Adriana Murillo

Tercera Guerra Mundial bajo la lupa económica

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Los efectos de una Tercera Guerra Mundial en la economía se tiñen de claroscuros. Mientras el petróleo sube de precio, el costo podría ascender a 4.79 trillones de dólares.

Las alarmas de un conflicto bélico internacional se encendieron la mañana del viernes 3 de enero con la confirmación de la muerte de Qassem Soleimani, el hombre más poderoso dentro de la estructura militar iraní a manos de Estados Unidos.

El rumor del riesgo del inicio de la Tercera Guerra Mundial corrió como pólvora y los ojos se centraron en la reacción de Irán y la tensión inevitable con Estados Unidos, haciendo reaccionar a los líderes de grandes potencias.

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Los hechos han transcurrido generando ya efectos geopolíticos y se abre el análisis de una Tercera Guerra Mundial y su efecto económico en el mundo.

Sube el precio del petróleo

Los primeros efectos económicos se vieron registrados en el precio del petróleo. El conflicto que ha escalado de manera importante fue resentido casi de inmediato por los mercados internacionales, en donde el primer indicador fue la subida del precio del petróleo ante el temor de que un posible conflicto armado en Medio Oriente interrumpa el suministro de hidrocarburos en la región.

De acuerdo con fuentes oficiales, el precio del crudo Brent se elevó casi 3 dólares para alcanzar su nivel más alto desde septiembre pasado al cotizarse en poco más de 68 dólares por barril. Por su parte, el tipo West Texas alcanzó un costo por barril de 63.84 dólares, el valor más alto desde mayo del año pasado.

Los altos costos de la guerra

La economía global se encuentra inmersa en un periodo de desaceleración y su marginal o nulo crecimiento podría verse aún más afectado por los efectos de una Tercera Guerra Mundial.

El costo de un conflicto de escala internacional para la economía global es elevado. La Universidad de Brown estima que el costo económico y social de la guerra alcanza los 4.79 trillones de dólares.

Según el reporte Global Peace Index 2016, se estimaba que para 2015, el costo de las escenas de guerra y violencia de todo tipo habrían costado 13.6 mil millones de dólares, lo que en aquel momento representaba 5 dólares por cada habitante del planeta al día.  Esta cifra equivalía a 11 veces el tamaño de la inversión extranjera directa que se movía en el planeta (1.230 millones de dólares durante 2014).

Por otro lado, estimaciones del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) entregadas en abril pasado, indicaban que el gasto militar mundial creció durante el último año 2.6 por ciento para superar los 1.8 mil millones de dólares y marcar un máximo histórico. Estas cifras se obtuvieron sin considerar las inversiones notables realizadas en defensa y militarización por naciones como Corea del Norte, Siria, Eritrea o Emiratos Árabes Unidos.

Primer año de gobierno de AMLO, “otros datos” ¿falsos?

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Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cumple su primer año de gobierno, después de que rindió protesta como presidente el 1 de diciembre de 2018 al postularse por tercera ocasión y la pregunta es: ¿son reales los “otros datos” que el mandatario ha comentado tener?

AMLO fue elegido por un 53 por ciento de los votos, impulsado en buena parte por jóvenes desilusionados por el estado en el que México se encontraba debido a la mala gestión histórica de otros mandatarios.

“López Obrador debe convertir su triunfo en un triunfo de México. La clave estará en abrir su triunfo en un triunfo de México. La clave estará en abrir una etapa histórica en la que el espíritu de conciliación, la tolerancia, el respeto pleno a la libertad de expresión priven sobre la polarización y la censura”.

Enrique Krauze.

AMLO es el sucesor de Enrique Peña Nieto (periodo: 1 de diciembre de 2012 – 30 de noviembre de 2018) y, a un año de que el tabasqueño de 66 años ha asumido el poder durante, continúa enfrentando enormes retos que no han sido superados.

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Los pilares del gobierno de AMLO

Los cuatro pilares más destacados en el Primer Informe de Gobierno de AMLO llevado a cabo el domingo 1 de septiembre de 2019 y que abordaremos en este artículo son los siguientes:

  1. Jóvenes construyendo el futuro.
  2. Pensiones para adultos mayores.
  3. Universidades para el bienestar, Benito Juárez García
  4. La Guardia Nacional y su plan de acción actual ante la población.
Cifras no comprobables destacadas por AMLO en su Primer Informe

A lo largo del primer año de gobierno, dependencias federales han respondido lo siguiente cuando se les han consultado estadísticas de resultados: “no se localizó la información solicitada”, “inexistencia de la información”. Aquí algunos ejemplos de las cifras que no pueden comprobarse de los programas de la 4t:

Jóvenes construyendo el futuro

Foto: altonivel.com

En su mensaje del 1 de septiembre el presidente de México comentó: “El programa de Jóvenes Construyendo el Futuro es una realidad. Hasta hoy están trabajando como aprendices 930 mil jóvenes”.

Sin embargo, no se puede comprobar.

