didot (usada por la revista Vogue), con contraste y líneas finas se asocia con la calidad, lo caro y la elegancia.
- Los estilos en negrita y redondeados con poco contraste generan la idea de barato
- Confías en un tipo de letra según el contexto en el que lo veas
- Los estilos con letras minúsculas grandes y circulares, como “o” y “a”, se consideran idealistas, optimistas y abiertos. Los ejemplos son Lubalin Graph y Avant Garde
Así que no debe sorprenderte si la próxima vez que veas un anuncio de alimentos se te antoja, aún sin tener demasiado hambre, ya que las firmas de mercadotecnia están a la vanguardia en lo que se refiere a la psicología de las compras.
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