A pesar de que la incertidumbre se ha desvanecido, los mercados han aceptado bien las propuestas de AMLO y las decisiones para combatir a la corrupción también tienen mucha aprobación, la pregunta que muchos se hacen es: cuánto crecerá México en 2019.
Ciudad de México.- El objetivo a largo a plazo del gobierno federal es que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca al menos 4.0 por ciento, el doble de lo registrado en los últimos años; pero las condiciones actuales y el entorno mundial complican esta tarea y comprometen el desempeño económico del país.
Esto ha propiciado que prácticamente todas las proyecciones hayan reducido el nivel de crecimiento económico para México, incluso colocándolo por debajo de ese famoso 2.0 por ciento que ha sido la constante y que a todas luces, a resultado insuficiente en muchos sentidos.
El panorama entonces resulta complicado para López Obrador, que tendrá que enfrentar los factores de riesgo interno y además, tratar de que las condiciones económicas globales y sus movimientos a veces inesperados, golpeen demás a la economía nacional.
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El reto de AMLO
Ahora que en las redes sociales se han puesto de moda los challenges, López Obrador también lanzó su reto económico a los expertos para saber de aquí a finales de años quien tuvo la razón en sus proyecciones de crecimiento para México.
Esto debido a que algunos organismos e instituciones financieras han reducido sus proyecciones para la economía nacional, algo que para el presidente no necesariamente se ajusta a la realidad.
El dato oficial es que se crecerá entre 1.5 por ciento y 2.5 por ciento en 2019, de acuerdo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Pero el Banco de México (Banxico) lo ubica entre 1.7 y 2.75 por ciento.
El dato más drástico lo ha aportado Bank of America Merrill Lynch (BofAML), quien según sus proyecciones se prevé un recorte de su estimación de un 2.0 por ciento inicial gasta un 1.0 por ciento, colocando esta cifra en una situación que de ser cierta, complicaría demasiado el entorno del país.
Ante estos escenarios, AMLO señaló que su visión es diferente y mando un mensaje “a quienes sostienen que no vamos a alcanzar nuestras metas de crecimiento económico”, por lo que aseguró: “yo estoy muy seguro que nos va ir muy bien”, según declaraciones que retoma Expansión.
Por tal motivo, el mandatario dijo que “acepta los desafíos” y “si ellos dicen 1 por ciento yo digo más de 2 por ciento, o sea digo el doble, y está grabado, entonces vamos a ver quién tuvo la razón”.
La lucha contra la corrupción su arma secreta
Para López Obrador, el punto clave para mantener el nivel de crecimiento al menos en los parámetros en los que cerró 2018, es la lucha que ha comenzado contra la corrupción, principalmente contra el robo de combustible y que ha destapado una cloaca de redes de operación en donde están involucrados funcionarios públicos, empleados de Pemex, empresarios y por su puesto el crimen organizado.
“Nada más de quitarle toda la variable de corrupción, como dicen los tecnócratas, todo eso va a ayudar en el crecimiento y estoy muy optimista”, señaló el mandatario en una de sus ya tradicionales ruedas de prensa matutinas.
Y aunque para muchos el problema de falta de gasolina que se ha generado principalmente por el cierre de los ductos y por la lenta distribución de combustible vía terrestre, tendrá una repercusión negativa en la economía nacional y sobre todo en las finanzas de Pemex, López Obrador descartó estas variables.
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Sanear a Pemex en todos los sentidos
Contrario a esto, el gobierno federal se mantiene en la postura de que la lucha contra el huachicoleo va a permitir no solo evitar más robo de combustibles, sino que será la base para sanear las finanzas de Pemex y limpiarla de toda la estructura paralela de corrupción con la que a operado seguramente desde hace décadas.
En el análisis de los costos y beneficios de esta medida se dividen las opiniones, ya que de acuerdo a cifras del gobierno federal el robo de combustibles representó un monto de 66 mil millones de pesos tan solo en 2018, una cifra que si logra reducir, será literalmente un tanque de oxígeno para las finanzas tan endebles de Pemex.
De acuerdo a Ángel García Lascurain-Valero, presidente del consejo técnico del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), “un factor a considerar desde el punto de vista del PIB, es el impacto positivo que se podría tener sobre las finanzas de Pemex siendo la empresa más importante del país y a su vez sobre las finanzas públicas en el mediano plazo”.
Pero por otra parte, la estrategia de distribuir combustible vía terrestre es mucho más cara que hacerlos vía ductos, lo que pone en duda si los beneficios obtenidos valen la pena, lo que también tendría un impacto negativo para Pemex y para el crecimiento económico del país.
De acuerdo a un estudio de Citibanamex, “el gobierno afirma que los ahorros generados por combustibles no robados desde que comenzó la nueva estrategia antirrobo superan los costos de la estrategia. Sin embargo, por definición, los costos estáticos de cambiar a una forma menos eficiente y costosa de transporte de combustible exceden los beneficios“.
Además, calcula que los efectos macroeconómicos por el desabasto de gasolina serán de 23 mil 600 millones de pesos, equivalentes 0.1 puntos porcentuales del PIB, algo que también debilitaría el crecimiento económico del país.
Con todo este escenario, donde AMLO apuesta por la lucha contra la corrupción para impulsar la economía, ya lanzó su reto ya hora habrá que esperar para saber quién tuvo la razón, si los expertos financieros o el optimismo del presidente.