La plataforma de información pública de Jóvenes Construyendo el Futuro tiene información incompleta con la que no es posible verificar la cifra exacta de estudiantes que se están capacitando en una empresa, organización o institución pública.

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social ha explicado que los 900 mil beneficiarios que se reportan corresponden a jóvenes vinculados con algún centro de trabajo, es decir, ya decidieron en dónde continuar preparándose y fueron aceptados, pero no es comprobable si realmente están ahí.

Diversos medios solicitaron a la dependencia la base de datos con un registro por becario, en el que se incluyera el nombre de la empresa en la que se están capacitando, área, actividad, edad, género, nivel educativo, municipio y estado. Sin embargo, la STPS no entregó la información, comentando que no contaban con todos esos datos.

Pensiones para adultos mayores

Foto: tlaxcaladigital.com

El presidente de México aseguró que: “El 94% de ocho millones de adultos mayores han recibido su pensión de dos mil 550 pesos bimestrales”.

Pero este dato tampoco es comprobable.  

Esta información también fue solicitada a la Secretaría de Bienestar y la respuesta obtenida el 2 de mayo de 2019 fueron los números del bimestre noviembre-diciembre 2018 por transferencias electrónicas a 2 millones 546,266 beneficiarios y apoyo en efectivo a 2 millones 535,725 personas.

Los datos más recientes respondieron que continúan las labores de consolidación de los apoyos entregados, quedando pendiente la información de la dirección general de la Secretaría de Bienestar, que hasta hoy no se ha obtenido respuesta.

Universidades para el Bienestar, Benito Juárez García

Foto: vanguardia.com.mx

Ante esta propuesta, AMLO aseguró lo siguiente: “Ya se abrieron 100 universidades públicas y gratuitas del Sistema Educativo Benito Juárez en regiones pobres y marginadas del país, donde estudian 39 mil 170 jóvenes y trabajan 815 maestros”. 

Pero no hay forma de comprobar que sean 100 y que haya casi 40 mil alumnos, si bien diferentes medios de comunicación han reportado la existencia de una decena de universidades en las que se usan canchas deportivas y se imparten clases en casas de cultura.

En respuesta a solicitudes de transparencia, la SEP ha declarado “inexistente”” o no localizada la información de las direcciones exactas de los planteles, costo por alumno, sueldo de profesores, costo de los terrenos, costo de construcción, metas y análisis para determinar la pertinencia del programa. Esta información tampoco está disponible en la página de la SEP, ni en la del programa.

En el Informe solo se dijo que los planteles de las universidades son provisionales.

AMLO inauguró el programa el 18 de diciembre de 2018. Desde febrero pasado, diversos medios de comunicación han hecho solicitudes de información vía transparencia a la Secretaría de Educación Pública (SEP) referentes especialmente a este programa.

Animal Político, por ejemplo, solicitó entrevistas desde diciembre de 2018 al área de prensa de la dependencia del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (Crefal), organismo internacional ajeno a la administración pública federal, pero tampoco se obtuvo respuesta.

Se solicitaron direcciones de las universidades directamente a Presidencia, pero ésta dijo que la SEP sería la encargada del tema, sin embargo, la respuesta solo fue un enlace donde los alumnos pueden registrarse.

A lo largo de este primer año de gobierno diversos medios de comunicación también constataron que, en los municipios de Villa del Carbón, Estado de México, Tlaltizapán de Zapata y Tepoztlán, en Morelos; así como en Chilcuatla, Hidalgo no ha iniciado la construcción de los planteles universitarios, aunque los alumnos ya iniciaron clases en teatros y casas de cultura usados como salones.  

La Guardia Nacional y su plan de acción actual ante la población  

Foto: diariodemorelos.com

López Obrador comentó: “Ni el Ejército ni la Marina se han utilizado ni se utilizarán para reprimir al pueblo. Se terminó la guerra de exterminio contra la llamada delincuencia organizada. Ya no se permiten redadas, razias, ni masacres… El Estado ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos”.

Finalmente, tampoco esa aseveración es comprobable, pues no hay datos oficiales y públicos que permitan corroborarlo, al menos en el caso del Ejército.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se ha negado a revelar sistemáticamente el número de civiles que violenta desde 2014. Los datos continúan ocultándose desde el cambio de sexenio, pues la dependencia dice desconocer estas cifras cuando son de carácter público.

Un estudio sobre índice de letalidad presentado en septiembre de 2019 confirmó que la Sedena oculta dicha información aún con las órdenes del Instituto Nacional de Acceso a la Información de transparentarla.

“No sabemos si la frase del presidente es verdadera por lo menos por parte de la Sedena porque no hace pública la información de civiles heridos o muertos a manos de sus elementos” dijo Catalina Pérez Correa e investigadora del CIDE.

Con información de Animal Político y The New York Times en español.

¿Crecerá México con ética y moral?

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La pregunta fue clara y directa al presiente López Obrador en la mañanera ¿Qué es para usted una utilidad razonable y basar su modelo de crecimiento en una economía moral?

