Pensar en el futuro

El 50 Aniversario del Club de Roma

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El Club de Roma fue fundado en 1968 por lo que el próximo año celebra su 50 Aniversario. Desde su fundación se han presentado más de 40 Informes al Club de Roma. El primero se tituló Los Límites del Crecimiento y fue elaborado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Este estudio tuvo un fuerte impacto a nivel mundial, ya que aún no había conciencia de las consecuencias en el largo plazo de la sobrepoblación y de un esquema de crecimiento basado en la destrucción de la naturaleza y la sobreexplotación de los recursos naturales. Esto es, de lo que ahora llamamos la huella ecológica humana. El mensaje del grupo de investigadores del MIT es que si se continuaba un crecimiento en el esquema convencional con la fuerte sobreexplotación de los recursos naturales y la muy intensa contaminación, se presentaría un colapso global gradualmente en el curso del siglo XXI.

El mensaje de Los Límites de Crecimiento publicado en 1972 sigue siendo válido ahora. Desde luego, los modelos informáticos actuales son mucho más avanzados de los existentes hace más de cuarenta años. Además, muchos de los aspectos del desarrollo económico de las últimas cinco décadas, como la dinámica innovación tecnológica no fueron plenamente tomados en cuenta. Sin embargo, muchos de los problemas señalados han empeorado profundamente como el cambio climático, la extinción masiva de especies y la destrucción de la biodiversidad. La situación social continúa siendo muy insatisfactoria. De la población mundial actual de casi 7 mil 500 millones de personas, cerca de 4 mil millones viven en condiciones económicas precarias o están siendo amenazadas por conflictos bélicos o desastres naturales. En 2017 hay alrededor de 60 millones de refugiados en el mundo.

Al mismo tiempo, las sociedades modernas han adquirido una cantidad de riqueza económica, conocimiento científico y capacidades tecnológicas que nos deberían permitir implementar las transformaciones que se plantearon en Los Límites del Crecimiento en términos de un mundo sustentable.

Años después Alexander King y Bertrand Schneider publicaron The First Global Revolution en el que sostuvieron que el fin de la Guerra Fría abría nuevas oportunidades que podrían conducir a un mundo próspero y de paz. Pero el mundo está nuevamente en una situación crítica. Por lo mismo, es necesario examinar las raíces filosóficas del actual estado de cosas a nivel global. Debemos cuestionar la legitimidad de los fundamentos del egoísmo materialista que es actualmente el principal motor de la actividad humana. Ha llegado el momento de una nueva “Ilustración”, de erradicar el pensar únicamente con criterios de corto plazo. En ese sentido, es importante reconocer los esfuerzos del Papa Francisco que se plasman en la Encíclica “Laudato Sí”, así como de las Naciones Unidas en su formulación de la Agenda 2030 que contiene 17 metas para el desarrollo sostenible.

Para celebrar el 50 Aniversario del Club de Roma en 2018 se preparó un nuevo Informe coordinado por los actuales Co-presidentes Ernst Ulrich von Weizsaecker y Anders Wijkman. Se trata de un estudio sobre los predicamentos de la humanidad desde la perspectiva de las realidades actuales. En éste se señala que a pesar del avanzado grado de destrucción de la naturaleza, aún puede haber un futuro con prosperidad para todos, pero esto requiere de la urgente necesidad de dejar de destruir y degradar al planeta. Las tendencias actuales no son sustentables, ya que continuar con el crecimiento convencional nos conduce a colisiones masivas con los límites naturales del planeta. Asimismo, una economía financierista, altamente especulativa nos conduce a aumentar la brecha del ingreso y la riqueza. La población mundial debe estabilizarse pronto no sólo por razones ecológicas, sino por motivos económicos y sociales. Mucha gente vive con una incertidumbre creciente debido a profundas desigualdades sociales, estados fallidos, guerras civiles e internacionales, riesgos de desastres, desempleo, migraciones masivas.

La correcta implementación de la agenda 2030 de las Naciones Unidas conlleva que el cumplimiento de las 11 metas socioeconómicas, con esquemas convencionales, podrían destruir las tres metas de carácter ecológico que son: estabilizar el clima, restaurar los océanos y detener la pérdida de la biodiversidad.

Es también importante revisar críticamente los fundamentos de las creencias y concepciones actuales en diversos ámbitos, las cuales fueron formuladas para un mundo vacío y no para un mundo saturado. Requerimos de una nueva “Ilustración” que enfatice los balances entre el ser humano y la naturaleza; el corto y el largo plazo, así como entre el interés público y el privado. Pero ya no podemos esperar. Hay un sentido de urgencia para evitar que se siga gestando un colapso global.

