12 cosas que los asesores y estrategas debemos evitar

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 Los cautos rara vez se equivocan.
Confucio.

La oportunidad que he tenido por muchos años de asistir a distintas conferencias, recibir diferentes artículos y sobre todo estar en contacto permanente con clientes, me ha permitido identificar la recurrencia de declaraciones triviales y vagas, que hacen ver mal al expositor y muestran poco respeto por el oyente o lector. En la columna de esta semana me atrevo a señalar 12 declaraciones recurrentes consensadas con clientes y colegas que sugerimos evitar y/o precisar.

No. 1. “Este es el próximo Amazon (o Apple o Google o …)”: La forma más “fácil” de animar a los inversionistas en acciones es sugerir el mismo potencial de un gigante ganador conocido frente a ellos. “Sólo imagine cuánto dinero ganará si X,Y,Z es el próximo Amazon”.  Cada caso (empresa) es único. Si las probabilidades de avance son altas, es mejor exponer sus fortalezas reales en función a un buen análisis fundamental.

No. 2. “Su potencial patrimonial (sin inflación)”: Muchos ejercicios de simuladores para estimar escenarios de construcción de patrimonio no consideran el efecto de la inflación y/o utilizan una inflación diferente a la realidad del inversionista. Los niveles de inflación del 4.0% – 4.5% “oficiales” en México por lo general distan mucho de la realidad familiar. En 2018, un ejercicio de inflación familiar para una muestra de clase media en Ciudad de México fue cercano a 12.0%.

Junta improductiva.
Fotografía: Entrepreneur.

No. 3. “El mercado de valores odia la incertidumbre”: Los compradores y vendedores operan de forma probabilística (nada es 100% seguro). De mayor o menor manera, siempre existe un grado de incertidumbre cuando se compra o se vende. Por otra parte, la incertidumbre no es lo mismo que el riesgo. El riesgo está implícito en toda decisión, por lo tanto el objetivo no es evitar el riesgo, sino conocerlo y controlarlo de la mejor manera. La única manera de no asumir riesgos es no tomar decisiones y esa es la peor decisión.

No. 4. “El dinero fácil ya se ganó”: Una frase común después de un periodo de avance (rally) del mercado. Sin embargo, comprar en el punto más bajo y vender en un punto máximo es una de las estrategias más difíciles de realizar. ¡Nunca hay dinero fácil! La estadística demuestra que en muchos movimientos de alza importante en las Bolsas, una proporción importante de inversionistas quedan fuera por temor, pues el alza proviene de épocas difíciles que los hacen dudar y mantenerse demasiado líquidos.

No. 5. “Efectivo es lo mejor (‘Cash is King’): En épocas en que la expectativa de mercado (resolución de eventos, cantidad de eventos, ciclo de mercado, etc.) resulta más incierta, muchos asesores recomiendan mantener mayores proporciones de liquidez para aprovechar oportunidades. No obstante, el riesgo es que una liquidez en exceso permanezca demasiado tiempo y se dejen pasar las oportunidades. Como comentamos antes, la incertidumbre es permanente. La experiencia demuestra la conveniencia de mantener siempre niveles de liquidez del 10% al 20% pues el mercado siempre da oportunidades.

 No. 6. “Se ve bien”: Posiblemente sea uno de los comentario más vagos y recurrentes. El calificar “bien” una empresa para invertir por lo general se asocia con un movimiento de baja en el precio y no siempre significa que tenga una valuación atractiva. Entender al inversionista como un potencial dueño de empresa, obliga a ofrecer información relacionada con: la expectativa de crecimiento de resultados, sus márgenes, su nivel de deuda, su liderazgo de mercado, su política de dividendos, su administración y su valuación. Todo lo anterior traducido en un precio objetivo. Procure dar o pedir siempre el mismo análisis (contenido de variables) en las empresa que le interesa o le proponen, ello permite una comparación más justa entre distintas alternativas (no elija una porque tiene poca deuda, otra porque tenga crecimiento, o porque la valuación sea atractiva. El proceso de selección debe ser consistente).

Crecimiento de valor.
Imagen: Blog Hotmart.

No. 7. “Los múltiplos son poco atractivos”:  Aunque los múltiplos (de crecimiento o valor) es un mejor parámetro que el precio de mercado de una acción, en términos de la valuación de una empresa, es importante darse cuenta de que muchos participantes hacen referencia a múltiplos conocidos (últimos 12 meses). Cuando se utilizan múltiplos estimados (mucho mejor), la mayoría de ellos atienden plazos no mayores a 12 meses. Si una empresa está pasando por un proceso de reestructura que requiere inversiones, es probable que un múltiplo a 12 meses no capture el verdadero potencial a mayor plazo de la empresa. Por ello, es preferible valuar empresas por metodologías de descuento de flujos de efectivo a valor presente (DCF – Discounted Cash Flow).