Para poder responder, el primer mandatario no pudo evitar hacer referencia a prácticas en gobiernos anteriores y aseguró que su administración busca cambiar de manera radical el modelo que regía el mercado y que llevó al país a registrar altos niveles de corrupción y una ampliada brecha salarial.

Para Andrés Manuel López Obrador los “otros datos” en los que basa su afirmación de que “la economía va muy bien” se basan en la percepción de la base poblacional menos favorecida, la cual ha sido ampliamente beneficiada con programas de apoyo social que han incrementado sus ingresos y mejorado su capacidad de consumo.

El cambio de modelo económico que el gobierno de México busca impulsar, se basa en lo que el presidente llama “economía moral”

¿Qué es la economía moral? Que se apriete el cinturón el gobierno” – López Obrador.

“Nosotros en México, por la corrupción que imperó, se produjo una monstruosa desigualdad económica y social y eso es lo que ha dado al traste con todo, la causa principal de nuestros problemas sociales”.

Con base a esta percepción, el presidente busca impulsar medidas enfocadas a la igualdad, a través de la redistribución del ingreso y exhortaciones a las empresas para unirse a esta lucha y prioridad de levantar a la clase menos favorecida.

“Vamos a procurar en el marco de la ley que haya una mejor distribución del ingreso, que no haya tanta desigualdad económica y social”, dijo.

Para el presidente, el gobierno juega un papel importante pero también la sociedad y el sector empresarial. Desde su perspectiva, el gobierno puede dar el ejemplo orientando el presupuesto a los que más lo necesitan; sin embargo, la otra parte importante es la actitud del sector privado que debe de procurar hacer negocios, pero al mismo tiempo buscar ganancias razonables y que se respete el marco legal que se paguen impuestos.

Sin revelar detalles de lo hablado con empresarios, López Obrador indicó que el sector privado prepara la integración de un Código de Ética que regule su desempeño para evitar que se reciclen viejas prácticas en las que las empresas sobornaban para obtener contratos o hacían “juegos negros” al amparo del poder público.

El Código de Ética de las empresas busca erradicar los esquemas de relación ventajosa y corrupción en el sector, además de evitar la creación de empresas fantasma y el uso de facturas falsas.

El modelo económico de crecimiento y desarrollo en México encuentra su basa medular en la moral. En empresarios y gobierno que basan sus decisiones en la honestidad, valores, libertad, igualdad y fraternidad; variables éticas que lo hacen funcional.

El nuevo libro “Hacia una nueva economía moral” estará a la venta el 1 de diciembre y en él López Obrador aborda el tema de su modelo económico y toma de referencia los esquemas de empresas estadounidenses que restauran sus códigos de ética en línea a mejorar las condiciones de los trabajadores y moderar sus ganancias a niveles razonables.

En México necesitamos la adopción de este nuevo paradigma, que el sector empresarial asuma ese compromiso” – López Obrador

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Motores económicos requieren ajustes

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Economía de México 2019 sin crecimiento en el gobierno de AMLO

Dos de los cuatro motores económicos señalados por AMLO apenas están en construcción y a los otros dos les falta afinación. ¿Cómo vamos a poder avanzar?

“Lento pero seguro” era como la economía mexicana venia avanzando en años anteriores, con variables macroeconómicas en cifras aceptables como para mantener estable la confianza.

Con la llegada de López Obrador a la presidencia de México, se planean cambios en el modelo económico que apuntan a fomentar el crecimiento y el desarrollo del país; sin embargo, las medidas que adopta implican ajustes drásticos que obligan a revisar la estructura de los motores a detalle.

Cuando un auto no funciona a niveles óptimos, se lleva a revisión y, de ser necesario, se desarma el motor para reajustarlo. Parece que esto es lo que esta pasando en la economía mexicana, desde el punto de vista de Palacio Nacional.

El presidente López Obrador ha mencionado cuatro motores claves de crecimiento económico: El fortalecimiento de la economía popular, la inversión pública en proyectos de infraestructura, la cooperación e inversión del sector privado nacional y la inversión extranjera.

¿Cuáles son las condiciones de estos motores?

En revisiones generales, dos de ellos se pueden considerar en proceso de construcción y los otros dos con grandes necesidades de afinación, ajuste y balanceo.

El fortalecimiento de la economía popular a través de programas sociales de apoyos a adultos mayores y jóvenes; es un proceso que, si bien impulsa el consumo interno y tiene impacto económico, no logra ser lo suficientemente robusto y no cuenta con la fuerza suficiente como para meter velocidad al crecimiento

El impacto de este motor está siendo paulatino. Para Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México. “A pesar de que la confianza del consumidor disminuyó un punto en octubre, sigue registrando niveles elevados en comparación a los 18 años anteriores y el promedio de lo que llevamos en el sexenio se ubica muy por arriba de cualquier sexenio anterior.”

Del segundo motor que considera a los proyectos de infraestructura con inversión pública, poco se puede esperar en el corto plazo.