Eberhard von Koerber y su labor en el Club de Roma

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Hace unos días falleció Eberhard von Koerber quien fue Co-Presidente del Club de Roma de 2007 a 2012. Eberhard von Koerber fue un distinguido empresario, pensador y filántropo alemán, residente en Zurich, Suiza. Nació en Stade, Baja Sajonia (Alemania) en 1938. Quedó huérfano durante la Segunda Guerra Mundial. Estudió Derecho en Alemania y desarrolló una amplia carrera empresarial. Fue miembro del Consejo Directivo de BMW, responsable de ventas y mercadotecnia y más tarde Vicepresidente de ABB (Asea Brown Boveri) el consorcio industrial suizo-sueco. En esta empresa se encargó de la operación en Europa, Medio Oriente y África. Buena parte de sus actividades de estudio y análisis de la problemática global las desarrolló en el marco del Club de Roma.

El Club de Roma fue fundado por Aurelio Peccei en 1968. Peccei fue un importante emprendedor, empresario y economista italiano. Entre sus actividades destaca haber sido Director Internacional de FIAT, así como Presidente de Olivetti. Cabe señalar que fue un destacado miembro de la resistencia antifascista. Al final de su vida profesional dedicó sus esfuerzos a formar un grupo de estudio que se avocara a analizar y encontrar soluciones a la problemática global, la cual no estaba siendo debidamente atendida. Nadie estaba analizando los más graves problemas de la humanidad con una visión holística y global de largo plazo. El mundo estaba sumido en la confrontación ideológica y política característica de la Guerra Fría, así como en el corto plazo en la toma de decisiones en todos los órdenes. Para constituir el Club de Roma se convocó a cien empresarios con visión internacional, destacados diplomáticos, estadistas, líderes de opinión y muy especialmente a científicos de alto nivel, con amplio reconocimiento académico de todo el mundo. La idea fue analizar la problemática global en forma multisectorial e interdisciplinaria, holística y global pero sobre todo con un horizonte de largo plazo. El análisis debía efectuarse con la mayor objetividad y rigor científico, y no estar subordinado a criterios políticos de partido o a intereses corporativos.

Se creó así el Club de Roma como una organización con la menor estructura administrativa posible. El primer estudio que publicó fue el Informe del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) al Club de Roma titulado “Los Límites del Crecimiento”. Jay Forrester, Doctor en Ingeniería y autor de la metodología de la “Dinámica de Sistemas” y miembro fundador del Club de Roma, era en ese momento Director de la Sloan School of Management del MIT y auspició la realización de este estudio. La coordinación del mismo estuvo a cargo de los estadounidenses de Dennis y Donatella Maddows, así como del noruego Jurgen Randers.

Para la elaboración de este estudio se escogieron doce temas, se integraron los equipos de científicos de varios países para analizarlos y se efectuaron proyecciones hasta el año 2100. Dentro de los temas estuvieron población, alimentos, agua, energía, entre otros. Con los resultados de los estudios la información se corrió en un modelo informático y se elaboraron diversos escenarios. El resultado fue el Informe “Los Límites del Crecimiento”.

En este estudio queda claramente de manifiesto la finitud de los recursos naturales y los límites del planeta. La idea central es que si la sociedad humana continúa creciendo, como lo venía haciendo, tanto en el aspecto demográfico, como con los patrones de destrucción de la naturaleza y el ambiente, la humanidad enfrentaría un colapso gradual en el siglo XXI. Esto es, el Club de Roma planteó el tema de la población y la sustentabilidad ambiental.

El Informe “Los Límites del Crecimiento” tuvo enormes repercusiones tanto a nivel científico como diplomático. Después de su publicación el Club presentó nuevos estudios sobre diversos temas, dentro de la línea del análisis de la problemática global y su solución. Además, “Los Límites del Crecimiento” fue actualizado veinte y treinta años después.

En el Club de Roma han participado científicos, académicos y especialistas de distintas disciplinas de todo el mundo. Me parece importante referir a quienes lo han presidido.

A la muerte de Aurelio Peccei en 1984, le sucedió como Presidente del Club de Roma, Alexander King, científico escocés, quien ocupó cargos de alta dirección en la UNESCO y la OCDE, autor de varios importantes libros y estudios. Le sucedió en la Presidencia del Club el científico y educador español Ricardo Díez-Hochleitner. Fue Presidente del Club de Roma de 1990 a 2000. Díez-Hochleitner fue también funcionario del Banco Mundial y de la UNESCO, así como promotor de una reforma educativa en Colombia y de una reforma universitaria en España.

Le sucedió al frente del Club el Príncipe El Hassan Bin Talal de la familia real de Jordania. Durante su gestión tuvo particular importancia el impulso del diálogo interreligioso y el diálogo de paz en el Medio Oriente.

Posteriormente, el Club de Roma ha sido dirigido por dos Co-Presidentes. Fue el caso de Eberhard von Koerber quien fue acompañado en esta responsabilidad por Ashok Khosla, ambientalista indio, doctorado en Física de la Universidad de Harvard, promotor del concepto de desarrollo sustentable y con una intensa actividad internacional.

