Estoy consciente de que en un artículo de poco más de mil cien palabras y cinco minutos de lectura, es prácticamente imposible resumir lo que tendríamos que hacer en México para ser el mejor país posible, pero aun así me arriesgaré a intentar hacerlo en varias entregas a partir de ésta.
Y empiezo hablando de lo que tenemos como país: grandes ventajas geográficas, por sus 1,972 millones de kilómetros cuadrados (décimo cuarto en el mundo), sus 3,326 kilómetros de frontera con los Estados Unidos de América; 871 kilómetros de frontera con Guatemala y 251 kilómetros de frontera, a través del río Hondo con Belice, ambas muy poco explotadas y desarrolladas; sus 11,122 mil kilómetros de litorales a dos grandes océanos (Pacífico y Atlántico); golfos y mares impresionantes como el de México, el Caribe y el de Cortés; tenemos un mar patrimonial de unos 2.7 millones de kilómetros cuadrados, muy poco explotados, por cierto; más de 40 ríos; inmensas cadenas montañosas, mesetas, altiplanicies y numerosos valles; 718 cuencas hidrológicas; tenemos una gran diversidad de formaciones geológicas con zonas boscosas, lagos, montañas; y numerosas islas.
La biodiversidad en México es impresionante, tenemos más de 200 mil especies, lo que equivale a prácticamente el 10% del total de la flora y fauna que hay en todo el planeta y coloca a México como el 5º entre los doce países más biodiversos del mundo, con 70% de las especies existentes.
En México se hablan 68 lenguas indígenas, que es la lengua materna para poco más de 7.5 millones de mexicanos y el español.
Tenemos una población de alrededor de 127 millones de personas, lo que nos coloca como el 10º en el mundo con más población, con una esperanza de vida de 75.1 años y una edad promedio de 28 años.
Y bueno, me podría seguir con información y datos duros de por qué tenemos todo el potencial para ser un mucho mejor país de lo que somos actualmente, destacando nuestros 35 Patrimonios de la Humanidad; nuestros 111 pueblos mágicos y que estoy seguro podríamos duplicar; los más de 170 sitios arqueológicos; las ciudades coloniales; las decenas de playas y demás en lo turístico; nuestro impresionante potencial en minería con que contamos, en lo agrícola, y en muchos otros campos a los que me iré refiriendo en próximos artículos.
¿En qué tenemos que trabajar?, ¿qué tenemos que mejorar?
Educación. Ciertamente hemos mejorado mucho en los últimos 50 años, cuando se redujo el analfabetismo del 25.8% (1970) a prácticamente el 4%. Es decir, hay poco menos de 5 millones de personas analfabetas en el país y por su condición de edad y distribución geográfica es prácticamente imposible que se pueda reducir esta cifra por otro medio que no sea por causas naturales y atendiendo a la metodología de la UNESCO, aunque yo siempre pienso que podríamos hacer un último esfuerzo y buscar reducir aún más esta cifra. Y para todo problema, una solución; en México hay actualmente más de 110 mil estudiantes normalistas entre las poco más de 460 escuelas normales del país. Si a cada uno de estos jóvenes se les diera la responsabilidad de alfabetizar a 10 personas cada semestre como parte de su servicio social, en cinco años no quedaría ni un analfabeto en México.
Pero bueno, el analfabetismo no es ya el principal problema de educación en nuestro país, lo es el pésimo nivel académico que reciben los cerca de 30 millones de niños y jóvenes que cursan la educación básica, es decir, entre 4 y 18 años. Los resultados de las Pruebas Pisa en las tres áreas que son lectura, matemáticas y ciencias, México obtiene muy malos resultados y lugares. En las tres pruebas las calificaciones son reprobatorias y los lugares terribles –entre 79 países participantes–: 53 en la prueba de lectura; el 57 en ciencias; y el 61 en matemáticas.
