Ilana Dayan es una excelente periodista y durante muchos años vi su programa UVDA (hecho); por no estar en Israel, estoy también alejado del programa y es posible que después de tantos años el programa fue decayendo y necesita insuflar nuevos aires para recuperar rating.
El Mossad es una organización famosa en cuestión de espionaje y su nombre es constantemente utilizado por todo tipo de personajes, creadores de noticias falsas o no comprobadas, para demostrar la supuesta participación de Israel en diversas conspiraciones.
El atentado en la AMIA del año 1994, la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman en el año 2015, el memorándum con Irán, el gobierno de Argentina de Fernández y Fernández de Kirchner, son otros elementos de un dramático cóctel que hasta puede llegar a ser morboso y la supuesta guinda fue el personaje denominado Uzi Shaya, ex agente del Mossad.
Me impresionó que en Israel no tuvo demasiadas críticas favorables por la aparente falta de pruebas y que todo era, más que nada, un monólogo del exespía.
De Pagina12 extraigo lo siguiente:
La televisión israelí presentó anoche un programa basado en el testimonio de un exagente secreto de la Mossad, Uzi Shaya, que pasó sin escalas de los servicios de inteligencia israelíes a ponerse la camiseta del fondo buitre Elliot Managment, de Paul Singer. Shaya dijo que le entregó a Alberto Nisman, diez días antes de su muerte, un sobre con datos sobre cuentas de la familia Kirchner en las islas Seychelles y otros paraísos fiscales, con dinero pagado por Irán. El espía no aportó ni una evidencia ni de las cuentas ni de nada, pero relató una supuesta extorsión: él y el fondo buitre querían amenazar a Cristina Kirchner con que revelarían las cuentas a menos que ella aceptara pagar la “deuda” con los fondos buitres. La versión carece de toda credibilidad, al punto que –según la televisión israelí–, el fondo Elliot dice que no conoce la documentación ni admite relación con lo que cuenta Shaya.
Más detalles en este enlace.
Por otra parte, pongo en juicio mi calidad de lector manifestando que la nota de Clarín es tan difusa como el mismo programa, copio un párrafo: Según su propio relato, el ex espía Shaya contactó a Nisman en enero de 2015, en una de las capitales europeas en las que el fiscal vacacionaba con sus hijas, viaje que interrumpió intempestivamente para regresar a Buenos Aires, presentar su denuncia contra Cristina Kirchner por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA y días después encontrar la muerte en el baño de su departamento de Puerto Madero.
Elegí ese párrafo porque previamente había leído que se encontraron en Madrid, aunque Clarín dice una capital europea. También Pagina12 dice Madrid. De otro medio copio: “Es un poco más de lo mismo. El que conoce la causa no lo sorprende mucho, porque hay muchas cosas que hacen agua. Por ejemplo, ¿dónde se encontraron? El hombre dijo que se encontró en el (hotel) Marriot de Madrid, pero el informe de (la aerolínea) Iberia aseguró que Nisman estuvo en Madrid en tránsito”, señaló Lagomarsino, único acusado en la causa por la muerte del ex fiscal de la Unidad AMIA.
De este último enlace hubo otra frase que me llamó la atención: “El exespía israelí dijo que Alberto Nisman ‘era uno de nosotros’: ¿Qué significa eso? ¿Qué un fiscal argentino era del Mossad?, deslizó el acusado Diego Lagomarsino”.Tiendo a no creer que Nisman haya sido del Mossad y si suponemos que estaba todo su tiempo investigando el tema del atentado, no le quedaba mucho tiempo en ser espía, pero seguramente podían intercambiar información. Me imagino que Israel también desearía finalizar exitosamente la investigación. Recordemos que, durante años, según se ha publicado muchas veces, Israel liquidaba a los terroristas responsables de atentados. Tiendo a pensar que la relación de ambos, Shaya y Nisman, pasaba por el contacto o dependencia de los fondos buitres. Del siguiente enlace copio: La fortuna secreta de Nisman.