Actualmente presiden el Club de Roma, Anders Wijkman, académico y político sueco, quien fue miembro del Parlamento Europeo. Es autor de varios libros y numerosos trabajos sobre cambio climático, medio ambiente, cooperación para el desarrollo y asuntos humanitarios. Fue además Secretario General de la Cruz Roja sueca. El otro co-Presidente es Ernst Ulrich von Weizsäcker, biólogo y estadístico alemán, con una importante carrera académica y en puestos de dirección en organismos internacionales.

El Club de Roma cumple cincuenta años de existencia en 2018. Prepara un ambicioso estudio sobre la situación actual del mundo y sus perspectivas. Su mensaje y sus investigaciones son más actuales y trascendentes que nunca. En particular porque ahora, como hace cincuenta años siguen sin atenderse debidamente buena parte de los más graves problemas que enfrenta la humanidad. A este proyecto dedicó buena parte de sus esfuerzos Eberhard von Koerber.

Liderazgo internacional

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La elección de Emmanuel Macron como Presidente de Francia y su paulatina consolidación en el cargo dan renovadas esperanzas en el escenario internacional. Macron es un líder político atípico que llega a la Presidencia de su país en el contexto del enorme desgaste de la clase política francesa. Se trata de un hombre inteligente, con formación académica excepcional, con éxito en el sector financiero privado y como Ministro de Finanzas del gobierno de François Hollande, cargo en el que tuvo un paso breve. Después de triunfar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, consolidó a su movimiento político en la segunda vuelta de las elecciones legislativas. Esto le permite fortalecer a su movimiento político, acelerar el deterioro de los partidos tradicionales y reducir el espectro de los extremismos de derecha e izquierda en Francia.

La presidencia de Macron sumada al fuerte liderazgo de la Canciller alemana Angela Merkel, le están dando un nuevo papel a Europa en el mundo en la promoción y defensa de la democracia, el combate al cambio climático y el libre comercio. La racionalidad de Merkel y Macron, su respeto al conocimiento científico y a las instituciones democráticas contrastan con los fallidos liderazgos británicos de David Cameron y Theresa May.

De igual forma, el nuevo liderazgo europeo de Macron y Merkel contrastan con la demagogia populista de Donald Trump y el expansionismo autoritario de Vladimir Putin, la más importante amenaza contemporánea para Europa. Esto es, las recientes elecciones presidenciales francesas significaron una esperanza para revertir la tendencia a la regresión autoritaria que significó la elección de Donald Trump en Estados Unidos, así como el rechazo emocional a la globalización que representó el BREXIT.

Por otra parte, el vacío de poder que deja Estados Unidos en Asia-Pacífico parece ser que lo está intentando llenar China bajo el liderazgo de Xi Jinping. En pocos meses, en la presidencia Donald Trump no sólo está dañando a las instituciones democráticas de su país, sino también generando tensiones en la sociedad estadounidense, alentando el racismo, la xenofobia, y poniendo en entredicho la economía de su país en el mediano y largo plazo. También le está causando un profundo daño a la imagen internacional de los Estados Unidos. Asimismo, está dejando vacíos de liderazgo en todo el mundo que serán llenados por muchos otros liderazgos nacionales y regionales.

Uno de los aspectos más dañinos para el mundo, del gobierno de Donald Trump y de un vasto sector del Partido Republicano, es su rechazo a combatir el cambio climático. En este aspecto, vital para la supervivencia humana, consolida su liderazgo el Papa Francisco, quien en su Encíclica “Laudato Si” efectúa un preciso diagnóstico sobre los riesgos que enfrenta la humanidad en el planeta.

La importancia de consolidar los liderazgos democráticos con visión de futuro es global. En ese sentido, no escapa al reto América Latina, región que por la persistencia de sus niveles de pobreza y desigualdad es presa fácil de la demagogia populista y la tiranía, como ha venido sucediendo en varios países. Es importante evitar un desastre humanitario, político, económico y social, como sucede en el caso de Venezuela.

La mayor parte de los liderazgos que hemos mencionado se dan en países con una fuerte estructura institucional. De hecho, lo único que ha detenido a Donald Trump son las instituciones. En América Latina la situación en esta materia es muy dispareja.

Por este motivo es muy importante en México continuar impulsando el desarrollo institucional. La sociedad mexicana ha mostrado desde hace ya varias décadas una muy clara vocación democrática que se refleja en la creación de numerosas instituciones. En este proceso de consolidación institucional de un eficaz Estado democrático de Derecho, existen numerosos avances y retrocesos, pero lo importante es continuar consolidando la fortaleza de las instituciones en México.