No. 8. “Ha tenido siempre muy buenos resultados”: Recomendar una empresa o algún tipo de inversión en función a sus resultados históricos no es correcto. Por supuesto que es información importante, pero no garantiza que siga avanzando (o viceversa). Si se trata de una empresa, es más importante señalar sus planes, perspectivas y estimaciones (no garantizadas) que soportan precios objetivos. En el caso de sociedades de inversión, es más importante destacar su modelo o metodología de inversión. Su proceso de selección y distribución de emisoras.

 No. 9. “Diversifica”: Sin duda es la recomendación básica para un mayor control del riesgo. Pero requiere precisión. No diversificar conlleva a un riesgo de concentración de valores (“poner todos los huevos en una cesta”). En estricta teoría, la diversificación en un portafolio de acciones se logra con un mínimo de seis acciones. La asignación de peso en cada instrumento debe atender al potencial del mismo (mayor peso en las emisoras que ofrecen mayor potencial de avance). Por otra parte, una diversificación en exceso tampoco es buena y es sinónimo de desconocimiento. Estructurar un portafolio sumamente amplio para evitar riesgo, implica sacrificar también rendimientos. Si conozco y entiendo en lo que invierto (empresas de las que soy dueño), no es necesario una diversificación excesiva.

 No. 10. “Los periódicos y noticieros locales señalan que…”: Aunque siempre es importante atender el contexto local, los mayores tomadores de decisiones en nuestros mercados (Bolsa, Tasas de Interés, Divisas, etc.) son inversionistas internacionales, los que dan dirección y tendencia a los mercados. Cualquier día feriado en Estados Unidos, el volumen de operación en la BMV (Bolsa Mexicana de Valores) puede llegar a disminuir entre 80%-90%. Por ello, resulta indispensable saber qué opinan, qué les gusta, a qué le temen los internacionales. Es común que los propios inversionistas locales descalifiquemos nuestro contexto o condición cuando en muchas ocasiones, los internacionales nos ven de manera diferente. “México es un mercado emergente. Todos estos mercados se caracterizan por irregularidad social, económica y política. Los fenómenos de corrupción e inseguridad son similares, pero no por eso dejan de ser atractivos”.

Errores de asesor.
Imagen: Blickpunkt Verlag.

No. 11. “Con esta información sugerimos…”:  La información es importante, pero en estricta teoría, ofrece menor valor agregado respecto al análisis y a la estrategia. Es muy importante identificar cuando un expositor (asesor/estratega) ofrece solamente información vs. cuando ofrece análisis y/o estrategia. Esta última, de mucho mayor valor. Ejemplo: cuando hablamos de estadística, precios, crecimientos y resultados financieros de empresas, estamos recibiendo información. Cuando nos referimos a estimaciones de resultados, valuaciones de empresas y/o precios objetivos entonces se trata de análisis. Cuando nos referimos a la manera en que se deben distribuir los activos en un portafolio y/o cuando aumentar o disminuir exposiciones, interviene la estrategia.

No. 12. “La curva inversa, el EBITDA, el riesgo país, la tasa de descuento, la suma de partes, etc.”:  Aunque tener un conocimiento básico sobre conceptos y variables que influyen en las decisiones de inversión es recomendable, es un gran error comunicarse con la audiencia asumiendo que todo el mundo nos entiende. No todos tienen la misma formación, experiencia ni pasan más de 8 horas diarias en este ambiente. Debemos ser capaz de comunicarnos de manera fácil y comprensible, y cuando es necesario mencionar un concepto “técnico”, procurar explicarlo de manera FÁCIL.

La lista podría ser más grande.

Nos detenemos en 12 recomendaciones, pero la lista podría ser más amplia. La esencia de esta nota, es que los asesores y estrategas reflexionemos sobre la importancia de evitar terribles y vagos pronunciamientos. Estas trivialidades reflejan falta de rigor intelectual, o simplemente un refugio para aquellos que no quieren ser atrapados. Tenemos una responsabilidad enorme, pero sobre todo ¡una oportunidad extraordinaria de ayudar a terceros! ¡Pongámonos siempre en el lugar del cliente!

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