Proyectos como el Aeropuerto en Santa Lucía, el Tren Maya y la reconstrucción del sector petrolero con la construcción de refinerías y aumento en producción petrolera; son temas no sólo cuestionables por el alto grado de inversión y la viabilidad de los frutos, sino por lo que ha implicado su planteamiento y lo tardío que podrían llegar a ser sus reflejos en la economía.

Al tercer motor de la economía, López Obrador lo ve en la inversión privada del sector nacional. Un motor que se ha visto fuertemente lastimado por la incertidumbre y las discrepancias entre las políticas y medidas del gobierno federal y la iniciativa privada.  

Hay discrepancias, pero en lo general nunca se ha roto el diálogo” – López Obrador.

Si algo le ha costado al presidente es ajustar este tercer motor de la economía y ha hecho esfuerzos por reparar la confianza fracturada con decisiones como la cancelación del Aeropuerto Internacional de Texcoco y el freno al gasto público en proyectos que en años anteriores beneficiaron el empleo a través de la industria de la construcción.

“se están haciendo las cosas bien, no vamos a hacer las cosas precipitadas”, dijo López Obrador en conferencia de prensa sobre diálogos con líderes empresariales.

El cuarto y último motor es la inversión extranjera. México se ha convertido en el foto de atención de inversionistas mundiales que ven el modelo de López Obrador como la punta de lanza de un frente de izquierda en América Latina.

Sin embargo, el reto de fomentar la confianza y hacer a México atractivo para el capital extranjero no es tarea fácil para el Ejecutivo. En su más reciente reporte Morgan Stanley llama a inversionistas a hacer toma de utilidades en México, basando o su sugerencia en los riesgos de las políticas económicas del gobierno actual, los recortes al presupuesto público y sus efectos para el 2020.

De acuerdo con el banco, los activos del país ya no pagan lo suficiente como para compensar los crecientes y potenciales riesgos. “Las altas tasas de interés no compensan el riesgo país “.

Tengo la conciencia tranquila, estoy actuando de acuerdo con mis convicciones y considero que no le estoy fallando al pueblo. Hice compromisos y los estoy cumpliendo, la mayoría.” – López Obrador.

CyberLove en «El amor en tiempos de cólera»

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El amor vivido a bordo del “Nueva Fidelidad” podría asemejarse al que experimentan los enamorados de hoy mientras navegan por el ciberespacio.

“No va a faltarle aquí algún loco de amor que le dé la oportunidad un día de estos”

Gabriel García Márquez

Recibir un mensaje de texto por la mañana, desearle buen día a alguien, preguntar si ya comieron o ir a la cama después de una videollamada; se ha convertido en el pan nuestro de cada día de los enamorados contemporáneos.

De acuerdo a la encuesta anual sobre prácticas amorosas presentada por The Competitive Intelligence Unit (The CIU), uno de cada tres usuarios de teléfono celular en México han descargado alguna aplicación para encontrar pareja  y 80.2 millones de mexicanos, en su mayoría hombres, están conectados permanentemente a Internet en busca del amor.

¿A qué adjudicamos estas cifras? Podríamos señalar a los avances tecnológicos como los principales culpables; pero, ¿dónde queda lo complejo que resulta ser la convivencia humana?

La ciencia señala que al cerebro le toma de 90 segundos a 4 minutos decidir si puede llegar a amar a alguien que acaba de conocer y qué tan dispuesto se está en invertir tiempo para iniciar el proceso de enamoramiento el cual se marca en tres etapas básicas: la lujuria,  que incluye generación de sustancias químicas que ayudan a la compatibilidad; la atracción, en donde la dopamina se encarga de hacer sentir bien al cerebro al aumentar los niveles de adrenalina y cortisol en la sangre; hasta la última fase de unión.

Si bien la búsqueda incesante del ser humano es el amor, parece que mantener la llama encendida se ha convertido en casi un reto kamikaze y es que la convivencia y permanencia en una relación a largo plazo pasa a ser más que un sentimiento, una decisión.

Tal vez eso lleva a pensar que una de las razones por las que las relaciones virtuales han ganado terreno en la sociedad es el hecho de que detrás de un teléfono o una computadora, las relaciones son más fluidas, poco invasivas y al mismo tiempo satisfacen las necesidades de atención, compañía, empatía y deseo sexual, sin el riesgo de que las escenas de celos o el phubbing (acto de menospreciar a quien nos acompaña al prestar más atención al smartphone u otros aparatos electrónicos que a las personas), dañe la relación.

El amor en tiempos del cólera de la era digital

El éxito del amor digital podría radicar en que cada individuo vive la vida a su ritmo y tiempo, sin la necesidad de compartir en pareja más allá del tiempo necesario y basta con un mensaje melado o una videollamada candente para lograr una reconciliación, ya que la necesidad de atención pesa más que una absurda discusión.

