La pandemia de COVID-19 ha impactado de manera multisectorial, pero en el caso de las telecomunicaciones ha apremiado la disponibilidad, robustez y fortalecimiento de las redes para dotarlas de capacidades para la creciente transmisión de datos cursados por los usuarios.
Ello incentiva a transitar a la más reciente generación de servicios de telecomunicaciones (5G) que promete una multiplicidad de beneficios. Por ejemplo, un incremento en la productividad y velocidad de procesos computacionales, la innovación y desarrollo tecnológico en sectores como salud, educación, agricultura, seguridad, energía y comercio, entre otros.
Sin embargo, esta crisis sanitaria ha resultado en una marcada incertidumbre y una prolongada pausa de la actividad económica, que reduce significativamente los incentivos para nuevas inversiones en redes y equipamiento, al menos en el corto y mediano plazos.
Ello ha provocado una revisión y postergación de los cronogramas de despliegue y desarrollo del 5G en países de Latinoamérica en el corto y mediano plazos, incluido el aplazamiento en la puesta a disposición de las frecuencias del espectro radioeléctrico, necesario en esta evolución tecnológica.
Aplazamientos en el despliegue regional
En Latinoamérica, la crisis sanitaria actual se ha convertido en una económica también, tal que los operadores y reguladores están revisando la capacidad financiera para realizar la inversión requerida para poder desplegar estas redes.
Éste es el caso de países como Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y México, en los que planes de licitación se han prorrogado, aunque se espera se emitan los proyectos para la adjudicación y puesta a disposición del espectro para 2021.
En el caso específico de Brasil, previo a la subasta que se llevará a cabo por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL), los operadores de telecomunicaciones locales TIM y Claro confirmaron que darán inicio al despliegue de 5G por medio de distintas bandas radioeléctricas en su posesión, para comenzar a ofrecer servicios en septiembre próximo.
En Chile, la Corte Suprema resolvió en días recientes los nuevos límites de espectro para la próxima subasta de espectro radioeléctrico para 5G. Éste es el último paso para realizar el proceso de licitación que se espera reciba postulaciones en octubre próximo para concluir a mediados del próximo año.
En Colombia, el avance en la ejecución de su hoja de ruta para la transición a 5G, previo a la pandemia, ha permitido la continuidad de la fase de pruebas durante ésta y el comienzo del proceso de manifestaciones de interés sobre el espectro eléctrico a subastar. Sin embargo, es prácticamente imposible que la licitación de frecuencias en la banda de 3.5 GHz ocurra este año, a pesar de que los pilotos tengan éxito.
Otros países han concedido derechos temporales del espectro para hacer frente al alza actual en el tráfico de datos, ahí encontramos el caso de Perú.
Uruguay y Puerto Rico se encuentran a la delantera en el despliegue de 5G, al ofrecer ya estos servicios de manera comercial. Aunque su despliegue y adopción son limitados todavía, se anticipa que se aceleren durante el resto del año y 2021.
México: retraso y desequilibrio competitivo en el despliegue de 5G
En nuestro país, se dio a conocer desde el regulador que el proceso la licitación de las bandas de 600 MHz y 3.5 GHz, óptimas para la oferta de servicios de 5G, comenzará hasta 2021, tras un proceso de consulta pública y lanzamiento de bases. Ello ante las dificultades financieras y técnicas provocadas por la pandemia.
No obstante, el propio Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de México autorizó, de forma incondicionada, la venta por parte de Axtel de derechos de explotación de 50 MHz de la banda de 3.5 GHz a Telcel, operador preponderante de telecomunicaciones.
Lo anterior, se suma a la cesión de derechos de 50 MHz en la misma banda que realizó Telmex a Telcel en abril pasado.
Esto si bien no deja en condición de rezago tecnológico a nuestro país frente a otros de la región, genera un nuevo desequilibrio competitivo desde el terreno espectral, al dotarle a un operador con excesivo peso de mercado, la posibilidad de desarrollar de manera anticipada servicios 5G.
Ésta es la segunda ocasión que sucede esto, la primera fue al autorizar la cesión de derechos de 60 MHz en la banda de 2.5 GHz para proveer servicios de 4.5G. Circunstancia que urge a que el regulador acelere la licitación de las frecuencias disponibles para eliminar esta nueva ventaja competitiva desde el terreno espectral.
Las restricciones que hoy le aplican en otros ámbitos deberían ser implementados en esta materia que hoy ya deja a la delantera nuevamente al operador preponderante frente a sus competidores.
Alternativas y lecciones desde otros territorios
Para varios países latinoamericanos ha sido necesario aplazar los procesos de licitación y el despliegue de la red 5G, sobre todo en aquellos donde la situación económica adversa es más apremiante. Sin embargo, es importante que en la medida de lo posible se retomen los esfuerzos con mayor celeridad y empeño. Al mismo tiempo que se requerirán generar estrategias de asistencia o incentivos para materializar la llegada de esta tecnología.
Por ejemplo, a través de un esquema de subsidios como es el caso de Hong Kong o la asignación directa de frecuencias del espectro radioeléctrico como en Nueva Zelanda, mecanismos que fueron implementados como compensación por la postergación o cancelación del proceso de subasta.
El acceso anticipado al espectro para 5G permitirá que los operadores diseñen estrategias de despliegue, adquieran los sitios necesarios y realicen las pruebas pertinentes.
La infraestructura y el desarrollo tecnológico que traerá consigo la tecnología 5G representa un estímulo importante para cualquier país en el mundo. La pandemia ha impactado negativamente a la economía global, pero al mismo tiempo, insta a invertir y robustecer la infraestructura digital.
Su ejercicio y materialización generará una ventaja crucial en el mediano y largo plazos para el crecimiento y desarrollo económico de los países que transiten efectivamente a redes 5G en los próximos años.
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