China es ya el primer lugar mundial en las pruebas; cuando lo fue Finlandia o Singapur siempre se decía que eran países muy chicos y que por eso lo lograban, ¿ahora cuál va a hacer la justificación? La solución está en menos materias para los niños y jóvenes, menos alumnos por maestro, mejores maestros, más actividades fuera del aula y un par de cosas más, de verdad no es tan complicado.
Ya sé que no es políticamente correcto decirlo, pero la verdad de las cosas es que –en general– tenemos muy malos maestros en México y mucho más en las escuelas públicas. A los maestros hay que exigirles mucho más, examinarlos constantemente y con base en éstas decidir su futuro, y también diseñar un sistema de retribución individualizado a quienes mejores resultados den, como pasa en muchos sistemas académicos del mundo y también por escuela. Y no andar tratando de inventar el hilo negro cada sexenio.
México tiene muchos maestros, pero pocos con un desempeño de calidad. Podríamos tener menos y pagarles mucho mejor a los que sí se requieren y hacen bien su trabajo. También deberíamos tener muchísimos menos maestros asignados al sindicato y que deberían estar dando clases.
Si bien la proporción de alumnos por maestro en México es de alrededor de 30 a uno –cuando los estándares mundiales dicen que debería ser como de 18 a uno–, hay una pésima distribución a nivel nacional, estatal, municipal y por escuela. Las matemáticas son muy sencillas, hay 30 millones de alumnos y más de dos millones de docentes; hay 15 alumnos para cada docente, así de sencillo.
México “invierte” 3.1% de su PIB en educación anualmente, de los cuales el 98% se destina al pago de nóminas y gasto corriente, y es el 11.6% del gasto total del gobierno federal anualmente. Como referencia, el promedio mundial supera el 4% del PIB.
Hay que diseñar un programa de largo plazo y de largo alcance, y para ello habrá que acabar con las mafias sindicales de la SNTE y de la CNTE, hay que actuar hasta sus últimas consecuencias, de lo contrario esto nunca va a cambiar. Hay que involucrar a los maestros mejor evaluados en el diseño de este programa y no a los dirigentes sindicales que son una lacra nacional.
Hay que entrarle a los grandes temas nacionales, solucionando los problemas, haciendo ejercicios de Análisis de Causa Raíz (ACR) y dejar de andar parchando las cosas cada vez que a un presidente o a un gobierno se le ocurre algo. Hay que pensar en el largo plazo, así como en el presente y en el futuro de México y de los mexicanos.
Dejemos la coyuntura para el WhatsApp, pongamos a pensar y trabajar en el día con día y en las cosas realmente relevantes.
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Enhorabuena Octavio por iniciar esta serie de artículos sobre educación porque es la ÚNICA ALTERNATIVA para salir adelante en poco tiempo como lo ha demostrado Singapur y Corea del Sur. Si se aplicará la filosofía de COMUNIDADES de APRENDIZAJE ocurrirían milagros porque muchos ciudadanos responsables podríamos participar.
Muy interesante planteamiento, desde mi perspectiva la raíz de los problemas se centra en el cáncer que significa todo el movimiento gremial del magisterio, ese es el principal punto por atacar.
Muy interesante planteamiento, desde mi perspectiva la raíz de los problemas se centra en el cáncer que significa todo el movimiento gremial del magisterio, ese es el principal punto por atacar.
Muy interesante planteamiento, desde mi perspectiva el principal tema por atacar es el gremial en el magisterio, eso a venido a ser un cáncer para la educación en nuestro país.
Muy valiosas tus reflexiones como siempre! La educación es la clave, tristemente en las aulas de los programas públicos se sigue fomentando un aprendizaje pasivo. Ojalá llegue el día, en que en las aulas de cada escuela se promueva el pensamiento creativo y crítico!
Mi estimado Octavia, los datos duros que presentas solo refleja la realidad de como estamos en nuestro país, mas el problemas de los sindicatos, pero no encuentro el modelo educativo, el modelo propedeutico, didatico, un lema de la educacion, y no encuentro en el actual gobierno, que marque el camino a seguir, aparte la educacion no deberia de ser por sexenios