En la novela “El Amor en tiempos de cólera” de García Márquez, el amor se alimenta más por la fantasía que por la realidad. Fermina Daza y Florentino Ariza vivieron años creando atmósferas presintiéndose donde no estaban, deseándose donde no podía estar, despertando de pronto con la sensación física de que él la contemplaba en la oscuridad mientras ella dormía. Ni el uno ni el otro tenían vida para nada distinto de pensar en el otro, para soñar con el otro, para esperar cartas con tanta ansiedad como las contestaban.

Lo que pasó entre Fermina Daza y Florentino Ariza no fue un noviazgo en el sentido que comúnmente se le otorga a la palabra, ya que la relación no se basaba en el trato físico.

Con los amantes cibernéticos pasa algo similar que con Fermina y Florentino. Tener una relación por Internet da pie a idealizar a la pareja y desconocer actitudes esenciales para la convivencia. Pueden vivir unidos por lazos virtuales en donde sólo se muestra lo mejor o lo que se quiere mostrar (incluyendo el físico), alargando el periodo de enamoramiento por más tiempo que el señalado por la ciencia.

Los retos para las relaciones “tradicionales,” que a gusto personal son las más sanas y entrañables, podrían ser más difíciles de llevar que los de una relación virtual. En su novela, el colombiano nos narra como Fermina cae en el abismo del desencanto, y se da cuenta de que su amor platónico se transforma repentinamente en una ilusión, una quimera, un espejismo que se desvanece.

“Se quiere de la cintura para abajo y se ama de la cintura para arriba”

De acuerdo con el Instituto Jalisciense de Salud Mental, las actividades predilectas de las personas son los juegos virtuales, intercambio de imágenes y los chat. Tinder se ha convertido en la red social más popular y solicitada por los mexicanos para “hacer match” con alguien, por arriba de Twine, People Hunt o Grindr.

Los datos The CIU refieren que el 28.7 por ciento de los usuarios buscan a alguien atractivo y 14.8 por ciento se fija en el buen físico; sin embargo, 23.8 por ciento confesó editar sus fotos para parecer más atractivos. Pero, el riesgo que esto implica va más allá del engaño que se puede sufrir. En 2017 la aplicación fue víctima de un hackeo masivo que logró robar 40 mil fotografías de sus usuarios.

Entonces, ¿vale la pena los riesgos? Tal vez sí, para alguien que no está dispuesto a acoplarse a una relación como la de Fermina Daza y Juvenal Urbino, que al cabo de los años fue cegada por los compromisos del progreso y el monstruo de la infidelidad.

En “El amor en los tiempos del cólera,” es el amor un sobreviviente a los años, a las dificultades, se sobrepone a las circunstancias o acaba con ellas dejando de latir.

Fermina Daza, le preguntó a Florentino, hasta cuando duraría su ir y volver a venir, Florentino Ariza, desde hacía medio siglo le tenía la respuesta; “toda la vida.

¿Cuánto es toda la vida? En este contexto, hasta que se bloquea el perfil en redes sociales, hasta que se deja de seguir y el corazón deja de latir por una pareja a la que se conoce a través de letras, fotos y videos; pero poco se conoce por caricias, tomadas de mano, cruce de miradas y piel erizada.

“El hecho de que alguien no te ame como tú quieras, no significa que no te ame con todo su ser.”

Economía mexicana, en la lucha por mantener la cabeza a flote

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Sin poder descartar el riesgo de hundimiento, la economía mexicana se mantiene con la cabeza a flote, reportando un marginal crecimiento trimestral y una contracción a tasa anual.

“Técnicamente no se pude decir que México está en recesión”, es el argumento y mejor defensa de los economistas de la cuarta transformación (4T). Pero los números no dan, al menos en las mediciones econométricas, para alcanzar el crecimiento que el presidente López Obrador promete.

Y es que, ante el marginal dinamismo registrado en los primeros tres trimestres de su sexenio, el arte de identificar y cuantificar las relaciones causales inherentes entre los fenómenos económicos no logra dar credibilidad a los “otros datos” del presidente, quien insiste en que “la economía va muy bien” y México crecerá a dos por ciento anual y cuatro por ciento al cierre de su sexenio.

En el más reciente reporte del comportamiento de la economía mexicana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indicó que para el tercer trimestre del 2019 el Producto Interno Bruto (PIB) no logró superar el estancamiento, con un dinamismo marginal del 0.1 por ciento, leve mejora desde el crecimiento cero reportado en el trimestre previo.

Las medidas de López Obrador para reactivar la economía desde los sectores menos favorecidos, incluye inversión pública en actividades agropecuarias. En el periodo de julio-septiembre, este sector creció 3.5 por ciento, mientras que el sector servicios – el de mayor aportación a la economía – mostró variación cero frente al periodo previo.

La incertidumbre es otro factor que ha golpeado a la inversión y la industria se ha visto severamente afectada por el cambio de ruta política. En el periodo de referencia la actividad industrial, estrechamente relacionada con el mercado estadounidense, decreció 0.1 por ciento.

