La llegada de Emilio Lozoya a México

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La llegada de Emilio Lozoya a México: De la cárcel en España a un hospital

Los medios locales buscaban cubrir la llegada de Emilio Lozoya a México y en sus reportes iniciales se informó que el exdirector de Pemex había sido trasladado al Reclusorio Norte de la CDMX; sin embargo, la Fiscalía jamás dio esa información y reveló que fue ingresado a un hospital por un diagnostico desfavorable en su salud.

El exdirector de Petróleos Mexicanos arribó al hangar de la Fiscalía General de la República a su llegada a México para seguir los protocolos de Derechos Humanos que incluyó una revisión médica.

La camioneta blanca en donde se presumía viajaba Emilio Lozoya se dirigió al Reclusorio Norte donde el exfuncionario fue ingresado, según informó en la conferencia de prensa matutina del viernes 17 de julio, Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad Pública.

“Fue ingresado en este penal, pero fue trasladado inmediatamente después a un hospital privado por algunos síntomas y algunas molestias que presentó”, aseguró.

Las declaraciones de Durazo se dieron en respuesta a las dudas sobre el ingreso de Emilio Lozoya al Reclusorio Norte.

El reporte de la Fiscalía emitido horas después de la llegada de Emilio Lozoya a través de su cuenta de Twitter no refirió sobre el ingreso del exdirector de Pemex al penal, sino que indicó el ingreso a un hospital por complicaciones anémicas detectadas por el perito médico.

“El perito médico de la #FGR realizó la revisión física y médica del extraditado y encontró anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en toda su salud, por lo que propuso su internación en un hospital. La familia del extraditado pidió, y se le autorizó, que un médico particular hiciera también una revisión, en la que encontró los mismos síntomas. Por lo que, el Ministerio Público Federal ordenó su traslado a un hospital, donde permanecerá en calidad de detenido bajo estricta vigilancia policiaca”, señaló 

Emilio Lozoya tiene un ‘convenio’ con la autoridad mexicana para revelar todo lo que sabe sobre los temas de corrupción que presuntamente estarían involucrando a decenas de funcionarios públicos allegados al gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.

Las pruebas que trae Lozoya bajo el brazo podría ser su armas más importante en su defensa que, ahora con su ingreso al hospital, tendrá más tiempo para prepararse antes de la audiencia oral a la que se someterá a puerta cerrada como medida sanitaria por la pandemia del COVID-19.

Si se conectan las ligas de Emilio Lozoya como testigo colaborador con la Fiscalía General de la República, las investigaciones podrían apuntar a figuras como el exsecretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, el mismo expresidente Peña Nieto y otros cercanos a su gabinete y gobierno.

Lozoya es señalado de haber recibido sobornos de la siderúrgica Altos Hornos de México (AHMSA) para que Pemex concretara la compra irregular de plantas de fertilizantes calificadas como “chatarra”. Además, habría recibido millones de dólares de la brasileña Odebrecht para la campaña que llevó a Peña a la presidencia del país en 2012.

Sus abogados han dicho que actuó bajo las órdenes de Peña. Antes de que los fiscales presenten la acusación formal, Lozoya buscaría un acuerdo con las autoridades a cambio de beneficios en su proceso, según han reportado medios locales.

El exdirector general de Pemex entre 2012 y 2016 presentaría videos de políticos recibiendo sobornos para apoyar una reforma energética impulsada por Peña, que permitió la participación de empresas privadas en el multimillonario negocio petrolero.

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