En este proceso de renovación institucional se han efectuado varias reformas constitucionales; ha existido un dinámico proceso de creación de órganos autónomos y se han efectuado importantes reformas estructurales con visión de largo plazo. De todos estos cambios, algunos han sido exitosos y otros no. Se han creado nuevos organismos, algunos de ellos han funcionado bien, algunos otros dejaron de hacerlo y existen casos de relativos fracasos e inutilidad. Lo mismo sucede con las reformas estructurales, algunas funcionan y se implementan adecuadamente, otras no, o enfrentan problemas inéditos.

En todos estos casos, ha existido el riesgo de la sobrerregulación. Pero, lo más importante es que el Estado mexicano ha decidido encarar los retos que le plantea el futuro para lograr el desarrollo y el bienestar, con protección del interés general, a través de las instituciones, de la plena vigencia del Estado de Derecho, con pleno respeto de los derechos y las libertades fundamentales de las personas.

La sucesión presidencial y el modelo de desarrollo

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Una vez concluidas las elecciones para gobernador en los Estados de México, Coahuila y Nayarit, y para presidentes municipales en Veracruz, celebradas el domingo 4 de junio, da inicio la fase final del proceso de selección de los candidatos presidenciales de los partidos políticos. La única excepción es, desde luego, MORENA en el que Andrés Manuel López Obrador será el candidato presidencial.

Los procesos electorales en los Estados mencionados se caracterizaron en general por las acusaciones de corrupción y las denostaciones entre todos los actores políticos, y salvo contadas excepciones, por la ausencia de propuestas de solución para los problemas sociales y económicos de los respectivos Estados.

Más aún, los precandidatos presidenciales de los distintos partidos políticos en general no han expresado sus propuestas. Las excepciones en el caso del PAN son Rafael Moreno Valle y Margarita Zavala, quienes han publicado textos propositivos o testimoniales. En el caso de MORENA, AMLO publicó un libro en el que presenta su diagnóstico de la situación  que vive el país y plantea sus propuestas de solución. De igual forma, el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas formó un grupo de análisis para elaborar un conjunto de propuestas, a fin de articular políticas públicas que permitan solucionar la problemática del país, de acuerdo al diagnóstico elaborado por ese grupo. En el caso de Cárdenas no se trata de un grupo político con fines electorales, sino de la articulación de un conjunto de propuestas para los distintos actores políticos.

Asimismo, dada la tendencia electoral mexicana de obtener los triunfos con alrededor de 30% de los votos de quienes participaron en las elecciones, esto es, con no más de 20% del padrón y por los problemas de legitimidad y gobernabilidad que esto acarrea, se ha estado analizando y discutiendo tanto la adopción del sistema de la segunda vuelta, como el esquema de los gobiernos de coalición.

En esta discusión ha estado particularmente activo y propositivo Manlio Fabio Beltrones, sin duda uno de los actores políticos más relevantes de las últimas décadas. La idea es darle mayor legitimidad a quienes logren encabezar el gobierno del país. Se trata de encontrar el “cómo” para formar un gobierno eficaz que permita resolver la crecientemente compleja problemática del país.

Pero más allá de las fórmulas para buscar una efectiva gobernabilidad, es importante analizar los contenidos de los planteamientos para promover el desarrollo sustentable del país y articular un mayor bienestar para la población.

Es común leer y escuchar la relevancia de retomar el camino del crecimiento económico, de luchar contra la pobreza y la desigualdad, cuidar la sustentabilidad ambiental, recuperar la seguridad pública, fortalecer el Estado de Derecho y combatir la corrupción y la impunidad.

El debate se sigue centrando, por una parte, entre quienes continúan promoviendo el llamado neoliberalismo y el énfasis en la economía de mercado, y quienes propugnan por el estatismo, así como una mayor regulación en diversas actividades estratégicas y prioritarias. Pero en ambos casos los diagnósticos de los que parten sobre la situación del país, son claramente incompletos por decir lo menos.

Hay quien sostiene que el país está sobre-diagnosticado, lo cual es cierto, pero hay que agregar que mal diagnosticado o al menos en forma incompleta. Para quienes promueven el llamado neoliberalismo, si bien varían los enfoques sobre ajustes y adecuaciones, es claro que esta política ha dinamizado y modernizado la economía mexicana, si bien no ha logrado altas tasas de crecimiento del PIB anual desde hace más de 35 años. Además, no se ha logrado abatir la pobreza que continúa afectando a un elevado porcentaje de la población del país. Frente a este esquema se han elaborado diversos planteamientos de carácter estatista, especialmente por la llamada izquierda que son invitaciones de viaje al pasado hacia esquemas de un “Estado de Bienestar” que, por cierto, en México sólo existió en forma muy ineficaz.

Se plantea la añoranza del discurso social-demócrata de las décadas de los años cincuenta, sesenta y setenta, el cual funcionó mejor en el papel que en la realidad, pero sobre todo en un contexto interno y externo muy diferente. Fue una política económica que terminó en casi todo el mundo en un desastre de las finanzas públicas y provocó la crisis fiscal que obligó a los ajustes primero, y al abandono de ese modelo después. Con frecuencia se trata de invitaciones al estatismo y a una mayor regulación que agravarán la corrupción y muchos de los males que se pretenden solucionar.