El gobierno de López Obrador se ha mostrado un poco impaciente en cuanto a la renegociación del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Para los economistas de la 4T, el que el Congreso estadounidense quite el freno al proceso es fundamental para inyectar certidumbre a los inversionistas, mientras tanto, refuerzan sus lazos con el gigante asiático.

En tasa anual, el panorama se ensombrece. La economía mexicana cayó 0.4 por ciento en el periodo de julio a septiembre, comparado con el mismo trimestre del 2018, baja no registrada desde el cuatro trimestre de 2009.

El descenso se le atribuye a la caída del 1.8 por ciento de la industria en México, animado por el nulo crecimiento de los servicios, que en este año sufrió de estragos en el sector turismo por complicaciones de sargazo en el Caribe Mexicano y los niveles de violencia en distintos puntos del país.

Con estos datos, el crecimiento económico en México se ha convertido en el gran debate y tema discrepante entre los especialistas de la ciencia económica y el presidente López Obrador.

La teoría se ha enfrentado con la ideología de un país prospero en dónde la prioridad está en apoyar primero a los pobres, la clase social olvidada y menos favorecida por las actividades económicas que han mantenido la macroeconomía, si no en pleno crecimiento, si en terapia intensiva estable.

 “Sé que vamos bien porque recorro el país y es lo que la gente me dice”  – López Obrador.

Parece que los analistas y el gobierno de López Obrador estuvieran jugando a las vencidas; pero, a pesar de los “otros datos” del presidente – que apuntan a que “México está feliz, feliz, feliz” – la realidad es que técnicamente México no crecerá al dos por ciento anual.

“Con el dato de 0.06% de crecimiento en el tercer trimestre que acaba de informar INEGI, el crecimiento promedio trimestral de los últimos seis trimestres es 0.02%, o redondeado a un decimal, es 0.0%.” Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México.

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La justicia en entredicho

Lectura: 3 minutosMuchos ríos de tinta y audiovisuales habrán de correr sobre el escándalo que ha desatado la renuncia del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Eduardo Medina Mora Icaza. Mayor, sin duda, que cuando fue propuesto por el ex­presidente Enrique Peña Nieto, sin antecedente alguno en la judicatura local o federal y lo aprobó el Senado de la República, en ese tiempo integrado por mayorías priistas y panistas, sus antecedentes provenían del sector privado, desde donde dio –al contrario de muchos políticos que al dejar sus cargos son ahora altos dirigentes empresariales– el salto a la arena política, primero como director del fenecido CISEN, posteriormente Secretario de Seguridad Pública, Procurador General de la República, Embajador de México ante el Reino Unido y Estados Unidos de América. Todo ello ocurrido en los sexenios de los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y el citado Peña Nieto. Una carrera meteórica que, finalmente terminó con la defenestración por voluntad propia, sin explicar la causa grave que exige el mandato constitucional en estos casos.

SCJN.
Ilustración: Victor Solís.

Las irregularidades en este asunto se iniciaron, en mi opinión, cuando el presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, aceptó el escueto escrito de la renuncia sin que se especificara la causa grave en el mismo, y no lo declarara improcedente por esta razón como es su obligación en estos casos. Por lo mismo, la renuncia tiene un vicio de origen que no advirtieron en el Senado de la República –al que rehusó ir el hoy exministro para explicar el motivo que lo hizo dimitir– y que da vuelo a cientos de especulaciones en el ámbito político y mediático, incluyendo la presunta presión del Ejecutivo Federal, que con ello tiene la oportunidad de integrar un ministro más –posiblemente una mujer letrada y con experiencia judicial– que haga contrapeso a los ocho restantes que fueron designados en los tres anteriores sexenios.

Por otra parte, ronda la conjetura de que la “causa grave” son los presuntos trasiegos de lavado de dinero que se le imputan por más de 100 millones de pesos, originados por información proveniente de los gobiernos de la Gran Bretaña y Estados Unidos de América, y que fueron atendidos por la Unidad de Inteligencia Financiera, que preside Santiago Nieto –personaje obligado a renunciar a su cargo de Fiscal de Delitos Electorales en el anterior sexenio por el encargado de la PGR, Alberto Elías, al anunciar la vinculación a proceso de Emilio Lozoya Austin, exdirector de PEMEX–, y que ha cobrado relevancia  en el llamado gobierno de la Cuarta Transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Renuncia de Medina Mora.
Eduardo Medina Mora, político y abogado mexicano (Fotografía: Sin Embargo).

Al salir por la puerta trasera de la Corte, Eduardo Medina Mora, deja una estela de interrogantes. ¿De qué tamaño fue la presión para abandonar su posición de ministro que le garantizaba un cómodo futuro? ¿Negoció por anticipado su dimisión para evadir los graves cargos que se le imputan? ¿Enfrentará, en caso de que se le vincule a proceso, ante los tribunales nacionales o internacionales, las imputaciones por la mudanza de recursos que superan lo que legalmente debía percibir? ¿Por qué los gobiernos británico y estadounidense destaparon públicamente sus presuntos ilícitos financieros? ¿Se acumularán sus posibles conductas contrarias a la recta administración de justicia, por brindarles protección a individuos y empresas al margen de la ley? Todas estas incógnitas permanecen en el imaginario colectivo y merecen respuestas claras y fundadas mediante los juicios y procedimientos administrativos que procedan por parte de los órganos competentes.

