Todas las personas tenemos una percepción de nosotros mismos que reforzamos con acciones, actitudes, hábitos de consumo y el uso de prendas y objetos materiales que vayan de acuerdo al estilo que pretendemos imponer, pero esto tiene un efecto directo en las marcas que usamos, la ropa que preferimos y de manera casi natural, crea una línea de identificación muy profunda.
Ciudad de México.- Si alguna vez te has preguntado por qué eliges alguna marca sobre otra, seguramente tendrás muchas respuestas pero ninguna será un argumento de peso que pueda ser la diferencia, esto debido a que en la mayoría de las veces esas compras las hacemos de manera automática a partir de un patrón que hemos creado en donde relacionamos estos productos con nuestro ideal de personalidad.
Tal como lo explica el sitio Puro Marketing, “los consumidores entran en lo que la psicología llama autocongruencia, un comportamiento en el que las decisiones de compra están marcadas por lo que queremos reflejar, por la imagen que queremos transmitir”.
Es decir, los valores y la imagen que transmiten las marcas, los consumidores las asumen como propias lo que genera una plena identificación y la preferencia en el mercado, creando vínculos de lealtad muy fuertes.
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Así, la autocongruencia a la hora de las compras genera literalmente que nos proyectemos en esos estilos que crean ciertas marcas específicas y que logran seducirnos de manera casi imperceptible, lo que se traduce en mayores niveles de preferencia.
“Cuando mayor sea la similitud entre la personalidad ideal y la imagen de la personalidad de la marca, mayor será la conexión entre los consumidores y los productos”, explica Yuksel Ekinci, profesor de la Universidad de Portsmouth.
De esta manera, la autocongruencia puede ser determinante a la hora de elegir algo en medio de cientos de opciones, por lo que ahora ya sabes que lo haces en función de lo que consideras es tu “personalidad ideal”.