Es importante precisar que esta discusión se da en un contexto en el que el mundo vive una situación de profundo desorden, incertidumbre y confusión, Estados fallidos, guerras internacionales y civiles, desempleo y migración masiva.

La tesis central es en el sentido de que, de acuerdo a diversas investigaciones científicas, la destrucción de la naturaleza y del ambiente es mucho más grave ‒y en algunos casos irreversible a nivel global‒ de lo que se reconoce en los ámbitos políticos.

Pero sobre todo desde el punto de vista de la investigación científica, existen claros peligros por el cambio climático. Es necesario detener la contaminación y la sobre explotación de los océanos y la pérdida masiva de especies vivas. Los nueve límites físicos del Planeta están en peligro de ser destruidos por la actividad humana.

Más de la mitad de las tierras fértiles han sido mermadas y degradadas en los últimos 150 años en el mundo, cerca de 90% de los recursos pesqueros están sobre explotados o agotados. Para algunos especialistas la habilidad humana para “hacer” ha sobrepasado su capacidad para “comprender”. La civilización contemporánea enfrenta un conjunto de problemas derivados de la sobrepoblación, el consumo excesivo, el uso de tecnologías destructoras de la naturaleza y el ambiente y grandes desigualdades.

En suma, me parece que es importante incluir en los enfoques sobre las propuestas de la política del desarrollo, los profundos cambios que estamos viviendo por la acelerada destrucción de la naturaleza y las medidas necesarias para atacar este problema.

Salvar al Planeta

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La decisión de Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático es profundamente irresponsable y daña las perspectivas de la vida humana en el planeta. Los argumentos de Trump en el sentido de proteger los empleos y la competitividad económica de Estados Unidos son falsos. La motivación real es un cálculo político para cumplir una promesa de campaña y así satisfacer al sector más primitivo de su base electoral. Esta decisión está enmarcada en el contexto de las declaraciones ultranacionalistas que incluyen, en los últimos días, el ataque al comercio alemán y a la Canciller de ese país Angela Merkel.

La reacción ante la torpe decisión de Trump no se hizo esperar. La comunidad científica internacional por una parte condenó la decisión y prácticamente todos los gobiernos del mundo, con la excepción de Vladimir Putin, la criticaron y se distanciaron. La lucha por combatir el cambio climático parece ser ahora encabezada por Europa y China. Destaca en el contexto lo que parece ser el nuevo liderazgo global del Presidente de Francia, Emmanuel Macron. De igual forma, los gobernadores de varios Estados de la Unión Americana, especialmente Jerry Brown de California, así como los Alcaldes de varias ciudades, como Bill de Blasio de Nueva York, se sumaron al rechazo y anunciaron que seguirán trabajando para proteger el ambiente. Lo mismo sucedió a nivel empresarial. Los presidentes de varias de las principales empresas de Estados Unidos se han distanciado de Trump como Elon Musk de Tesla; Robert Iger de Disney; Lloyd Blankfein de Goldman Sachs, y Jeffrey Immelt de General Electric.

Pero es importante ir al fondo del tema, la idea de los límites del planeta planteada en el Informe del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) al Club de Roma, titulado “Los Límites del Crecimiento”, publicado en 1972, ha sido retomado y desarrollado en los últimos años con frecuencia.

El concepto de los límites planetarios fue desarrollado en 2009 por un grupo de 28 científicos con reconocimiento internacional liderados por Johan Rockström y Will Steffen. Este estudio ha sido recientemente actualizado. La idea principal, basada en la investigación científica, sostiene que desde la Revolución Industrial, la actividad humana se ha convertido en el principal impulsor del cambio ambiental global.

Rockström y su equipo identifican nueves sistemas de apoyo a la vida en el planeta, los cuales son esenciales para que el ser humano pueda sobrevivir en el mundo. Una vez que la actividad humana pasa ciertos puntos clave, definidos como los límites planetarios, existe el riesgo de cambios abruptos e irreversibles en el ambiente. El cambio climático es uno de ellos.

El clima es un bien común de todos y para todos, como lo señala la Encíclica “Laudato Si”. A nivel global es un sistema complejo relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana.

El calentamiento del sistema climático genera el constante crecimiento del nivel del mar, está relacionado con el aumento de eventos meteorológicos extremos, más allá de que aún no pueda atribuirse una causa científicamente determinada a cada fenómeno particular.

En relación con el calentamiento global, es verdad que hay otros factores como el vulcanismo, las variaciones de la órbita de la tierra o el ciclo solar, pero la evidencia científica señala que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero emitidos por la actividad humana.