Paradójicamente, el caso Medina Mora, ha desencadenado un debate que ha hecho voltear la vista hacia la administración y procuración de justicia, donde priva, en lo general, la corrupción, el nepotismo y la impunidad, incubado en los gobiernos anteriores que mantenían maniatado al Poder Judicial de la Federación bajo fuertes presiones y consignas, como lo muestran las declaraciones públicas del propio Presidente de la Corte, el citado Zaldívar Lelo de Larrea, en casos emblemáticos como el de Florence Cassez, el de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, y la suspensión de un juez federal por actos de posible enriquecimiento ilícito.

El Poder Legislativo, afortunadamente, ya anuncia una reforma a fondo, que deberá marcar un nuevo rumbo al sistema judicial, donde los ciudadanos puedan tener acceso a la justicia pronta, expedita y completa, que satisfaga el hambre y la sed de ella que ha padecido por siglos nuestra nación.

“México será como Venezuela”: Error 404 page no found

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La crisis política y humanitaria en Venezuela ha escalado a niveles lamentables, lo que puede generar consecuencias catastróficas y ha reavivado el temor de muchos mexicanos sobre la posibilidad de que con el gobierno de López Obrador, en un futuro no lejano, México será como Venezuela.

 

La proclamación de Juan Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela fue el inicio de una nueva hoja en la historia del pueblo venezolano que en sus páginas anteriores narra capítulos que atestiguan el desarrollo de una crisis generalizada que derivó en el mayor desafío para Nicolás Maduro.

Con una Venezuela “con dos presidentes”, el panorama se recrudece y alimenta riesgos de una crisis escalonada a niveles geopolíticos que mantienen en vilo el futuro de la República Bolivariana, pero su situación dista mucho de ser un reflejo de lo que México podría enfrentar y para respaldar esta afirmación basta con entender la evolución de la crisis venezolana.

La palabra “golpista” se ha repetido una y otra vez en los discursos de Nicolás Maduro contra la imagen de Juan Guaidó, levantada de manera fulgurante con la “bendición” de la Casa Blanca y el respaldo de numerosos gobiernos de América Latina. Pero es el mismo pueblo venezolano que se ha manifestado en contra de Maduro y lo responsabiliza de la crisis económica, humanitaria y de desabasto que ha escalado a niveles insostenibles y que mantienen al país en suma pobreza e incertidumbre.

Venezuela; el origen de la crisis

Dejando de lado el poco carisma que posee Nicolás Maduro en comparación al que tenía su predecesor Hugo Chávez y los conflictos políticos entre la izquierda radical y la derecha, la crisis de Venezuela tiene su verdadero origen en el ámbito estructural. Han sido una serie de políticas respaldadas por un modelo centralista adoptado por el gobierno que, a pesar de que pudieron haber sido bien intencionadas en un inicio, han hecho de la economía su principal víctima.

En el afán de mantener el control general de los procesos productivos y los precios, Venezuela ha caído en el error de desperdiciar sus recursos y ha hecho mal uso de los mismos, generando una mala coordinación en la distribución de los bienes y servicios.

Con una economía centralizada Venezuela buscó que toda su población tuviera acceso a la compra de bienes y servicios; sin embargo, a pesar de que esto no fue una mala idea, la decisión de fijar un precio al dólar y a los productos de mayor demanda generó un proceso inflacionario exorbitante que obligó al gobierno a tomar medidas “parche” que en lugar de dar solución, agudizaron la crisis.

La inversión en políticas sociales fue otro factor determinante para la crisis. El gobierno venezolano cayó en un desbalance en su gasto ya que el ingreso que percibía por impuestos y la venta de petróleo no fue suficiente y, para mantener “contenta” a la población más desfavorecida pero con alto poder electoral, decidió sostener sus políticas populistas con un aumento en el circulante, factor que agudizó aún más el proceso inflacionario ya que se tenían el mismo nivel de bienes y servicios en oferta.

Dado que los precios de los productos estaban fijos en el mercado, la repercusión en contra de los productores fue inminente. Para las empresas productoras de artículos, principalmente agropecuarios, mantener precios bajos con una alta inflación fue insostenible, además del efecto de ausentismo  que causo el incremento de programas sociales, lo que hizo inevitable la quiebra.

Fue en cuestión de pocos años que la producción privada de Venezuela se vino abajo, pocos empresarios permanecieron en el país y fue entonces que el gobierno se encargó de nacionalizar buena parte de las empresas para garantizar la producción.

El problema vino cuando el gobierno se vio imposibilitado para coordinar la producción al no contar con personal especializado, ni el suficiente criterio para tomar decisiones ante el desligue de los costos de producción y los precios.

