Tras una de las decisiones más polémicas de los últimos años, la cancelación de la obra en Texcoco parecía un gran problema pero ahora el gobierno avanza en el tema y liquidan contratos del NAIM, mientras deciden qué hacer con el espacio y con la ya construido.
Ciudad de México.- La cosas pintaba muy feas una vez que los resultados de la consulta ciudadana determinaron que el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se tenía que cancelar, una decisión que de antemano ya había tomado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador pero que la “legitimó” con el sentir de la sociedad.
A tres meses de distancia de este anuncio oficial, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) anunció que ya han liquidados 10 de 450 contratos que se tenían en la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, se han pagado algunos bonos de inversión y se está en el camino sobre decidir qué hacer con lo que quede de esta obra.
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Avanzan en el pago de las deudas
Una de las principales preocupaciones de la cancelación del NAIM era la lluvia de demandas que interpondrían las empresas afectadas, así como los inversionistas que habían puesto recursos en los bonos emitidos por el gobierno para financiar la obra.
Contrario a esto, no hay demandas en curso, el clima se ha relajado, actualmente ya pagaron parte de los bonos a sus tenedores, están por iniciar a cubrir los costos de la Fibra E y las cosas caminan a un paso veloz y tranquilo.
Con respecto a la Fibra E, Gerardo Ferrando, director del GACM, mencionó que el pago se realizará en febrero próximo, “debido a que los 30 mil millones de pesos se encuentran en el fideicomiso y aunque no fue utilizado, tendrá un costo de 10 por ciento”.
Y agregó que ya han “hablado con las Afores que invirtieron y estamos en el proceso de convocar a las asambleas para el procedimiento de la cancelación de la fibra”, mientras que el “resto del dinero que mantenemos en el fideicomiso será para liquidar los contratos de las obras”.
Para los bonos que aún están pendientes, Gerardo Ferrando recordó que 4 mil 200 millones de dólares, “se pagarán cada año hasta el año 2040; serán 200 millones de dólares, recursos que saldrán de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.
Contratos con las empresas
Por otra parte, la cancelación del total de los contratos ya también presenta un avance significativo y lo más importante, es que no se han generado problemas legales al respecto.
“Es un proceso que nos llevará seis meses, las notificaciones están siendo muy rápido, entre la semana pasada y ésta habremos notificado del orden de 10 contratos de suspensión; los más importantes, que cubren 85 por ciento de lo contratado”, aseguró
También afirmó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue la primera a quien se le liquidaron las deudas de los contratos, ya que esta dependencia que tuvo a su cargo la construcción de la barda perimetral, nivelación de piso y la pista 6.
Pero señaló en declaraciones para Notimex, que empresas como ICA, La Peninsular, Prodemex, Sacir, entre otras, han disminuido los ritmos de trabajo pero algunas continúan realizando ciertas obras que son esenciales para el mantenimiento de lo que se ha avanzado.
“Existen contratos en los que se debe seguir trabajando”, señaló Ferrando como es el caso de la losa del edificio principal y los foniles, “con el objetivo de estabilizarlos y darle mantenimiento, hasta que se decida qué se realizará en dicha zona”.
Así, aunque la obra ya está cancelada, tienen que terminar ciertos aspectos de drenaje y de mantenimiento para que materiales como el acero no se dañen, esto al menos hasta que se sepa que se hará con ese espacio.
“Hay instalaciones que se tienen que mantener, por ejemplo las losas que tienen sistemas de drenaje, se tienen que operar, y en los foniles, la parte metálica, se tiene que proteger con algún material”, añadió el directivo.
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¿Qué pasará con el espacio del NAIM?
Con respecto al futuro que tendrán las instalaciones de lo hubiera sido el NAIM, Gerardo Ferrando aseguró que apenas están en pláticas con diversas instancias para determinar su uso y que de alguna manera se puede aprovechar lo construido.
El directivo aseguró que “ya se trabaja con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para contar con el proyecto de preservación del Lago de Texcoco”, mientras que los especialistas “están imaginando qué uso le podemos dar a estas grandes losas, que se tendría que hacer ahí”.
Sin embargo, el futuro de este espacio es aún incierto y en cierta medida, la sociedad también espera que tenga utilidad con algún beneficio ecológico y urbano; para que no se vaya a convertir en un fantasma gigante y desolado de lo que al principio se presentó como la obra de infraestructura más importante de la historia de México.