Al concentrarse en la atmósfera, estos gases impiden que el calor de los rayos solares reflejados por la tierra se disperse en el espacio. Esto se ha potenciado por el uso intensivo de combustibles fósiles que es la base del sistema energético mundial.

A su vez, el calentamiento global crea un círculo vicioso que agrava más la situación al afectar la disponibilidad de recursos imprescindibles como el agua potable, la producción agrícola y provoca la extinción de parte de la biodiversidad del planeta.

El derretimiento de los hielos polares y de planicies de altura amenaza con una liberación de alto riesgo de gas metano y la descomposición de materia orgánica congelada podría acentuar todavía más la emanación de anhídrido carbónico. La contaminación que produce el anhídrido carbónico aumenta la acidez de los océanos y compromete la cadena alimenticia marina.

A su vez, la pérdida de selvas tropicales empeora las cosas ya que ayudan a mitigar el cambio climático.

Si la actual tendencia continua, este siglo podría ser testigo de cambios climáticos inauditos y de una destrucción sin precedentes de los ecosistemas. El crecimiento del nivel del mar puede crear situaciones de extrema gravedad, ya que la cuarta parte de la población mundial vive junto al mar o muy cerca de él y un buen número de ciudades están ubicadas en zonas costeras.

En suma, hay que redoblar esfuerzos por salvar la vida humana.

Trump y el G-7

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Llegó a su fin la gira internacional de Trump quien visitó Arabia Saudita, Israel, el Vaticano, la reunión de la OTAN en Bruselas y la del G-7 en Taormina, Sicilia. Si bien Trump se ciñó al guion institucional en varios aspectos de sus visitas, en el fondo este viaje del Presidente de Estados Unidos fue una expresión más de las contradicciones y confusiones en todos los órdenes que caracterizan las declaraciones y las acciones del inquilino de la Casa Blanca.

En Riad anunció una venta multimillonaria de armas de Estados Unidos a Arabia Saudita, moderó el discurso anti-islámico, rodeado de gobernantes sunitas. Trump reiteró su intención de combatir el terrorismo islámico, pero su gira la inició precisamente en el país que promueve el wahabismo, fundamento doctrinal de la guerra de religión. Arabia Saudita ha sido reiteradamente acusada de apoyar a grupos radicales violentos, pero eso no le impidió a Trump hacer una venta multimillonaria de armas a ese país. Como era previsible, los intereses del complejo industrial militar se impusieron sobre la estrategia de seguridad.

En Israel reiteró su acercamiento hacia el radical gobierno de Benjamin Netanyahu. Si bien tuvo un acercamiento con el líder de la autoridad palestina, también ratificó su postura anti-iraní, con todas sus implicaciones en Siria y para el Islam chiita.

En la visita al Vaticano, el Papa Francisco expresó su visión sobre la paz, la tolerancia y la inclusión, así como acerca de la urgente necesidad de combatir el cambio climático. El Papa le regaló su encíclica “Laudato Si”, pero dudo que Trump la vaya a leer. En todo caso, no puede haber posiciones más distantes que las del Papa Francisco y Donald Trump en estos temas.

En la reunión de la OTAN su posición fue, como lo había anunciado desde su campaña, reclamar a sus aliados una mayor contribución económica para el sostenimiento de esa alianza militar. Pero la reunión con el G-7 en Taormina fue en la que se expresó el mayor nivel de desacuerdo en temas de fondo como el comercio, el medio ambiente, así como frente a Rusia.

Esta reunión del G-7 fue la más tensa de los últimos años y Trump se negó a firmar el acuerdo sobre el cambio climático. La Canciller alemana Ángela Merkel calificó la negociación como difícil e insatisfactoria. En suma, como era fácilmente previsible esta gira internacional de Trump, fue un desastre.

Es claro que la renovación de gobernantes es un elemento consubstancial en un sistema democrático, pero lo que parece ser imprevisible es la llegada al poder de un populista como Trump. El contraste con otros nuevos gobernantes como Justin Trudeau de Canadá y Emmanuel Macron de Francia es enorme.

La capacidad y sensibilidad política de Trudeau, así como la formación intelectual y la experiencia profesional de Macron marcan una enorme diferencia. El problema para el mundo es que la principal potencia global tiene en su puente de mando una profunda confusión. En unos cuantos meses Trump ha logrado que Estados Unidos pierda liderazgo en todas partes.

A nivel interno, los problemas del Presidente Trump se siguen intensificando. El principal problema político que tiene es la investigación sobre la “descarada” participación de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, según declaró ante el Senado el ex Director de la CIA, John Brennan, y el posible involucramiento de directivos y allegados de la campaña de Trump en esa participación.

La probable responsabilidad es gravísima, ya que habría puesto en riesgo al sistema democrático estadounidense, al permitirle que lo manipulara el gobierno de un Estado autoritario que fue el principal enemigo de Estados Unidos durante el siglo XX. Rusia, además de participar en la tragedia Siria, es la principal amenaza para la paz y la estabilidad en Europa.