La burocracia tomó el control de todo. El gobierno centralizado marcó los protocolos con los que buscó controlar no sólo el precio y los procesos productivos, sino también las importaciones de alimentos y la distribución de bienes, generando así el desabasto.

Siendo el gobierno el único con poder de distribuir, comprar y vender dólares (bajo un largo proceso burocrático), se alimentó al monstruo del mercado negro. La gente con dólares se convirtieron en los zares, no sólo con el poder de adquirir bienes, sino de vender sus billetes verdes a precios superiores a los fijados por el gobierno, teniendo como principales clientes a los empresarios necesitados de productos de importación.

La crisis de desabasto fue consecuencia de la falta de coordinación y exceso de control del gobierno. Con largos procesos burocráticos para adquirir dólares y suministrar insumos de importación, las empresas estatales alentaron sus procesos y se registró una caída de hasta el 60 por ciento en su nivel de producción.

Este esquema de mercado centralizado terminó así alimentando la corrupción. Agentes que manejan el mercado negro y otros que desde dentro del gobierno lo alimentan. Venezuela ha perdido más de 25 mil millones de dólares, derivado de la corrupción y no cuenta con una estrategia de combate a la misma, siendo la falta de claridad en las pasadas elecciones presidenciales un claro ejemplo de ello.

Mientras el gobierno venezolano no reconozca que sus políticas centralistas han derivado en una crisis generalizada y mantenga el discurso de que el país no sufre de desabasto, mismo que se contrapone a la realidad que se viven en las calles y en los almacenes, y niegue crisis humanitaria y violencia en contra de los derechos humanos, levantamientos como los registrados el 23 de enero seguirán siendo parte de su historia.

Crisis venezolana; error 404 para el esquema en México

 

Si bien López Obrador mantuvo un discurso populista que alimentó la incertidumbre y sumergió a la economía de México en turbulencias, la postura que ha mostrado su gobierno en el ámbito económico, arroja un error en la búsqueda de enlace con la situación de Venezuela.

El gran miedo de muchos mexicanos es que México se convierta en la nueva Venezuela. Sin embargo, las condiciones que el actual gobierno mexicano presenta no permiten respaldar esta idea.

Por un lado, están los programas sociales que el gobierno federal busca impulsar (ayuda a adultos mayores, becas, etc.). Estos están siendo cobijados bajo una política de austeridad y la postura de no generación de deuda, lo que ha obligado a una redistribución del presupuesto en las dependencias, además del recorte de puestos burocráticos y una redistribución de la planta de trabajadores de base.

La autonomía de Banxico es otro factor fundamental para el comparativo. Se podría poner en duda la autonomía del banco central y la intervención del Ejecutivo en la política monetaria con la llegada de dos de sus simpatizantes a la Junta de Gobierno de Banco de México; sin embargo, Alejandro Días de León mantiene su cargo hasta y 2021 y la postura que Jonathan Heath ha adoptado no es cien por ciento en beneplácito con AMLO.

Otro aspecto a considerar es al sector empresarial. Si bien hechos como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México mostró roces entre el gobierno y los empresarios, parece que las turbulencias están pasando. Las inversiones están regresando paulatinamente al país y el peso se está fortaleciendo frente al dólar, sin la necesidad de medidas salvavidas por parte de Banxico como ocurrió en 2017.

El combate a la corrupción es el estandarte del gobierno de Obrador. El primer mandatario se ha comprometido a limpiar el gobierno de este cáncer y, a pesar de que hay actos grandemente cuestionables en su estrategia, hechos como el desarme de la red de robo de combustibles estructurada y manipulada desde dentro de la misma empresa de Petróleos Mexicanos y bajo el consentimiento de altos mando del gobierno, permiten suponer que su lucha es auténtica.

 ¿Qué con el desabasto de gasolina?

El escenario de las largas filas de vehículos a las espera de gasolina que se vivió en las primeras semanas de enero de 2019 en México, evocaron al desabasto que se vive en Venezuela; sin embargo, los factores que lo derivaron son distintos.

Las fallas en la estrategia de la guerra contra el huachicoleo desataron una crisis de distribución de combustibles que derivó en el desabasto. La compra de carros sistema para la distribución de combustibles llegó tarde y generó un acumulado de buque tanques en los muelles; sin embargo, a pesar del costo que este almacenamiento genera para el gobierno, la importación de la misma cantidad de combustible, permitió a México contar con reservas adquiridas a un costo relativamente bajo por el precio internacional de la gasolina fijado al momento de la compra.

Jean Mayer, miembro de la Academia de Historia el autor de La Cristiada, Premio Nacional de las Ciencias y las Artes de México, miembro de la Academia mexicana de la Historia y ahora profesor emérito del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), desestima que López Obrador sea como Hugo Chávez y está comprometido con una amplia base de electorado al que no le puede fallar.

 

Con López Obrador no todo es miel sobre hojuelas; pero ,en esta comparación, la lección que Venezuela le puede dar es que las políticas sociales no están mal en sí mismas, sino en las medidas que se implementan para lograrse.