Muy estimados lectores, les comparto que en las noticias del teléfono (Uno TV) leí una iniciativa que se me hizo muy interesante, ya que un compatriota nuestro que vive en Barcelona, propuso “la cápsula del tiempo”. Él dice que se ponga en una memoria (USB o cualquier otra) cómo era nuestra vida, la del mundo entero, antes y después del COVID-19, con el fin de que en el 2022 o 2023 se abra y hacer un análisis de lo bueno y lo malo que nos dejó la pandemia. En otras palabras, ¿qué aprendimos de ésta?, ¿cómo nos golpeó tanto en lo emocional, económico y en lo personal? La crisis financiera, el cierre de negocios, el desempleo exponencial y con ello el aumento de la pobreza; también, cómo creció la agresión intrafamiliar, el abuso a menores, mujeres y adultos mayores, en fin, dar el testimonio de algo que no se había vivido a nivel mundial desde hace muchos años.
Me pareció interesante el ejercicio y me atrevo a proponer lo mismo, pero no para dejarlo por sólo dos o tres años, sino para que sean nuestros nietos (de 8 a 10 años adelante), quienes vean el daño tan terrible que la humanidad le ha hecho a la naturaleza.
Si el coronavirus fue creado por alguien desde un laboratorio, si fue un descuido, o surgió por alguna otra circunstancia, no es eso relevante, sino que nos está haciendo pagar por descuidar lo más importante que tenemos, nuestro hogar, el planeta donde vivimos. Es un buen momento para replantear todo el daño que hemos ocasionado, no hemos creado aún la conciencia suficiente para evitar la contaminación de océanos, mares, ríos, presas, lagos, lagunas, etc., cómo hemos cooperado a la extinción de muchas especies y otras las tenemos en el límite; por eso creo que la lección que nos deja la pandemia es que no debemos dar marcha atrás y, en lo sucesivo, tomar las medidas necesarias para que el día que los nietos vean esa cápsula del tiempo digan “¡Qué barbaridad, cómo vivían y cómo lograron hacer el cambio para que nosotros tuviéramos un lugar mejor para vivir!”. Sería decepcionante dejarles un planeta sobreexplotado, sin recursos naturales, y con sus subsecuentes implicaciones.
Lo que resulta bastante claro es que este año en particular es y será un parteaguas para todos porque se le recordará por la pandemia del COVID-19, y que todavía desconocemos las cifras reales y los picos de mayor contagio. Nos han dado fechas y datos tan diferentes que difícilmente sabemos con precisión cuándo disminuirá esta crisis sanitaria.
Lo único cierto es que mientras no se tenga una vacuna realmente efectiva (la cual se dice que habrá probablemente para el 2021), nos seguirá pegando y está en cada uno de nosotros cuidarnos entre todos, es decir, hacer caso de permanecer en casa si no es necesario salir y mantener la sana distancia cuando debamos hacerlo.
Tenemos mucho que hacer y hay que empezar lo antes posible, pero como siempre, ustedes tienen la última palabra.
Nos seguimos leyendo, si gustan.
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Se me hace un buen ejercicio la propuesta de la capsula del tiempo, hay un refrán que dice “Todo con el tiempo mejora” pero creo que la humanidad ha desafiado la regla, llevamos años destruyendo y por fin estamos en pausa , veo que muchos estamos tomando conciencia de todo lo que hemos hecho inconscientemente no sólo con el planeta si no con el descuido al agradecimiento de las cosas más importantes (Salud, familia y fe) Hoy si veo que el futuro puede mejorar y nos esperan tiempos mejores. Para muchas personas es el tiempo más difícil que han atravesado por la carencia económica, el desgaste físico y las pocas esperanzas para el país, pero es una buena oportunidad para nuevas ideas y mercados, confió en que México podrá ingeniárselas para enfrentar lo que venga, comparto su idea de cuidarnos entre todos. Lo seguimos leyendo Arqui. Saludos