Un elemento adicional de las complicaciones de Trump es que su influyente yerno, Jared Kushner, está siendo investigado por el FBI en relación con la conexión rusa. Kushner tiene una vinculación informal con la Casa Blanca (no cobra sueldo), pero es muy influyente tanto desde la campaña como en el actual ejercicio del gobierno. Entre sus encomiendas están las relaciones en el Medio Oriente, México, China y el intento de promover un proceso de paz entre israelíes y palestinos.

Esto se suma a las investigaciones sobre el General Michael Flynn, el primer Consejero de Seguridad Nacional que tuvo que renunciar por mentir sobre sus contactos con los rusos y Paul Manafort, quien fue Director de la campaña presidencial hasta agosto del año pasado, cuando se supo de sus vínculos con empresarios rusos y ucranianos.

Todo esto, desde luego, en medio del escándalo por el despido de James Comey, Director del FBI por investigar este tema. Para el periodista Carl Bernstein, quien junto con Bob Woodward investigó el “Watergate”, ya se llegó al nivel en el que la discusión sobre la destitución de Trump comienza a ser razonable.

El modelo de desarrollo chino frente a los nuevos desafíos

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El Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) celebró con la Academia de Gobernación de China la semana del 15 al 19 de mayo el Tercer Seminario China–México de “Construcción de Capacidades de Gobernación para Servidores Públicos de México”. Este Seminario se realizó en la sede del INAP en la Ciudad de México.

A raíz de la visita del presidente Xi Jinping a México, en 2013, se acordó firmar un Memorándum de Entendimiento entre el INAP y la Academia de Gobernación de China para el intercambio y la cooperación en materia de capacitación, investigación y asistencia técnica en políticas públicas, lo cual se concretó en diciembre de 2014.

Un grupo de profesores de la Academia de Gobernación de China desarrollaron los temas del Estado de Derecho; el desarrollo de las políticas agrícolas; la planificación urbana; la evolución del modelo de desarrollo; la estrategia de gobierno electrónico y las reformas a la administración pública de ese país asiático. Además de las exposiciones de los profesores de la Academia de Gobernación de China, se celebraron dos sesiones de diálogo de alto nivel en el que participó un grupo de servidores públicos, diplomáticos, empresarios y legisladores mexicanos que tuvieron un importante intercambio de opiniones y experiencias sobre las materias enunciadas y se agregaron otros temas como cultura, valores y medio ambiente.

El desarrollo de la China contemporánea se puede dividir en varias etapas, una de 1949 a 1978 de economía centralmente planificada. De 1978 a 1992, la instrumentación de una profunda reforma económica y de apertura; de 1993 a 2002, el periodo de construcción del llamado sistema de economía socialista de mercado; de 2003 a 2013, la etapa de perfeccionamiento de dicho sistema y a partir de 2013 la fase de profundización integral de las reformas.

Una nota característica del desarrollo de China desde 1978 ha sido el rápido crecimiento económico, que si bien en los últimos años se ha moderado relativamente.

En 1989 China era la décima economía del mundo; en 2005 era la quinta; en 2006 era la cuarta; en 2008 superó a Alemania y se convirtió en la tercera; en 2010 rebasó a Japón y se convirtió en la segunda.

El país cuenta con casi 1,400 millones de habitantes, con una creciente urbanización de 57.35% de la población.

De acuerdo a la información oficial de China, existe un importante esfuerzo de reducción de la pobreza, así como una continua mejora de la infraestructura; como ejemplos, cabe citar que, en cuanto a la construcción de autopistas, hay más de 100 mil kilómetros, siendo el segundo país del mundo, y en cuanto a trenes de alta velocidad superan los 10 mil kilómetros, siendo el país número uno del mundo con trenes capaces de llegar a 350 kilómetros por hora.

La antigua tradición cultural china nos hace remontar a la época de Confucio, cuyo pensamiento permeó en la cultura china ancestral. Asimismo, el marxismo dominó la cultura política de China desde 1949 y a partir de ese año ha sido un elemento básico del Estado. Es en 1978 cuando da inicio la apertura y la construcción de un capitalismo singular llamado por ellos el sistema de economía socialista de mercado y las elevadas tasas de crecimiento de la economía. En la actualidad, China enfrenta nuevos desafíos globales en un entorno de bajo crecimiento económico mundial. Es claro que han logrado importantes y ambiciosas metas y ahora deben atender nuevas etapas del desarrollo como el fortalecimiento de la innovación tecnológica y del sector servicios, así como la incorporación a la modernidad de amplios sectores sociales.

El presidente de China Xi Jinping asistió en enero de este año, por primera vez, al Foro Económico Mundial de Davos, y efectuó una clara defensa del libre comercio frente a las tendencias proteccionistas que se han fortalecido durante los últimos meses. Asimismo, afirmó la necesidad de que la comunidad internacional combata el cambio climático.

