Cobertura sanitaria universal: el desafío de traducirla en realidad

Lectura: 3 minutos

Hace unos meses fue muy sonado el caso de un norteamericano que libró una dura batalla para vencer al SARS-CoV-2. Si bien lo más importante era recuperar su salud, que es invaluable, los servicios y gastos hospitalarios para su tratamiento superaron el millón de dólares.

No obstante, gracias a que el Congreso estadounidense aprobó una partida presupuestaria de más de 100,000 millones de dólares para afrontar la actual pandemia, este hombre, al ser beneficiario del programa de asistencia sanitaria para mayores de 65 años Medicare, no tuvo que endeudarse para costear esta enorme suma de dinero.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado que Estados miembros deben lograr una cobertura sanitaria universal; es decir, garantizar que todas las personas reciban los servicios de salud que necesiten, sin tener que pasar dificultades financieras.

De acuerdo con el “Reporte sobre el seguimiento de la cobertura sanitaria universal: Informe de seguimiento mundial de 2017” del Banco Mundial y la OMS, las regiones de Asia Oriental, América del Norte y Europa son las que obtuvieron las tasas más altas de cobertura en servicios básicos de salud, seguidas de América Latina, el Caribe y Oceanía, mientras que África Subsahariana y Asia Meridional tienen el valor de índice más bajo.

cobertura sanitaria
Imagen: Iruya.

En dicho informe también se señala que las familias que viven en Latinoamérica y en Asia incurren en mayor medida en “gastos de bolsillo”, es decir, absorben costos directos para recibir servicios de salud una vez atendidas sus necesidades alimentarias; destinando el 14.8% de su ingreso en el primer caso y el 12.8% en el segundo.

La COVID-19 ha puesto a prueba a los sistemas de salud en el mundo, incluyendo a países con economías estables. Por ejemplo, si bien el sistema de salud pública de Reino Unido es considerado de los más sólidos, de acuerdo con un estudio de 2014 de la Fundación Commonwealth; actualmente ocupa la quinta posición a nivel mundial por muertes a causa de esta enfermedad, con base en el Tablero COVID-19 del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

Alcanzar una cobertura sanitaria universal ha sido un reto difícil de sortear, pero se convierte en un mayor desafío traducirla en realidad en tiempos de pandemia. Hoy más que nunca, requerimos que nuestros sistemas de salud se vuelvan resilientes; es decir, que tengan la capacidad de afrontar situaciones de crisis para responder con eficacia.

De ahí la importancia de diseñar estrategias y políticas públicas que garanticen el acceso a servicios de salud esenciales y adecuados para todas las personas; que aseguren la provisión de medicamentos y vacunas seguras, eficaces y asequibles; y que brinden protección contra riesgos financieros, como se plantea en el tercer objetivo de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

cobertura vacuna
Imagen: Getty Images.

Con motivo del Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, 12 de diciembre, dada la difícil situación de salud que los mexicanos seguimos enfrentando porque la COVID-19 no cede, es fundamental que todos los sectores –público, privado y social–, actuemos de forma conjunta.

Por parte de las instituciones públicas, facilitando la mayor cobertura sanitaria posible, asegurado la efectividad y disponibilidad de vacunas de calidad, y brindando la información necesaria a la sociedad para saber qué hacer, para supervisar las decisiones que se adopten, y vigilar el uso de recursos para estos fines.

Por el lado de la ciudadanía, tomando conciencia del cuidado que debemos tener para no arriesgar a otras personas, ni a nosotros mismos, actuando con responsabilidad social.

No bajemos la guardia, si lo hacemos, la luz de la vida se apagará con un soplido, y perderemos o dejaremos a quienes más nos importan.

En estas fechas decembrinas, aprovecho este último artículo del año para desear a los lectores, junto con sus seres queridos, que tengan salud y bienestar, y que este 2021 podamos superar esta crisis, creciendo como personas, para lograr una mejor sociedad.


También te puede interesar: Cultura de integridad pública, disolvente efectivo contra la corrupción.

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x