Y si se cancela el NAIM ¿cuáles serían los costos y en qué ámbitos?

Nadie sabe cuál pueda ser el futuro de esta mega obra y supuestamente todo se decidirá en la consulta ciudadana convocada por el nuevo gobierno, pero si se cancela el NAIM ¿cuáles serían los costos y en qué ámbitos?

Ciudad de México.- Esta es una decisión muy importante para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya que están en juego inversiones, empleos, aumento en la capacidad de transporte aéreo y turístico; así como cuestiones sociales, del medio ambiente y hasta políticas.

De entrada, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha hecho un cálculo de que en materia económica, el costo aproximado de la cancelación del nuevo aeropuerto sería de 120 mil millones de pesos.

Pero tal vez el costo más grave sería la pérdida de confianza en la nueve administración para realizar inversiones en el país.

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Perder la confianza mundial

Para Luis Rubio, socio ejecutivo de la firma Holland & Knight México, “no solo tiene un costo directo en pago de daños y perjuicios a los participantes, sino el costo indirecto enorme que es la pérdida de credibilidad del país”.

Y agrega: “El aeropuerto no se debe cancelar ni suspender, por temas de seguridad, de pasajeros, de interconectividad, de incumplimiento de contrato…”, pero si se llegara a dar, “la calificación de México se iría al piso”.

Y para los analistas, el problema real no es solo resarcir los daños por la cancelación de la obra, sino los mecanismos que utilizaría el nuevo gobierno para evitar conflictos y demandas por incumplimientos de contratos, algo que según AMLO ya lo tiene previsto.

Sin embargo, tal como lo explica Ricardo Gallegos, director ejecutivo de Finanzas Públicas de HR Ratings, “todos los contratos de obra pública tienen cláusulas de salida, que indican cuál es el costo por no llevarse a cabo”, lo que implica necesariamente una compensación económica.

Pero más allá de estos costos financieros, está en juego mucho más para el próximo presidente y es ratificar que su gestión será de plena confianza para los inversionistas.

Porque en caso de que el NAIM se cancele, “se reduciría la confianza de los inversionistas para llevar a cabo proyectos con el gobierno, será más difícil que el gobierno consiga socios”, según la perspectiva de Marco Oviedo, jefe de Research para América Latina en Barclays. 

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Bajarían las inversiones y otros efectos negativos

Esto tendría un impacto directo en los mercados, afectando todos los bonos que ha colocado el gobierno mexicano y no solo con respecto a los relacionados con el financiamiento del NAIM, sino de todos en general.

Según Oviedo, “la cancelación calificaría como un evento de default para los bonos del aeropuerto”, pero además, “esto tendría un impacto en todos los activos mexicanos: le pegaría a los bonos de México; los bonos de Pemex se verían afectados y también el tipo de cambio”.

En ese sentido, con poca confianza en el gobierno y en sus decisiones, con un entorno adverso para realizar negocios en México y con poco interés en los bonos del mercado para obtener financiamientos, las cosas se complicarían para realizar nuevos proyectos en el país debido a que las inversiones se detendrían.

Así, “la desconfianza generaría una salida de capitales del país, la caída del precio de bonos mexicanos en el mercado, deuda más cara para el sector público, volatilidad, depreciación del peso y una menor afluencia de turistas”, dice Expansión.

De tal forma que “dependiendo de qué tan grave sea la percepción del mercado de este evento, se elevaría el costo de la deuda para México”, dice el analista de Barclays y concluye que “aparte de los costos hundidos, la credibilidad en el gobierno en cuanto al respeto de los contratos es de las implicaciones más costosas”.

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