La lección de China al mundo es el pragmatismo. México y China no pueden tener entornos más diferentes. Pero la lección de China, reitero, es el enfoque práctico para afrontar enormes retos económicos y sociales.

México debe retomar el camino del crecimiento económico dinámico, de la equidad social y del desarrollo sustentable. Pero una de sus más valiosas riquezas es que lo debe hacer dentro del marco del Estado de Derecho y con el más absoluto y pleno respeto a la dignidad de las personas, a sus derechos y libertades fundamentales. Debemos conservar siempre ese compromiso. Requerimos de un rápido y dinámico desarrollo, pero no a cualquier costo, sino siempre con el respeto de la legalidad, de los derechos humanos y del medio ambiente.

Emmanuel Macron y Trump

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El triunfo de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales en Francia el pasado domingo 7 de mayo, lanza un poderoso mensaje al mundo. En la segunda vuelta electoral francesa, Macron se impuso por amplio margen a la líder de la ultraderecha Marine Le Pen. De esta forma, Francia se consolida como un faro de luz a nivel mundial en un contexto global de regresión autoritaria, fanatismo y violencia. Es un mensaje de que aún en estos tiempos la racionalidad puede abrirse camino frente a la demagogia.

En Francia, el voto por Macron fue por preservar la Unión Europea a pesar de todos los problemas, por buscar soluciones institucionales al tema de la migración, el manejo político de los conflictos y la lucha contra el cambio climático, entre otros aspectos. Pero sobre todo, fue un voto contra el racismo, la exclusión, el nacionalismo exacerbado y el neofascismo que representa la señora Le Pen. Fue un triunfo de Macron, y más un rechazo a Le Pen.

Ahora habrá que esperar para conocer si Macron estará a la altura. Es sin duda un hombre brillante que llega a la presidencia de Francia a los 39 años con éxitos académicos y profesionales. Ganó como producto de un movimiento político liderado por él, pero gobernará sin partido y con una escasa experiencia en la administración pública y en la política. Con ese bagaje tendrá que ejercer un fuerte liderazgo que le permita superar los obstáculos que enfrentará. Por lo pronto, Macron designó a un conservador moderado, Édouard Philippe, Alcalde de “Le Havre” y diputado del Partido de “Los Republicanos” como Primer Ministro, en un gabinete que se espera esté integrado por representantes de diversas fuerzas políticas.

Del otro lado del Atlántico, Donald Trump parece enfrentar cada vez más problemas y cada vez más graves. Después de los caóticos primeros cien días de su administración, con el despido de James Comey, el polémico y controvertido Director del FBI, revive con mayor fuerza la preocupación y la sospecha del involucramiento y la participación rusa en la elección presidencial de 2016 a favor del propio Trump.

El despido de Comey actualiza a nivel popular la aparente convicción de las agencias de inteligencia estadounidenses de la participación rusa en la elección presidencial. Pero, sobre todo, se percibe un intento de “obstrucción de la justicia”, lo cual ha provocado fuertes reacciones tanto de los demócratas como de los republicanos en el Congreso, en los medios de comunicación y en un amplio sector de la opinión pública estadounidense y a nivel internacional.

En la prensa de Estados Unidos una referencia recurrente estos días ha sido el caso del presidente Nixon. Richard Nixon tuvo que renunciar a la presidencia ante el riesgo de ser destituido a través de un juicio político por haber violado la ley y obstruido la labor del fiscal especial que lo investigaba, el Profesor de Harvard Archibald Cox, a quien destituyó cuando se acercaba a comprobar los ilícitos cometidos. Esa destitución precipitó la caída de Nixon.

Al contrario de Trump, Nixon era un político profesional muy experimentado y conocedor del sistema político de su país. Abogado de profesión, entró en la política después de servir en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial. Nixon fue expresión de grupos conservadores de línea dura durante la Guerra Fría. Fue Vicepresidente de Estados Unidos durante los dos mandatos del General Eisenhower (1952-1960). Perdió la elección presidencial frente a John F. Kennedy en 1960. En 1968 ganó la presidencia y en 1972 fue reelecto. Sin embargo, a pesar de su habilidad política, fue sometido a una investigación por espiar el cuartel general de los demócratas en el conjunto inmobiliario “Watergate” en la Ciudad de Washington, por lo que se vio obligado a dimitir a su cargo ante la inminencia de su destitución. Como referí, el impulso final a su caída vino a raíz de la destitución del fiscal especial que lo investigaba. De esta forma, Richard Milhous Nixon es el único presidente de Estados Unidos que ha renunciado a su cargo, hasta ahora.

Eso le sucedió a Nixon a pesar de su experiencia política. Ahora, el destino del políticamente inexperto Trump parece complicarse con el riesgo de llevar a su país a una crisis institucional.