Durante la investigación se descubrió que Nisman tenía una serie de bienes en Argentina y Uruguay a nombre de su madre, Sara Garfunkel, y una cuenta no declarada en EE. UU. con US$600.000 –esto último fue revelado por la exesposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado–.
El co-titular de esa cuenta, además de su madre y hermana, era Diego Lagomarsino, el hombre que le dio el arma con la que murió.
Según Lagomarsino, Nisman le pidió que fuera co-titular para evitar que el fisco estadounidense se quedara con el 50% del dinero depositado si fallecía su madre.
“Habla de cómo era Alberto, más que complicarme a mí”, dice en su defensa.
El experto informático también aseguró que tenía un acuerdo con su jefe por el que éste se quedaba con la mitad de su sueldo.
Según revela el documental (de Netflix), “un informe confidencial del gobierno de EE. UU. concluye que no hay justificación para el dinero en su cuenta y que debe ser investigado por posible recibo de sobornos”.
Una de las personas que depositó dinero en la cuenta estadounidense de Nisman fue el financista argentino Damián Stefanini –transfirió US$150.000 en 2012– que está desaparecido desde 2014.
Algo que no suele mencionarse es que grandes inversores en un país son los mismos capitales extraídos legal o ilegalmente, y esto lo hacen por intermedio de fondos de inversión, que en algunos casos se convierten en fondos buitres. Estos capitales en muchos casos tienen influencia para que el país pague tasas de interés preferenciales. No debe sorprender que la desaparición de Stefanini es una incógnita no revelada. Hasta hoy en día.
Debo confesar que jamás tuve simpatía por Nisman, 10 años investigando y nada es demasiado tiempo. Del siguiente enlace extraigo:
Las posturas son claras. El oficialismo está convencido en su estrategia de apuntar directamente al fiscal y no tanto al contenido de la denuncia, siguiendo así la lógica que ya viene mostrando el canciller Héctor Timerman en las dos conferencias que dio. La oposición, en tanto, pretende aprovechar la reunión para conseguir más pruebas y poder decidir si respaldan con más firmeza al fiscal, en una cuestión que saben que deben tratar con prudencia por la gravedad institucional de la denuncia. “El fiscal pidió la reunión cerrada. Y yo creo que eso es imprescindible para que sirva. De lo contrario será inútil”, expresó Margarita Stolbizer. “Hay que garantizar un marco de seriedad y prudencia, y eso no se logrará si la reunión se convierte en un circo donde cada cual quiera ser protagonista”, consideró. Y agregó: “Quienes quieren hacer una reunión abierta lo que en verdad buscan es hacer callar al fiscal. Lo acusan de mentiroso, pero en realidad no quieren escuchar ni que se conozca lo que tiene para decir”.
Esa publicación es un día antes de la esperada reunión en el Congreso y estoy seguro que no tenía nada contundente para declarar. La justicia sostiene que fue asesinado, un homicidio, y eso sin duda también es una probabilidad. ¿Quién lo asesinó? No lo sabemos. Personalmente no creo que haya sido la presidenta. Ella no necesitaba eso para nada. Pero la oposición podía utilizar esa muerte para culparla. Y si las manifestaciones contra el gobierno provenían desde los fondos buitres utilizando a Nisman y Shaya para presionar al gobierno, es posible que en vísperas de las declaraciones de Nisman en el Congreso, sería un buen momento para finalizar con su servicio.
Por último, toda nota debe finalizar y es posible que la oposición debía liquidar a Nisman antes de las declaraciones porque él –eso creo yo–, no tenía nada en la mano para hacer una demanda. Sí, es posible que Irán sea la responsable de los ataques, pero eso se hace con la colaboración de “gente de adentro”. Finalizaré con la siguiente cita:
Quizás el mayor reflejo de ello es que (la falta de justicia), un cuarto de siglo después del ataque, no sólo no ha sido arrestado ninguno de los autores ni juzgado ni un solo sospechoso, sino que el que está preso es el juez que llevó la causa original.
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