Este artículo es una mezcla de ideas y acciones en las que nos debemos comprometer después de que pase lo peor de la pandemia generada por la COVID-19 y entremos de lleno a la nueva realidad, y algunos elementos para motivarnos y sentirnos orgullosos de lo que somos capaces de hacer.
Siempre he creído que uno de los más grandes problemas de cualquier país es que no se entienda su verdadera vocación y no dedicar todos los recursos necesarios para fortalecerla. Si tenemos claro en lo que somos buenos o podemos ser buenos con elementos objetivos, entonces podemos construir grandes ventajas competitivas.
A partir de esa premisa se construye una política industrial y de servicios nacional. Suiza lo tiene claro y es muy bueno haciendo cuatro o cinco cosas, y no más, en el que es referente mundial. En nuestro continente tenemos a Costa Rica, que todos identificamos como un país que es reconocido mundialmente en materia de biodiversidad y respeto por el medio ambiente, creo que es el único país del mundo que no tienen zoológicos desde el 2013, por ejemplo, y de ahí el inmenso turismo –alrededor de tres millones– que tiene ese bellísimo país en relación con su población de poco más de cinco millones de habitantes.
Y puedo seguirme con algunos otros ejemplos de países que la tienen muy clara, pero que lamentablemente son los menos. Así que ante la coyuntura que estamos viviendo creo que tenemos una inmensa oportunidad de decir: ¿qué hacemos muy bien?, ¿en qué somos referentes mundiales? Y ponernos a hacer mucho más de eso.
Vamos a ver… Me puse a investigar y México tiene hoy en día el número uno o está entre los primeros productores de ciertos productos, que deberíamos cuidar a capa y espada:
Plata. Somos el principal productor de plata del mundo desde el 2010. De acuerdo con el Instituto Mundial de la Plata, México produce cerca de 200 millones de onzas al año, lo cual es un montón. Y esto contribuye, junto con la explotación de otros 15 minerales, como el grafito, la barita, el oro, el cobre, el plomo, el cadmio, la celestina, el bismuto, el yeso, la fluorita, el zinc; y el molibdeno, la diatomita y la wollastonita –en mi vida había escuchado a estos tres últimos–; con el 4% del Producto Interno Bruto nacional. Es decir, la industria minera es un tema estratégico para México.
Pantallas planas. México es el líder indiscutible en la producción y exportación mundial de pantallas planas, con el 27% de la producción mundial, según la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo. Hay que mantener esta posición cuidando la industria maquiladora de exportación del norte de México, pero es urgente darle mucho mayor contenido nacional, ya que hoy, prácticamente todos los insumos provienen de otros países. “Ése es el gran pendiente que tiene la economía mexicana: cómo pasar de ser maquilador a ser exportador con mayor contenido nacional”, expone José Luis de la Cruz del IDIC.
Reciclaje de PET. Según ECOCE, México ocupa la primera posición en el mundo en reciclaje de PET grado alimentario, es decir que se reutiliza para nuevos envases en los que los seres humanos consumiremos algo. En reciclaje de PET –en general– México prácticamente hace el doble que el que se hace en Estados Unidos y somos líderes, por mucho, en relación con el resto de los países de América Latina y sólo superados por Japón y Alemania a nivel mundial. “Coca-Cola juega un papel clave en el reciclaje de PET, después de que en 2014 construyera la planta PetStar en el Estado de México –por cierto, es impresionante el trabajo que ahí se hace y el espléndido proyecto social relacionado con el reciclado–, considerada la más grande del planeta. La industria procesa 90,000 toneladas de PET al año”.
Industria aeroespacial. “Cada dos minutos, un avión manufacturado en México despega en algún lugar del mundo.” Las buenas prácticas, la infraestructura necesaria, la disponibilidad de muy buena mano de obra calificada, empezando con muchos ingenieros de primer nivel, una ubicación privilegiada cercana al mercado más importante en el consumo de estos servicios: Estados Unidos, y la innovación en la fabricación de partes para aeronaves, ha permitido que México tenga un nombre en la industria. Hoy México es ya el sexto proveedor de piezas para Estados Unidos y el doceavo a nivel mundial. Sigue creciendo la demanda por una ampliación en la oferta, en estados como Querétaro, Sonora, Chihuahua, Baja California y Nuevo León, donde desde el 2010 ha llegado inversión extranjera directa por más de 4,000 millones dólares, de alrededor de 400 empresas que generan más de 40,000 empleos directos. Por mucho el gran HUB aeroespacial de México está en Querétaro y el mercado potencial es cercano a los 800 mil millones de dólares a nivel mundial.
Instrumental microscópico. “El país es líder exportador en Latinoamérica y noveno mundial de instrumental médico basado en microgeometría, técnica para moldes menores al milímetro. Somos capaces de diseñar y manufacturar moldes complejos”, expone Elisa Vázquez, de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey.
Automóviles. México ocupa el sexto lugar mundial en producción de autos de acuerdo con la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos Motorizados –OICA, por sus siglas en inglés–. En 2018, la suma de todas las armadoras instaladas en México produjo poco más de 4,100,000 vehículos y automotores comerciales, que significa como el 4% de la producción mundial, liderada por mucho por China con 27.8 millones de vehículos producidos. México está cada día más lejos de Brasil, el segundo productor de América Latina que produjo 2.8 millones. Por mucho, la industria automotriz es la principal generadora de divisas para México con cerca de 148 mil millones de dólares en el 2019. La suma es 3.9 veces más que las divisas registradas en la agroindustria; cuatro veces más que las remesas; 4.49 veces más que la Inversión Extranjera Directa (IED); 5.7 veces más que el petróleo y seis veces más que el turismo. Es decir, es por mucho la joya de la corona, en términos de ingresos y por si esto fuera poco, genera más de 900 mil empleos directos e indirectos.
Cerveza. Los mexicanos son grandes consumidores de cerveza, y me excluyo, no porque no sea muy orgullosamente mexicano, sino porque no soy para nada buen bebedor de cerveza. De hecho, los mexicanos están entre los diez mercados más importantes de consumo per cápita en el mundo con algo así como 65 litros por año. Lejos del consumo per cápita de la República Checa con 143 litros, y de los alemanes y austriacos con más de 100. México generó 120 millones de hectolitros de cerveza en 2018, de los cuales 40 millones fueron exportados, llevando al país a ser el número uno en exportaciones, a buena distancia de su más cercano competidor que es Holanda y el cuarto productor de la bebida a nivel global, por debajo de China, Estados Unidos, y Brasil.
México, según información del gobierno del presidente Peña –porque la del actual no está actualizada– es un gran exportador de vehículos, aceites crudos de petróleo, televisores de pantalla plana, máquinas automáticas para el tratamiento o procesamiento de datos, unidades de proceso, unidades de memoria, de entrada y de salida, tractores, autopartes, teléfonos y equipos de comunicación, instrumentos médicos, mercancía para ensamble o fabricación de aeronaves, refrigeradores y equipo para frío, oro en bruto, cerveza de malta, tomate, aguacate, tequila –exportamos más que lo que consumimos localmente desde hace algunos años–, azúcar de caña, frutos rojos –principalmente las zarzamoras, cosa que se me hace rarísimo–.
El Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) pone a México como el principal país exportador del sector agroalimentario del mundo en: cerveza, tomate, chiles y pimientos, sandía, pepino, limón, aguacate, cebolla, tequila y papaya, entre otros, destaca también el café orgánico.
Pues bien, éste es un primer repaso de donde México debería poner sus recursos disponibles y no andar improvisando.
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Esto es como un oasis en un mar de turbulencias de desierto … siempre queremos ver a Mexico con pocos avances uno es lo politico y otro es la realidad de lo que si se hace en el país … graciaaas por ese aire de inspiracion Octavio